Número de Orden: 109 Libro de Sentencias Nº 24 En la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, a los 18 de marzo de dos mil tres, reunidos en acuerdo los Señores Jueces de la Sala Dos de la Excma. Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial, Horacio C. Viglizzo, Abelardo A. Pilotti y Osvaldo García Festa, para dictar sentencia en los autos caratulados: "RANIERI Miguel Angel c/ BANK BOSTON N.A. S/ AMPARO (SUMARISIMO)", Expediente: 117.913 y practicado el sorteo pertinente (arts. 168 de la Constitución de la Provincia y 263 del Cód. Procesal), resultó que la votación debía tener lugar en el siguiente orden: Dres. Pilotti, Viglizzo y García Festa, resolviéndose plantear y votar las siguientes C U E S T I O N E S: 1ra.) Está habilitado el Tribunal para tratar el recurso? 2da.) ¿Se ajusta a derecho la sentencia dictada a fs. 51/54? 3ra.) ¿Que pronunciamiento corresponde dictar? V O T A C I O N A LA PRIMERA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PILOTTI DIJO: Tras diversas contingencias procesales, la a quo rechazó a a fs. 44/45 vta. el planteo de incompetencia efectuado por la demandada. Allí trató expresamente la sanción de la ley 12.871 de la Provincia de Buenos Aires y la 25.587 de la Nación manteniendo este proceso, pese a su dictado, en la competencia de la justicia ordinaria local (arts. 5, 75 inc. 12, 121 y 122 de la Constitución Nacional). Contra dicho pronunciamiento, pese a tener acabado conocimiento la accionada mediante el diligenciamiento de la cédula que luce a fs. 46, no la recurrió, por lo que aquella resolución pasó en autoridad de cosa juzgada, de tal modo que quedó allí definitivamente adquirida la competencia de esta jurisdicción, precluyendo la posiblidad del Tribunal de apartarse de lo así resuelto (v. "ARHIA, A. M. c/ BANK BOSTON N.A. S/ AMPARO", Expediente 116.505 y "SERRANO DE BILBAO, L. c/ BANCO DE LA PROVINCIA DE BS. AS. S/ AMPARO", Expediente 116.884, de esta Sala). El principio de preclusión que se encuentra inmerso en el ámbito conceptual de orden público, hace que los actos cumplidos sin oportuna impugnación queden firmes, y que no pueda ser renovada la cuestión en el mismo proceso (doct. arts. 4 y 350 CPC). Corresponde entonces mantener la competencia así adquirida definitivamente en autos, pese al nuevo criterio sustentado al respecto por esta Sala en seguimiento de la postura evidenciada por la Corte Suprema de la Nación tanto en los autos "Melli, Hugo Ariel c/ Banco Río de la Plata S.A. suc. Resistencia s/Acción de amparo y medida cautelar" como en los caratulados "Juzgado Federal nº 4 con asiento en la ciudad de La Plata s/Planteo inhibitoria" (ambos del 18/07/02), y expedirse sobre el fondo de la cuestión traída a esta instancia. Voto por la AFIRMATIVA. Los Sres. Jueces Dres. VIGLIZZO fundamentos votaron en igual sentido.- y GARCIA FESTA por los mismos A LA SEGUNDA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PILOTTI DIJO: I.- Demandó en autos MIGUEL ANGEL RANIERI por vía de amparo contra la sucursal Bahía Blanca del BANK BOSTON N.A. a fin de hacer cesar todo acto u omisión de sus funcionarios que se opusiera e impidiera ejercer sus derechos constitucionales y para que se declare a su respecto la inconstitucionalidad del decreto resolución del PEN 1570/2001 modificado 46/02 del M.E., Dec. del por 214/02 el del 1606/2001 P.E.N. (art. (arts. 2 1), y 8) Comunicación A 3467 BCRA, Ley 25.561 (art. 15 que suspende la ley 25.446), y se ordene la disponibilidad de los fondos que tenía depositados en Caja de Ahorros en Dólares N 0539/11004101/03 con saldo de U$S 18.282,84. Solicitó también que dicho reintegro lo sea en la moneda de origen o en pesos suficientes para adquirir la cantidad de aquella moneda en el mercado libre de cambio del impugnadas, el país. Profusamente ataque a la describió los constitucionalidad de hechos, las las normas normas citadas y fundamentos de su pretensión. El Juzgado dio trámite a la causa en los términos del art. 496 del CPC en atención a lo normado por el art. 321 inc. 1º del mismo cuerpo legal (fs. 41). II.