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Número de Orden: 109
Libro de Sentencias Nº 24
En la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, a los 18 de
marzo de dos mil tres, reunidos en acuerdo los Señores Jueces de la Sala Dos
de la Excma. Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial, Horacio C.
Viglizzo, Abelardo A. Pilotti y Osvaldo García Festa, para dictar sentencia
en los autos caratulados: "RANIERI Miguel Angel c/ BANK BOSTON N.A. S/
AMPARO (SUMARISIMO)", Expediente: 117.913 y practicado el sorteo pertinente
(arts. 168 de la Constitución de la Provincia y 263 del Cód. Procesal),
resultó que la votación debía tener lugar en el siguiente orden: Dres.
Pilotti,
Viglizzo
y
García
Festa,
resolviéndose
plantear
y
votar
las
siguientes
C U E S T I O N E S:
1ra.) Está habilitado el Tribunal para tratar el recurso?
2da.) ¿Se ajusta a derecho la sentencia dictada a fs. 51/54?
3ra.)
¿Que pronunciamiento corresponde dictar?
V O T A C I O N
A LA PRIMERA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PILOTTI DIJO:
Tras diversas contingencias procesales, la a quo rechazó a a fs. 44/45
vta. el planteo de incompetencia efectuado por la demandada.
Allí trató expresamente la sanción de la ley 12.871 de la Provincia de
Buenos Aires y la 25.587 de la Nación manteniendo este proceso, pese a su
dictado, en la competencia de la justicia ordinaria local (arts. 5, 75 inc.
12, 121 y 122 de la Constitución Nacional).
Contra
dicho
pronunciamiento,
pese
a
tener
acabado
conocimiento
la
accionada mediante el diligenciamiento de la cédula que luce a fs. 46, no la
recurrió, por lo que aquella resolución pasó en autoridad de cosa juzgada,
de tal modo que quedó allí definitivamente adquirida la competencia de esta
jurisdicción, precluyendo la posiblidad del Tribunal de apartarse de lo así
resuelto
(v.
"ARHIA,
A.
M.
c/
BANK BOSTON N.A. S/ AMPARO", Expediente
116.505 y "SERRANO DE BILBAO, L. c/ BANCO DE LA PROVINCIA DE BS. AS. S/
AMPARO", Expediente 116.884, de esta Sala). El principio de preclusión que
se encuentra inmerso en el ámbito conceptual de orden público, hace que los
actos cumplidos sin oportuna impugnación queden firmes, y que no pueda ser
renovada la cuestión en el mismo proceso (doct. arts. 4 y 350 CPC).
Corresponde
entonces
mantener
la
competencia
así
adquirida
definitivamente en autos, pese al nuevo criterio sustentado al respecto por
esta Sala en seguimiento de la postura evidenciada por la Corte Suprema de
la Nación tanto en los autos "Melli, Hugo Ariel c/ Banco Río de la Plata
S.A. suc. Resistencia s/Acción de amparo y medida cautelar" como en los
caratulados "Juzgado Federal nº 4 con asiento en la ciudad de La Plata
s/Planteo inhibitoria" (ambos del 18/07/02), y expedirse sobre el fondo de
la cuestión traída a esta instancia.
Voto por la AFIRMATIVA.
Los
Sres.
Jueces
Dres.
VIGLIZZO
fundamentos votaron en igual sentido.-
y
GARCIA
FESTA
por
los
mismos
A LA SEGUNDA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PILOTTI DIJO:
I.- Demandó en autos MIGUEL ANGEL RANIERI por vía de amparo contra la
sucursal Bahía Blanca del BANK BOSTON N.A. a fin de hacer cesar todo acto u
omisión de sus funcionarios que se opusiera e impidiera ejercer sus derechos
constitucionales y para que se declare a su respecto la inconstitucionalidad
del
decreto
resolución
del
PEN
1570/2001
modificado
46/02
del
M.E.,
Dec.
del
por
214/02
el
del
1606/2001
P.E.N.
