TEMA 4. LA SOCIEDAD ANÓNIMA 1. INTRODUCCIÓN La

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TEMA 4. LA SOCIEDAD ANÓNIMA
1. INTRODUCCIÓN
La importancia de la SA como prototipo de sociedad capitalista ha sido históricamente
muy superior al resto de formas sociales. Dos factores han contribuido a su éxito: la
división del capital en acciones y la no responsabilidad de los socios por las deudas de
la sociedad. Hoy en día adquieren cada vez más importancia otras sociedades de
régimen más flexible (abiertas) como la SL, quedando cada vez más reducido el
ámbito de la SA a las grandes empresas, ello no obstante, la sociedad anónima no ha
perdido su gran importancia y significación como forma de organización societaria,
incluso para determinadas entidades (todas las cotizadas en Bolsa) es obligatoria la
SA.
En España la SA es la forma arquetípica de las sociedades de capitalistas (Garrigues
la refiere expresivamente cono “capital social con personalidad jurídica), capital social
que se encuentra dividido en acciones de fácil circulación. Recientemente, el
legislador español ha refundido toda la materia relativa a las sociedades de capital
mediante RD Legislativo 1/2010 que aprueba el texto refundido de la Ley de
Sociedades de Capital (LSC) (Referencia)
Hemos señalado que la responsabilidad de los socios por las deudas sociales es
limitada, es decir, los acreedores de la SA sólo pueden exigir a los socios el pago de la
parte de la acción no desembolsada (llamados dividendos pasivos). Las deudas de la
SA corresponde pagarlas a la propia persona jurídica que tiene, como el resto de
sujetos de derecho, una responsabilidad universal o ilimitada (responde con todos sus
bienes, presentes y futuros, art. 1.911 CC).
2. FUNDACIÓN Y CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD
Como ya vimos al tratar de la sociedad mercantil, para la adquisición de personalidad
jurídica es necesario el otorgamiento de la escritura pública por los socios fundadores
(o de un solo socio, en las sociedades unipersonales) y su inscripción en el RM. La ley
contempla dos clases de fundación de la SA:
- Simultánea: por los fundadores que otorgan la escritura y suscriban todas las
acciones. Como retribución por la idea creadora y los servicios prestados a la
sociedad en la fase de constitución, la Ley permite reservar a los fundadores
determinadas ventajas particulares, que se conciben como derechos especiales de
contenido económico que consistirán generalmente en una participación en los
beneficios de la sociedad. La Ley, con todo, somete a estas ventajas a un límite
cuantitativo y temporal (no podrá exceder del 10 por 100 de los beneficios netos y por
un período máximo de 10 años).
- Sucesiva: por los promotores mediante suscripción pública de las acciones.
La constitución tiene lugar con el otorgamiento de la escritura pública de constitución
(sea la fundación simultánea o sucesiva) que necesariamente debe incluir los
estatutos de la sociedad cuyo contenido mínimo previene la ley. Dentro de las
menciones obligatorias de los estatutos (además de la denominación, domicilio,
estructura orgánica y forma de adoptar acuerdos) destaca el objeto social.
El objeto social determina el ámbito de actuación y el género de comercio al que la
sociedad se va a dedicar. Deben indicar las actividades que lo integran, sin incluirse
los actos necesarios para la realización de dichas actividades. La ley prohíbe las
indicaciones genéricas, del tipo cualesquiera otra de lícito comercio, que inducen a la
indeterminación con riesgo de confusión a los terceros que contraten con la SA. En
ocasiones, los estatutos no contemplan determinada actividad (p.ej. venta de
inmuebles) siendo frecuente que las SA sean titulares de una sede física o centro de
operaciones, planteándose problemas en la ejecución de dichos acuerdos de venta al
no contemplar el objeto social dicha actividad.
Por último se aplica lo ya visto al tratar las sociedades mercantiles en materia de
sociedad en formación y sociedad irregular (no hay voluntad de inscripción en el RM,
la Ley presume dicha voluntad siempre que transcurra un año desde el otorgamiento
de la escritura sin que se solicite la inscripción).
