PRINCIPIO DE PRODUCTIVIDAD # 60

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PRINCIPIO DE PRODUCTIVIDAD # 60
EVITAR PENSAR ACERCA DE LO QUE SE DEBERÍA ESTAR PENSANDO,
SOCAVA LA PRODUCTIVIDAD.
(COMENTARIO)
Pensar requiere de tiempo y energía pero es productivo. Preocuparse acerca de aquello
sobre lo cual se debería estar pensando, sin hacer algo al respecto, es un desperdicio de
tiempo y una fuga de energía.
---------CITA
"No existe excusa alguna a la cual un hombre no
acuda para evitar la real labor de pensar".
- Tomás Alba Edison
"¿Cómo he de saber lo que pienso hasta no oir lo
que diga?"
- E. M. Forster
"Quien desee que una buena idea lo derribe tiene
mucho tiempo de espera. Si tengo una fecha límite
en la cual he de entregar un libreto o un
artículo, me siento en la máquina de escribir y
más me vale decidirme a que se me ocurra una
idea".
- Andy Rooney
---------PARA PENSARLO
"COMO SACARSE LO QUE HAY QUE PENSAR DE LA CABEZA"
¡Ah! El deleite de no pensar.
Los atletas que alcanzan "la zona", los devotos a quienes les llega "El Espíritu", los
cinéfilos y lectores absortos en la trama, los jardineros que podan sus árboles, los amantes
que se quedan charlando hasta ya entrada la noche: la dicha de que el tiempo no pasa, de
que no haya estrés, de no tener que... ¿pensar? Sin embargo, hay quehaceres que se tratan
de pensar en los cuales uno puede estar igualmente "presente": jugar ajedrez, planear un
proyecto, negociar, escribir un ensayo. Por lo tanto, el estado de productividad en el cual el
tiempo desaparece no se trata de no pensar, sino más bien de no pensar en tener que pensar.
¿Cómo se le hace para lograr ese estado?.
Tienes que lidiar con lo que te saca de ese estado. Pareciera que la mente está
diseñada para ayudar a cerrar el tramo entre aquello a lo cual te has comprometido y la
realidad actual. Si quieres llegar a un lugar en el cual no estás, de alguna manera en la cuál
no estás habilitado aún, tu psiquis tendrá la experiencia de una disonancia cognoscitiva y
ejercerá presión hasta que el resultado se cumpla o que al menos las cosas comiencen a
encarrilarse rumbo a ello. Si todo está bajo control (en piloto automático) es probable que
no se requiera pensar.
La manera más productiva de hacerlo es pensar lo mínimo indispensable pero tanto
como sea necesario.
Existen ámbitos distintos los cuales deben revisarse con frecuencias distintas.
¿Cómo haces para no pensar en hoy? Es muy probable que varias veces durante el día
tengas que determinar todos los actos requeridos para hacer las cosas a las cuales te has
comprometido. Es usualmente necesario, sin embargo, al menos una vez a la semana
revisar todos tus proyectos y las acciones derivadas de éstos. Cada mes o dos meses,
necesitas repasar todas las listas de las áreas de responsabilidad de tu vida y trabajo para
asegurarte que tengas activos los proyectos adecuados. Resulta muy buena práctica cada
año repasar los próximos doce o dieciocho meses y formular a dónde quieres llegar
entonces. Y cada tantos años, tú (y cualquier otra persona de tu vida) necesitan pensar en la
visión de tu vida y tu estilo de vida.
Y lo supremo es averiguar tu propósito de estar aquí en el planeta. Si
verdaderamente logras saber eso, una vez basta, aunque te conviene repasarlo
periódicamente para asegurarte de que lo recuerdes.
Lograrás entrar en un estado de productividad cuando hayas establecido revisiones
cognoscitivas en todos estos ámbitos y contando con los hábitos y compromisos para
repasarlos a intervalos apropiados.
Por ejemplo: cuando sabes que estás haciendo de manera constante alguna versión de la
revisión semanal (poniéndote al día, actualizando todos los ciclos abiertos de tu vida y tu
trabajo) puedes darte el lujo de no tener que estar pensando en esas cosas de esa forma
durante una semana. Puedes, de alguna forma, ser feliz y bobo, "haciendo", el resto de la
semana. ¿Por qué? Ya has pensado en ello lo suficiente y has generado la claridad y
perspectiva necesarias en términos de un inventario claro de tus compromisos. Y sabes que
vas a pensar en ello de nuevo. Si no haces la revisión semanal, el saber que tendrías que
estar pensando en algo en algún ámbito te molestará sin cesar.
Si estás batallando para entrar en tu "zona", poder lograr tener la "mente como
agua", pregúntate en qué ámbito tendrías que pensar de manera enfocada y hazlo. Termina
el ejercicio.
Luego, puedes aventarte al agua. El agua está muy bien.
"Los avances de la civilización se logran extendiendo el número de operaciones que
podamos desempeñar sin tener que pensar en ellas. Las operaciones que requieren el
pensamiento son como los ataques de la caballería en una batalla: están estrictamente
limitados en cantidad, requieren de caballos bien descansados y deben llevarse a cabo
únicamente en los momentos decisivos".
- Alfred North Whitehead
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SUGERENCIA
Repasa, acuérdate y haz que los demás se acuerden de interacciones y eventos
significativos dentro de siete días. Me refiero a cosas como hacer un resumen de los
apuntes que tomaste, dar seguimiento a interacciones con clientes, anotar eventos en un
diario... resulta mucho más fácil volver recordar todos los elementos para su revisión en
una semana. Después de eso, nuestras mentes tienden a desechar gran parte del contexto
de la memoria.
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