(art.
(arts.
2
1),
y
8)
Comunicación A 3467 BCRA, Ley 25.561 (art. 15 que suspende la ley 25.446), y
se ordene la disponibilidad de los fondos que tenía depositados en Caja de
Ahorros en Dólares N 0539/11004101/03 con saldo de U$S 18.282,84. Solicitó
también que dicho reintegro lo sea en la moneda de origen o en pesos
suficientes para adquirir la cantidad de aquella moneda en el mercado libre
de
cambio
del
impugnadas,
el
país.
Profusamente
ataque
a
la
describió
los
constitucionalidad
de
hechos,
las
las
normas
normas
citadas
y
fundamentos de su pretensión.
El Juzgado dio trámite a la causa en los términos del art. 496 del CPC
en atención a lo normado por el art. 321 inc. 1º del mismo cuerpo legal (fs.
41).
II.- A fs. 26 respondió la acción el BANKBOSTON N.A. Reconoció la
relación que vinculó a las partes (Caja de Ahorros en Dólares ). Negó haber
dejado
de
respetar
las
condiciones
contractuales,
alegó
cumplir
disposiciones vigentes emanadas del Gobierno Nacional. Invocó su falta de
legitimación pasiva pues sólo se limitó a cumplir la legislación vigente.
Describió la situación financiera frente a la pesificación, incluídas sus
reservas propias imputando toda la responsabilidad una vez más al Gobierno
Nacional a quien solicitó sea citado como tercero, finalmente solicitó se lo
exima de las costas o se las imponga en el orden causado.
III.-
El
a
quo
dictó
sentencia
condenando
al
banco
demandado
a
restituir a la accionante la suma de U$S18.282,84 o la equivalente en pesos
para adquirir dicha moneda en el mercado libre el día de la devolución
contra el BANKBOSTON N.A. e imponiendo las costas.
Contra
dicho
pronunciamiento
se
alzó
el
BANKBOSTON
N.A.
a
fs.
55
(escrito desglosado a fs. 56) sosteniendo su recurso con el memorial de fs.
57, replicado por la parte actora a fs. 65.
IV.- En su sentencia el a quo, con citas de pronunciamientos de ambas
Salas de este Tribunal y de lo decidido por la C.S.N en el caso "Smith",
hizo lugar a la demanda instaurada.
V.- Se agravió el Banco demandado al sostener que el a quo no valoró
suficientemente
la
emergencia
ni
apreció
el
perjuicio
que
lo
decidido
representa para su parte, reeditando una larga y prolija defensa de la
constitucionalidad de las normas fulminadas en su aplicación al caso por la
sentencia apelada.
VI.- La sentencia apelada, ha aceptado el cuestionamiento actoral de la
normativa en virtud de la cual se le niega el reintegro en la moneda de
origen de su dinero depositado oportunamente en la entidad accionada, y con
sustento
en
reiterados
fallos
de
este
Tribunal
(por
sus
dos
salas),
entendiéndolos
sustentados
en
la
doctrina
trazada
por
la
Corte
Suprema
Nacional en el caso "Smith" receptó in totum la pretensión actoral.
El ataque del apelante, puntual y certero, no obstante no puede variar
lo decidido en la instancia de origen.
