Quiste Broncogénico del Mediastino. Presentación Clínica en Forma de Disfagia Dres Carlos H. Spector, Osvaldo Salariato, Luis Thompson y Andrés Colombatti Instituto de Oncología “Angel H. Roffo”. Universidad de Buenos Aires Los quistes broncogénicos del mediastino suelen permanecer asintomáticos por largo tiempo o durante toda la vida. En estos casos, por lo general son descubrimientos radiográficos casuales. Entre aquellos otros que ostentan manifestaciones clínicas, la disfagia se presenta con poca frecuencia relativa. De nuestra experiencia relacionada con estas formaciones anormales, solamente en un caso ocurrió tal cuadro, el cual nos planteó, al igual que se menciona en otras publicaciones, el diagnóstico diferencial con leiomioma esofágico intramural. La indicación quirúrgica en estas alteraciones de naturaleza incierta, obedece al requerimiento de obtener diagnóstico de certeza y prevenir eventuales complicaciones que pudieran ocurrir en un futuro, así como a la necesidad de relevar a los pacientes del síntoma que los aqueja. Los quistes broncogénicos mediastinales de infrecuente ubicación paraesofágica, pueden hallarse en contacto íntimo con la superficie externa de la mucosa separando las fibras de la capa muscular de la víscera. Tal es el caso que se describe a continuación. Caso Clínico Varón de 22 años afectado desde 2 meses atrás por disfagia para sólidos. Por esofagograma se evidenció compresión extrínseca del tercio inferior sin aparente compromiso de la mucosa (Fig. 1). Esta característica se comprobó por endoscopia realizada por gastroenterólogo, previa a la consulta quirúrgica, a pesar de lo cual le practicó biopsia, la cual no objetivó alteraciones histológicas. En TAC se puso de manifiesto una formación nodular ubicada en el mediastino posterior, sin que por densitometría pudiera determinarse si era sólida o quística (Fig 2). Se planteó el diagnóstico diferencial entre tumor mediastinal y leiomioma esofágico intramural. Cualquiera hubiera sido la presunción, se consideró indicada una operación. Se abordó por toracotomía pósterolateral baja, hallándose un quiste que separaba las fibras musculares del esófago(Fig. 3). Pudo realizarse la enucleación manteniendo indemne la mucosa. La formación tenía paredes delgadas y contenido mucoide espeso(Fig 4). Por estudio histológico se diagnosticó quiste broncogénico. La evolución fue satisfactoria, sin complicaciones y desaparición de la disfagia. Comentario Los quistes broncogénicos (QB) constituyen alrededor del 10 % del conjunto de los tumores mediastinales (1,5). Por lo general se ubican en la vecindad del árbol aéreo o en el ligamento triangular. Sin embargo existen también observaciones de quistes cervicales, intrapulmonares y subfrénicos (5). Son malformaciones debidas a brotes anormales del intestino primitivo. Si ocurren durante etapas gestacionales tempranas, radican en el mediatino y carecen de comunicación con bronquios; si por el contrario lo hacen en período tardío, se alojan en parénquima pulmonar con frecuente apertura en la vía aérea (7). La pared de los QB está tapizada por mucosa ciliada columnar o seudoestratificada. La submucosa suele hallarse infiltrada por células inflamatorias. Es frecuente encontrar glándulas mucosas, músculo liso, tejido nervioso y cartílago (6,8) El contenido es mucoso espeso y a veces purulento, pero en esta última situación no necesariamente está infectado (6). La mayoría de los QB son asintomáticos y su descubrimiento ocurre por haberse obtenido radiografía para examen en salud u otras razones. Por ello es difícil establecer en qué proporción del total carecen de manifestaciones clínicas. Otros se exteriorizan por tos, disnea, sangrado, complicaciones