9 Número 2 año 2010 volumen Editorial Prof. Dr. Eduardo Savio Larriera Enfermedades infectocontagiosas en relación al cambio climático. Análisis, evaluación y gestión de riesgos naturales en Uruguay Dres. J. Prieto, V. Píriz 32 Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión Dra. S. Frola, L. Vozza, A. Mínguez 36 Prevención de complicaciones vinculadas al papiloma virus humano en el sexo masculino. ¿Cuál es la evidencia actual? Dra. Z. Arteta 44 TBC en los trabajadores de la salud Dres. D. Paciel, J. Medina 47 9na Jornada de Antimicrobianos Dr. J. Medina 51 Caso Clínico 1. Respuesta 55 Caso Clínico 2. Viñeta 56 XV Congreso Panamericano de Infectología 58 Terminamos el año con la desactivación del alerta pandémica de A H1N1 2009, primera pandemia de influenza del siglo XXI, de la cual muchas lecciones fueron aprendidas local e internacionalmente y contribuirán a la prevención de las enfermedades transmisibles por vía aérea y por contacto. También finalizamos un año más sin la aparición de casos de dengue autóctono en el país, alerta siempre vigente en los dos últimos años. En otros campos, las bacterias multirresistentes sí generaron preocupación y problemas en algunos pacientes hospitalizados y cada vez más los infectólogos debemos compenetrarnos con el manejo de esas infecciones, sus opciones terapéuticas e incorporar los criterios de parámetros faramacodinámicos/ farmacocinéticos (PK/PD) para manejarlas. En eso estamos, y criterios sobre PK/PD fueron incluidos en la 9ª Jornada de Antimicrobianos que organiza anualmente la Cátedra, cada vez con más público, más diversificado y con respuestas a las necesidades del auditorio que se suma año a año. Varios asuntos de interés se concentran en este número de la Carta. Los Dres J. Prieto y V. Píriz incursionan en el cambio climático y su vínculo con las enfermedades infectocontagiosas, focalizando la gestión de riesgos naturales en el Uruguay. La Dra. Soledad Frola y sus colaboradores (pasante por la Cátedra de Enfermedades Infecciosas en usufructo de una Beca API y técnica del l Hospital de la Misericordia en Córdoba, RA), refiere el estado actual de sarampión en el mundo, poblaciones susceptibles, clínica y formas de presentación en distintos grupos poblacionales, así co- Cátedra de Enfermedades Infecciosas Dr. Eduardo Savio Larriera, Profesor Director | Profesor Adjunto Dr. Julio Medina Profesora Adjunta Dra. Mariela Breijo | Docente Calificada Honoraria Dra. Susana © Cátedra de Enfermedades Infecciosas Montevideo, noviembre 2010 Cabrera | Asistente Dra. Zaida Arteta | Asistente Dra. Daniela Paciel. Residentes: Dres. Virginia Antelo y Gabriel Gonzáles. Sra. Valeria Tejera, Sec. Administrativa mo la expansión de la enfermedad con epicentro en Sudáfrica durante la Copa Mundial FIFA 2010, finalizada en julio de este año. Aborda también mecanismos de prevención y aporta una interesante y actualizada bibliografía para profundizar más algunos conceptos. Como elemento para el conocimiento, la discusión y búsqueda de nuevas evidencias, la Dra. Z. Arteta hace un artículo sobre el papiloma virus humano (HPV), lesiones por él inducidas y la importancia que la vacuna anti–HPV, originalmente focalizada en la prevencion de cáncer de cuello uterino, que puede tener lugar en poblaciones de género masculino para la prevención de algunas lesiones. La Dra. D. Paciel y el Dr. J. Medina aportan su artículo sobre tuberculosis, enfermedad siempre vigente y sobre la que se presta atención al riesgo que tienen los trabajadores de la salud de adquirir esta enfermedad. El Dr. J. Medina, Coordinador de la 9ª Jornada de Antimicrobianos, re- sume su desarrollo: tuvo capacidad completa (120 asistentes) incluyendo a infectólogos, microbiólogos, laboratoristas, internistas, intensivistas, enfermería, especialistas quirúrgicos y en esta edición se fueron incorporando algunos estudiantes, señal que ya desde el pregrado hay un núcleo de personas interesadas en saber más y capacitarse en infectología. Todos los docentes de la Cátedra participamos, junto a colegas de Microbiología en las actividades docentes. Se destaca el abordaje de los mecanismos de resistencia a los bacilos gramnegativos multirresistentes y pan– resistentes, características de algunos aislamientos clínicos en el país, tratamientos disponibles y la incorporacion de conceptos sobre PK/PD para un adecuado uso de ATB como forma de hacer que infecciones de muy difícil manejo puedan ser mejor solucionadas, elemento esencial al mejorar la calidad de vida de las personas, devolverles el estado de salud y disminuir en algo los costos asistenciales por estas infecciones. En la habitual sección “Eventos en Infectología”, en esta oportunidad nos centramos solamente en uno, el XV Congreso Panamericano de Infectología a efectuarse en Punta del Este del 7 al 11 de abril de 2011. El 7 de abril de cada año se celebra el día Mundial de la Salud y en las dependencias de la OPS en Washington, la Directora de la Organización, en presencia de los Ministros de Salud de las Américas y el Caribe y otras autoridades, da su mensaje sobre la linea temáticade ese año. En 2011, la Dra. Mirta Roses Periago, Directora OPS, eligió emitir su mensaje desde la Ceremonia de Apertura del XV Panamericano en Punta del Este, lo cual debe ser considerado un honor para el país y la infectología nacional. Los infectólogos iberoamericanos se darán cita en Punta del Este, del 7 al 11 de abril de 2011, y esperamos contar con usted, cualquiera sea su especialidad y área de interés, ya que la infectología es transversal y se vincula a todas las áreas médicas. Prof. Dr. Eduardo Savio Larriera Organiza: Asociación Panamericana de Infectología en asociación con Sociedad Iberoamericana de Infectología (SIAI) y Sociedad de Infectología Clínica del Uruguay (SICU) Conrad Resort & Casino. Punta del Este, 7 a 11 de abril de 2011 Información, inscripciones: www.apiuruguay.com Enfermedades infectocontagiosas en relación al cambio climático | Dres. Jimena Prieto, Víctor Píriz CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Enfermedades infectocontagiosas en relación al cambio climático. Análisis, evaluación y gestión de riesgos naturales en Uruguay Dres. Jimena Prieto1, Víctor Píriz2 1. Asistente de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas. (UdelaR) 2.Internista y Especialista en Gestión en Servicios de Salud Existen pruebas abrumadoras a nivel mundial de que la actividad humana está provocando cambios en el clima que determinan consecuencias para la salud. Los cambios climáticos ocurridos en el siglo XX y el inicio del siglo XXI son una amenaza emergente para la salud, modificando la forma en la que debemos protegernos. La variabilidad climática provoca morbimortalidad creciente debida a los desastres naturales (inundaciones, sequias, olas de calor, etc.). Muchas enfermedades son sensibles a los cambios de temperatura y las precipitaciones: entre ellas figuran enfermedades comunes transmitidas por vectores, tales como hepatitis, dengue, paludismo. Uruguay, según la OMS, al igual que otros países emergentes es más susceptible a dichos cambios, especialmente las zonas costeras densamente pobladas, estados insulares, alta montaña y zonas áridas.1 Por fortuna, gran parte de los riesgos sanitarios se pueden evitar gestionando el riesgo, es decir realizando intervenciones y programas sanitarios con acciones para fortalecer los sistemas de salud y promover actividades dirigidas al desarrollo sustentable, que puedan contribuir a minimizar el riesgo provocado por el cambio en el clima. Cada país debe contar con planes activos y de larga data para evaluar dichos cambios y al mismo tiempo generar datos científicos, creando capacidades internas y ejecutando proyectos que fortalezcan la respuesta del sistema al cambio climático, tratando de que la salud de la población sea debidamente considerada en las decisiones adoptadas por otros sectores, como por ejemplo el energético y el transporte de cada país. Gestión integral del riesgo Las pérdidas que ocasionan los desastres acarrean graves consecuencias para la supervivencia, dignidad y medios de vida de los seres humanos. La gestión integral del riesgo (GIRO) observa el problema desde sus múltiples aristas y se basa en tres puntos fundamentales. En primera instancia: el dominio del riesgo, nos referimos a la gestión de la vulnerabilidad poblacional y de las estructuras sanitarias y civiles disponibles, previniendo y coordinado actividades macro que permitan políticas sanitarias dirigidas al tema. En segundo lugar la intervención en el momento de la crisis y por su importancia el intento de control del lugar o lugares donde sucede el hecho. Para ello, los actores locales tienen fundamental importancia, tanto públicos como privados, etc. Es en este punto que basaremos nuestro artículo. Por último, la fase de recuperación post desastre, fortaleciendo mecanismos y proponiendo estrategias luego de lo observado para evitar situaciones similares en el futuro. La conferencia mundial sobre la reducción de los desastres realizada en Hyogo, Japón, en 2005, generó un marco de acción para la década hasta 2015, pautando las estra- tegias internacionales para la reducción de desastres e intentando aumentar la resiliencia de las naciones y las comunidades ante las mismas.2 Dirigidos a avanzar en la generación de capacidades es que realizamos este articulo, entendiendo que los médicos y especialmente los infectólogos nacionales tienen gran importancia como actores sociales en transmitir efectivamente el conocimiento que permita que se diversifique el tema en forma sustentable. Uruguay debe fortalecerse permitiendo una gestión integrada entre la población y el medio ambiente, con énfasis en el desarrollo. Es necesario ayudar a extender los conceptos particulares de la especialidad en el tema y las medidas dirigidas a mitigar los riesgos. Las enfermedades infectocontagiosas en relación a cambios climáticos han llegado para quedarse y es necesario ingresarlo dentro nuestro registro diario. Se entiende por vulnerabilidad a “las condiciones determinadas por factores o procesos físicos, sociales, económicos y ambientales que aumenten la susceptibilidad y exposición de una comunidad al impacto de amenazas” EIRD de las Naciones Unidas, Ginebra, 2004. Otra definición importante es la de amenaza (hazard en inglés): se entiende un “evento físico potencialmente perjudicial, fenómeno o actividad humana que puede causar perdida de vidas lesiones, daños materiales, graves perturbaciones de la vida social y económica o degradación ambiental”. EIRD de las Naciones Unidas, Ginebra, 2004. 32 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 En Uruguay existe una oficina nacional que tiene como función coordinar actividades para la reducción del impacto de los desastres. Esta oficina desarrolla el enfoque estratégico y sistemático de la reducción de la vulnerabilidad. En los últimos años varios proyectos fueron implementados en Uruguay en el marco del abordaje de la temática de riesgo, prevención y recuperación. En el año 2007 se plantea la generación de marcos integrales para la valoración de los daños ocurridos por las inundaciones, valorando impactos directos e indirectos surgidos de las mismas: estos mecanismos fueron los primeros en generar lecciones nacionales aprendidas en cuanto a mecanismos y procedimientos. El Poder Ejecutivo aprobó el 25 de octubre de 2009 la Ley que consagra el Sistema Nacional de Emergencias, sistema público de carácter permanente, con la finalidad de la protección de personas, bienes y medio ambiente ante un acontecimiento eventual real de situación de desastre,3 al articular, integrar y garantizar el manejo oportuno de recursos humanos, técnicos, administrativos y económicos en forma eficiente para la rehabilitación, prevención, atención y mitigación. Por último, la gestión del riesgo en Uruguay consolida en la actualidad desde una perspectiva territorial, los comités departamentales de Emergencias y los centros coordinadores, fortaleciendo los actores locales relevantes: es aquí donde el especialista (infectólogos en cada departamento) tiene su marco de acción. Métodos de seguimiento y evaluación Frente a una serie de desastres como sequías, tormentas, inundaciones e incendios, Uruguay ha creado mediante el decreto 238/009 el Sistema Nacional de Respuesta al Cambio Climático generando un plan por sectores para responder a la problemática, incluyendo un fuerte componente de gestión, abordado en forma efectiva y global. Este sistema contribuye a reducir riesgos en las actividades de desarrollo, el seguimiento y reporte de enfermedades transmitidas en dichos eventos y el establecimiento de medidas de prevención, es fundamental. El aumento de la incidencia de ciertas enfermedades infecto–contagiosas es claro, teniendo como consecuencia fundamental el aumento de la morbi–mortalidad y las consiguientes consecuencias socio– económicas. En 2007 el MSP advirtió sobre la mayor vulnerabilidad que existía de adquirir enfermedades transmisibles de importancia sanitaria como consecuencia de las inundaciones registradas en determinadas zonas de nuestro país. Particularmente en Rio Negro, donde hubo 10.299 evacuados. En los años subsiguientes las inundaciones en 2008 y 2009 dejaron un total de 12.500 evacuados, en Artigas, Salto y Colonia. Este fenómeno climático, favoreció la presencia de ciertas enfermedades tales como fiebre tifoidea, enfermedades transmitidas por alimentos, por vectores, diarreas, afecciones de piel, leptospirosis y hepatitis A.4 Debido a la situación epidemiológica de Uruguay y a su especial gravedad potencial, se enfatizó en la importancia de la leptospirosis y de la hepatitis A. Mencionaremos el dengue como fenómeno presente en la región, pero hasta la fecha no hubo casos nativos en Uruguay. Enfermedades infectocontagiosas en relación al cambio climático | Dres. Jimena Prieto, Víctor Píriz CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 33 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Enfermedades infectocontagiosas en relación al cambio climático | Dres. Jimena Prieto, Víctor Píriz CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Leptospirosis Epidemiológicamente, la leptospirosis es una enfermedad difícil de controlar porque el microorganismo que la produce se puede albergar y expulsar en la orina de muchos animales, perpetuándose entre ellos el estado de portador. 