- A fs. 26 respondió la acción el BANKBOSTON N.A. Reconoció la relación que vinculó a las partes (Caja de Ahorros en Dólares ). Negó haber dejado de respetar las condiciones contractuales, alegó cumplir disposiciones vigentes emanadas del Gobierno Nacional. Invocó su falta de legitimación pasiva pues sólo se limitó a cumplir la legislación vigente. Describió la situación financiera frente a la pesificación, incluídas sus reservas propias imputando toda la responsabilidad una vez más al Gobierno Nacional a quien solicitó sea citado como tercero, finalmente solicitó se lo exima de las costas o se las imponga en el orden causado. III.- El a quo dictó sentencia condenando al banco demandado a restituir a la accionante la suma de U$S18.282,84 o la equivalente en pesos para adquirir dicha moneda en el mercado libre el día de la devolución contra el BANKBOSTON N.A. e imponiendo las costas. Contra dicho pronunciamiento se alzó el BANKBOSTON N.A. a fs. 55 (escrito desglosado a fs. 56) sosteniendo su recurso con el memorial de fs. 57, replicado por la parte actora a fs. 65. IV.- En su sentencia el a quo, con citas de pronunciamientos de ambas Salas de este Tribunal y de lo decidido por la C.S.N en el caso "Smith", hizo lugar a la demanda instaurada. V.- Se agravió el Banco demandado al sostener que el a quo no valoró suficientemente la emergencia ni apreció el perjuicio que lo decidido representa para su parte, reeditando una larga y prolija defensa de la constitucionalidad de las normas fulminadas en su aplicación al caso por la sentencia apelada. VI.- La sentencia apelada, ha aceptado el cuestionamiento actoral de la normativa en virtud de la cual se le niega el reintegro en la moneda de origen de su dinero depositado oportunamente en la entidad accionada, y con sustento en reiterados fallos de este Tribunal (por sus dos salas), entendiéndolos sustentados en la doctrina trazada por la Corte Suprema Nacional en el caso "Smith" receptó in totum la pretensión actoral. El ataque del apelante, puntual y certero, no obstante no puede variar lo decidido en la instancia de origen. Ni siquiera se ha cuestionado la elección de la vía abreviada que estamos transitando, no obstante lo cual al respecto he dicho y reitero que, la operatividad que se reconoce a los arts. 43 de la Constitución Nacional y 20 de la Constitución de la Provincia, no obstan a la aplicación de las normas reglamentarias de dicho proceso especial, respecto de los actos de autoridad pública (ley 7166) o de particulares (art. 321 inc. 1º CPC) y resulta claro que la referencia de la última norma -en cuya virtud tramita esta causa- en cuanto a que para su procedencia se condiciona a que "la cuestión, por su naturaleza, no deba sustanciarse por alguno de los procesos establecidos por éste Código u otras leyes", no ha de juzgarse exclusivamente en función de la conveniencia de los actores, sino en base a los requerimientos de la pretensión ejercitada, de todos modos, en el actual estado de la causa, y en especial habida cuenta que el proceso sumarísimo es en definitiva un proceso de conocimiento que resguarda debidamente el contradictorio, no se observa impedimento para analizar la fundabilidad de la pretensión ejercida dentro del mismo, cuando remitir a los actores a transitar una nueva vía procesal, sólo colocaría a las partes luego de un trámite -más o menos prolongado- en la misma situación procesal alcanzada en autos, pues la discusión es de puro derecho, las partes han expuesto y fundado sus puntos de vista sin limitaciones, no se requiere la producción de prueba y sólo resta decidir sobre la constitucionalidad y aplicación de las normas atacadas por los actores y defendidas por la accionada. En lo atinente al fondo de la cuestión juzgada, cabe reiterar lo ya valorado recurrentemente por esta Tribunal frente a planteos similares en el sentido que el