3. CAPITAL SOCIAL
El capital social es el elemento básico tanto del régimen jurídico como del propio
concepto. El capital cumple una función de garantía respecto de terceros en cuanto
sirve de punto de referencia para exigir la efectiva aportación patrimonial a la sociedad
y la debida retención del patrimonio existente.
Es conveniente en este punto distinguir entre:
Capital social: cifra contable que consta en la escritura de constitución igual a la
suma total del valor las aportaciones efectivas o debidas por los socios, y
Patrimonio social: valor del conjunto de bienes y derechos menos deudas.
Así pues, en el momento de la fundación de la SA, se identifican capital social y
patrimonio de la SA. Con posterioridad, permaneciendo estática la cifra del capital,
sólo aumenta o disminuye el patrimonio en función de las ganancias o pérdidas de la
SA.
El legislador protege el interés de los terceros que cuentan con la garantía del
patrimonio de la sociedad, razón por la cual su valor no debe ser inferior a la cifra de
capital social. Todo el régimen jurídico va a tender a establecer la necesaria
equivalencia entre el capital y el patrimonio.
Como principios del capital destacamos los siguientes:
1. Capital mínimo y determinado. El capital social no podrá ser inferior a 60.000 € y se
expresará precisamente en esta moneda. Esta es una exigencia funcional y
fundacional, se requiere tanto para fundar como para funcionar. En los Estatutos que
han de regir el funcionamiento de la sociedad se hará constar el capital social,
expresando, en su caso, la parte de su valor no desembolsado, así como la forma y el
plazo máximo en que han de satisfacerse los dividendos pasivos. La ley permite la
reducción de capital en determinados supuestos (devolución de aportaciones,
condonación de dividendos pasivos, constitución o el incremento de reservas o el
restablecimiento del equilibrio entre el capital y el patrimonio a causa de pérdidas que
puede llegar a ser obligatoria). Al suponer una disminución de la cifra de garantía se
exigen ciertos requisitos adicionales para la reducción.
2. Integridad y realidad. El capital tiene que estar suscrito totalmente, significa que
tiene que existir una aportación o promesa de aportación efectiva por los socios
accionistas. Será nula la creación acciones que no responda a dicha realidad efectiva
en la aportación patrimonial a la sociedad. Además de íntegramente suscrito el capital,
debe estar desembolsado al menos en una cuarta parte (la parte no desembolsada
son los dividendos pasivos).
3. Estabilidad. Siendo el capital social una cifra de garantía, la ley establece que sólo
puede ser modificado (en especial, reducido) en supuestos muy especiales y con las
medidas previstas para la debida protección de los terceros.
4. Principio básico de correspondencia efectiva del capital con los elementos
patrimoniales. Para ello es necesario tomar muchas medidas:
• Cuidar escrupulosamente la valoración de las aportaciones no dinerarias.
• Prohibición de emitir acciones bajo la par. Sí podrán emitirse a la par o sobre la par
(con prima de emisión).
• Reservas: la ley y en ocasiones los Estatutos de la sociedad obligan a dotar una
reserva. Se trata de crear una serie de colchones para cuando hay pérdidas el
patrimonio no descienda por debajo del capital. Si esto ocurre, el capital deberá
reducirse (sin que sea inferior al capital mínimo). Si durante un ejercicio entero no
puede mantenerse la equivalencia, podrá disolverse la sociedad.
• Prohibición de pago de dividendos sin beneficio real. El accionista no tiene derecho a
beneficios, pero sí a dividendo.
• Limitaciones a la “autocartera” (adquisición de acciones propias por la sociedad).
4. APORTACIONES
Al examinar los principios básicos del capital, veíamos la diferencia entre suscripción y
aportación, así como el principio de equivalencia efectiva entre capital y elementos
patrimoniales. Abordaremos a continuación las clases de aportación:
- Aportaciones dinerarias. Es decir en dinero, establecerse en moneda nacional. Si la
aportación fuese en moneda extranjera, se determinará su equivalencia en euros con
arreglo a la Ley. Se exige su acreditación, ante el Notario autorizante de la escritura,
mediante entrega del resguardo bancario acreditativo de su ingreso en la cuenta de la
sociedad.