2,3 Las medidas de prevención a instaurar, a nivel individual, son: educar a la población respecto a los modos de transmisión y a la necesidad de evitar sumergirse en aguas que puedan estar contaminadas, siendo fundamental el uso de protección adecuada de los trabajadores en riesgo ocupacional, enfatizar en el control de roedores en domicilio y peri domicilio. A nivel comunitario: identificar áreas o suelos contaminados y, de ser posible, drenaje de las aguas; segregar a los animales domésticos infectados. 5 De presentarse un brote comunitario evaluar la posibilidad de quimioprofilaxis, que se realiza en base a doxiciclina.6 La vacunación no se justifica en forma masiva en los seres humanos, sólo en personas expuestas como veterinarios y cuidadores de animales. La vacunación del personal en ries- go contra los serovares que afectan la región es una medida que puede eventualmente considerarse. Requiere definir los serotipos que producen enfermedad en el lugar (más allá de los datos serológicos) y disponer de preparados inmunizantes apropiados. Se utiliza en Cuba una vacuna inactivada preparada con los serovares prevalentes.5,7 La vacunación en animales tiene el inconveniente que previene la enfermedad, pero no el estado de portador en la orina. Hepatitis A Se la considera un problema sanitario mayor tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, y cuya incidencia está estrechamente ligada a las condiciones educacionales, sanitarias y socioeconómicas.4 Los brotes por fuente común se originan por lo regular por el consumo de agua ó alimentos contaminados por manipuladores infectados, incluidos los comestibles crudos o que fueron manipulados después de su cocción. En el caso de las inundaciones el desborde de los pozos negros contamina el ambiente en general, incluidas las verduras y hortalizas rastreras, lo cual constituye un aumento del riesgo. Medidas de prevención y control Generales: la higiene de manos, la eliminación sanitaria de excretas y lavado de frutas y verduras. Medidas del caso Aislamiento entérico, no hay tratamiento específico. En cuanto a las medida a instaurar de los contactos: –Gammaglobulina a los contactos menores de 5 años y embarazadas dentro de las dos semanas de diagnóstico (0,02–0,04 ml/kg por vía i.m.). –En caso de epidemia o brote, vacunación de menores de 5 años y embarazadas. No hay evidencia que recomiende la vacunación a toda la población aun en situación de riesgo como una inundación.4,8 Dengue Es una enfermedad vírica transmitida por artrópodos, con gran potencial epidémico, que constituye un serio problema de salud pública especialmente 34 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 en zonas tropicales y subtropicales, donde las condiciones ambientales favorecen el desarrollo y la proliferación del vector.6 Es de importancia para Uruguay dado que es un problema presente en la región y en los países limítrofes; hasta el momento no se han descrito casos de dengue autóctono; no hay evidencia que pruebe de manera certera que la presencia de inundaciones en países de la región pueda ser un factor favorecedor para que en Uruguay aparezcan los primeros casos de dengue autóctono.9 • • • aguas, fundamentalmente durante las noches. Si tiene animales domésticos, ponerlos a resguardo antes de la llegada de una lluvia intensa o temporal, no durante el episodio. Con frecuencia revisar el estado de los techos, bajadas de agua y desagües cercanos a las viviendas. Retirar cualquier objeto que pueda ser arrastrado por la riada. Enseñar en domicilio y planes escolares a responder con normas de conducta pautadas y a asumir una actitud que proteja su integridad. milia en albergues temporales creados para tal fin. No utilizar colchones que se mojaron en las inundaciones, aun cuando estén secos. Intentar reiniciar las actividades de rutina tan pronto como sea posible, evitando así otra de las importantes morbilidades de las catástrofes, que son los aspectos psicológicos. Bibliografía 1 www. who.org 2 Conclusión Al brindar apoyo técnico a los distintos actores en lo local, departamental y nacional, podremos mejorar las actividades dirigidas a gestionar el riesgo. En nuestro país, las inundaciones son el evento adverso de mayor magnitud y recurrencia que provocan situaciones de emergencia. Es tarea de todos los actores sociales reducir los impactos negativos de este fenómeno, conociendo las normas de prevención y autoprotección. En Uruguay, por lo general, las inundaciones no se producen rápidamente, por lo tanto es posible reducir daños y evitar pérdidas humanas y materiales al evitar, mediante la GIRO, el afincamiento en áreas inundables, contando cada departamento con información especifica sobre estas áreas. Qué hacer antes de la emergencias • • Limpiar periódicamente basurales, arbustos y desechos sólidos en cursos de agua (fundamentalmente si son cañadas o cunetas) cercanos al lugar de afincamiento humano. No arrojar basura o escombros a los cauces de cursos de agua de la zonas cercanas. Establecer un plan de seguridad familiar, que incluya un plano de su casa, señalando llave general de luz, llaves de paso de agua, sitios más seguros y los más peligrosos de la vivienda. Si se encuentra acampando en zonas no autorizadas o lugares que desconoce, no estacionar ni permanecer en curces secos, ni a la orilla de ríos: esto evitará ser sorprendido por una eventual subida de las Qué hacer durante la inundación Tratar de enseñar a conservar la calma, evitando los rumores y el manejo de información erróneos. Es importante transmitir la importancia de mantenerse informado de los reportes oficiales a través de los medios de comunicación y de seguir los consejos y las instrucciones del personal autorizado. El desalojo de los lugares es importante que se realice cuando lo soliciten, pues seguramente más tarde será dificultoso. El agua de aljibes o pozos suele contaminarse con facilidad, no consumirlas hasta que se garantice su potabilización. Es importante enseñar que se evite el cruce o la circulación sobre rutas o caminos inundados, pues podría ser arrastrado por las corrientes y riadas. Si la vivienda comienza a inundarse enseñar a abandonarla lo antes posible, cerrando las llaves de agua, electricidad y gas. Y si se encuentra en el campo, deben alejarse de los cauces de agua y zonas bajas, ubicándose en zonas elevadas pero que no impidan quedar aislados. Manuales OMS: Desastres Naturales. 2010. En Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres Marco de Acción de Hyogo para 2050 – 2015. Aumento de la resiliencia de las naciones y las comunidades ante los desastres, Kobe, Hyogo, Japón. 2005 (www.unisdr.org) 3Ley Nacional 18.621 de Creación del Sistema Nacional de Emergencia 4 Cambio climático III Cumbre Mundial de Regiones, “ Vulnerabilidad social, impacto del cambio climático en la salud humana” Abril 2010 en epidemiología www.msp.gub.uy 5Guías de vigilancia epidemiología 2006 en www. msp.gub.uy. 6 Beneson, Abram. Manual para el control de las 7 Del Monte A,”Leptospirosis” en www.higiene. Enfermedades infectocontagiosas en relación al cambio climático | Dres. Jimena Prieto, Víctor Píriz CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 enfermedades transmisibles.OPS,1997,294 – 297. edu.uy. Instituto de Higiene, Departamento de Bacteriología y Virología. 8 Hepatitis A en http://www.who.int/emc año 2000. 9 A. Alfaro en Presentación de Dengue 2010. En en www.msp.gub.uy Luego de la emergencia Si las personas se encuentran en un lugar aislado, enseñar el uso restringido de las reservas de agua potable y alimentos. No retornar a los hogares, lugares de trabajo, centros educativos, hasta que las autoridades calificadas lo autoricen. Estos lugares podrían no estar en buenas condiciones sanitarias y edilicias. Desinfectar la vivienda en el reingreso. Si la vivienda se ha vuelto inhabitable, es importante enseñar a la búsqueda de ayuda para ubicar a la fa- 35 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión | Dres. Soledad Frola, Lola Vozza, Ángel Minguez CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión Dres. Soledad Frola1, Lola Vozza2, Ángel Minguez3 1. Residente de Infectología. Hospital Nuestra Señora de la Misericordia. Ex Pasante Cátedra de Enfermedades Infecciosas, Universidad de la República 2. Infectóloga Pediatra, Servicio de Infectología. Hospital Nuestra Señora de la Misericordia 3. Jefe de Servicio de Infectología. Hospital Nuestra Señora de la Misericordia. Córdoba, Argentina El sarampión es una antigua enfermedad viral, enantemo–exantémica de alta contagiosidad, referida en la literatura médica desde el siglo VII DC. Aún en nuestros tiempos existe una falsa imagen de benignidad de esta enfermedad en la cultura popular y a pesar de que hace más de 40 años que se cuenta con una vacuna segura, eficaz y de relativo bajo costo, el sarampión sigue siendo la principal causa de mortalidad en la niñez por enfermedad inmunoprevenible.1, 2 Actualmente la región de América Latina se encuentra en alerta sanitaria a partir de la importación de casos recientes de sarampión, provenientes del continente africano y documentados en los meses de julio–agosto de 2010. Antecedentes En el mundo El sarampión es una enfermedad de alta prevalencia mundial, con riesgo potencial de producir discapacidad permanente y óbito, así como también agravar cuadros de neumonía, diarrea y desnutrición en lactantes y niños de los países en vías de desarrollo.2 En el año 2008 se registraron 164.000 muertes por sarampión en todo el mundo, es decir cerca de 450 muertes por día y 18 muertes por hora. Desde le introducción de la vacuna contra el sarampión se logró una reducción de 78% en la mortalidad mundial por esta causa entre 2000 y 2008, con beneficios evidentes en las Regiones de África y el Mediterráneo Oriental. 3, 4 Región de las Américas En el curso de la implementación de estrategias de eliminación del sarampión en las Américas, se han logrado mejorías 36 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 en las coberturas vacunales, lo que ha llevado a una dramática disminución en el número de casos reportados, y finalmente a la interrupción de la circulación endémica del virus en el año 2002.5, 6 Figura 1. A partir de 2003, se han registrado cifras históricamente bajas de casos de sarampión importados y asociados a la importación en las Américas.7 África El sarampión sigue siendo frecuente en muchos países en desarrollo, sobre todo en África, Asia y el Mediterráneo Oriental. Cada año hay más de 20 millones de personas afectadas. La mayoría de las muertes se registran en países con bajos ingresos Per cápita e infraestructura sanitaria deficiente. 3 África está experimentando brotes importantes en los últimos años y más de 1.400 personas, en su mayoría niños, murieron en lo que va de 2010. Los expertos en salud señalan que el elevado éxito de las campañas de vacunación en la última década y la reducción en las tasas de muerte, generaron niveles peligrosos de autocomplacencia en algunos países, lo que provocó desvíos en las políticas de salud y por ende en los fondos para combatir el sarampión. La reducción de la vigilancia y de la cobertura vacunal, no se limita solamente a África, ya que han reaparecido brotes en Estados Unidos, Gran Bretaña y otras naciones desarrolladas, relacionados también a las sospechas infundadas de posibles efectos adversos de las vacunas.8 Desde enero de 2009, Sudáfrica reportó 9101 casos confirmados de sarampión, por lo cual la Organización Panamericana de la Salud (OPS) difundió una nota de prensa el 9 de julio de 2010, solicitando a los países de la Región de las Américas permanecer en alerta para detectar cuadros compatibles con sarampión y rubéola en los viajeros que retornaran a sus países luego de haber ido a la Copa Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010.9 Las sedes oficiales del evento, se encontraban localizadas en Ciudad del Cabo, Johannesburgo, Port Elizabeth y Pretoria, entre otras; todas ciudades próximas a las regiones más afectadas por el brote de sarampión como Gauteng (n= 4,570), KwaZulu–Natal (n= 1,092) y Cabo Occidental (n= 878). Los ocho equipos que representaron a las Américas jugaron en al menos dos de las ciudades mencionadas, y se estima que cerca de 30.000 argentinos viajaron a Sudáfrica en junio del corriente año.10 Argentina El virus del sarampión circuló libremente en Argentina hasta 1971 (etapa prevacunal), provocando epidemias que afectaban a unas 70.000 personas por año. En ese año se introdujo la vacuna antisarampionosa (etapa vacunal) lográndose un cierto control de la enfermedad con una reducción importante en el número de casos y mayor tiempo, de 5 a 7 años, entre las epidemias (etapa de control). La última epidemia en la comunidad se registró en 1997–1998 y desde el año 2000 a la fecha no se habían registrado casos confirmados de sarampión autóctonos (etapa de eliminación/erradicación. 