APORTES AL PROCESO DE EVALUACIÓN DE LA CALIDAD EN EDUCACIÓN Lic. Nora Socolinsky Hace un tiempo, un hecho relacionado al ámbito educativo, fue noticia con grandes letras de molde: según la denuncia de unos alumnos se los había provisto de las respuestas con las cuales debían resolver las pruebas del operativo de evaluación de la calidad de enseñanza en el Nivel Medio. Según era de suponerse, si se registraba un alto índice de "buenas respuestas de los alumnos ¨ a los contenidos académicos planteados, la institución aumentaría su prestigio o daría cuenta de la calidad de su servicio educativo. Este hecho nos permite hacer algunas reflexiones para no confundir niveles de evaluación. El hecho de que los alumnos contesten correctamente un alto porcentaje de preguntas de lengua y matemáticas nos da cuenta, en todo caso, que esos alumnos han adquirido la posibilidad de análisis de situaciones problemáticas inéditas, la posibilidad de lectura y comprensión de un texto (sin duda posibilidades importantes como base para el logro de otros aprendizajes). Pero ello no es de ninguna manera suficiente para poder decir que el servicio educativo que ha sustentado esas respuestas es de mayor o menor calidad. Si deseamos conocer el nivel de calidad de una institución educativa, sería de suma importancia establecer si: Es una organización flexible, dinámica, con una clara definición de su Misión, Visión y principios y el conjunto del personal alineados a los mismos. Su proyecto educativo genera valor agregado a la Sociedad y contempla las necesidades formativas e instrumentales para el próximo milenio. Hay coherencia entre los modelos de trabajo y convivencia brindados por la institución y los que se pretende que adquieran los alumnos (Ej.: Concepciones de solidaridad, transparencia en las comunicaciones, ética basada en la incorruptibilidad de los valores, trabajo en equipo, búsqueda de la mejora permanente de los procesos de trabajo, etc.) Tiene un alto índice de satisfacción de las expectativas de su personal docente y no docente con la consiguiente motivación de los mismos. Desarrolla planes integrales de capacitación incorporando aspectos pedagógicos y organizacionales. Tiene una tecnología desarrollada como soporte del desarrollo educativo proyectado más allá del 2000. Desarrolla procesos de trabajo eficaces y eficientes. Tiene sistemas de medición y ajuste de procesos. La Administración de recursos es planificada en función de sus metas, previendo etapas y articulando los fondos disponibles y las necesidades para desarrollar la excelencia educativa. Quizás al leer rápidamente este listado nos asalte inmediatamente el prejuicio de que sólo las escuelas económicamente pudientes pueden llevarse el ¨galardón de la calidad¨, pero si analizamos uno a uno los elementos, veremos que muchos de ellos están logrados en instituciones carenciadas, gracias al esfuerzo, en muchos casos sobrehumano, del equipo docente y no docente que trabaja en ella. Todos los factores señalados hacen sin duda al aprendizaje de los alumnos: recordemos que en la institución educativa aprenden no solo contenidos programáticos: aprenden modelos de ordenamiento, estilos de manejo de la autoridad, modos de relacionarse con el aprendizaje, entre otros innumerables ¨ contenidos ocultos ¨ . El paso que se ha dado y muchos otros que están en camino son importantes, pero nos cuentan una parte muy pequeña de nuestra realidad educativa. Entiendo que hay que avanzar sobre: 1. Definir con claridad el perfil de institución educativa que necesitamos 2. Evaluar las instituciones que tenemos. 3. Establecer la brecha existente entre nuestra realidad actual y lo que necesitamos. 4. Desarrollar planificadamente el acortamiento de esta brecha, sin olvidar que, al decir de Daniel Filmus ( Clarín,28 de julio de 1998) : ¨ la cantidad y calidad de la inversión educativa se transforma en uno de los principales condicionamientos del crecimiento de las Naciones ¨.) Claro, en el caso de evaluar nuestras instituciones, nadie podría tener las respuestas preparadas ni bastaría con un maquillaje para ganarse el lugar de la calidad (como en mis épocas de escuela primaria, que nos hacían arreglar el guardapolvo y mostrar el mejor cuaderno cuando venía la inspectora). La única posibilidad sería haber emprendido transformaciones profundas.