BRAND RESPONSE IN THE DIGITAL AGE Steve Harrison, fundador de Harrison Througton Wunderman Llegó el momento de romper el hielo en el I Congreso Brand Trends y fue Steve Harrison, el que, contándonos la clave del éxito de su agencia, encabezó una larga lista de profesionales llegados de todo el mundo. ¿Necesita el mundo otra agencia? Esta misma pregunta fue la que se hicieron Harrison y sus socios antes de abrir las puertas de Harrison Througton Wunderman . Y es que, bajo su punto de vista, todas trabajaban por un mismo objetivo, aumentar las ventas. ¿Y dónde queda entonces la importancia de la marca? HTW introduce el término de Brand Response, es decir, que el éxito de una buena acción de comunicación procede de una buena idea de marca, y que hay que cuidarla y mimarla para obtener buenos resultados, incluso aquellos relativos a las ventas. Para explicar más claramente que era esto del Brand Response, Harrison expuso un ejemplo de un caso que se les presentó. M&G Inversiones, pretendía posicionarse como la entidad que más beneficios ofrecía. Observaron que M&G utilizaba la misma creatividad que la competencia, y por lo tanto este objetivo de diferenciación no lo iban a alcanzar. Si esta entidad se esperaba posicionar como un banco diferente, no podía presentarse igual que sus competidores más directos. Vs. ¿Qué necesita saber el cliente potencial? ¿Qué le puedo prometer que sea diferente y a la vez convincente? Después de realizar un estudio, se comprobó que los consumidores mostraban cierto rechazo hacia las entidades financieras; la competencia se inclinaba por la vía emocional más que por la informativa; y las encuestas destacaron que M&G transmitía la imagen de ser una empresa tradicional y de confianza. Observando el panorama llegó la solución: había que aprovechar esta imagen y establecer una comunicación personal y sincera con el cliente para que estos entendieran que M&G eran los únicos que contaban, de una forma clara, toda la verdad sobre las finanzas y que debían de confiar en ellos. Cambiaron el objetivo de reposicionamiento por el de potenciar la relación con el cliente. La campaña se realizó de adentro hacia afuera. Es decir, se llevaron a cabo diferentes acciones de comunicación interna para aproximar a los empleados con los valores de la empresa, de la marca, y estrechar la relación con el público. Como decía Harrison “hay que empezar por uno mismo; si no te quieres tú ¿quién te va a querer?” El paso siguiente fue la definición exacta del target y una creatividad basada en la comunicación directa con el cliente, utilizando un tono cercano y real. Hicieron algo que nunca nadie había hecho antes. A modo de publirreportaje, se diseñaron los mensajes y se insertaron en las páginas principales de periódicos tan importantes como The Times, Daily Mail y The Daily Telegraph. Incluían fotos de personajes famosos de hace 40 años con la intención de captar a un público más adulto, y los textos estaban estructurados por bloques para que fuera el lector el que eligiera el orden de lectura. Se obtuvo un incremento notable de la atención del consumidor así como de las ventas, a un coste bajo. Lo que Harrison pretende comunicarnos es que ante un problema de posicionamiento, muchas veces un cambio de tono y un lenguaje adecuado al público son las herramientas perfectas para conseguirlo. M&G da a entender que su finalidad es comprender los problemas de la gente y que, por tanto, no se trata de un fin comercial. Es decir, M&G, a través de su marca pretende despertar sentimientos en las personas que van más allá de la pura venta. EL FUTURO ES DIGITAL Steve Harrison describe la comunicación como una conversación “Nosotros podemos iniciarla, presentando un tema del que hablar y dando nuestro punto de vista, pero nunca podremos saber cómo continuará nuestra argumentación, pues dependemos de la interacción del receptor” Esta definición se pone en práctica en el ámbito digital porque ésta tiene el objetivo de involucrar e interactuar con el receptor. Harrison explica este argumento apoyándose en un ejemplo del lanzamiento de Cocacola Zero. Coca-Cola quería demostrar que su nuevo producto mantenía el mismo sabor que la original pero sin azúcar. Unos actores disfrazados de abogados de Coca-cola Classic, interponían una demanda a Coca-cola Zero, por copiarles el sabor e intentar confundir a sus consumidores. La campaña logró muy buenos resultados por la intervención de los consumidores, que opinaron y participaron en esta supuesta investigación para comprobar si los dos refrescos tenían el mismo sabor. Otro ejemplo lo lleva a cabo Volkswagen con el nuevo Golf. La marca creó un personaje sin ningún atractivo aparente. Horst Schlammer, que así se llamaba, pretendía sacarse el carné de conducir, una tarea bastante complicada que se difundió por todos los medios digitales. Las historias de este personaje traspasaron lo meramente digital, y acabó repercutiendo en otros medios de comunicación como la televisión o la radio. Finalmente se descubre que detrás de todo esto se encontraba el nuevo modelo de Volkswagen. Esto son dos ejemplos que manifiestan cómo una buena planificación on-line puede repercutir en otros campos mientras se consiga una interacción y una buena participación del público. Son las marcas las que deben de dar el paso y aprovechar esta nueva era digital que se les presenta cargada de múltiples medios. Son nuevas formas de llegar al consumidor para pedirle su colaboración y así poder alcanzar los objetivos planteados. Nuria Silla Pérez