2,11 El 6 de agosto de 2010, el Ministerio de Salud de la Nación recibió la notificación de tres casos sospechosos. El 18 de agosto, los laboratorios nacionales de referencia confirmaron el diagnóstico de sarampión en los casos mencionados. Se trataba de un adulto, residente en provincia de Buenos Aires, su hijo de 15 meses sin adecuada cobertura vacunal y un adolescente de 16 años.11 Caso 1: paciente de sexo masculino, de 31 años de edad, que regresa de Sudáfrica el día 14 de julio de 2010. El 19 de julio comienza con fiebre y síntomas gripales, por lo que consulta en centro de atención privado, donde se le indica tratamiento antiviral (oseltamivir) y antibióticos. El 22 de julio se agrega exantema, malestar general y vómitos, consultando nuevamente y quedando internado por deshidratación. Se le realizan estudios complementarios, resultando el hisopado de fauces y pruebas serológicas IgM e IgG positivas para sarampión. Es dado de alta el 25 de julio, con evolución favorable. Cursó internación en habitación individual, recibiendo visita de familiares durante la misma, y habiendo permanecido en su casa desde 4 días antes hasta 4 días después del exantema. Caso 2: niño de 15 meses de edad (hijo del Caso 1), sin vacunación triple viral (parotiditis/rubéola/sarampión) correspondiente al año de vida, no asistente a guardería; que comienza el 31 de julio de 2010, con fiebre y decaimiento. A las 24 horas se agrega conjuntivitis y cuadro catarral de vía aérea superior, apareciendo el exantema característico 3 días más tarde. Consulta en centro privado donde se le solicita serología (Ig M) que resulta positiva para sarampión. Se investigaron todos los contactos familiares que visitaron al niño y su padre en el período mencionado. Caso 3: adolescente de 16 años de edad, que regresa de Sudáfrica el 22 de julio de 2010. El 31 de julio comienza con malestar general, agregándose fiebre y rash 4 días después. Según referencia verbal poseía 2 dosis de vacuna antisarampionosa a lo largo de su vida, dato que no pudo constatarse en carnet vacunal; mientras que sus convivientes (2 adultos y una niña de 4 años) se encontraban inmunizados adecuadamente. De la investigación epidemiológica surge un nuevo caso sospechoso, una niña de 10 años de edad, familiar directo de uno de los casos índice, en la cual posteriormente, también se confirma sarampión. Tras la aparición de los primeros casos en Buenos Aires relacionados a la importación, las autoridades emitieron los alertas epidemiológicos correspondientes y se continuaron estudiando posibles casos sospechosos en las provincias de San Juan, La Rioja, Entre Ríos, Santa Fe y La Pampa.11,12 Según datos recientes de la OPS, hasta la Semana Epidemiológica 36 (18/09/10) Argentina reportó 17 casos confirmados por los laboratorios nacionales de referencia.13 Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión | Dres. Soledad Frola, Lola Vozza, Ángel Minguez CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Brasil Un escenario similar se observó en Brasil, el 28 de julio de 2010, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria fue notificada de tres casos sospechosos de sarampión en la ciudad de Belén, estado de Para. Dos de los 3 casos sospechosos fueron confirmados por el Laboratorio Nacional de Referencia para Sarampión. El genotipo identificado fue el D4, demostrando una compatibilidad de 99% en su secuencia molecular con el genotipo que circula en Inglaterra, Francia, Holanda e Italia. Los dos casos confirmados han sido clasifica- 37 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión | Dres. Soledad Frola, Lola Vozza, Ángel Minguez CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 dos como asociados a la importación. El tercer caso es probable que sea clasificado por nexo epidemiológico, debido a que no se pudo obtener muestra para aislamiento viral.14 Actualmente y según datos de la OPS, hasta la Semana Epidemiológica 36 (18/09/10) Brasil ha reportado 14 casos de sarampión confirmados por laboratorio.13 Ver figura 2. Uruguay El sarampión se presentó en Uruguay desde 1963 a 1982 (etapa prevacunal) en forma epidémica, observándose brotes importantes de acuerdo al número de niños susceptibles. Al iniciarse la vacunación obligatoria en 1982, cambia la presentación de la enfermedad, registrándose el último brote de sarampión entre fines de 1998 y 1999 con un total de 34 casos confirmados, correspondiendo el 85% a adultos jóvenes y siendo un 29%, personal de salud. El punto de partida de este último brote, fueron también dos casos importados. Actualmente, Uruguay se encuentra en etapa de erradicación del sarampión y en vigilancia sanitaria continua ante la alerta de posibles brotes regionales.15 Según datos de la OPS, hasta la Semana Epidemiológica 36 (18/09/10) se habían reportado 8 casos sospechosos de sarampión en Uruguay, pero todos ellos fueron descartados.13 Poblaciones en riesgo de contraer sarampión • Los niños pequeños no vacunados son quienes corren mayor riesgo de sufrir el sarampión y sus complicaciones. Sin embargo, puede infectarse cualquier persona que no esté inmunizada. Se considera que los niños menores de 6 meses probablemente tengan anticuerpos que han sido transferidos por sus madres, estos anticuerpos disminuyen progresivamente, a partir del séptimo mes.11 38 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 • • • Pueden producirse brotes en áreas con tasas de cobertura de vacunación elevadas. Los períodos de baja incidencia (efecto de “luna de miel”) pueden estar seguidos por ciclos de epidemias periódicas de sarampión, estos brotes suelen estar ocasionados por el aumento del número de personas susceptibles al virus del sarampión, ya sean personas no vacunadas o que se vacunaron pero no presentan seroconversión (fallo primario y secundario). En las grandes zonas urbanas, el número de lactantes y niños susceptibles puede ser suficiente para mantener la transmisión (alta tasa de natalidad, hacinamiento y afluencia de niños susceptibles procedentes de zonas rurales). 3 Los brotes de sarampión pueden ser especialmente mortales en países que estén sufriendo desastres naturales o conflictos. Los servicios de salud interrumpen la inmunización sistemática y al hacinamiento de los refugiados y desplazados internos que aumenta el riesgo de infección. 3 Dado que la vacuna antisaram- pionosa presenta una efectividad inferior a 100%, algunas personas pueden contraer sarampión a pesar de la vacunación. 3 Los recientes brotes epidémicos de sarampión en Argentina y Brasil como consecuencia de la importación de casos resaltan la importancia de implementar medidas de respuestas efectivas y rápidas para mantener la eliminación de la enfermedad en las Américas. Conociendo que el fallo primario de la vacunación es hasta del 10% y el secundario hasta 5%, es esperable que, a pesar de lograr cifras altas de cobertura vacunal, exista un número sustancial de adultos y niños susceptibles de enfermarse y sufrir complicaciones por sarampión, con la reintroducción de la infección.11 El número de susceptibles al sarampión puede reducirse en un abordaje integral con la sospecha temprana y la vigilancia de las enfermedades exantemáticas febriles, que asegure el bloqueo de los contactos y se realicen acciones intensivas de vacunación, por lo cual es importante revisar aspectos epidemiológicos, clínicos y de diagnósticos de esta enfermedad reemergente. Sarampión: descripción de la enfermedad Epidemiología Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión | Dres. Soledad Frola, Lola Vozza, Ángel Minguez CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 • Agente infeccioso. El virus del sarampión, es un virus ARN que pertenece al género Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae. Se reconocen distintos genotipos (denominados D3, D4, D6, B3, este último asociado al brote en Argentina) correspondientes a distintos virus salvajes, que circulan en el mundo, por lo que la detección de un genotipo vírico específico puede indicar el origen de un brote. Existe un solo tipo antigénico, la vacunación protege contra todos los genotipos salvajes.1,2,17 Es un virus sensible a la luz ultravioleta, el calor y el secado. Sobrevive menos de 2 horas en el medio exterior. Normalmente crece en las células de revestimiento de la faringe y los pulmones. Se trata de una enfermedad humana que no afecta a los animales. El hombre enfermo es el único reservorio.1,2,16 • Transmisión El virus del sarampión es muy contagioso, se propaga por vía aérea 39 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión | Dres. Soledad Frola, Lola Vozza, Ángel Minguez CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 (microgotas o macrogotas) o por contacto directo con objetos recientemente contaminados con secreciones infectadas, un individuo enfermo contagia desde 4 días antes hasta 4 días después de la aparición del exantema, prolongándose durante toda la enfermedad en pacientes inmunodeprimidos.18 El virus presente en el aire del medio ambiente interior o sobre superficies contaminadas permanece infectante 2 a 3 horas. 2 En países donde el sarampión ha sido prácticamente eliminado, los casos importados son una importante fuente de infección. La tasa de ataque secundario en convivientes y contactos susceptibles es mayor al 90%.1,2,3 • Incubación El período de incubación es aproximadamente de 10 a 12 días desde la exposición hasta el inicio de la fiebre (más prolongado en adultos) y de unos 14 días desde la exposición hasta el inicio del exantema.1,2,17 • Inmunidad Antes de que existiera la vacuna antisarampionosa, la infección era prácticamente universal. Se cree que la inmunidad tras la infección natural dura toda la vida. En la inmunidad adquirida por vacunación, existen: – Fallas primarias: la actual vacuna antisarampionosa a virus vivos súper atenuados tiene una eficacia del 90 al 95%. Este 5 a 10% de niños vacunados pero “no inmunizados” (no elevaron anticuerpos con el primer estímulo antigénico, aunque cuentan con el antecedente de vacunación) constituye un reservorio importante que favorece la circulación del virus y en la actualidad, se considera el factor que más incide en la aparición de un brote. – Falla secundaria: pérdida de anticuerpos en alrededor del 10% luego de 10 a 15 años posvacunación.1, 2, 16 Patogenia Después de la inoculación, el virus del sarampión establece una infección localizada en el epitelio respiratorio y luego se extiende a la región linfática. En 2 o 3 días, se produce una viremia primaria, con replicación viral en el sitio primario y los tejidos del sistema retículoendotelial. Luego, a través de una viremia secundaria, 5 a 7 días después del contagio el virus infecta y se replica en la piel, conjuntiva, las vías respiratorias, y otros órganos distantes. El exantema típico del sarampión se cree que es debido a la una reacción de hipersensibilidad mediada por células.2, 16,18 Manifestaciones clínicas Aunque el sarampión generalmente se considera una enfermedad pediátrica, afecta a personas de todas las edades. Aproximadamente el 25% de los casos notificados en EUA en el año 2008 fue en personas mayores de 20 años.18 Se puede dividir al cuadro clínico típico (Figura 5) en 4 períodos1,2,3,11,16,18: • Período de incubación: asintomático, con una duración promedio de 10 días, en adultos puede ser más prolongados. Ocurren en esta etapa las viremias primarias y secundarias. • Periodo de invasión o prodrómico o catarral: la duración es de 2 a 4 días. Se caracteriza por inicio brusco de fiebre rápidamente progresiva alcanzando 39 – 41 ºC, malestar general, anorexia, conjuntivitis, rinitis y tos seca con disfonía (triple catarro) faringoamigdalitis y laringo–traqueobronquitis que 40 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 • • se acentúan a lo largo de los días. Hacia el final de este periodo la temperatura sube a 40°C y aparecen manchas de Koplik, signo patognomónico de sarampión, es un enantema con pequeños grumos de color gris azulado sobre base eritematosa, en la mucosa yugal a la altura de los molares, presentes 1 a 2 días antes del inicio del rash y 1 a 2 días después de del mismo, por lo tanto, no es raro que las manchas de Koplik hayan desaparecido en el momento en que se sospecha el diagnóstico del sarampión. En el examen físico se objetivaicropoliadenopatias cervicales o generalizadas, semiología pulmonar normal o disminución global de la entrada de aire con roncus dispersos. El compromiso del estado general es más importante a mayor edad. Periodo de estado o exantemático: duración de 3 a 5 días. Coincidiendo con un nuevo pico febril de 39-41ºC, aparición del exantema eritemato–máculo–papular morbiliforme