- Aportaciones no dinerarias. Consisten en bienes o derechos patrimoniales,
susceptibles de valoración económica, se entiende realizada a título de propiedad,
salvo que expresamente se estipule de otro modo. Debido al alto riesgo que
comportan, la ley exige su valoración por uno varios expertos independientes
nombrado por el RM. Se establecen reglas de responsabilidad derivadas de la
aportación: el aportante estará obligado a la entrega y saneamiento en los mismos
términos establecidos por el CC para el contrato de compraventa y el CCom sobre
transmisión de riesgos, si se trata de un derecho de crédito el aportante responderá de
la legitimidad de éste y de la solvencia del deudor y, por último, si se aportase una
empresa o establecimiento, el aportante quedará obligado al saneamiento en su
conjunto o individualizado, según los casos, dependiendo de que el vicio o la evicción
afectasen a la totalidad de la empresa o a elementos que sean de importancia por su
valor patrimonial.
- Aportaciones no dinerarias encubiertas. De la misma manera que la ley se preocupa
por la valoración real de las aportaciones no dinerarias evitando el fraude, también
éste puede producirse a la inversa, es decir, mediante adquisiciones de bienes por
parte de la sociedad contra aportaciones dinerarias (p.ej. a uno de los fundadores).
Por ello, la ley establece que tales adquisiciones en los 2 primeros años de la SA
habrán de ser previamente aprobadas por la Junta General cuando excedan del 10%
del capital social. Deberán ponerse a disposición de los accionistas un informe
elaborado por los administradores y otro elaborado por uno o varios expertos
designados conforme al procedimiento antes visto. No se aplica este régimen en las
adquisiciones propias de operaciones ordinarias de la sociedad, ni a las que se
verifiquen en Bolsa de valores o en subasta pública.
- Las prestaciones accesorias. Aunque el trabajo o los servicios no pueden servir
como desembolso para el capital social, la ley permite que se incorporen a los
Estatutos de la sociedad. Son obligaciones personalísimas de algunos o todos los
socios, pudiendo consistir tanto en obligaciones de dar (p.ej. vender ciertos productos
a la SA), de hacer (p.ej. trabajar para la SA) o en obligaciones de no hacer (p.ej.
abstenerse de trabajar para un competidor). Serán los Estatutos los encargados de su
regulación.
5. LA ACCIÓN
La característica principal de la SA es que su capital se encuentra dividido en
acciones, estas partes alícuotas del capital social modulan a su vez los derechos de
los accionistas en la SA. También constituyen un título-valor. Veamos a continuación
cada una de esas perspectivas.
La acción como parte del capital puede ser valorada según:
1. Valor nominal: capital / nº de acciones. Es el valor que corresponde a su
proporción dentro del capital social, debe venir indicado en los Estatutos. No se
permitirá la emisión de acciones de cuota (que expresen su valor nominal como
referencia a la parte de capital que representa). Puede haber acciones de
distinto valor nominal siempre que sean de distinta serie. Todas las que
integren una serie deberán tener igual valor nominal.
2. Valor real: patrimonio / nº de acciones. Es un valor cambiante. El la parte de
valor patrimonial de la sociedad que corresponde a la acción según el
porcentaje que ésta tenga en relación con el capital social.
3. Valor contable: patrimonio sin contar reservas ocultas ni plusvalías / nº de
acciones. Será menor que el valor real. Es determinado por unos expertos
nombrados por RM.
4. Valor de mercado: es el que en un momento determinado se nos da por una
acción concreta.
5. Valor de Bolsa: según el precio de cotización.
La emisión de acciones tiene como límite mínimo el de su valor nominal, pero no
máximo pues cabe la emisión de acciones con prima que fortalecen el patrimonio de la
sociedad pero no afectan al capital pues constituyen una reserva. Se trata de un
desembolso adicional al valor nominal, frecuentes en las operaciones de ampliación o
aumento de capital en donde cualquier emisión a la par, si hay reservas, produce una
pérdida de valor para las acciones viejas (dilución) para compensarlo se les concede
un derecho de suscripción preferente.