actor, y todos los habitantes que depositaron sus ahorros en los Bancos instalados en el País actuaron en consonancia con los intereses generales, pues tales colocaciones de fondos privados en las instituciones de crédito permiten el funcionamiento de la economía general y posibilitan la riqueza de las naciones, a través del impulso que le dan a la agricultura, ganadería, industria, al comercio y a los servicios requeridos para el funcionamiento de la sociedad, actividades motorizadas por la utilización racional del crédito disponible a tales fines. De modo que atribuirle al sector de ahorristas particulares (en general) y a Miguel Angel Ranieri (en particular) el mayor costo de la crisis y responsabilizarlos implícitamente de la situación de emergencia que ellos no provocaron, implica una desnaturalización del derecho, ya que los castiga por haber depositado sus ahorros en los Bancos que funcionan en el territorio nacional y por haber confiado en las autoridades gubernamentales que les aseguraron la intangibilidad de sus ahorros y en la moneda que ellos habían depositado. El argumento del Banco accionado, relativo a no ser legitimado pasivos (lo sería el Estado Nacional), no es atendible. El contrato bancario de Caja de Ahorros en Dólares N 0539/11004101/03 con saldo de U$S 18.282,84, el actor lo concertó con la entidad bancaria, depositaria de esas cantidades, por lo que ante la falta de pago de dichos importes (más intereses), la reclamación debía dirigirse necesariamente contra esa entidad, sujeto pasivo de las obligaciones de restituirlos. Lógicamente el Banco no es el autor de las normas cuya declaración de inconstitucionalidad reclamó la parte actora, pero ello no excluye la legitimación pasiva de aquél frente a la primera, porque son los Bancos los que se obligaron a restituir las cantidades de dinero en moneda extranjera que le dejaron en depósito como inversión financiera. De modo que los actos contra los cuales reclama el ahorrista han sido cometidos por la entidad demandada que se negó a reintegrarle los montos depositados, apoyándose en normas que proponen sean declaradas inconstitucionales en su aplicación a cada caso concreto, por restringir y alterar, con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta, el derecho de propiedad del actor, garantizado por la Constitución Nacional. Ese derecho de propiedad sobre las cantidades de dinero en moneda extranjera depositada en el Banco resulta violado desde que se extiende el plazo de restitución mediante la reprogramación de aquél y se lo obliga a recibir el monto en cantidades fraccionadas, en distinta moneda de la pactada, y de valor muy inferior al que tendrá al tiempo de su cancelación, como lo evidencia que la conversión de los dólares a pesos se hace a razón de $1,40 por cada dólar (art. 2 del Dec. 214), cuando la cotización de esa moneda extranjera en la actualidad y aún transcurrido poco más de tres meses de la fecha del decreto, ya superaba largamente los $ 3.- por dólar estadounidense. Es decir que a esta paridad, el actor, suponiendo hipotéticamente que se le restituyera inmediatamente el total del depósito, recibiría una cantidad considerablemente menor de la moneda pactada (dólares estadounidenses), lo que da la pauta de la confiscación que se pretende cometer mediante la invocación de la emergencia pública. He de decir aquí que no se me pasa por alto la posibilidad de limitar el reclamo de las actoras en los términos de tal pesificación ordenada por la legislación de emergencia a la ya referida equivalencia de $1,40 por cada dólar estadounidense, y que expresamente pretenden los Bancos accionados. Al respecto es dable recordar que las relaciones contractuales pueden ser adaptadas a las nuevas circunstancias económicas, tanto mediante la revisión judicial de los contratos (art. 1198 del CC), como mediante el dictado de leyes de emergencia, procedimiento que cuenta con antecedentes en el derecho comparado (Ley Faillot de 1918 en Francia con motivo de la guerra de 1.914 y en EEUU legislación federal y estadual de alquileres: v. Expediente: 114.383, "BANCO DE LA PAMPA c/ BONAVETTI s/ EJEC. HIPOTECARIA" Sala I de esta Cámara del 27 marzo de 2002; y ley 11.157 entre otras en nuestro país, v. Expediente: 114.550 "CASTILLO Ricardo y CORVATTA Risaldo c/ BANCO DE LA PROVINCIA DE BS.AS. S/ AMPARO", considerando 11.