que comienza en la zona retroauricular y en la unión de la frente con el cuero cabelludo, se extiende a cara y cuello el primer día, tronco y miembros en el segundo, con cronología céfalocaudal incluidas palmas y plantas, completándose en 3 días. Puede ser confluente, suave al tacto y con vitropresión positiva. Se mantiene la fiebre y se exacerba la sintomatología prodrómica, presentando una facies característica «cara sucia» del sarampionoso (conjuntivitis y rinitis mucopurulenta con exantema morbiliforme). Por lo general, persiste durante 4 a 5 días. Luego de generalizarse el exantema, la temperatura cae en lisis. Comienza la mejoría subjetiva. La persistencia de la fiebre es indicador de complicaciones. Período de convalecencia: se prolonga 2 a 4 semanas, en especial en adolescentes y adultos. La erupción se desvanece en el orden de aparición y puede descamarse. Al octavo día del exantema, se encuentran las manchas ocre o café con leche patognomónicas, permitiendo el diagnóstico retrospectivo de sa- Tabla 11. Métodos diagnósticos y tipos de muestras Muestra clínica Momento Método Primeros 5–7 días del comienzo Cultivo IgM Sangre periférica tubo con EDTA 1 ml ** RT-PCR Sangre en tubo seco De 7 hasta 30 días del exantema Aspirado nasofaríngeo Hasta 48 horas después del Cultivo exantema RT-PCR Orina Hasta 7 días después del exantema LCR Manifestaciones de encefalitis postviral rampión. Puede persistir hiporexia y astenia psicofísica, más frecuente en adolescentes y adultos. El curso de sarampión por lo general dura 7 a 10 días en pacientes sanos. La tos es una manifestación de traqueobronquitis y suele ser el último síntoma en resolver. Formas clínicas atípicas – Sarampión modificado. Es una forma muy leve de sarampión que puede observarse en personas con algún grado de inmunidad pasiva al virus, incluyendo los previamente vacunados. Se presenta principalmente en lactantes con persistencia de anticuerpos maternos, pacientes que recibieron transfusiones en los últimos 3 meses o personas que han recibido inmunoglobulinas como profilaxis o tratamiento supletorio. El período de incubación puede ser más prolongado (12 a 15 días) y los síntomas son variables, pueden estar ausentes manifestaciones clásicas como periodo prodrómico, conjuntivitis, manchas de Koplik y el exantema.2,16,18 – Sarampión atípico. Entidad poco frecuente, descripta en pacientes adultos que han recibido la vacuna de sarampión a virus muertos (1963 – 1965). Posible mecanismo hipersensibilidad al virus del sarampión en un huésped parcialmente inmunizado. La presentación del exantema esa atípica, comenzando en las extremidades con compromiso de palmas y plantas, progresa de forma ascen- IgM / IgG por IFI o EIA Cultivo RT-PCR RT-PCR dente respetando la cara. Puede ser una exantema hemorrágico, urticariano o vesicular. La afectación pulmonar es constante y la enfermedad tiende a ser grave con curso más prolongado que el sarampión clásico.2,16,18 – Sarampión intra epidémico. Según las descripciones de las últimas epidemias en Argentina (1984, 1991, 1998) las formas de presentación difieren del sarampión clásico en dos tipos: *Inicio brusco con hipertermia y simultáneamente triple catarro (conjuntival, nasal y faringolaringotraqueobronquial) y las manchas de Koplik. El exantema aparece en 1 a 2 días y se generaliza en horas. * Fiebre persistente durante 4 a 7 días sin foco, seguida de triple catarro, manchas de Koplik y a las 24 – 48 horas exantema morbiliforme céfalo–caudal.2 – Sarampión en adultos. La incidencia de complicaciones es más alta cuando el sarampión ocurre en personas mayores a 20 años. En una serie de 3.220 jóvenes se describió que el 30 % desarrolló sobre infección bacteriana del tracto respiratorio, el 31% hepatitis y el 3% neumonía con necesidad de internación.19,16 – Sarampión en el embarazo. El sarampión durante el embarazo puede ser grave principalmente debido a neumonía primaria viral, también se ha asociado con riesgo de aborto espontáneo y parto prematuro. Al contrario de lo que Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión | Dres. Soledad Frola, Lola Vozza, Ángel Minguez CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 41 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Enfermedad febril exantémica: riesgo de brote de sarampión | Dres. Soledad Frola, Lola Vozza, Ángel Minguez CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 – sucede con la rubéola, no parece causar anomalías en el feto. El sarampión perinatal, que tiene su inicio en los primeros 10 días de vida, se considera adquirido por vía transplacentaria y tiene una alta incidencia de neumonía, con la consiguiente letalidad.11,16 Sarampión en pacientes Inmunocomprometidos. El sarampión en pacientes con deficiencias en la inmunidad mediada por células presenta un curso prolongado, severo y a menudo fatal. Los pacientes con infección por VIH, immunodefciencias congénitas, o aquellos en tratamiento quimioterapico son especialmente susceptibles a encefalitis aguda progresiva y a la neumonitis. Se han reportado tasas de letalidad del 70% en pacientes oncológicos y 40% en pacientes infectados por el VIH. El diagnóstico puede ser difícil en pacientes sin inmunidad mediada por células, ya que el 25% a 40% de ellos no desarrollan el exantema característico.16,18 Evolución El sarampión suele ser leve o moderadamente grave. Los casos graves son especialmente frecuentes en niños pequeños desnutridos. En menores de 5 años y adultos de más de 20 años existen más riesgo de sufrir complicaciones como otitis media (7–9%), neumonía viral primaria, sobre infección por agentes virales (virus sincicial respiratorio, adenovirus), o neumonía bacteriana secundaria (1–6%), ceguera (déficit de vitamina A, queratitis), diarrea, púrpura trombocitopénico, encefalitis (1/1.000–2.000 casos), entre otras. Como complicación a largo plazo, panencefalitis esclerosante subaguda (1/100.000 casos) y muerte. La panencefalitis esclerosante subaguda puede presentarse desde el primero, hasta el séptimo año después de la infección, principalmente cuando ésta afectó menores de 2 años de edad. La neumonía es más común en niños y jóvenes y la encefalitis, en los adolescentes y adultos.1,10 En poblaciones con altos niveles de malnutrición y falta de atención sanitaria adecuada, el sarampión puede tener una mortalidad del 10% de los casos.1,2,3,11 Diagnóstico El diagnóstico del sarampión se basa en criterios epidemiológicos, clínicos y serológicos. Epidemiológico Antecedente de vacunación (edad y número de dosis), viajes, contacto con caso confirmado. Clínico Caso sospechoso: paciente con fiebre > 38 °C, exantema, o en la que el profesional de la salud sospeche sarampión. Caso confirmado: caso sospechoso con confirmación de laboratorio o nexo epidemiológico con otro caso confirmado por laboratorio. Caso importado: caso confirmado de sarampión de una persona que viajó a otro país donde circulaba el virus del sarampión durante el período de posible exposición (7–18 días antes de la aparición de la erupción cutánea). Confirmación de laboratorio. La infección se puede confirmar si se demuestra en el paciente una respuesta inmunológica específica contra el sarampión, o mediante cultivo y aislamiento del virus en una muestra clínica. (Tabla 1). El cultivo, el aislamiento y el análisis genético del virus del sarampión obtenido durante los brotes pueden proporcionar información importante sobre la circulación del virus. En pacientes con menos de 4 días de evolución desde el comienzo del exantema: • Hisopado nasofaríngeo, faríngeo o aspirado nasofaríngeo, para estudios virológicos. • Suero, para estudios serológicos. • Una muestra de orina (10 a 15 ml), para estudios virológicos • LCR, en el caso de manifestaciones neurológicas. En pacientes con 4 o más días de evolución y hasta el día 30 desde el comienzo del exantema: Una muestra de suero para estudios serológicos.1,2,3,11 Tratamiento Las complicaciones graves del sarampión pueden evitarse con un tratamiento de apoyo que garantice una buena nutrición, una ingesta suficiente de líquidos y el tratamiento de la deshidratación. Todos los niños de los países en desarrollo diagnosticados de sarampión deben recibir dos dosis de suplementos de vitamina A con un intervalo de 24 horas entre ambas. Esto puede ayudar a prevenir las lesiones oculares y la ceguera. Además, se ha demostrado que los suplementos de vitamina A reducen la mortalidad por sarampión en un 50%. 3,1 Prevención Las primeras vacunas antisarampionosas aprobadas en 1963 eran de virus inactivados (muertos) o atenuados. Estas vacunas ya no se usan. Las vacunas de virus vivos del sarampión hiperatenuadas se utilizan desde hace 40 años son seguras, eficaces y de bajo costo (inmunizar a un niño cuesta menos de 1 Dólar). 3,1 Los esquemas de vacunación deben recomendar que la primera dosis de vacuna a partir de los 12 meses de edad. Sin embargo, si se produce una importación o un brote y hay una proporción importante de casos en lactantes menores de 9 meses, puede considerarse temporalmente adelantar la vacunación regular a los 6 meses. No obstante, todos los lactantes vacunados antes de cumplir 1 año deben recibir otra dosis a los 12 meses.1 La eficacia de la vacunación administrada luego de los 12–15 meses es de más del 95%. El inicio del efecto se estima en 10–15 días. El intervalo mínimo entre dosis es de 1 mes.3,15 Recomendaciones ante un caso sospechoso Las medidas preventivas se basan, fundamentalmente en la vacunación oportuna de la población susceptible. Realizar acciones de bloqueo a toda aquella persona de 12 meses a 50 años que no acredite vacunación y a todo aquel mayor de esta edad que manifieste no haber padecido la enfermedad.1, 2,11 Control de foco La vacuna administrada dentro de las 72 horas postexposición brinda protección, ésta es la intervención de elección para controlar los brotes. No se espera- 42 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 rán los resultados de laboratorio para efectuar las acciones de bloqueo, que deberán completarse dentro de las 48 horas. • Aislamiento estricto del paciente. • Toma de muestras. • Iniciar la búsqueda activa y evaluar el estado de vacunación entre contactos familiares e institucionales (escuelas, guarderías, hospitales, comunidades cerradas, etcétera). • Iniciar vacunación de bloqueo. Los contactos que no presenten carnets se considerarán no vacunados. Referencias 1.Guía Práctica para la eliminación del sarampión. 2. Debe administrarse a personas que tengan más riesgo de complicaciones o muerte dentro del sexto día del contacto con caso sospechoso, idealmente dentro de las 48 horas. (embarazadas, menores de 6 meses, inmunosuprimidos).1,2,11 Debido a que esta patología se encuentra en etapa de eliminación en las Américas, se requiere reforzar las medidas que permitan establecer posibles fuentes de contagio y circulación viral. Claro está que la acumulación de personas susceptibles es el mayor obstáculo para la eliminación del sarampión, las políticas en salud deben incrementar la vigilancia intensificada y asegurar coberturas vacunales que impidan la emergencia de casos secundarios. Ministerio de Salud de la Nación. Dirección de Segunda edición. OPS/OMS. Publicación Nº 605. epidemiología. Programa Nacional de Control de 2007. Disponible en: http://www.paho.org/spa- Enfermedades Inmunoprevenibles. Sarampión nish/ad/fch/im/guiapractica_sarampion.pdf Recomendaciones Generales para el Personal de Cecchini E, González Ayala SE. En: Insectología y Salud, Manual del vacunador. 2 de septiembre enfermedades infecciosas. 1ª ed. 2008 (57); 396- del 2010. Argentina. Disponible en: http://www. 403. Buenos Aires. Argentina. msal.gov.ar/ 3.Organización Mundial de la Salud. Nota descrip- 12. Ministerio de Salud de la Nación. Dirección de tiva Nº 286 Diciembre de 2009. Disponible en: epidemiología. Programa Nacional de Control de 4. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/ Enfermedades Inmunoprevenibles. Casos de En- fs286/es/index.html fermedad Febril Exantematica. Riesgo de Brote Centers for Disease Control and Prevention. de Sarampión. 6 de agosto del 2010. Argentina. MMWR Morb Mortal Wkly Rep. Global measles mortality 2000-2008. Dic 2009 4;58(47):1321-6. Indicaciones de gammaglobulina IM www.msal.gov.ar/ 11. Disponible en: http://www.msal.gov.ar/ 13.Organización Panamericana de la Salud, Bole- 5.Organización Panamericana de la Salud, Boletín tín semanal de sarampión/rubéola. Proyecto de semanal de sarampión/rubéola. Proyecto de In- Inmunización Integral de la familia Área de Sa- munización Integral de la familia Área de Salud lud Familiar y Comunitaria. Vol. 6, N. 37, Año 2010. Familiar y Comunitaria. Vol. 6, N. 30, Año 2010. Disponible en: http://www.paho.org/spanish/ Disponible en: http://www.paho.org/spanish/ ad/fch 6. ad/fch 14.Organización Panamericana de la Salud, Boletín Quadros CA, Olivé JM, Hersh BS. Measles semanal de sarampión/rubéola. Proyecto de In- elimination in the Americas. Evolving strategies. munización Integral de la familia Área de Salud Special Program for Vaccines and Immunization, Familiar y Comunitaria. Vol. 6, N. 32, Año 2010. 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Disponible en: http:// Issue 4, Pages 539-542 . 