La acción otorga la condición de socio y una serie de derechos mínimos:
-
Económicos: participar en las ganancias, participar en el patrimonio resultante
de la liquidación y el referido derecho de suscripción preferente.
Políticos: asistencia y voto a la JG, información e impugnación de acuerdos
sociales.
En la SA no todos los socios tienen los mismos derechos porque se admiten distintas
clases de acciones: acciones ordinarias y acciones privilegiadas que confieran algún
privilegio económico frente a las ordinarias, deberán observarse las formalidades
prescritas para la modificación de Estatutos. Las acciones privilegiadas más
frecuentes son las llamadas “acciones preferentes” que dan derecho a recibir un
dividendo previo al pago del dividendo general.
Distintas de las acciones privilegiadas son las acciones sin voto. Se caracterizan por
estar privadas del ejercicio del derecho de voto a cambio de unas preferencias en los
derechos de contenido patrimonial. Estas preferencias consisten en el reconocimiento
del derecho al dividendo anual mínimo, fijo o variable, que establezcan los estatutos,
no verse afectadas por la reducción del capital social por pérdidas y derecho de
rembolso preferente en caso de liquidación de la sociedad.
La acción como título o valor mobiliario facilita doblemente a su legítimo titula tanto la
prueba de su condición de socio, como la cesión de dicha condición mediante su
transmisión a un tercero.
La acciones representadas por títulos pueden ser de dos clases: nominativas y al
portador. La ley obliga en determinados casos a la representación nominativas
(dividendos pasivos, prestaciones accesorias, limitaciones estatutarias).
En las grandes sociedades se han sustituido los títulos físicos (papel) por anotaciones
en cuenta mediante un registro contable informatizado.
Distintas de las acciones son las obligaciones, simples o convertibles en acciones. Las
primeras son títulos que se emiten para ser amortizados con la devolución del valor
nominal al expirar el plazo previsto, confieren normalmente una renta o interés fijo al
titular obligacionista. Éste no adquiere la condición de socio, razón por la cual, la ley
exige la constitución de una asociación o sindicato de obligacionistas que represente
unitariamente, mediante un comisario, sus interesantes ante la SA. Las obligaciones
convertibles precisan para su emisión el correspondiente aumento de capital social ya
que se convierten en acciones de la SA.
5.1. Transmisión de las acciones. Hemos visto como la misma trasfiere la
cualidad de socio siendo una de las grandes ventajas de la SA. Dependiendo de su
representación (física o anotación en cuenta) dicha transmisión puede realizarse
mediante su entrega (acciones nominativas), mediante su notificación a la SA o
endoso (acciones al portador) o, tratándose de anotaciones en cuenta, mediante
transferencia contable.
Existen importantes excepciones al principio de libertad de circulación de las acciones:
1) acciones con prestaciones accesorias que requieren la autorización de la sociedad
salvo disposición contraria de los Estatutos y 2) acciones ordinarias, para que las
restricciones de las acciones convencionales sean válidas, es necesario que estén
expresamente impuestas en los Estatutos. La posibilidad de establecer restricciones
estatutarias está sometida por la ley a dos límites fundamentales: a) Sólo pueden
recaer sobre acciones nominativas. b) no pueden ser absolutas ya que tienen que
respetar la posibilidad de realizar efectivamente la transmisión.
Las restricciones más frecuentes son las cláusulas de consentimiento, tanteo u opción.
(Consentimiento: condicionan la transmisión a la previa autorización de la sociedad.
Tanteo u opción: reconocen un derecho de adquisición preferente a todos los socios, a
los de una clase o a terceros). Las restricciones estatutarias a la transmisibilidad de
las acciones sólo serán aplicables a las adquisiciones por causa de muerte cuando así
lo establezcan los propios Estatutos.
5.2. Derechos reales sobre las acciones. La ley contempla la posibilidad de
que la propiedad de la acción sea compartida por dos o más personas. Los
copropietarios de una acción habrán de designar una sola persona para el ejercicio de
los derechos de socio y responderán solidariamente frente a la sociedad de cuantas
obligaciones se deriven de la condición de accionista. La misma regla se aplicará a los
demás supuestos de cotitularidad de derechos sobre las acciones.