- del voto del Dr. Viglizzo con cita Jurídico de de Alejandro la Pérez Emergencia" Hualde o suplemento "'Smith' de la o el revista Final La Ley del sistema "Depósitos Bancarios- restricciones" II marzo de 2002). Sin embargo, la particular relación de contrato bancario habida entre los actores y el Banco contó además con una protección legislativa extra, la ley 25.466 de intangibilidad de los depósitos, por lo que nos encontramos frente a la necesidad de analizar entonces el choque de la normas legislativas dictada por el Congreso y el Ejecutivo Nacional en uso de la facultad emanada del art. 99 CN y de la propia ley 25.561, exteriorizados en los arts. 1, 2 y 15 de la ley citada y 1 y 2 del decreto 214/02, frente al derecho de propiedad alegado por los amparistas, y en concreto si tal dicotomía resulta violatoria de los derechos garantizados por la Carta Magna. Poco o nada corresponde agregar aquí respecto del derecho de propiedad de los particulares (arts. 14 y 7 CN), salvo que el mismo, como todo derecho, aún garantizado por la Constitución Nacional es susceptible de sufrir restricciones a fin de garantizar el bien común. Pero tales limitaciones deben necesariamente, para no ofender la tutela constitucional, mantenerse dentro de dos parámetros: LEGALIDAD y RAZONABILIDAD. Corresponde entonces indagar si se superan tales límites. La situación de emergencia económico financiera que aqueja a nuestra Nación es por todos conocida y sin entrar en el análisis de los méritos y conveniencia de los actos de gobierno, el dictado del decreto 214, al amparo del inc. 3º del art. 99 de la Constitución Nacional, parece cumplir el primer requisito: de legalidad, obvio resulta decir que también cumple tal exigencia la ley 25.561 (el destacado viene en razón de ser distinta la interpretación dada por la Corte Suprema Nacional, como surge del fallo que infra referiré a mayor abundamiento). No encontramos la misma respuesta a poco que nos introducimos en el estudio de la razonabilidad de tales normas (art. 28 CN). Nos enseña BIDART CAMPOS que "para la constitucionalidad de la ley hace falta un cierto contenido de justicia. A este contenido de justicia lo llamamos razonabilidad. Su opuesto es la arbitrariedad ... ", esta "...regla de razonabilidad esta condensada en nuestra constitución en el art. 28 ..."Fundamentalmente la razonabilidad exige que el 'medio' escogido para alcanzar un 'fin' válido guarde relación proporción y aptitud suficientes con ese fin...", termina el autor sosteniendo que no es fácil dilucidarlo en cada situación pero que "...cabe sugerir que ese concepto jurídico indeterminado se esclarece cuando se penetra el núcleo esencial de cada derecho. Tal núcleo es el que no tolera supresión o, en otros términos, es ese núcleo el que no puede extinguirse, alterarse, dañarse o frustrarse. Cuando el núcleo queda preservado, toda otra limitación al derecho es razonable. Cuando el núcleo se afecta de la manera dicha, hay arbitrariedad e inconstitucionalidad..." (BIDART CAMPOS, "TRATADO ELEMENTAL DE DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO" Tº.I, pág. 361 y ss. #87, 89 y 93). Así planteada la cuestión, definido el derecho a preservar y la regla de razonabilidad que no deberían violar las normas cuestionadas, no cabe la menor duda que las mismas, en cuanto imponen un valor antojadizo al depósito de los recurrentes, licuándolo y convirtiéndolo en uno de entidad económica sensiblemente inferior a la real, al tiempo que impidieran disponer del mismo, importa un claro avasallamiento del derecho de propiedad sin que resulte de tal abuso