43 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Prevención de complicaciones vinculadas al papiloma virus humano en el sexo masculino... | Dra. Zaida Arteta CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Prevención de complicaciones vinculadas al papiloma virus humano en el sexo masculino ¿Cuál es la evidencia actual? Dra. Zaida Arteta1 1. Asistente de Cátedra de Enfermedades Infecciosas. UdelaR. La infección por el virus de papiloma humano (HPV) es una de las ITS más comúnmente transmitidas a nivel mundial, por tanto de alta prevalencia y con demostrada asociación con canceres epiteliales anogenitales. La prevalencia varía según sexo, factores de riesgo y región, distintos estudios han mostrado frecuencias entre 10 a 90 %, teniendo en cuanta estas variables.1 Existe un creciente interés en comprender y actuar sobre la infección por HPV en personas de sexo masculino, lo cual esta plenamente justificado por el rol del hombre en la transmisión del virus, así como en el reconocimiento del HPV como agente responsable de lesiones benignas y malignas en distintos tejidos epiteliales. En octubre de 2009 la FDA licenció a la vacuna cuatrivalente contra HPV para ser administrada en personas de sexo masculino entre 9 y 26 años de edad con el objetivo de prevenir lesiones anogenitales asociadas a HPV, aunque no es aún recomendada por las autoridades sanitarias para su uso rutinario. 2 En estudios recientes esta vacuna mostró eficacia en disminuir la incidencia de HPV relacionada con lesiones genitales externas en hombres de entre 16 y 26 años (HPV 6, 11, 16, 18). Particularmente la eficacia es clara en la población de hombres que tienen sexo con hombres (HSH) dado que la prevalencia de lesiones pre malignas y malignas que se observa en este grupo es mayor que en la población general. Dicha eficacia no se demuestra en pacientes ya infectados por HPV al momento que la vacuna es administrada. 3-5 Modelos matemáticos muestran que la vacunación contra HPV solo a mujeres no es la más costo efectiva y sugieren que para reducir la incidencia a nivel poblacional habría que vacunar a más del 80% de la población. Como en la población femenina la incidencia de lesiones malignas es alta, la vacunación tiene impacto a nivel individual aunque no se realice de forma extensiva a toda la población. 2 La vacunación de los adolescentes y jóvenes varones para ser costo efectiva a nivel poblacional también debería superar al 80% de la población, de esto se desprende (una vez demostrada la eficacia) que tiene acción a nivel individual o en grupos de elevado riesgo previo al inicio de las relaciones sexuales o antes de la infección por HPV6, esto conduce a pensar que se deberá fomentar la vacunación a adolescentes HSH en quienes tendrá mayor impacto por su beneficio a largo plazo. 2 Manifestaciones clínicas y complicaciones asociadas al HPV Lesiones benignas Verrugas genitales, infección de transmisión sexual altamente frecuente, en EUA se estima 1 millón de nuevos casos anuales. La mayor prevalencia está en hombres con una edad entre 25 y 29 años, no están asociadas con mortalidad pero generan molestias y alteraciones sico-sociales vinculadas a su presencia. La mayoría de las lesiones aparecen alrededor de 1–3 meses de la infección por HPV y entre un 20–30% regresan espontáneamente. Son altamente contagiosas, calculándose una probabilidad de 60% de transmisión a la pareja sexual.7 Alrededor del 90% de las verrugas son causadas por tipos no oncogénicos del HPV 6 y 11, sin embargo una proporción puede presentar varios tipos incluyendo los oncogénicos, si bien los datos publicados sobre los tipos y distribución son escasos.8 Papilomatosis respiratoria recurrente, es una condición poco frecuente que consiste en la formación de lesiones tipo verrugas en el tracto respiratorio, (frecuentemente en la laringe) que en niños puede determinar la obstrucción de la vía aérea. Cáncer asociado a infección por HPV Cáncer de ano, los estudios de prevalencia de cáncer anal muestran que éste se ha triplicado en los últimos 30 años y es el cáncer vinculado a HPV mas frecuentemente diagnosticado en el sexo masculino.9,10 El 85% de los canceres de ano están vinculados al HPV dado que se encuentra ADN de los subtipos de alto grado de riesgo para el desarrollo de neoplasia tanto en el sexo masculino como femenino. La mayoría de los carcinomas anales invasivos son de la variedad escamosa (65%).11 La incidencia es mayor entre HSH y también en pacientes con VIH, existen reportes de que la incidencia es de 30 a 100 veces mayor que en la población general. Los factores de riesgo para la adquisición de cáncer anal identificados son: historia de verrugas anogenitales, múltiples parejas sexuales, frecuencia de relaciones sexuales, sexo anal y tabaquismo. Como factores protectores 44 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Propuesta de algoritmo de diagnóstico en lesiones anales pre malignas y malignas. (Tomado de Curr Infect Dis Rep. 2010; 12:126–133). NOTA: ASC-US: células atípicas escamosas de significado indeterminado; L-SIL: lesión escamosa intraepitelial de bajo grado; H-SIL: lesión escamosa intraepitelial de alto grado; AIN I: displasia leve, AIN II: displasia moderada; AINIII: displasia severa. dado que se asocian con una baja frecuencia encontramos: la circuncisión y la utilización de preservativo.12-16 La incidencia de cáncer anal vinculado a HPV está aumentada en la población VIH positiva y esta relación no esta explicada sólo por una mayor prevalencia de infección por HPV sino relacionada a la inmunosupresión provocada por el VIH, si bien no es clasificada como una enfermedad marcadora de estadio SIDA.17 La incidencia de lesiones pre malignas y cáncer anal en pacientes HSH–VIH positivo no ha disminuido en la era actual de tratamiento antirretroviral de alta eficacia, lo cual podría explicarse por el aumento de la sobrevida que mantiene más tiempo cepas de HPV oncogénico en el epitelio.18 Cáncer de pene. Representa menos del 0,5% de los cánceres en el sexo masculino a nivel mundial; en las áreas que hay mayor incidencia de cáncer de cuello uterino también hay más incidencia de cáncer de pene. La presencia de HPV varía según los subtipos histológicos siendo 100% en los blastoides y sólo un tercio en los queratinizados. Los subtipos oncogénicos son los mismos que para otras localizaciones. Otras neoplasias relacionadas con HPV: existe evidencia de relación con canceres de boca, laringe y faringe, donde se encuentran en distintas proporciones DNA del virus, más frecuentemente HPV 16.19,20 Diagnóstico precoz como medida de prevención ¿Cuál es el rol de la citología (PAP) en el tamizaje de cáncer anal en pacientes de sexo masculino? En pacientes HSH tanto VIH positivo como VIH negativo se recomienda la búsqueda activa de lesiones pre malignas y malignas con el objetivo de reducir la morbilidad y la mortalidad del cáncer anal. Está claramente demostrada la eficacia del tamizaje con PAP para cáncer de cuello uterino; esto inicialmente conduce a pensar que podría extrapolarse el método para la búsqueda de lesiones pre–malignas y malignas a nivel anal con el PAP anal, si bien algunos estudios muestran datos controversiales en este sentido, dado que podría sub estimar la presencia de lesiones pre malignas y recomiendan anoscopia como método de tamizaje en pacientes con riesgo de cáncer anal, lo que podría estar relacionada con la variabilidad de calidad de las muestras para citología.21 A pesar de estos datos controversiales es fuertemente recomendable implementar el tamizaje de las lesiones anales pre malignas y malignas en hombres con alto riesgo para su desarrollo. El objetivo del tamizaje es identificar y tratar lesiones de alto grado intraepiteliales previas al desarrollo de cáncer invasor. La citología es la herramienta primaria en este sentido, con fácil implementación dado que la muestra la pueden tomar tanto por el personal de salud como el propio paciente. La muestra se debe tomar con un cepillo de poliéster diseñado a tales efectos; se transporta en líquido para citología y se realizan técnicas convencionales. El resultado de la citología se clasifica según los criterios de Bethesda para cáncer cervical: normal, células atípicas escamosas de significado indeterminado (ASC–US), lesión escamosa intraepitelial de bajo grado (L–SIL), lesión escamosa intraepitelial de alto grado (H–SIL), quienes tengan estas anormalidades deberán ser evaluados con anoscopia y biopsia de las lesiones.22–25 En el cuadro 1 se propone un algoritmo para el diagnóstico precoz de estas lesiones. El diagnóstico definitivo de neoplasias intraepiteliales debe realizarse mediante biopsia con anoscopia de alta resolución similar a la colposcopia. El tratamiento de las lesiones pre malignas y carcinoma in situ no está estandarizado no existen estudios comparativos entre técnicas que definan cual es el mejor tratamiento, por lo que la decisión depende de cada caso, la extensión de la lesión y la experiencia del equipo tratante. Las herramientas disponibles para el tratamiento de lesiones no extensas son: tópicas con ácido tricloracético, nitrógeno líquido o imiquimod, cuando las lesiones son más extensas se requieren tratamientos ablativos con electro cauterización, láser o cirugía.25 Prevención de complicaciones vinculadas al papiloma virus humano en el sexo masculino... | Dra. Zaida Arteta CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 45 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Prevención de complicaciones vinculadas al papiloma virus humano en el sexo masculino... | Dra. Zaida Arteta CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Bibliografía ty Attributes—Total U.S., 1969–2004 Counties, 1. 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Daniela Paciel1, Dr. Julio Medina2 1 Asistente de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas, UdelaR 2 Profesor Adjunto de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas, UdelaR Cuando los enfermos con tuberculosis se asisten en servicios de salud se corre el riesgo de que contagien al personal que los atiende, a otros enfermos y a los visitantes. Este riesgo, que es poco tenido en cuenta por los sistemas de salud y por sus trabajadores, es real, es elevado y es causa de brotes de tuberculosis nosocomial tanto en países subdesarrollados como en países desarrollados. En Uruguay no se conoce la real incidencia de la tuberculosis nosocomial, particularmente en los trabajadores de la salud. Organismos internacionales como la OMS han elaborado pautas de prevención para evitar el contagio, que no son aplicadas en forma completa dada la existencia de dificultades económicas en su implementación. Problema sanitario La tuberculosis (TB) es una enfermedad re-emergente, con al menos un tercio de la población mundial, más de 1.500 millones de individuos, infectados actualmente. Cada año se diagnostican 9 millones de nuevos casos de enfermedad y 2 millones de muertes están relacionadas a la tuberculosis enfermedad anualmente.1 En EUA un total de 12.904 casos (4.2 casos por 100.000 personas) fueron reportados en 2008. En Uruguay en el año 2009 se registró un total de 712 casos de TB (21,29 casos por 100.000 habitantes), 667 casos nuevos (tasa 19,94 x 105), los cuales representan el 93,7 % de la incidencia y 45 casos previamente tratados (1,3 x 105) en todas las localizaciones, confirmadas y no confirmadas.2 No hay datos publicados sobre la prevalencia o incidencia de la TB en trabajadores de la salud en nuestro país, sin embargo el mismo está expuesto a múltiples enfermedades infecciosas que padecen los pacientes a los que atienden y que han sido reconocidas como enfermedades infecciosas ocupacionales. A nivel mundial las declaradas con más frecuencia son las adquiridas por vía hematógena, en especial la hepatitis por virus B. Existen múltiples enfermedades infecciosas trasmitidas por vía aérea, desde la gripe hasta la TB. En la era antibiotica se ha logrado disminuir la morbimortalidad de numerosas enfermedad infecciosas. Esto ha creado una falsa sensación de seguridad no invirtiéndose en medidas de prevención y de educación del personal de salud en cuanto al riesgo de transmisión en el ambiente nosocomial. Por otra parte, el riesgo de infección por TB ha aumentado exponencialmente desde la reemergencia de la misma en relación a la pandemia de VIH/SIDA, aunado al uso insuficiente de equipamiento de protección y de las condiciones de trabajo sin adecuadas áreas y medidas ambientales. Transmisión La tuberculosis se trasmite persona a persona, por el aire por partículas aerosolizadas (menores de 5 micras de diámetro) que se generan en personas que tienen la presentación de la enfermedad pulmonar o laríngea que hablan, tosen, estornudan, gritan o cantan. El microorganismo en estas partículas permanece en suspensión por largos períodos en el aire y las corrientes las pueden diseminar a lo largo de las habitaciones. Una vez en el huésped éste puede no infectarse o si es susceptible puede desarrollar la enfermedad o permanecer como portador asintomático (y como tal ser un reser- vorio) por largos años con lo que se conoce como infección latente (TB latente). Aproximadamente entre un 5 – 10% de las personas que se infectan y no son tratadas por la infección latente desarrollarán la enfermedad en algún momento de sus vidas. 