Ni siquiera se ha cuestionado la elección de la vía abreviada que
estamos transitando, no obstante lo cual al respecto he dicho y reitero que,
la operatividad que se reconoce a los arts. 43 de la Constitución Nacional y
20 de la Constitución de la Provincia, no obstan a la aplicación de las
normas reglamentarias de dicho proceso especial, respecto de los actos de
autoridad pública (ley 7166) o de particulares (art. 321 inc. 1º CPC) y
resulta claro que la referencia de la última norma -en cuya virtud tramita
esta causa- en cuanto a que para su procedencia se condiciona a que "la
cuestión, por su naturaleza, no deba sustanciarse por alguno de los procesos
establecidos
por
éste
Código
u
otras
leyes",
no
ha
de
juzgarse
exclusivamente en función de la conveniencia de los actores, sino en base a
los requerimientos de la pretensión ejercitada, de todos modos, en el actual
estado de la causa, y en especial habida cuenta que el proceso sumarísimo es
en
definitiva
un
proceso
de
conocimiento
que
resguarda
debidamente
el
contradictorio, no se observa impedimento para analizar la fundabilidad de
la pretensión ejercida dentro del mismo, cuando remitir a los actores a
transitar una nueva vía procesal, sólo colocaría a las partes luego de un
trámite -más o menos prolongado- en la misma situación procesal alcanzada en
autos, pues la discusión es de puro derecho, las partes han expuesto y
fundado sus puntos de vista sin limitaciones, no se requiere la producción
de prueba y sólo resta decidir sobre la constitucionalidad y aplicación de
las normas atacadas por los actores y defendidas por la accionada.
En lo atinente al fondo de la cuestión juzgada, cabe reiterar lo ya
valorado recurrentemente por esta Tribunal frente a planteos similares en el
sentido que el actor, y todos los habitantes que depositaron sus ahorros en
los Bancos instalados en el País actuaron en consonancia con los intereses
generales, pues tales colocaciones de fondos privados en las instituciones
de crédito permiten el funcionamiento de la economía general y posibilitan
la
riqueza
de
las
naciones,
a
través
del
impulso
que
le
dan
a
la
agricultura, ganadería, industria, al comercio y a los servicios requeridos
para
el
funcionamiento
de
la
sociedad,
actividades
motorizadas
por
la
utilización racional del crédito disponible a tales fines.
De
modo
que
atribuirle
al
sector
de
ahorristas
particulares
(en
general) y a Miguel Angel Ranieri (en particular) el mayor costo de la
crisis y responsabilizarlos implícitamente de la situación de emergencia que
ellos no provocaron, implica una desnaturalización del derecho, ya que los
castiga por haber depositado sus ahorros en los Bancos que funcionan en el
territorio nacional y por haber confiado en las autoridades gubernamentales
que les aseguraron la intangibilidad de sus ahorros y en la moneda que ellos
habían depositado.
El argumento del Banco accionado, relativo a no ser legitimado pasivos
(lo sería el Estado Nacional), no es atendible.
El contrato bancario de Caja de Ahorros en Dólares N 0539/11004101/03
con saldo de U$S 18.282,84, el actor lo concertó con la entidad bancaria,
depositaria de esas cantidades, por lo que ante la falta de pago de dichos
importes
(más
intereses),
la
reclamación
debía
dirigirse
necesariamente
contra esa entidad, sujeto pasivo de las obligaciones de restituirlos.
Lógicamente el Banco no es el autor de las normas cuya declaración de
inconstitucionalidad
reclamó
la
parte
actora,
pero
ello
no
excluye
la
legitimación pasiva de aquél frente a la primera, porque son los Bancos los
que se obligaron a restituir las cantidades de dinero en moneda extranjera
que le dejaron en depósito como inversión financiera.
De modo que los actos contra los cuales reclama el ahorrista han sido
cometidos por la entidad demandada que se negó a reintegrarle los montos
depositados,
apoyándose
en
normas
que
proponen
sean
declaradas
inconstitucionales en su aplicación a cada caso concreto, por restringir y
alterar, con arbitrariedad e ilegalidad manifiesta, el derecho de propiedad
del
actor,
garantizado
por
la
Constitución
Nacional.