siquiera la promesa de la reparación económica por parte del conjunto de la sociedad frente al cercenamiento de dicha propiedad, y además en los hechos, la disminución del patrimonio que venimos analizando redunda en beneficio de los Bancos accionados, sin serle exigible a los ahorristas que actúen frente al Ente Rector Financiero en protección de las entidades que captaron sus ahorros y los utilizaron indebidamente o toleraron -sobre sus reservas- la aplicación de normas repugnantes a nuestra constitución, para luego transferir el perjuicio a los ahorristas. Sólo cabe agregar, a mayor abundamiento de los precedentes fundamentos, que sobre el particular ya ha tenido oportunidad de pronunciarse al respecto la Suprema Corte Nacional en el conocido caso "Provincia de San Luis", en lo que destaco de importancia traer aquí, dijo dicho Tribunal refiriéndose a la ley 25.561 que "... de las diversas disposiciones de la ley, se desprende que la delegación normativa conferida al Poder Ejecutivo, ha quedado circunscripta a "establecer el sistema que determinará la relación de cambio entre el peso y las divisas extranjeras y dictar regulaciones cambiarias" (art. 2º), a reestructurar "las deudas con el sector financiero" (art. 6º, segundo párrafo), "establecer medidas compensatorias que eviten desequilibrios en las entidades financieras" (art. 6º, párrafo tercero) y disponer "las medidas tendientes a preservar el capital perteneciente a los ahorristas" (art. constitucional del 6º, párrafo plexo 5º). ... Que el examen normativo ... enunciado ha de la sido validez objeto de pronunciamiento por esta Corte en la causa "Banco de Galicia y Buenos Aires s/ solicita intervención urgente en autos: 'Smith, Carlos Antonio c/ Poder Ejecutivo Nacional o Estado Nacional'" (Fallos: 325:28), y voto concurrente del juez Fayt, cuyos fundamentos no han sido rebatidos por elementos de juicio idóneos para alterar las conclusiones a que allí se ha arribado, por lo que corresponde estar a la declaración de inconstitucionalidad decidida en dicho precedente al que cabe remitir, en lo pertinente, brevitatis causæ ... con posterioridad al dictado del fallo mencionado supra, el 4 de febrero de 2002, el Poder Ejecutivo Nacional dictó el decreto 214/02 ..." y siendo que " ... el rasgo más saliente del sistema sub examine es la notoria asimetría en el tratamiento de las situaciones que regula, lo cual -a su vez- torna inequitativo dar aquí una solución jurídica homogénea y uniforme a todas las hipótesis abarcadas por la norma. Por ello, todo lo que aquí se considere y decida quedará circunscripto exclusivamente a la situación planteada en este pleito, en el que se encuentra en juego la validez del art. 2º del decreto 214/02, ..." continúa el fallo diciendo que "...no es ocioso recordar, como lo ha puntualizado desde antaño el Tribunal, que la restricción que impone el Estado al ejercicio normal de los derechos patrimoniales debe ser razonable, limitada en el tiempo, un remedio y no una mutación en la sustancia o esencia del derecho adquirido por sentencia o contrato (Fallos: 243:467; 323: 1566, entre muchos otros). De ahí que los mecanismos ideados para superar la emergencia están sujetos a un límite y éste es su razonabilidad ..." . Y continuó el pronunciamiento "...Que el ejercicio del control de constitucionalidad con relación al decreto 214/02 exige examinar, en primer término, si la norma fue dictada dentro del ámbito de las facultades que le competen al Poder Ejecutivo Nacional. En efecto, decidir "...si un asunto ha sido, en alguna medida, conferido a otro poder del Estado, o si la acción de ese poder excede las facultades que le han sido otorgadas, es en si mismo un delicado ejercicio de interpretación constitucional y una responsabilidad de esta Corte como último intérprete de la Constitución" ("Baker v. Carr", 369 U.S. 186, 82 S.Ct. 691, 7 L. Ed. 2d. 663, 1962). ...., resulta claro que el Poder Ejecutivo ponderó diversas fases de la crisis y varias alternativas para su superación, pero es también evidente que no invocó una nueva situación de emergencia, diferente de la reconocida y declarada por el Congreso en la ley 25.561 y sobreviniente a la situación fáctica concluirse que, allí más contemplada allá de la ... En tales condiciones, ha de pertinencia de acudir a las facultades previstas en el art. 99 inc. 3º de la Constitución Nacional para dictar las medidas cuya constitucionalidad se examina, el Poder Ejecutivo no ha ejercido sus atribuciones fuera del ámbito de la emergencia declarada por el Congreso Nacional.