3, 4 Definiciones Tuberculosis nosocomial: adquisición de enfermedad latente o activa en establecimientos de salud (hospitales, psiquiátricos, cuidados crónicos, casa de salud). Tuberculosis en los trabajadores de la salud | Dra. Daniela Paciel y Dr. Julio Medina Tuberculosis en los trabajadores de la salud PPD (derivado proteico purificado) o test de tuberculina: método utilizado para el diagnóstico de TB. Consiste en la administración por vía intradérmica de 0.1 ml, determinándose el diámetro de induración medido en milímetros a las 48 horas de realizada la inoculación. Una reacción negativa (ausencia de induración) puede significar que no hay infección o ser anérgica por otras causas (inmunosupresión). La interpretación dependerá del diámetro medido, de la población a la que pertenece el paciente y sus factores de riesgo, a la vacunación con BCG y a la presencia de síntomas que sugieran TB activa. Test de tuberculosis en sangre: determinación/cuantificación de la liberación de Interferón–gamma o IGRAs, miden la liberación de esta sustancia por parte de los linfocitos expuestos al bacilo. Actualmente se comercializan varios tipos a nivel mundial, no disponibles en Uruguay. No distinguen entre tuberculosis latente y activa en principio. Infección latente (TB latente): personas infectadas asintomáticas, que tienen un PPD positivo o un test de sangre po- 47 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Tuberculosis en los trabajadores de la salud | Dra. Daniela Paciel y Dr. Julio Medina CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Cuadro 1. *Traducido de http://www.cdc.gov/tb/topic/basics/default.htm TB latente No síntomas TB activa Tiene síntomas: tos de > 3 semanas, dolor torácico, hemoptisis, repercusión general, fiebre, sudoración nocturna, etc. No contagia Contagia Usualmente tiene un PPD o una prueba de san- Usualmente tiene un PPD o una prueba de gre positiva sangre positiva Radiografía de tórax normal y baciloscopías Puede tener una radiografía alterada y /o ba- negativas ciloscopías positivas Necesita tratamiento para prevenir la TB activa. Necesita tratamiento para Tb activa sitivo. No infectan a otros mientras no desarrollen la enfermedad. Esta situación puede durar años y tal vez nunca desarrollar la enfermedad. Tuberculosis enfermedad activa (TB activa): la enfermedad en cualquiera de sus presentaciones, con riesgo de transmisión a otros. Tuberculosis nosocomial: adquisición de enfermedad latente o activa en establecimientos de salud (hospitales, psiquiátricos, cuidados crónicos, casa de salud). Diferencia entre TB latente vs. TB activa Ver el cuadro 1. Riesgo de infección, riesgo de progresión Excepto por la inmunodepresión determinada por fármacos o por enfermedades no están bien delimitados qué factores son determinantes para un mayor riesgo de infectarse. Sin duda que la probabilidad depende primariamente del inóculo, de la exposición reiterada, del tiempo de exposición y la proximidad. Es así que se consideran en alto riesgo los contactos cercanos al caso (los que comparten la vivienda o ambientes cerrados por períodos prolongados de días o semanas), como los familiares, los maestros, los compañeros de trabajo o estudio pero también los cuidadores y el personal de salud. Es así que están más expuestos los residentes y empleados de centros de reclusión o de institucionalización o refugios, el personal de salud que asiste pacientes con alto riesgo y el personal de salud sin medidas de protección expuestos a pacientes con la enfermedad antes de su identificación y correcta implementación de medidas de aislamiento. Por otra parte dentro de las personas con alto riesgo de progresión de infección latente a enfermedad por TB están las personas infectadas con VIH, las infectadas en los dos años previos, niños menos de 4 años, personas con inmunocompromiso (silicosis, diabetes mellitus, insuficiencia renal crónica y enfermedad renal terminal, enfermedades hematoncológicas, otras neoplasias, desnutridos, uso prolongado de corticoides, otros tratamientos inmunosupresores, trasplantados, by pass gástrico o gastrectomía) y aquellos que han sido insuficientemente o inadecuadamente tratados incluyendo las personas que tienen hallazgos radiológicos consistentes con enfermedad TB previa. El uso de tabaco u otras drogas inhaladas o intravenosas también se ha identificado como factor de riesgo probable. 3 Cabe destacar que los trabajadores de la salud pueden, además de tener el riesgo de infectarse inherente a las tareas desempeñadas por la exposición que estas conllevan, asociar algunos de los factores de riesgo antes expuestos. Es así que la TB representa un riesgo ocupacional, para trabajadores de la salud y estudiantes de la salud. En un estudio realizado en países con bajos y medianos ingresos5 la prevalencia de TB latente entre trabajadores de la salud fue en promedio de 54% (entre 33% y 79%), con un riesgo anual estimado de infección latente de 0.5% a 14.3%, y una incidencia anual de TB enfermedad de 69 a 5780 por 100.000. El riesgo atribuible por TB enfermedad en trabajadores de la salud comparado con la población general, fue de 25 a 5361 por 100.000 por año. Un mayor riesgo fue identificado en determinadas locaciones de trabajo (centros para pacientes con TB, personal de laboratorio, medicina interna y departamento de emergencia) y categorías ocupacionales (técnicos radiólogos, clínicos, nurses, médicos de guardia, paramédicos). En otro estudio de los mismos autores comparando países con bajos y medianos recursos versus países de altos recursos en el año 2007 encontraron que la mediana de prevalencia de infección latente en trabajadores de la salud fue de 24% (4-46%) en los de altos recursos versus 63% en los de bajos y medianos recursos. Sin embargo en los primeros el riesgo se asoció principalmente a factores no ocupacionales a diferencia de países con bajos y medianos recursos. Por otra parte la mediana anual de incidencia de infección por TB en trabajadores de la salud fue de 5.8% (0-11%) en países de bajos y medianos recursos versus 1.1% (0.2-12%) en los de altos recursos. Las tasas de TB activa en trabajadores de la salud fue consistentemente mayor que en la población general en todos los países.6 También se han realizado estudios donde se compara el PPD a estudiantes de Medicina y a estudiantes de Ingeniería y se vio que más cantidad de estudiantes de Medicina tenían PPD positivo que los estudiantes de ingeniería y esto era cada vez más significativo a medida que los estudiantes tenían mayor contacto con los pacientes. Un 16% de los estudiantes de Medicina que aún no habían comenzado la práctica clínica en los hospitales y un 23% de los que ya estaban asistiendo pacientes tenían un PPD positivo contra tan sólo un 6 a un 9% de los estudiantes de ingeniería.7 Hay más de treinta reportes de brotes de TB en hospitales de EUA (no hay datos nacionales, aunque seguramente ha habido brotes). Por ejemplo, en 48 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Florida (EUA) en los años sesenta un paciente enfermo de tuberculosis contagió a 25 de los 100 trabajadores de la salud que lo asistieron, 23 se infectaron y dos enfermaron. El mayor brote reportado sucedió en Nueva York en los años noventa donde hubo 256 pacientes y 15 trabajadores con tuberculosis activa. 7 En poblaciones en las que no se contempla la vacuna BCG es posible efectuar estudios anuales de conversión tuberculínica para evaluar la tasa de nuevos funcionarios infectados por M. tuberculosis. En países con alta cobertura de vacuna BCG como el nuestro, la población con una prueba inicial positiva es muy alta, lo que limita el contar con un grupo inicial negativo para el seguimiento. En estos casos se podría implementar el uso de test de sangre para el diagnóstico de enfermedad activa y/o latente.8, 9 En Chile, con vacunación masiva como el Uruguay, Valenzuela y col, describieron hacia mitad de la década anterior, un riesgo aproximadamente seis veces mayor respecto a la población general, de TBC clínica en el personal de salud de algunos hospitales escogidos en Santiago.10 En otro estudio chileno realizado de 2001 a 2006 que el 93% de los afectados trabajaba en el área clínica, con una presentación predominantemente pulmonar (78,6%) y más de la mitad tenía frotis o cultivo de expectoración positivo (57,2%). La tasa entre el personal de salud varió entre 0 y 79 casos por 100.000 y el año 2004 fue significativamente superior al valor registrado previo (razón de riesgo 4,56; IC95: 1,83 - 10,62).11 Sin dudas la TB nosocomial, particularmente en los trabajadores de la salud depende de la incidencia de TB que atiende un centro determinado, el grado de hacinamiento, la efectividad del programa de TB del Hospital para aislar y tratar a una TB activa, la infraestructura particular del Hospital, y del flujo unidireccional para prevenir la diseminación de la TB por el aire, y sin dudas esto enmarcado en los recursos de cada centro y del país en el que el mismo se encuentra, como lo hemos expuesto. Por ello lo fundamental es no sólo conocer en que situación se encuentran nuestros trabajadores, sino además la implementación de un programa ade- cuado de prevención de la transmisión de la tuberculosis. Mitos en la transmisión de la tuberculosis – Una baciloscopia negativa no descarta la posibilidad de contagio, sólo los esputos negativos en los cultivos no son infecciosos. –La bacilosocpía positiva en el esputo aún bajo tratamiento es capaz de transmitir la enfermedad. –Es incorrecto creer que un paciente no contagia después de dos semanas de tratamiento efectivo, en algunos casos se prolonga el período de contagio. –Es cierto que un paciente que convierte sus esputos directos positivos a negativos tiene menos capacidad infectante, pero en condiciones ambientales adecuadas mantiene su potencial contagiosidad. –Es cierto que un paciente que no tose contagia menos que el tosedor. – Una partícula infectante de poco volumen puede flotar indefinidamente y una partícula infectante puede mantener su capacidad patogénica durante años en el medio ambiente si no es sometida a la luz solar o radiación ultravioleta. ¿Cómo se previene la tuberculosis?12–15 Tanto los CDC como la OMS han determinado la importancia de que exista un programa de prevención basado en las medidas de seguridad determinadas por estos mismos organismos. Es necesario que cada centro cuente en primer lugar con un equipo de profesionales que se dedique a implementar y controlar las medidas de prevención (Comités de infecciones). Si este punto falla las siguientes medidas resultan insuficientes. Otra medida fundamental es determinar el riesgo de tuberculosis de cada centro. Es decir en cada centro de salud debería realizarse una primera etapa de evaluación del riesgo de transmisión de M. tuberculosis, independientemente de si se confirmó la enfermedad en los pacientes, es decir tomando en cuenta los pacientes asistidos con TB enfermedad sospechada o confirmada. Este riesgo determina el tipo de control administrativo, ambiental y de protección respiratoria que debe implementarse y sirve como medida para evaluar la calidad del control de infección que se realiza. Por otra parte la infraestructura del centro de asistencia es esencial. Como la tuberculosis se adquiere por vía inhalatoria el aislamiento de los pacientes en habitaciones bien aireadas es la medida básica. Este es uno de los puntos álgidos ya que es el que requeriría mayores recursos económicos para modificar una infraestructura que no estuvo planeada en tal sentido. El paciente que se sospecha que tiene tuberculosis debe ser aislado rápidamente en habitaciones con determinadas características. Los pacientes inmunodeprimidos, particularmente los que tienen VIH con signología respiratoria, se deben aislar independientemente de su imagen radiológica. Idealmente las habitaciones deberían tener filtros HEPA, que depuren el aire de las partículas infecciosas, lo que es muy costoso. La OMS creó entonces pautas de prevención mínimas para países subdesarrollados y plantea distintas formas de aireación: con extractores en las ventanas que expulsen el aire contaminado hacia el exterior y no hacia los pasillos del hospital o al menos habitaciones con puerta, que permanezca cerrada, y con dos ventanas que permitan una adecuada remoción del aire. Las habitaciones de la mayoría de nuestros centros tienen una sola ventana, que impulsa el aire hacia los corredores en el momento de abrir la puerta. Otro punto de las medidas de prevención es la protección respiratoria de los trabajadores de la Salud. Para ello existen máscaras especiales, llamadas “respiradores”, las únicas eficaces que se adhieren bien a la cara y de uso personal. Las recomendadas son las FFP3 (que presentan alta resistencia para partículas sólidas y líquidas de media y alta toxicidad; uso contra polvo de metales y nieblas, industria farmacéutica, fabricación de baterías y pilas, protección frente a riesgos biológicos). Hay varios tipos de filtros diferentes utilizados en las máscaras con distintos grados de eficiencia del filtro y distinto grado de degradación con certificación a través del CRF 84, y son Tuberculosis en los trabajadores de la salud | Dra. Daniela Paciel y Dr. Julio Medina CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 49 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Tuberculosis en los trabajadores de la salud | Dra. Daniela Paciel y Dr. Julio Medina CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 clasificadas según sea: no resistente al aceite, resistente al aceite y probadamente resistente al aceite. La eficiencia va del 96% al 100%. Por ejemplo un filtro etiquetado como N95 significa no resistente al aceite y 95% de eficacia. Los 9 tipos de filtros cumplen para la protección de la TB según el CDC. Debe ser usada si una persona entra a un área de pacientes con sospecha de TB o TB confirmada y en las personas que están presentes durante procedimiento que generan aerosoles. Los filtros etiquetados como N95 son los que en nuestro medio se pueden conseguir y los que se deberían usar siempre para prevenir el contacto con el bacilo. Las máscaras llamadas “quirúrgicas” no protegen de la exposición y no deberían ser usadas. Finalmente debería determinarse el riesgo profesional de adquirir la TB activa, es decir despistar en los trabajadores la TB latente. Para ello es necesario según el riesgo del trabajador, la realización de PPD en forma periódica. • Trabajadores de alto riesgo (deben ser testeados cada 6 meses). El centro presenta una de las siguientes condiciones: Una alta tasa de conversión de la • • • • PPD entre sus empleados mayor que en otras áreas. Dos o más conversiones de la PPD en los ùltimos 3 meses. Evidencia de TBC entre pacientes. Trabajadores de riesgo intermedio (deben ser testeados cada 6-12 meses): los que tuvieron más de 12 casos de TBC en los pacientes en los 12 meses previos, pero no presentan una conversión de la PPD mayor que la esperada en el personal (no mayor que los empleados con escaso o nulo contacto con pacientes con TBC). Trabajadores de bajo riesgo (deben ser testeados cada 12 meses): personas que trabajan en áreas (unidad de enfermería) o personal que ve pacientes de diferentes áreas del hospital (p. ej. radiología) que registraron menos de 6 casos de TBC en los pacientes que asisten durante los 12 meses previos. Trabajadores de muy bajo riesgo (no necesitan testeo periódico luego del realizado al ingreso): trabajadores de áreas que no brindan atención a pacientes internados con TBC pero que pueden evaluar o diagnosticar a pacientes ambulatorios. Serán evaluados en alguna de las categorías anteriores, excepto que no hubieran diagnosticado algún caso en el último año. Trabajadores con mínimo riesgo (no necesitan testeo periódico luego del realizado en el ingreso): trabajadores que se desempeñan en instituciones que no admiten pacientes con TBC en la internación ni en los consultorios externos y están localizados en países en los cuales no se reportó ningún caso el año previo. Bibliografía 1 . http://www.cdc.gov/tb/statistics/default.htm 2. Comisión Honoraria para la Lucha Antituberculosa y Enfermedades Prevalentes, CHLA–EP. Departamento de Tuberculosis. Programa nacional de Control de la Tuberculosis. Informe epidemiológico año 2009. 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Sin embargo la evidencia actual sugiere y refuerza la necesidad de implementar un programa simple y efectivo para el control de esta infección en los centros de salud de países de bajos y medianos recursos como el nuestro. for the prevention of tuberculosis in health care facilities in resource-limited settings. World Health Organization 1999. WHO/CDS/TB/99.269 13 .Guidelines for Preventing the Transmission of Mycobacterium tuberculosisin Health-Care Settings, 2005. MMWR 2005; 54 (No. RR-17, 1-141) 14 .Guidelines for Environmental Infection Control in Health-Care Facilities. MMWR 2003; 52 (No. RR10) 15 . Medina J, Savio E, Pérez Sartori G. Tuberculosis Nosocomial. Revista de Salud Pública, 2005;2(4): 14-17 50 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 Dr. Julio César Medina1 1. Prof. Adj. de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas (UdelaR). El viernes 30 de julio de 2010, se realizó la 9ª Jornada de Antimicrobianos organizada por la Cátedra de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina (Prof. Dr. Eduardo Savio Larriera) y con el auspicio de la Asociación Panamericana de Infectología (API), la sociedad de infectología clínica del Uruguay (SICU) y de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI). La misma nucleó a infectólogos y a especialistas de diferentes disciplinas, con lo cual se logró un alto nivel académico, distendido e interactivo. El modelo de trabajo consistió en el envío de material previo a la jornada para estudio, discusión de casos clínicos y participación interactiva con el público en diferentes instancias a través de votación. La coordinación de las Jornadas estuvo a cargo de quien suscribe, Julio Medina, Prof. Adjunto de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas y contó con la participación de los siguientes docentes: Dra. Verónica Seija, Microbióloga; Dr. Rafael Vignoli, Prof. Agregado Cátedra de Bacteriología; Dra. Susana Cabrera, Prof. Adj. Medicina Interna, Infectóloga, Docente Colaborador Calificado de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas; Dra. Graciela Pérez–Sartori, Prof. Adj. Medicina Interna, Infectóloga; Dra. Zaida Arteta, Prof. Adj. Parasitología y Micología, Asistente de la Cátedra de Enfermedades Infec- 9na Jornada de Antimicrobianos, 2010 | Dr. Julio Medina 9na Jornada de Antimicrobianos, 2010 Informe de la actividad ciosas; Dra. Daniela Paciel, Asistente de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas; Dra. Mariela Breijo, Prof. Adjunta de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas; Dra. Cristina Bazet, Prof. Agregada Depto. Microbiología, Hospital de Clínicas; y del Dr. Marcelo Galas, Jefe del Departamento de Bacteriología del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas ANLIS “Dr. C. Malbrán” (ARG) Tuvo 120 asistentes procedentes de Montevideo y de distintas regiones del país (35% del interior). La concurrencia de infectólogos fue muy buena, lo mismo sucedió con las nuevas generaciones en formación; también participaron médicos generalistas, intensivistas, microbiólogos, bioquímicos, etc. 51 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 9na Jornada de Antimicrobianos, 2010 | Dr. Julio Medina CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 amplia y reciente diseminación de betalactamasas de espectro extendido, de diversos sub–grupos de CTX–M las cuales se acompañan de mecanismos de resistencia transferibles a quinolonas y aminoglucósidos. Así mismo, es importante resaltar que las primeras carbapenemasas ya han sido detectadas en Pseudomonas aeruginosa al menos en dos hospitales de Uruguay. Epidemiología y perfil de sensibilidad de los bacilos Gram negativos multi– resistentes y pan–resistentes aislados de muestras clínicas Gráfico 1. Número de participantes según especialidad: viernes 30 de julio de 2010, 9a Jornada de Antimicrobianos. (N=120) Destacamos algunos tópicos que se resaltaron en las Jornadas (Breve resumen aportado por los colegas expositores de la Jornada). Mecanismos de resistencia en bacilos Gram negativos multi– resistentes y pan–resistentes La resistencia a antibióticos de amplio espectro como oxiiminocefalosporinas, aminoglucósidos y fluoroquinolonas en bacilos gramnegativos es un fenómeno alarmante no solo por su rápida expansión sino también porque han surgido mecanismos de resistencia de difícil detección en el laboratorio. Es necesario alertar a la comunidad médica que en Uruguay se asiste a una Los bacilos Gram negativos no fementadores son un grupo heterogéneo de microorganismos de los cuales, Pseudomonas aeruginosa y Acinetobacter baumanii son los más frecuentemente aislados de procesos infecciosos en Uruguay. En el Hospital Pasteur P. aeruginosa es principalmente aislado de heridas y secreciones respiratorias y A. baumanii es aislado en un 75% de los casos en secreciones respiratorias. P. aeruginosa presenta resistencia 52 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 natural a numerosos antibióticos y dentro de los mecanismos de resistencia adquirida se destaca la resistencia a carbapenems, que puede estar mediada por alteraciones de permeabilidad, bombas de eflujo y/o producción de carbapenemasas. Las enzimas más frecuentemente encontradas, en otros países, son las metalo betalactamasas: éstas otorgan resistencia a todos los betalactámicos, excepto aztreonam. Para su detección se deben utilizar test especiales (discos con EDTA–SMA) ya que algunas cepas productoras de estas enzimas pueden mostrarse sensibles a imipenem in vitro y luego comportarse como resistentes in vivo. A. baumanii es unos de los principales agentes de NAV en Uruguay, también posee numerosos mecanismos de resistencia natural y se está observando un número creciente de cepas con resistencia a los carbapenems debido a la producción de carbapenemasas de tipo oxacilinasas. En Uruguay se ha encontrado OXA–23 y OXA–58. Este tipo de cepas generalmente son pan–resistentes y mantienen sólo sensibilidad a colistin. Para determinar la sensibilidad a colistin se debe realizar determinación de la CIM ya que los discos de polimixina B o colisitin no diferencian cepas sensibles de resistentes. Imipenem – meropenem. ¿Cuándo utilizarlos en forma empírica? Los carbapenems son antibióticos beta– lactámicos derivados de la tienamicina, producto de Streptomyces catlleya. Atraviesan la membrana externa de las bacterias gramnegativas a través de una proteína de superficie (OprD), presentando una fuerte unión a las PBPs. Las características más relevantes de este grupo de antibióticos son su amplio espectro de acción antibacteriana y su excelente penetración en los tejidos. Si tenemos en cuenta un nuevo modelo de utilización de antimicrobianos donde el objetivo es mejorar los resultados de mortalidad en infecciones graves, es necesario indicar antibióticos de amplio espectro y de alta eficacia precozmente, utilizar fuertemente los recursos diagnósticos de la microbiología, para luego des–escalar cuando sea posible; ese rol de inicio lo pueden cumplir en variadas circunstancias los carbapenems como imipenem o meropenem. Las variables a tener en cuenta en el momento de la elección de un carbapenem empírico son: la gravedad del paciente, la co–morbilidad (ej. inmunodepresión), los antibióticos que ha recibido en el último mes, el perfil de resistencia local y los factores de riesgo para BGN multirresistentes. En este sentido está indicado utilizarlos en las siguientes circunstancias: en pacientes graves, inmunodeprimidos, con alta probabilidad de presentar BGN multirresistentes. dad al ertapenem en el antibiograma cuando se plantea usarlo y no deducir la sensibilidad del microorganismo al ertapenem desde la sensibilidad a otros carbapenemes; dado que podrían haber diferencias. ¿Cuál es el lugar entonces del ertapenem? • • Ertapenem Dentro del grupo de los carbapenemes, tanto meropenem, imipenem como ertapenem están disponibles para su uso en Uruguay. Otros carbapemes como el panipenem y biapenem se comercializan fundamentalmente en países asiáticos. El carbapenem aprobado más recientemente para su uso por la FDA fue el doripenem, en el año 2007. El ertapenem es un carbapenem que tiene como características particulares su vida media prolongada que permite su administración cada 24 horas y su perfil más estrecho de acción. Tiene actividad frente a todos los anaerobios, enterobacterias, incluso K. pneumoniae y E. coli productoras de betalactamasas de espectro expandido (BLEE) y Gram positivos. La diferencia respecto a meropenem e imipenem es que carece de actividad frente a Pseudomonas y Acinetobacter. Tampoco es activo frente a Enterococcus faecium, Enterococcus faecalis, S. epidermidis, SAMR, por lo que no se debe usar en forma empírica cuando P. aeruginosa y/o Acinetobacter son posibles. La absorción del ertapenem es del 90% luego de administración intramuscular lo que permite su administración una vez al día intravenosa o intramuscular y lo vuelve útil para tratamientos prolongados. Sin embargo, los perfiles farmacocinéticos de posología diaria están basados en voluntarios sanos y hay datos insuficientes acerca de la farmacocinética del ertapenem en pacientes sépticos o críticamente enfermos. Por lo que no es aconsejable usarlo en este grupo de pacientes, prefiriéndose en estos casos usar otros carbapenemes. Es ideal que se testee la sensibili- • • Indicación principal: tratamiento dirigido, de continuación en infecciones enterobacterias multirresistentes sensibles a carbapenemes. Tratamiento ambulatorio de infecciones causadas por enterobacterias multirresistentes dada su fácil posología. Tratamientos prolongados dada su fácil posología. Alternativa a imipenem o meropenem en el tratamiento dirigido de pacientes no críticos. 