infecciosas, y en menor medida por disfagia. Este último síntoma, que es el que nos ocupa, fue observado en 2 de 20 casos por Martinod (3), 9 de 66 por St-Georges (7), 1 de 5 por Kuhlman (2), 1 de 18 por Patel (4), 4 de 45 por Ribet (6) y 2 de 37 por Suen (8). El par radiográfico y la TAC son elocuentes, particularmente esta última para determinar por densitometría si hay contenido líquido. Sin embargo, es posible que este estudio lleve a diagnósticos equivocados, como le ocurriera a Ribet y cols (6), quienes en 4 casos presumieron leiomiomas esofágicos, en otros 2 tumores neurogénicos y en otra oportunidad creyeron estar en presencia de una adenomegalia. En los tumores de mediastino posterior con o sin disfagia, el esófagograma contrastado puede poner en evidencia desplazamiento o compresión, con mucosa en apariencia indemne. La broncoscopia es mandatoria cuando la imagen tiene relación de contigüidad con el árbol aéreo. Muchas veces, aún cuando la mucosa bronquial o traqueal no se vean afectadas, la pared del órgano forma parte de la estructura del quiste. La esófagoscopia pone de manifiesto la compresión cuando la hay, y certifica la presunción radiológica de indemnidad de la mucosa. Por ello, no se justifica practicar biopsia con pinza. Kuhlman (2) propone punciones transbronquial o transesofágica. La practicó en 5 pacientes; en 4 de ellos obtuvo líquido mediante aspiración. Patel (4) punzó por bronquio a 3 hallando células bronquiales, no obstante lo cual considera que el procedimiento tiene poca especificidad para diagnóstico, por haber encontrado igual cuadro citológico en punciones llevadas a cabo por patología diferente. Debido a la posibilidad de complicaciones futuras, particularmente en pacientes sintomáticos, y a la imposibilidad de diagnóstico de certeza por otros métodos, se propone la exéresis quirúrgica (4,6,7,8). Tal conducta puede llevarse a cabo a través de una toracotomía convencional o mediante toracoscopia (3), tal como lo hemos efectuado en una oportunidad. La cirugía es efectiva, relativamente sencilla y sin morbilidad de significación. BIBLIOGRAFÍA 1.- Caruso E. S Tumores del mediastino. Resultados de una encuesta argentina sobre 1039 casos. Rev. Argent. Cirug, 1998; 75: 227-238 2.- Kuhlman J.E., Fishman E., Wang K., Zerhouni E., Siegelman S. Mediastinal cysts: diagnosis by CT and needle aspiration. AJR 150:75-76,1988 3.- Martinod E., Pons F., Azorin J., Mouroux J., Dashan M., Faillon J.M., Dujon A., Lajos P., Riquet M., Jancovici R. Thoracoscopic excision of mediastinal bronchogenic cysts: results in 20 cases. Ann Thorac Surg 2000;69, 1525-8 4.- Patel S., Meeker D., Biscotti C., Kirby T., Rice T. Presentation and management of bronchogenic cysts in the adult. Chest 1994;106:79-85 5.- Razemon P., Ribet M. Chirurgie du médiastin. Masson et Cie Editeurs Paris 1970 125-130 6.- Ribet M., Copin M., Gosselin B. Bronchogenic cysts of the mediastinum. J. Thorac. Cardiovas. Surg . 1995;109:1003-10 7.- St-Georges R., Deslauriers J., Duranceau A., Villancourt R., Deschamps C., Beauchamp G., Pagé A., Brisson J. Clinical Spectrum of bronchogenic cysts of the mediastinum and lung in the adult. Ann Thorac Surg 1991;52:6-13 8.- Suen H., Mathisen D., Grillo H., LeBlanc J., McLoud T., Moncure A. Gilgenberg A. Surgical management and radiologic characteristics of bronchogenic cysts. Ann Trorac Surg 1993;55:476-81 Fig. 1 Impresión del quiste sobre la pared esofágica con reducción segmentaria de la luz del órgano Fig 2 Imagen radiopaca en el mediastino posterior, contactando con el esófago ESOFAGO QUISTE Fig. 3 Esófago desplazado hacia adelante por el quiste broncogénico Fig. 4 Abierta la pieza operatoria, se derrama su contenido mucoide