- Por ende, las limitaciones establecidas en el art. 1º de la ley 25.561 resultan aplicables a su desempeño y, en consecuencia, también las pautas a las que el Poder Legislativo sometió la delegación de sus facultades, tal como lo establece el art. 76 de la Ley Fundamental ... lo que no es procedente es que, frente a una delegación -como la efectuada por el Congreso en la ley 25.561-, el Poder Ejecutivo ejerza facultades excepcionales, concebidas para ser desempeñadas en defecto de la actuación del Poder Legislativo y no en forma concurrente con él ... " es por ello que concluye la CS que "...cabe concluir, por lo expuesto, que en exceso de las facultades delegadas transformó, compulsiva bancarios efectuados por y en Congreso, el unilateralmente, el la moneda extranjera, Poder Ejecutivo sustancia al de disponer los su Nacional depósitos conversión a pesos, con apartamiento de lo dispuesto por la ley 25.561 y con una relación entre la moneda nacional y las divisas que no refleja el valor del capital originariamente mencionada y depositado.- los ulteriores Esa falta decretos de del concordancia Poder entre Ejecutivo la Nacional ley se patentiza aún más cuando se advierte que dicha ley no había derogado, sino que sólo había suspendido, la vigencia de la ley 25.466, en cuanto disponía la intangibilidad de los depósitos, y únicamente había autorizado el aplazamiento de los pagos que, según las previsiones de los arts. 617 y 619 del Código Civil y de la ley 25.466, debían hacerse en determinada moneda al 3 de diciembre de 2001. ... resulta evidente que lo que aquí se debate no es la equidad de un nuevo tipo de cambio para la moneda extranjera, sino la constitucionalidad de medidas adoptadas por el poder público que alteran en forma sustancial -y de modo diferenciado- las distintas relaciones jurídicas establecidas entre partes, afectando gravemente el derecho constitucional de propiedad y de igualdad ante la ley.- 39). Que, en el orden de ideas precedentemente descripto, ha de concluirse que el poder administrador, al margen de las directivas establecidas por el Poder Legislativo (art. 6, ley 25.561), desconoció -contra legem-, la sustancia de los depósitos bancarios efectuados en moneda extranjera, al ordenar su eventual -y postergada- restitución a un valor arbitrariamente fijado por ese mismo poder estatal, como parte de un complejo programa de "pesificación asimétrica" cuyo mérito y eficacia no compete a este Tribunal ponderar, pero que se proyecta, en el sub lite, como un grave agravio al derecho constitucional de propiedad.- 40) Que, desde esta perspectiva, el régimen puesto en tela de juicio ha consagrado contra una ley del Congreso, una grave lesión del derecho de propiedad, pues, como ha expresado Rafael Bielsa, "...en nuestro sistema el legislador no es el árbitro del derecho de propiedad: puede limitarlo, pero no desnaturalizarlo...Puede fijar el contenido del derecho frente a otros derechos, pero colectivo nada en todo tiene está que subordinado ver, y a menos la Constitución...El imperar, sobre las interés garantías constitucionales, y no se satisface con injusticias sino con los ingresos fiscales o recursos financieros como la Constitución lo dispone" (El Derecho de Propiedad en la Constitución, La Ley, Tomo 92, págs. 77/93).