9na Jornada de Antimicrobianos, 2010 | Dr. Julio Medina CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 Tratamiento para BGN resistentes a colistin: ¿tenemos opciones? La emergencia de BGN multirresistentes e incluso panrresistentes determina un desafío al clínico en cuanto a la antibioticoterapia a utilizar, dado el reducido arsenal con el que contamos en la actualidad. Es así que Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter baumannii complex, Klebsiella pneumoniae productora de BLEES e incluso de metalo betalactamasas, así como otras enterobacterias son los principales microorganismos causales de infecciones nosocomiales, particularemente en nuestro medio. Y si bien la resistencia a colistin (polimixina E) es menos del 1% a nivel mundial, los efectos adversos de esta droga limitan en varias oportuindades su uso. Es así que además del uso de polimixinas, otras estrategias para combatir la multirresistencia se han implementado en los últimos años: tratamientos combinados, desarrollo de nuevos antimicrobianos y el resurgimiento de otras viejas drogas. Se ha profundizado en los modelos farmacocinéticos y farmacodinámicos de cada una de estas drogas, y se plantea que el uso de las mismas combinadas, incluso frente a microorganismos resistentes a alguna de ellas o a todas, implicaría un efecto aditivo o al menos subaditivo cuando no sinérgico, por 53 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 9na Jornada de Antimicrobianos, 2010 | Dr. Julio Medina CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–60 ejemplo empleando colistina junto a imipenem, o asociando colistina a rifampicina y eventualmente sulbactam. Dos nuevos antimicrobianos aparecieron en los últimos años, aún no disponibles en Uruguay, el doripenem (un carbapenem) y la tigeciclina (una nueva clase) con buenos resultados a nivel mundial pero frente a los que ya se ha detectado resistencia. Finalmente, se ha reciclado a la fosfomicina dado su actividad particularmente asociada a betalactámicos frente a Pseudomonas aeruginosa multirresistente. ¿Por qué el PK/PD? El PK/PD nos ayuda a utilizar mejor los antimicrobianos que tenemos. La farmacocinética y la farmacodinamia nos dice cómo usar mejor esas drogas para que podamos tratar las infecciones intratables y para que no pierdan la actividad. Los parámetros PK/PD tienen el objetivo de salvar lo poco que queda en armamento antimicrobiano sobre todo para bacilos gramnegativos. Los principios farmacocinéticos son muy sencillos: es lo que mide la relación entre la droga y el paciente. O sea lo que el paciente le hace a la droga que le están dando, es lo que se conoce como PK. La farmacodinamia sin embargo es lo que el antibiótico le hace a la bacteria, y es lo que se conoce como PD. Conclusiones Estos son solo algunos aspectos de los analizados durante la 9na Jornada de Antimicrobianos. El uso y abuso de antimicrobianos con la consiguiente emergencia de microorganismos multirresitentes nos ha colocado en un lugar donde sólo podemos “comprar tiempo”. Por lo que en primera y última instancia debemos apuntar a racionalizar la anti- bioticoterapia, con estrictos protocolos para el control de infecciones, profundizar en el PK/PD de los antimicrobianos y comprometer a la industria en el desarrollo de nuevas moléculas en esta nueva era de multirresistencia. En todas las instancias se reforzó la necesidad del trabajo conjunto de infectólogos microbiólogos, bacteriólogos y bioquímicos dedicados a la investigación en multiresistencia para realizar una óptima interpretación de los distintos mecanismos de resistencia emergentes en nuestro país. Las Jornadas sirvieron también como marco para la difusión del XV Congreso Panamericano de Infectología que, presidido por el Prof. Savio, se efectuará en Punta del Este del 7 al 11 de abril de 2011. Finalizada la Jornada, se ofreció a los asistentes a la misma un brindis en celebración del Día del Infectólogo. Cátedra de Enfermedades Infecciosas Departamento Clínico de Medicina. Facultad de Medicina, UdelaR Carta Infectológica en la web: Edición: Daniel Pereira Impresión: Iconoprint. Montevideo, Uruguay Comisión del Papel Depósito legal: 350.414/10 www.gramonbago.com.uy www.dcmedicina.edu.uy Se permite la reproducción parcial siempre que lo autoricen los autores, se envíe copia de lo publicado a la Cátedra de Enfermedades Infecciosas y se cite la fuente. 54 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–28 Caso Clínico 1. Comentario Coordinador: Dr. Julio Medina Prof. Adj. de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Responsable: Dra. Jimena Prieto Asistente de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas Histoplasmosis En un paciente portador de VIH con un estatus inmunológico que asumimos derrumbado dada la presencia de una linfocitosis total de 300 (se estima que un tercio de los mismos equivaldrían al valor de CD4); que se presenta con un cuadro infeccioso de un mes de evolución, con la única expresión clínica dada por las lesiones de piel con las características analizadas en el número anterior, nuestro primer planteo es el de histoplasmosis, planteando como diagnóstico diferencial otra micosis sistémica como la criptococosis. El agente responsable es Histoplasma capsulatum var. capsulatum, es un hongo dimorfo, cosmopolita, que se adquiere por via inhalatoria y su hábitat es en excretas de aves y guano de murciélagos.1,2 Los pilares diagnósticos son el clínico–inmunológico, el epidemiológico, el micológico y el serológico.3,4 Para el diagnóstico es fundamental la presencia del microorganismo en los estudios directos y el aislamiento del mismo en los medios de cultivo. El método diagnóstico de mayor rendimiento en un paciente con signología a nivel de piel es el examen micológico directo con tinción de Giemsa, que en este paciente fue positivo en las biopsias de las lesiones cutáneas. La detección de antígeno en sangre, orina, LCR, o lavado broncoalveolar de los pacientes infectados proporciona un método rápido de diagnóstico de la histoplasmosis diseminada o aguda extensa. En nuestro medio no se realiza. Un título de 1:8 se considera positivo y > 1:32 muy sugestivo de enfermedad activa. En cuanto al tratamiento, la IDSA estableció un consenso en el año 2000 que se actualizó en el año 2007, en el que básicamente se recomienda la anfotericina B seguida de itraconazol. En los casos moderados puede usarse sólo itraconazol.5 Bibliografía 1. Rezusta A, Gil J, Rubio MC, et al. Micosis importadas. SEIMC. http:// www.seimc.org. 2. Wheat J, Sarosi G, McKinsey D, et al. Practice Guidelines for the Management of Patients with Histoplasmosis Clinical Infectious Diseases 2000;30:688–95 3. Castro F, Torterolo A, Cal A, et al. Manifestaciones pulmonares en pacientes por el virus de inmunodeficiencia humana. En: Infección por el virus de la inmuodeficiencia humana. Capítulo 2. Montevideo: Oficina del Libro. 2009. 4.Georges S, Deepe Jr. Histoplasma capsular. In: Mandell G, Bennett J, editors. Principles & Practice of Infectious Diseases. 5th edition (June 15, 2000). Capítulo 254 . Madrid: Saunders Elsevier. 2000. 5. Wheat LJ, Freifeld AG, Kleiman MBel al. IDSA Guidelines for Management of Histoplasmosis, CID 2007:45 55 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–28 Caso Clínico 2. Resumen Coordinador: Dr. Julio Medina Prof. Adj. de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Responsable: Dra. Zaida Arteta Asistente de la Cátedra de Enfermedades Infecciosas Resolución del caso clínico en el próximo número de la Carta Infectológica. Paciente de 5 años, sexo masculino, sindrome de Down, procedente de Rivera, mal medio socioeconómico, consulta por lesiones de piel que aparecen 2–3 meses antes del momento en que es visto por nuestro equipo. Las lesiones son muy pruriginosas diseminadas en ambos muslos, piernas y glúteos. 56 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–28 CONVOCATORIA Un evento que será un hito en la Medicina Nacional: contará con la presencia de la Directora de OPS, Dra. Mirta Roses, quien dará, en la Ceremonia de Apertura, su discurso anual ante todos los Ministros de Salud de las Américas y el Caribe. XV CONGRESO Panamericano de Infectología | 2011 La infectología nacional avanza hacia el momento en que nuestro país, por primera vez, se constituirá como sede de un Congreso Panamericano de Infectología, el decimoquinto. Reunirá un importante grupo de infectólogos, microbiólogos y múltiples disciplinas afines, en un espacio para discutir los más relevantes avances en el conocimiento de la especialidad en todas sus áreas. Asistirán referentes y líderes de opinión de las Américas, España, Portugal, Italia, Suiza y miembros de varias sociedades científicas europeas y americanas. Este congreso será de gran interés para los infectólogos de la región y para otras especialidades médicas. Estarán presentes: Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH–SIDA (ONUSIDA), la Alliance for the Prudent Use of Antibiotics (APUA), Sociedad Argentina de Infectología (SADI), la International Society of Chemotherapy, Infectology and Cancer ( ISC), Sociedad Española de Infectología y Microbiología Clínica (SEIMC), European Society of Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ESCMID), International Society for Infectious Diseases (ISID), Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE), Sociedad Iberoamericana de Infectología (SIAI). Se contará con una presencia muy importante de técnicos de la Oficina Sanitaria Panamericana (OPS) en varios simposios de la misma y en interacción OPS–API. Conjuntamente se realizará el II Congreso Uruguayo de Infectología, presidido por el Dr. Jorge Lorenzo y con participación de los especialistas nacionales en enfermedades infecciosas y de otras especialidades en su curso precongreso (Infecciones en el embarazo: ¿cuál es su mejor manejo?) y durante todo el evento. También se celebrará el III Congreso de la Sociedad Iberoamericana de Infectologia (SIAI) con participación de especialistas españoles y portugueses en múltiples actividades. Durante el Congreso se desarrollarán un total de 67 actividades diferentes entre conferencias, simposios, mesa de expertos, controversias, actividades sociales, etc. Ya está disponible el programa preliminar en www.apiuruguay.com, donde podrá planificar su concurrencia a las actividades, que se realizarán en hasta 4 a 5 salas en simultáneo, según sus intereses particulares. De gran interés serán las actividades referidas al Control de Infecciones Intrahospitalarias e Infecciones en la embarazada, durante los cursos precongreso del 7 de abril, no sólo para infectólogos sino también para médicos internistas, ginecólogos, generalistas y médicos y nurses que participan de comités de Control de Infecciones Hospitalarias. Un curso precongreso estará dedicado a las Infecciones en receptores de trasplante y neutropénico febril. La inscripción al congreso habilita a participar de los cursos precongreso, pero si está interesado exclusivamente en esta actividad puede inscribirse sólo a los cursos precongreso. Expertos nacionales e invitados extranjeros presentarán en múltiples mesas, simposios y sesiones interactivas el estado del arte en la prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH–SIDA: tratamiento, manejo de la resistencia, comorbilidades no infecciosas asociadas al VIH, síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular en SIDA, neurosida, infecciones oportunistas, coinfecciones con virus de hepatitis B, hepatitis C, tuberculosis, etc. Se destacan, entre otras, las mesas de expertos y simposios dedicadas a la neumonía comunitaria y nosocomial, con la participación de expertos como el Dr. Jordi Rello. En total tenemos confirmados hasta el momento 119 expertos internacionales de muy diversas nacionalidades (Reino Unido, España, Portugal, Italia, Suecia, Alemania, Grecia, EUA, México, Colombia, República Dominicana, Cuba, Venezuela, 58 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010 CARTA INFECTOL. 2010; 9(2): 29–28 Brasil, Chile, Argentina, Bolivia, Honduras, Trinidad y Tobago, Costa Rica, Paraguay, Puerto Rico, Ecuador, Perú) y 47 nacionales. Habrá una marcada presencia de temas que interesan tanto al clínico como al microbiólogo, donde la participación interdisciplinaria en mesas respecto a multirresistencia en bacilos gramnegativos, S. aureus meticilinorresistente y S. pneumoniae, permitirá abarcar globalmente la problemática de la resistencia a los antimicrobianos y el uso racional de los antibióticos. También queremos destacar las mesas que se referirán a vacunación en niños y adultos, con la participación de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica (SLIPE) y API. El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud. En el mismo, la Directora de OPS celebra la ceremonia en Washington y transmite, frente a todos los Ministros de Salud de las Américas y el Caribe, su mensaje respecto a la línea temática de ese año. En 2011, la Dra. Mirta Roses desde Punta del Este, en la Ceremonia Puede consultar por las inscripciones al congreso en www. apiuruguay.com. La recepción de trabajos de investigación a presentar bajo la modalidad de temas libres o posters ya está abierta, hasta el día 7 de diciembre de 2010. El Comité Organizador otorgará becas de inscripción a médicos jóvenes que participen con trabajos científicos. de Apertura del XV Congreso Panamericano de Infectología, transmitirá su mensaje por estar estrechamente vinculado a la infectología, lo cual honra a Uruguay y al Congreso. Los esperamos para compartir con nosotros este importante evento en abril de 2011. Organiza: Asociación Panamericana de Infectología en asociación con Sociedad Iberoamericana de Infectología (SIAI) y Sociedad de Infectología Clínica del Uruguay (SICU) Conrad Resort & Casino. Punta del Este, 7 a 11 de abril de 2011 Información, inscripciones: www.apiuruguay.com 59 Carta Infectológica [Montevideo, impr.] © Cátedra de Enfermedades Infecciosas. Noviembre, 2010