Ese
derecho
de
propiedad sobre las cantidades de dinero en moneda extranjera depositada en
el Banco resulta violado desde que se extiende el plazo de restitución
mediante la reprogramación de aquél y se lo obliga a recibir el monto en
cantidades fraccionadas, en distinta moneda de la pactada, y de valor muy
inferior al que tendrá al tiempo de su cancelación, como lo evidencia que la
conversión de los dólares a pesos se hace a razón de $1,40 por cada dólar
(art. 2 del Dec. 214), cuando la cotización de esa moneda extranjera en la
actualidad
y
aún
transcurrido
poco
más
de
tres
meses
de
la
fecha
del
decreto, ya superaba largamente los $ 3.- por dólar estadounidense. Es decir
que
a
esta
paridad,
el
actor,
suponiendo
hipotéticamente
que
se
le
restituyera inmediatamente el total del depósito, recibiría una cantidad
considerablemente menor de la moneda pactada (dólares estadounidenses), lo
que da la pauta de la confiscación que se pretende cometer mediante la
invocación de la emergencia pública.
He de decir aquí que no se me pasa por alto la posibilidad de limitar
el reclamo de las actoras en los términos de tal pesificación ordenada por
la legislación de emergencia a la ya referida equivalencia de $1,40 por cada
dólar estadounidense, y que expresamente pretenden los Bancos accionados. Al
respecto
es
dable
recordar
que
las
relaciones
contractuales
pueden
ser
adaptadas a las nuevas circunstancias económicas, tanto mediante la revisión
judicial de los contratos (art. 1198 del CC), como mediante el dictado de
leyes de emergencia, procedimiento que cuenta con antecedentes en el derecho
comparado (Ley Faillot de 1918 en Francia con motivo de la guerra de 1.914 y
en
EEUU
legislación
federal
y
estadual
de
alquileres:
v.
Expediente:
114.383, "BANCO DE LA PAMPA c/ BONAVETTI s/ EJEC. HIPOTECARIA" Sala I de
esta Cámara del 27 marzo de 2002; y ley 11.157 entre otras en nuestro país,
v. Expediente: 114.550 "CASTILLO Ricardo y CORVATTA Risaldo c/ BANCO DE LA
PROVINCIA DE BS.AS. S/ AMPARO", considerando 11.- del voto del Dr. Viglizzo
con
cita
Jurídico
de
de
Alejandro
la
Pérez
Emergencia"
Hualde
o
suplemento
"'Smith'
de
la
o
el
revista
Final
La
Ley
del
sistema
"Depósitos
Bancarios- restricciones" II marzo de 2002). Sin embargo, la particular
relación de contrato bancario habida entre los actores y el Banco contó
además con una protección legislativa extra, la ley 25.466 de intangibilidad
de los depósitos, por lo que nos encontramos frente a la necesidad de
analizar
entonces
el
choque
de
la
normas
legislativas
dictada
por
el
Congreso y el Ejecutivo Nacional en uso de la facultad emanada del art. 99
CN y de la propia ley 25.561, exteriorizados en los arts. 1, 2 y 15 de la
ley citada y 1 y 2 del decreto 214/02, frente al derecho de propiedad
alegado
por
los
amparistas,
y
en
concreto
si
tal
dicotomía
resulta
violatoria de los derechos garantizados por la Carta Magna.
Poco o nada corresponde agregar aquí respecto del derecho de propiedad
de los particulares (arts. 14 y 7 CN), salvo que el mismo, como todo
derecho, aún garantizado por la Constitución Nacional es susceptible de
sufrir
restricciones
a
fin
de
garantizar
el
bien
común.
Pero
tales
limitaciones deben necesariamente, para no ofender la tutela constitucional,
mantenerse dentro de dos parámetros: LEGALIDAD y RAZONABILIDAD. Corresponde
entonces indagar si se superan tales límites.
La situación de emergencia económico financiera que aqueja a nuestra
Nación es por todos conocida y sin entrar en el análisis de los méritos y
conveniencia de los actos de gobierno, el dictado del decreto 214, al amparo
del inc. 3º del art. 99 de la Constitución Nacional, parece cumplir el
primer requisito: de legalidad, obvio resulta decir que también cumple tal
exigencia la ley 25.561 (el destacado viene en razón de ser distinta la
interpretación dada por la Corte Suprema Nacional, como surge del fallo que
infra referiré a mayor abundamiento).
