PRODUCTIVIDAD Es la relación entre la cantidad de producto que se fabrica, con el costo y el tiempo insumidos para su fabricación. En esta nota nos concentraremos en analizar los distintos componentes que inciden en la productividad en la Industria de la Construcción. Hay factores que son de nuestro control directo, y otros que escapan a nuestro control en la actualidad. Por lo tanto, para enfocarnos en el problema, siguiendo el consejo de Enrique Baliño, comenzaremos dejando de lado aquellos factores que escapan a nuestro control directo. Entre los que dependen de nosotros, veremos en primer término el proyecto. Salvo honrosas excepciones, no he encontrado en la mayoría de proyectos observados, rastros de modulación, normalización, racionalización, tal vez presionados por la necesidad de lograr más espacios o más metros construidos a vender. Y esto, sin duda atenta contra la productividad en la Obra. Repensemos racionalmente los proyectos y comenzaremos a mejorar la productividad. El sistema constructivo es otro factor fundamental para un buen resultado. En líneas generales, debemos reducir en lo posible la construcción con mampuestos y sustituirlos por elementos prefabricados de mayores dimensiones, aprovechando las posibilidades técnicas de que disponemos. Pensando en paneles, pueden ser de Hormigón macizo o poroso, poliestireno con capas agregadas, madera, yeso, etc. Y cuando definamos el sistema a emplear, cotejemos con el proyecto si sus dimensiones se ajustan a las dimensiones de los elementos a emplear, para evitar recorte y desperdicios. Las losas sin vigas, las estructuras premoldeadas, las viguetas, etc. deberán ser moneda corriente en nuestras obras. La tendencia debe ser hacia la Obra Seca, donde la obra es el lugar donde se montan todos los elementos que componen un edificio, que han sido producidos en fábricas y talleres donde la especialización resultará en óptimos rendimientos y mayor calidad de productos. También será fundamental que cada tarea a desarrollar sea realizada por equipos y/o empresas especialistas en cada una de ellas, preferentemente tercerizadas (no destajistas) del modo que hoy funcionan los subcontratos. Las herramientas son también un factor a tener en cuenta. Hoy existen en plaza varias empresas que alquilan desde una hormigonera o una sierra de mesa, hasta la grúa más eficiente. Creo que esto evita la acumulación de equipos en las empresas que por la evolución técnica actual sufren una rápida obsolescencia y ocupan inútilmente depósitos costosos, agregando inútilmente costos a la ecuación. Y se cuenta con la herramienta más adecuada a cada caso. Por último, debo en la planificación, la organización y el seguimiento durante el desarrollo de la obra. Disponemos de herramientas (software) y especialistas en su manejo, que son complemento indispensable de nuestra experiencia. He dejado la consideración de un factor, tal vez hoy el más importante, que es la mano de obra. Y lo hice porque considero que no tenemos actualmente la solución en nuestras manos, porque como dije al inicio, escapa a nuestro control. Nuestra única posibilidad al respecto es la disminución de su uso en obra, lo que deriva de los cambios propuestos. Por otra parte, deberá haber una importante absorción de esa mano de obra en las fábricas y talleres que producirán con mejor tecnología y eficiencia lo que hoy producimos en obra. ARQ EDUARDO J OLIVELLA APPCU