MI HIJO NO COME, ¿QUÉ HAGO

MI HIJO NO COME, ¿QUÉ HAGO?
EL HÁBITO DE LA ALIMENTACIÓN EN LA INFANCIA
Resumen de la Ponencia realizada para VII Jornadas de partos múltiples de AMAPAMU, el 19 de
abril de 2008 a cargo de Luis Torres Cardona (Centro BIEM).
La respuesta más generalizada entre los padres cuando les preguntamos el objetivo que
tienen con su hijo es QUE MI HIJO SEA FELIZ.
No hay fórmulas mágicas para que tu hijo sea feliz, pero si puedes aumentar las
probabilidades de que se sienta así si tienes en cuenta los siguientes puntos:
•
Que se sienta seguro, esto es, generarle
hábitos que instauramos con rutinas.
•
Que se sienta protegido, esto es, que a través de los límites traducidos en
normas a través de las que aprende lo que puede o no hacer.
•
Que se sienta valorado, esto es, enseñarle a que tenga una imagen ajustada de sí
mismo porque los demás le refuerzan lo que sabe hacer y le animan a que
aprenda cosas nuevas. Por qué recibe tiempos de calidad donde él es el
protagonista ... en definitiva porque se siente querido.
un mundo previsible a través de
Aprender a comer es adquirir un hábito y este se aprende mediante la repetición de una
rutina. Pero, por qué es importante crear rutinas en los niños,
•
Las rutinas diarias proporcionan oportunidades para aprender.
•
Las rutinas diarias dan a los niños un sentido de la estabilidad, confianza y
seguridad porque le anticipan lo que va a pasar.
•
Les hace autónomos, aprenden a hacer cosas solos.
Por otra parte aquellos niños que crecen sin rutinas claras, a partir de los tres o de los
cuatro años tienen muchos comportamientos disruptivos y se resisten a asumir sus
responsabilidades como recoger sus juguetes, hacer las tareas,…
A la hora de instaurar las rutinas, para conseguir mayor éxito, es fundamental:
 Que exista un MOMENTO para cada actividad (comer, dormir, jugar)
 Que se encuadre cada actividad en un LUGAR
 Que cada vez que realicemos una actividad lo hagamos DE LA MISMA
MANERA
 Que exista UN PRINCIPIO Y UNA FINAL para cada actividad
C/ Cardenal Siliceo, 20 1º D 28002 Madrid. Telef. 91 413 99 52 www.rocioramos-paul.com
Si nos centramos en el tema que nos ocupa, la alimentación, una manera adecuada de
instaurar el hábito de la comida a nuestros hijos sería de la siguiente manera:
1. Establecer un horario fijo para las comidas y respétalo.
2. Acompáñale a que se lave las manos indicándole que viene la hora de comer
3. Pídele que ayude a poner la mesa o colócalo en su silla y ponle su babero.
4. Siéntate con él, sírvele la comida diciendo alguna frase que indique el inicio de la
actividad: “buen provecho”, “ahora vamos a comer”, etc.
5. Retira el plato, quítale el babero, y dile “terminamos”. Pídele que recoja contigo
6. No traigas juguetes a la mesa ni pongas el televisor durante las comidas.
Ciertas dificultades pueden aparecer en el día día a la hora de la alimentación, ante ellas
es importante, seguir los siguientes pasos:
•
Ser consistente, firme y paciente. Has decidido aplicar un método y debes dejar
que pase un tiempo para poder evaluar los resultados.
•
Hay que mostrar tranquilidad y cuidar el tono de voz. Si mantienes la calma
tu hijo aprenderá cómo afrontar los conflictos. Cuando creas que vas a estallar
retírate y ocúpate en alguna tarea que te distraiga de lo que hace el niño.
•
Si atiendes los comportamientos positivos de tu hijo y los refuerzas
probablemente los repita. Cuando coja la cuchara solo y se la lleve a la boca hay
que felicitarle y alabar su comportamiento. Sin duda volverá a querer llamar tu
atención repitiendo esa conducta.
•
Si no atiendes los comportamientos negativos de tu hijo probablemente
renuncie a ellos. Por el contrario, si tu crispación aumenta cuando tarda en
comer y le gritas “¡mastica de una vez!”, por muy contradictorio que parezca lo
asociará a que así le prestas atención y lo repetirá.
•
Ten en cuenta que cuando apliques cualquiera de estas estrategias el
comportamiento del niño se intensificará —gritará más, tirará más juguetes,
pegará portazos más fuertes— y, si no eres firme en tu actitud, en el próximo
intento lo redoblará. Por ello, elige un momento en el que puedas mantener la
nueva actitud sin problemas de tiempo. Es inútil empezar en el desayuno si en
10 minutos hay que salir corriendo al colegio.
Aquellos días en los que la hora de la comida se complica, conviene no perder de vista
nuestro objetivo final, que nuestro hijo aprenda a comer, por ello si instauramos con
éxito la rutina de la alimentación, nuestros hijos:
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Comerán sentados y tranquilos.
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Trabajaremos su atención.
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Aprenden habilidades de comunicación mientras hablamos con ellos.
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Comen toda su comida, si no han picado entre horas o les permitimos bebidas
gaseosas.
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Respetan los horarios de las comidas. Interiorizan hábitos.
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Cuando un niño interioriza el hábito de la alimentación, le facilitamos aprender
a hacerlo con otros hábitos que tendrá que desarrollar en el futuro, como el de
estudio.
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Las pequeñas normas durante la comida ayudan al niño a entender que en
general el mundo funciona con reglas y que su cumplimiento facilita mucho la
adaptación a la realidad.
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Se hacen más autónomos: ponen la mesa, usan los cubiertos …
Luis Torres Cardona
Centro de Psicología BIEM
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