CLASE 11 S. Shavell Es notable cómo las inversiones en seguridad por parte de los individuos excede a las inversiones en seguridad por parte del Estado. Una “precaución observable” es aquella que el ladrón puede ver: rejas, alarmas exteriores, guardias de seguridad patrullando, etc. En cambio, una “precaución no observable” es toda aquella medida de seguridad que el individuo posee dentro de su casa: alarmas interiores, cajas de seguridad, armas, etc. El objetivo de la víctima potencial es minimizar los daños causados por un eventual robo. Es decir, la cantidad que la víctima espera que le robarán (cantidad esperada) más el costo de la precaución. Esta suma constituirá el costo total de que le roben. Si las precauciones son observables habrá dos beneficios para la víctima. Primero, estas precauciones harán que el ladrón opte por robar en otro lugar. Esto se conoce como “redistribución del delito”. Segundo, estas precauciones pueden reducir la cantidad total de lo que robará el ladrón, ya que se le complicará entrar al lugar y tardará más tiempo. Esto se conoce como el “efecto de disminución del robo”. Si las precauciones son “no observables” entonces el efecto benéfico para la víctima potencial es el segundo, el “efecto de disminución del robo”. Así, es deseable que los individuos se unan para combatir el delito gastando en precauciones que no sólo los beneficien a ellos individualmente, sino también al conjunto de la sociedad. Si un actor externo organiza la forma en que los individuos deben protegerse, y asumiendo que todos se protegen de la misma manera, se producirá el “efecto de disminución del robo” a la vez que desaparecerá la “redistribución del delito”. El objetivo social es minimizar los costos de precaución más los costos de los robos. Dado el objetivo social, lo que nos importa es acabar con la “redistribución del delito”. Las asunciones básicas que hace el “paper” son: todas las potenciales víctimas son neutrales ante el riesgo y pueden gastar en precauciones. Cuanto más gasten en precauciones, menos será la cantidad robada por el ladrón: x= nivel de precaución; x > 0 = que 0; y s(x) es la cantidad robada por el ladrón; s(x) > 0, s´(x) < 0 y s´´(x) > 0; p = la probabilidad del robo. Ahora, para los ladrones: e = esfuerzo que hace el ladrón para robar; e > o = que 0; y c(e) = al costo del ladrón por el esfuerzo; c(0) = 0, c´(e) > 0, y c´´(e) > 0. Por cada unidad de esfuerzo el ladrón entra a una casa y obtiene s(x). En equilibrio todas las potenciales víctimas elegirán el mismo nivel de x y asumimos que los ladrones sabrán cual será su s(x). Así, la función a maximizar para el ladrón es e s (x) – c (e). Así, e se determina por s (x) = c´ (e) ó e = e(x). Luego obtenemos (NO PREGUNTEN DE DONDE) que e´(x) = s´(x)/ c´´(e) < 0. Si los individuos invierten en precauciones “no observables”, el nivel de p no disminuye ya que los ladrones no pueden ver a primera vista esas precauciones. Si las víctimas pueden coordinar su nivel de precauciones, entonces lo que van a intentar minimizar es p (x) s (x) + x ya que tomarán en cuenta como sus acciones colectivas afectarán x, lo que afectará e y p. El nivel óptimo de precaución colectiva excede nivel de equilibrio de precaución cuando las precauciones son “no observables”. Como conclusión, el Estado debería alentar las precauciones “observables” (asumiendo que conoce el nivel óptimo de precaución). Los individuos pueden transformar sus precauciones “no observables” en “observables” de diversas formas, como por ejemplo colgando un cartel fuera de su casa con el objetivo de que se sepa que una alarma ha sido instalada. Si el nivel de precaución de los individuos está siendo bajo, el Estado puede subsidiar la precaución. En cambio, si es demasiado alto, puede cobrar impuestos extra. I. Ayres & S. Levitt Las inversiones privadas en seguridad generan diversas externalidades. Las medidas de seguridad observables redistribuyen el crimen hacia aquellas personas que no están protegidas. Las medidas de seguridad no observables pueden generar externalidades positivas ya que los criminales no pueden determinar, a primera vista, quienes están protegidos y quienes no. Las inversiones privadas en seguridad sobrepasan a las inversiones del Estado en la materia. Con Lojack, un radio transmisor pequeño es escondido en uno de los muchos lugares posibles del auto. Lojack es un ejemplo de una externalidad positiva generada por un sistema de protección no observable. Hay varias razones por las que la presencia de Lojack hace que los robos de autos sean menos beneficiosos para el criminal. Primero, Lojack ha generado el descubrimiento y clausura de numerosos desarmaderos de autos. Segundo, datos recolectados en California sugieren que la taza de arrestos de ladrones de vehículos equipados con Lojack es tres veces más grande que la taza de arrestos de ladrones de vehículos que no están equipados con Lojack. Con respecto a las inversiones en seguridad observables, el incremento de seguridad en la persona i aumenta la victimización de la persona j. Así, el nivel óptimo de auto protección individual excede el óptimo social. Debido a Lojack, los ladrones de autos profesionales suelen conducir el auto robado por un momento, para luego dejarlo en algún lugar. Luego abandonan el lugar y vuelven pasado un determinado período de tiempo. Si el auto está, es porque probablemente no tenga Lojack y así lo llevan al desarmadero. Así, tenga o no tenga Lojack un auto, esta medida de seguridad aumenta los costos del ladrón profesional. Además de ser una medida disuasoria, Lojack puede reducir los crímenes para los cuales se utilizan autos robados. En conclusión, Lojack es un ejemplo de una medida de seguridad no observable que genera una externalidad positiva, reduce la tasa de robos de autos y no incrementa la comisión de otros crímenes. CLASE 12 L&E Capítulo 11 Ya fue resumido para la clase 9.