El usufructo es muy frecuente por vía de sucesión mortis causa. La ley trata de
resolver tres cuestiones fundamentales: a quién corresponde la condición de socio (la
regla general es atribuirla al nudo propietario), cómo se reparten los derechos entre
nudo propietario y usufructuario (sólo tiene derecho al dividendo) y cuál es el régimen
de las obligaciones que pesan sobre el accionista (el nudo propietario queda obligado
al pago de los dividendos pasivos).
Prenda de acciones, corresponderá al propietario de éstas, salvo disposición contraria
de los Estatutos, el ejercicio de los derechos de accionista. El acreedor pignoraticio
queda obligado a facilitar el ejercicio de estos derechos. Si el propietario incumpliese
la obligación de desembolsar los dividendos pasivos, el acreedor pignoraticio podrá
cumplir por si esta obligación o proceder a la realización de la prenda (venderlas) En el
caso de embargo de acciones se observarán las mismas reglas, siempre que sean
compatibles con el régimen específico del embargo.
EJERCICIOS DE EVALUACIÓN TEMA 4
1. Dña. Ana Baylos y la entidad mercantil “INSEX, S.L.”, han constituido una sociedad
anónima denominada “Cerramientos INSEX, S.A.”, con domicilio social en Madrid y
cuyo objeto social es la comercialización de todo tipo de mamparas y cerramientos,
con un capital social de 60.000 euros, desembolsado en un 25 por ciento. Ambos
socios son titulares del capital social al 50 por ciento, siendo nombrado como
administrador único D. Abel Fernández, marido de Dña. Ana.
La sociedad fue constituida ante notario hace dieciocho meses, pero aunque el
administrador llevó la escritura de constitución al Registro Mercantil del domicilio social
para su inscripción, todavía no se ha inscrito porque el Registrador ha encontrado
defectos que aún no se han subsanado.
A pesar de la falta de inscripción, la sociedad ha venido ejerciendo se actividad desde
el momento de la constitución y actualmente se encuentra en una situación de
insolvencia. A fecha de hoy hay varios acreedores que ya han realizado
requerimientos a la sociedad reclamando el pago de sus derechos de crédito, sin que
hasta la fecha se hayan visto satisfechos.
Contestar a las siguientes cuestiones fundamentando jurídicamente sus
respuestas:
1. ¿Está válidamente constituida la sociedad?
2. ¿Qué plazo tienen los accionistas para desembolsar el importe total del capital
social?
3. ¿Pueden los acreedores sociales dirigir sus reclamaciones directamente
contra alguno de los socios ante la situación de insolvencia de la sociedad?
4. ¿Podrá exigirse algún tipo de responsabilidad al administrador de la
sociedad?
2. Dña. Marta Ortiz, D. Antonio López, D. Fernando Gómez y pretenden constituir una
sociedad anónima con la denominación “GRÁFICAS 2.0 MARTA ORTIZ, S.A.”, que
contaría con un capital social de 120.000 euros, dividido en 1.200 acciones de 100
euros de valor nominal. Los citados señores pretenden incluir en los estatutos que
regirán la vida de la sociedad los siguientes pactos:
- El Sr. López suscribiría 500 acciones que desembolsaría en su totalidad; el Sr.
Gómez suscribiría otras 500 acciones sin desembolso inicial alguno, y la Sra. Ortiz
suscribiría las 200 acciones restantes, aportando para su desembolso un local
comercial de su propiedad donde se desarrollará la actividad empresarial.
- El local comercial que constituirá la aportación de la Sra. Ortiz quedaría valorado en
20.000 euros, según acuerdo de los tres socios fundadores.
- Los socios fundadores se reservarán el derecho a percibir un quince por ciento de los
beneficios netos de la sociedad durante el período de quince años.
- La Sra. Ortiz se obligará estatutariamente a no prestar sus servicios como
diseñadora gráfica para otra empresa.
¿Es legal la inclusión de los anteriores pactos en la escritura de constitución de
la SA?
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