No encontramos la misma respuesta a poco que nos introducimos en el
estudio de la razonabilidad de tales normas (art. 28 CN).
Nos enseña BIDART CAMPOS que "para la constitucionalidad de la ley hace
falta un cierto contenido de justicia. A este contenido de justicia lo
llamamos razonabilidad. Su opuesto es la arbitrariedad ... ", esta "...regla
de razonabilidad esta condensada en nuestra constitución en el art. 28
..."Fundamentalmente la razonabilidad exige que el 'medio' escogido para
alcanzar un 'fin' válido guarde relación proporción y aptitud suficientes
con ese fin...", termina el autor sosteniendo que no es fácil dilucidarlo en
cada
situación
pero
que
"...cabe
sugerir
que
ese
concepto
jurídico
indeterminado se esclarece cuando se penetra el núcleo esencial de cada
derecho. Tal núcleo es el que no tolera supresión o, en otros términos, es
ese núcleo el que no puede extinguirse, alterarse, dañarse o frustrarse.
Cuando
el
núcleo
queda
preservado,
toda
otra
limitación
al
derecho
es
razonable. Cuando el núcleo se afecta de la manera dicha, hay arbitrariedad
e inconstitucionalidad..." (BIDART CAMPOS, "TRATADO ELEMENTAL DE DERECHO
CONSTITUCIONAL ARGENTINO" Tº.I, pág. 361 y ss. #87, 89 y 93).
Así planteada la cuestión, definido el derecho a preservar y la regla
de razonabilidad que no deberían violar las normas cuestionadas, no cabe la
menor duda que las mismas, en cuanto imponen un valor antojadizo al depósito
de los recurrentes, licuándolo y convirtiéndolo en uno de entidad económica
sensiblemente inferior a la real, al tiempo que impidieran disponer del
mismo, importa un claro avasallamiento del derecho de propiedad sin que
resulte de tal abuso siquiera la promesa de la reparación económica por
parte
del
conjunto
de
la
sociedad
frente
al
cercenamiento
de
dicha
propiedad, y además en los hechos, la disminución del patrimonio que venimos
analizando redunda en beneficio de los Bancos accionados, sin serle exigible
a los ahorristas que actúen frente al Ente Rector Financiero en protección
de las entidades que captaron sus ahorros y los utilizaron indebidamente o
toleraron -sobre sus reservas- la aplicación de normas repugnantes a nuestra
constitución, para luego transferir el perjuicio a los ahorristas.
Sólo cabe agregar, a mayor abundamiento de los precedentes fundamentos,
que sobre el particular ya ha tenido oportunidad de pronunciarse al respecto
la Suprema Corte Nacional en el conocido caso "Provincia de San Luis", en lo
que destaco de importancia traer aquí, dijo dicho Tribunal refiriéndose a la
ley 25.561 que "... de las diversas disposiciones de la ley, se desprende
que
la
delegación
normativa
conferida
al
Poder
Ejecutivo,
ha
quedado
circunscripta a "establecer el sistema que determinará la relación de cambio
entre el peso y las divisas extranjeras y dictar regulaciones cambiarias"
(art. 2º), a reestructurar "las deudas con el sector financiero" (art. 6º,
segundo
párrafo),
"establecer
medidas
compensatorias
que
eviten
desequilibrios en las entidades financieras" (art. 6º, párrafo tercero) y
disponer "las medidas tendientes a preservar el capital perteneciente a los
ahorristas"
(art.
constitucional
del
6º,
párrafo
plexo
5º).
...
Que
el
examen
normativo
...
enunciado
ha
de
la
sido
validez
objeto
de
pronunciamiento por esta Corte en la causa "Banco de Galicia y Buenos Aires
s/ solicita intervención urgente en autos: 'Smith, Carlos Antonio c/ Poder
Ejecutivo Nacional o Estado Nacional'" (Fallos: 325:28), y voto concurrente
del juez Fayt, cuyos fundamentos no han sido rebatidos por elementos de
juicio idóneos para alterar las conclusiones a que allí se ha arribado, por
lo que corresponde estar a la declaración de inconstitucionalidad decidida
en dicho precedente al que cabe remitir, en lo pertinente, brevitatis causæ
... con posterioridad al dictado del fallo mencionado supra, el 4 de febrero
de 2002, el Poder Ejecutivo Nacional dictó el decreto 214/02 ..." y siendo
que " ... el rasgo más saliente del sistema sub examine es la notoria
asimetría en el tratamiento de las situaciones que regula, lo cual -a su
vez- torna inequitativo dar aquí una solución jurídica homogénea y uniforme
a todas las hipótesis abarcadas por la norma. Por ello, todo lo que aquí se
considere
y
decida
quedará
circunscripto
exclusivamente
a
la
situación
planteada en este pleito, en el que se encuentra en juego la validez del
art. 2º del decreto 214/02, ..." continúa el fallo diciendo que "...no es
ocioso recordar, como lo ha puntualizado desde antaño el Tribunal, que la
restricción
que
impone
el
Estado
al
ejercicio
normal
de
los
derechos
patrimoniales debe ser razonable, limitada en el tiempo, un remedio y no una
mutación en la sustancia o esencia del derecho adquirido por sentencia o
contrato (Fallos: 243:467; 323: 1566, entre muchos otros). De ahí que los
mecanismos ideados para superar la emergencia están sujetos a un límite y
éste es su razonabilidad ..." . Y continuó el pronunciamiento "...Que el
ejercicio del control de constitucionalidad con relación al decreto 214/02
exige examinar, en primer término, si la norma fue dictada dentro del ámbito
de las facultades que le competen al Poder Ejecutivo Nacional. En efecto,
decidir "...si un asunto ha sido, en alguna medida, conferido a otro poder
del Estado, o si la acción de ese poder excede las facultades que le han
sido otorgadas, es en si mismo un delicado ejercicio de interpretación
constitucional y una responsabilidad de esta Corte como último intérprete de
la Constitución" ("Baker v. Carr", 369 U.S. 186, 82 S.Ct. 691, 7 L. Ed. 2d.
663, 1962). ...., resulta claro que el Poder Ejecutivo ponderó diversas
fases de la crisis y varias alternativas para su superación, pero es también
evidente que no invocó una nueva situación de emergencia, diferente de la
reconocida y declarada por el Congreso en la ley 25.561 y sobreviniente a la
situación
fáctica
concluirse
que,
allí
más
contemplada
allá
de
la
...
En
tales
condiciones,
ha
de
pertinencia de acudir a las facultades
previstas en el art. 99 inc. 3º de la Constitución Nacional para dictar las
medidas
cuya
constitucionalidad
se
examina,
el
Poder
Ejecutivo
no
ha
ejercido sus atribuciones fuera del ámbito de la emergencia declarada por el
Congreso Nacional.- Por ende, las limitaciones establecidas en el art. 1º de
la ley 25.561 resultan aplicables a su desempeño y, en consecuencia, también
las pautas a las que el Poder Legislativo sometió la delegación de sus
facultades, tal como lo establece el art. 76 de la Ley Fundamental ... lo
que no es procedente es que, frente a una delegación -como la efectuada por
el
Congreso
en
la
ley
25.561-,
el
Poder
Ejecutivo
ejerza
facultades
excepcionales, concebidas para ser desempeñadas en defecto de la actuación
del Poder Legislativo y no en forma concurrente con él ... " es por ello que
concluye la CS que "...cabe concluir, por lo expuesto, que en exceso de las
facultades
delegadas
transformó,
compulsiva
bancarios
efectuados
por
y
en
Congreso,
el
unilateralmente,
el
la
moneda
extranjera,
Poder
Ejecutivo
sustancia
al
de
disponer
los
su
Nacional
depósitos
conversión
a
pesos, con apartamiento de lo dispuesto por la ley 25.561 y con una relación
entre la moneda nacional y las divisas que no refleja el valor del capital
originariamente
mencionada
y
depositado.-
los
ulteriores
Esa
falta
decretos
de
del
concordancia
Poder
entre
Ejecutivo
la
Nacional
ley
se
patentiza aún más cuando se advierte que dicha ley no había derogado, sino
que sólo había suspendido, la vigencia de la ley 25.466, en cuanto disponía
la
intangibilidad
de
los
depósitos,
y
únicamente
había
autorizado
el
aplazamiento de los pagos que, según las previsiones de los arts. 617 y 619
del Código Civil y de la ley 25.466, debían hacerse en determinada moneda al
3 de diciembre de 2001. ... resulta evidente que lo que aquí se debate no es
la equidad de un nuevo tipo de cambio para la moneda extranjera, sino la
constitucionalidad de medidas adoptadas por el poder público que alteran en
forma sustancial -y de modo diferenciado- las distintas relaciones jurídicas
establecidas entre partes, afectando gravemente el derecho constitucional de
propiedad y de igualdad ante la ley.- 39). Que, en el orden de ideas
precedentemente descripto, ha de concluirse que el poder administrador, al
margen de las directivas establecidas por el Poder Legislativo (art. 6, ley
25.561), desconoció -contra legem-, la sustancia de los depósitos bancarios
efectuados
en
moneda
extranjera,
al
ordenar
su
eventual
-y
postergada-
restitución a un valor arbitrariamente fijado por ese mismo poder estatal,
como parte de un complejo programa de "pesificación asimétrica" cuyo mérito
y eficacia no compete a este Tribunal ponderar, pero que se proyecta, en el
sub lite, como un grave agravio al derecho constitucional de propiedad.- 40)
Que,
desde
esta
perspectiva,
el
régimen
puesto
en
tela
de
juicio
ha
consagrado contra una ley del Congreso, una grave lesión del derecho de
propiedad, pues, como ha expresado Rafael Bielsa, "...en nuestro sistema el
legislador no es el árbitro del derecho de propiedad: puede limitarlo, pero
no desnaturalizarlo...Puede fijar el contenido del derecho frente a otros
derechos,
pero
colectivo
nada
en
todo
tiene
está
que
subordinado
ver,
y
a
menos
la
Constitución...El
imperar,
sobre
las
interés
garantías
constitucionales, y no se satisface con injusticias sino con los ingresos
fiscales o recursos financieros como la Constitución lo dispone" (El Derecho
de Propiedad en la Constitución, La Ley, Tomo 92, págs. 77/93).- 41) Que
tanto lo precedentemente expuesto, como lo decidido en la causa "Smith"
derivan de la razonada aplicación del art. 17 de la Constitución Nacional,
en tanto dispone que "La propiedad es inviolable y ningún habitante de la
Nación puede ser privado de ella, sino en virtud de sentencia firme fundada
en ley". Soslayar su vigencia, cualesquiera sean las razones para enervar su
recto contenido, importaría retirar a la República del concierto de naciones
civilizadas, que contemplan el derecho de propiedad como uno de los pilares
del respeto a los derechos inherentes a la persona y que configura una
formidable base de impulso para el progreso de las naciones.- Si bien el
Estado
puede
Nacional),
reglamentar
el
ejercicio
el
de
derecho
esa
de
propiedad
facultad
no
(art.
puede
28
conducir
Constitución
a
disminuir
sustancialmente el valor de una cosa (Gunther, G., Constitutional Law, pág.
486,
13a
Ed.,
The
Foundation
Press,
New
York,
1997).-
42)
Que
ha
de
recordarse también que la Constitución Nacional organiza una república en la
que
los
ciudadanos,
que
participan
de
la
formación
del
orden
jurídico
mediante la elección de quienes sancionarán las leyes, ostentan derechos de
jerarquía supralegal. El reconocimiento que la Ley Fundamental efectúa de
aquellos derechos, como preexistentes a su sanción, inclusive no enumerados,
pero igualmente válidos -art. 33 de la Constitución Nacional-, traduce la
existencia de una zona de reserva de los habitantes de la Nación en cuanto
al ejercicio de sus derechos básicos, que se refleja en el sistema de
control
de
constitucionalidad....
51)
Que
las
consideraciones
precedentemente expuestas conducen a declarar la inconstitucionalidad del
plexo normativo cuestionado... " (los destacados me pertenecen).
Resultando entonces claramente inconstitucionales los arts. 1, 2 y 15
de la ley 25.561, 1 y 2 del decreto 214/02, como asimismo el decreto
1.570/01 (art. 2º), frente al derecho de propiedad alegado por el amparista,
no solo surge diáfano su derecho a la restitución del depósito y en la
moneda de origen (o su equivalente necesario para igualarla a valores de
mercado libre) sino que además ello se ve reforzado por lo normado en la ley
25.466 cuyos preceptos resurgen frente a la declarada inconstitucionalidad
del art. 15 de la ley 25.561 que suspende su aplicación hasta diciembre de
2003 o cuando el P.E. "considere superada la emergencia".
VIII.- En conclusión, por las razones mencionadas propongo rechazar los
agravios del banco recurrente, por lo que doy mi VOTO POR LA AFIRMATIVA
Los
Sres.
Jueces
Dres.
VIGLIZZO
y
GARCIA
FESTA
por
los
mismos
fundamentos votaron en igual sentido.A LA TERCERA CUESTION EL SR. JUEZ DR. PILOTTI, DIJO:
En
atención
al
resultado
arribado
en
la
votación
precedente,
corresponde a este Tribunal entender en el recurso traído a la instancia y
rechazar los agravios del banco demandado, confirmando la sentencia apelada.
Costas de alzada al Banco demandado, por resultar vencido (art. 68
CPC).
ASI LO VOTO.
Los
Sres.
Jueces
Dres.
VIGLIZZO
y
GARCIA
FESTA
por
los
mismos
ha
quedado
fundamentos votaron en igual sentido.Con lo que terminó este acuerdo dictándose la siguiente
S E N T E N C I A
Bahía Blanca, 18 de marzo de 2003.Y
VISTOS:
CONSIDERANDO:
Que
en
el
acuerdo
precedente,
resuelto que el Tribunal se encuentra habilitado para tratar el recurso y
que la sentencia dictada a fs. 51/54 se ajusta a derecho.POR ELLO, y lo normado por los arts. 14, 16, 17, 28 y 31 de la
Constitución Nacional; 10, 15, 20, y 31 de la Const. Provincial; 3, 607, 619
740 y 1137 del Cód. Civil; 68, 260 y cctes. del Cód. Proc., se confirma la
sentencia apelada. Costas de alzada a cargo del Banco demandado por resultar
vencido, a cuyo efecto, teniendo en cuenta la importancia del asunto y
mérito
de
Salvador
la
Pedro
labor
MAIO
desarrollada,
y
Francisco
fíjanse
G.
los
SOLARI
honorarios
FERNANDEZ
en
de
las
los
Dres.
sumas
de
SEISCIENTOS Y CUATROCIENTOS VEINTE PESOS, respectivamente (arts. 16, 21, 31
y 49 del Dec. Ley 8904).- Deposítense los adicionales de ley. Hágase saber y
devuélvase.-
Ante mí:
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