- 41) Que tanto lo precedentemente expuesto, como lo decidido en la causa "Smith" derivan de la razonada aplicación del art. 17 de la Constitución Nacional, en tanto dispone que "La propiedad es inviolable y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia firme fundada en ley". Soslayar su vigencia, cualesquiera sean las razones para enervar su recto contenido, importaría retirar a la República del concierto de naciones civilizadas, que contemplan el derecho de propiedad como uno de los pilares del respeto a los derechos inherentes a la persona y que configura una formidable base de impulso para el progreso de las naciones.- Si bien el Estado puede Nacional), reglamentar el ejercicio el de derecho esa de propiedad facultad no (art. puede 28 conducir Constitución a disminuir sustancialmente el valor de una cosa (Gunther, G., Constitutional Law, pág. 486, 13a Ed., The Foundation Press, New York, 1997).- 42) Que ha de recordarse también que la Constitución Nacional organiza una república en la que los ciudadanos, que participan de la formación del orden jurídico mediante la elección de quienes sancionarán las leyes, ostentan derechos de jerarquía supralegal. El reconocimiento que la Ley Fundamental efectúa de aquellos derechos, como preexistentes a su sanción, inclusive no enumerados, pero igualmente válidos -art. 33 de la Constitución Nacional-, traduce la existencia de una zona de reserva de los habitantes de la Nación en cuanto al ejercicio de sus derechos básicos, que se refleja en el sistema de control de constitucionalidad.... 51) Que las consideraciones precedentemente expuestas conducen a declarar la inconstitucionalidad del plexo normativo cuestionado... " (los destacados me pertenecen). Resultando entonces claramente inconstitucionales los arts. 1, 2 y 15 de la ley 25.561, 1 y 2 del decreto 214/02, como asimismo el decreto 1.570/01 (art. 2º), frente al derecho de propiedad alegado por el amparista, no solo surge diáfano su derecho a la restitución del depósito y en la moneda de origen (o su equivalente necesario para igualarla a valores de mercado libre) sino que además ello se ve reforzado por lo normado en la ley 25.466 cuyos preceptos resurgen frente a la declarada inconstitucionalidad del art. 15 de la ley 25.561 que suspende su aplicación hasta diciembre de 2003 o cuando el P.E. "considere superada la emergencia". VIII.- En conclusión, por las razones mencionadas propongo rechazar los agravios del banco recurrente, por lo que doy mi VOTO POR LA AFIRMATIVA Los Sres. Jueces Dres. VIGLIZZO y GARCIA FESTA por los mismos fundamentos votaron en igual sentido.A LA TERCERA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PILOTTI, DIJO: En atención al resultado arribado en la votación precedente, corresponde a este Tribunal entender en el recurso traído a la instancia y rechazar los agravios del banco demandado, confirmando la sentencia apelada. Costas de alzada al Banco demandado, por resultar vencido (art. 68 CPC). ASI LO VOTO. Los Sres. Jueces Dres. VIGLIZZO y GARCIA FESTA por los mismos ha quedado fundamentos votaron en igual sentido.Con lo que terminó este acuerdo dictándose la siguiente S E N T E N C I A Bahía Blanca, 18 de marzo de 2003.Y VISTOS: CONSIDERANDO: Que en el acuerdo precedente, resuelto que el Tribunal se encuentra habilitado para tratar el recurso y que la sentencia dictada a fs. 51/54 se ajusta a derecho.POR ELLO, y lo normado por los arts. 14, 16, 17, 28 y 31 de la Constitución Nacional; 10, 15, 20, y 31 de la Const. Provincial; 3, 607, 619 740 y 1137 del Cód. Civil; 68, 260 y cctes. del Cód. Proc., se confirma la sentencia apelada. Costas de alzada a cargo del Banco demandado por resultar vencido, a cuyo efecto, teniendo en cuenta la importancia del asunto y mérito de Salvador la Pedro labor MAIO desarrollada, y Francisco fíjanse G. los SOLARI honorarios FERNANDEZ en de las los Dres. sumas de SEISCIENTOS Y CUATROCIENTOS VEINTE PESOS, respectivamente (arts. 16, 21, 31 y 49 del Dec. Ley 8904).- Deposítense los adicionales de ley. Hágase saber y devuélvase.- Ante mí: