El Torcal de Antequera. Club de Senderismo Señal y Camino. www.senalycamino.es Por Loly López Guerrero El pasado domingo, 04 de febrero de 2007, 14 socios del club Señal y Camino hemos realizado la salida prevista para este día en la programación del club: el Torcal de Antequera. El día amenazaba lluvia pero a pesar de ello teníamos ganas de disfrutar de esta maravilla, así que salimos a las 8 de la mañana hacia nuestro destino. Hemos tenido sol y niebla la cuál hacía que el paisaje fuera aún más sobrecogedor en algunos momentos. El Torcal fue el primer Espacio Natural Protegido Andaluz (año1.929) Sus orígenes se remontan al período Jurásico, más concretamente la Era Secundaria, es decir, hace unos 200 millones de años. En algunas rocas aún quedan las huellas de los fósiles de amonites arrancados, que nos recuerdan que toda esta zona estuvo hundida en los fondos marinos. Este paraje natural situado en el término municipal de Antequera, es famoso por las caprichosas formas que los diversos agentes erosivos han ido modelando de forma caprichosa en sus rocas calizas (uno de ellos es el famoso “tornillo” que es el logotipo de este paraje natural). Su extensión es de unos 12 kilómetros cuadrados y representa una importante muestra del paisaje kárstico de Europa. Como todos los macizos calizos, el Torcal presenta una enorme riqueza en simas, cuevas y otras formas subterráneas, algunas de ellas de gran importancia histórica como la Cueva del Toro. Su origen se relaciona igualmente con procesos de disolución y ensanche de las calizas subterráneas por la acción del agua de lluvia. La fauna terrestre está representada por mamíferos como el zorro y la cabra montés, que se deja ver formando pequeños rebaños, entre los altos riscos cuando vamos acompañados por el silencio. En primavera y verano se pueden observar los reptiles. También surcan su cielo y anidan entre sus rocas una gran variedad de aves, por lo que la sierra fue declarada como “Zona Especial para la Protección de las Aves”. Asimismo existen una gran variedad de invertebrados, sobre todo insectos. Cualquier descripción que se intente de este sorprendente paraje resulta necesariamente pálida en comparación con la realidad. Es la sinfonía de la roca, en blanco y gris, siendo la caliza el elemento paisajístico casi único pues, salvo las hiedras y un reducido número de arbustos y de espinos blancos, es lo que compone este curiosísimo paisaje. La piedra modelada por el agua y la intemperie, adopta formas extrañas, de pesadilla; entre una arquitectura fantástica de templos orientales, de catedrales góticas, de colosos egipcios, aparecen seres monstruosos, torsos decapitados de animales quiméricos, formas mórbidas que el viento acaricia y a las que la hiedra se agarra. El recorrido realizado hoy nos ha gustado mucho. A veces parecía que nos encontrábamos en un gigantesco laberinto formado por callejones y pasadizos en el que parecía difícil de encontrar su salida. Hemos disfrutado de la zona y al final en “Las Ventanillas”, un mirador situado a 1.200 metros de altitud, desde donde se ve a lo lejos Villanueva de la Concepción, (en los días claros se puede apreciar incluso el continente africano) hemos dado por concluido nuestro sendero. Desde aquí animo a todos aquellos que no lo conozcan que no dejen de ir a ver este milagro de la naturaleza. ¡¡ merece la pena!!. Agradezco la coordinación de nuestros compañeros Fernando Asencio y Ana Rodríguez que han hecho posible este estupendo día.