DE QUE DEPENDE EL CLIMA LABORAL

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DE QUE DEPENDE EL CLIMA LABORAL
El jefe, en primer plano
Un sondeo revela que la actitud del jefe es clave · Valoran su estrategia y el trato.
Infografía: La importancia del jefe en el clima laboral
Quizá porque en tiempos de crisis existe una generalizada sensación de estar en un
barco a la deriva, el clima laboral depende ahora mucho más que antes de la actitud del
jefe.
Para el 85% de los empleados de alto rango, el jefe debe tener la visión del negocio,
fijar el rumbo y ser como el capitán de barco: capaz de hundirse y de volver a surgir.
Los ejecutivos también valoran del jefe la libertad que les otorgue para decidir. Los
operarios, en cambio, piden otra cosa. Para ellos el verdadero aliciente es que los tengan
en cuenta y que el jefe sea honesto, justo y responsable.
Esta es una de las conclusiones de una reciente encuesta de RHO (Recursos Humanos y
Organización) en 120 firmas líderes con más de 300 empleados en relación de
dependencia. El tamaño de la muestra fue de 907 casos.
Los encargados del sondeo explicaron a Clarín que precisamente por tratarse de las
mejores empresas y de los mejores empleos la muestra que midió el clima laboral no
reflejó los efectos devastadores que produce la desocupación en cada organización.
La encuesta revela que el clima laboral depende en una alta proporción de la actitud del
jefe: cuando se les pregunta a los empleados de menor instrucción y a los de alto rango
para quién trabajan, en primer lugar aparece el nombre del jefe. El sondeo pone de
relieve que aún predomina una cultura paternalista y que en la mayoría de los casos se
prefiere el tono imperativo del jefe a la anomia.
"La relación con el jefe es clave, ya que es uno de los factores que más explica el grado
de satisfacción o de rechazo del personal hacia la empresa. En Estados Unidos, por
ejemplo, no existe una cultura tan paternalista como en la Argentina. Allá la gente
trabaja más para la organización; aquí, para su cara visible. Es decir, el jefe", apuntaron
en RHO.
La encuesta también indagó entre los dueños de las compañías que dejan sus negocios
en manos del jefe. Para ellos el jefe es quien obtiene resultados para la empresa, sus
accionistas y los clientes y puede hacer sustentable la empresa en el largo plazo.
En RHO remarcaron que si los dueños de las compañías piensan de esa manera,
"significa que en la Argentina el liderazgo está atado a resultados concretos. Se
responde al viejo paradigma, el de los líderes estratégicos, cuando las organizaciones
también requieren líderes vinculares, es decir los que pueden construir lazos con la
gente, que también es el motor de las compañías".
Hay diferencias marcadas según a quién se consulta en cada empresa. Los empleados
más instruidos (profesionales) van haciendo su propia carrera conscientes de que ya no
se trata de escalar posiciones en una misma empresa sino de ir buscando los ascensos a
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través del pasaje por varias compañías. Así se notan picos, valles y caídas en el
rendimiento individual de los que ocupan posiciones altas.
Los operarios que carecen de la movilidad como opción para hacer carrera son más
constantes en su rendimiento y creen que el crecimiento (pasar a otra categoría) se da en
el seno de la misma compañía.
La encuesta investigó cómo se consiguen los resultados; si a través de la gente o de los
procesos o métodos de producción. Y se notó un cambio: crece la tendencia a percibir
que los mejores resultados se obtienen a través del equipo de trabajo. También saltaron
grandes diferencias en el estilo de conducción según se trate de empresas industriales y
de servicios. Las industriales se muestran más orientadas a resultados y están
acostumbradas a trabajar con objetivos concretos.
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