Título: Pamplona, de ciudad a metrópoli: desarrollo urbano de 1950 a 1990”. Esta investigación pretende estudiar el proceso de ajuste entre la edificación y el espacio libre, de cuya relación, entendemos la forma de la ciudad. Para ello se analizará el Diseño Urbano de una ciudad media como Pamplona, realizando un recorrido histórico por las diferentes corrientes urbanas desde 1950 hasta 1990. La relación entre espacio libre y edificación ha experimentado, con la influencia del Movimiento Moderno, un proceso en que, la definición del espacio urbano (como elemento de disfrute del peatón) comienza por su desconfiguración, dejando al tipo edificatorio con una gran libertad de diseño para la distribución interior de la vivienda. Como ejemplo, el barrio de San Juan. Continúa con una recuperación lenta y gradual (Azpilagaña e Iturrama), en un discurso cada vez más social, que acabará intentando conseguir no sólo un equilibrio adecuado, sino además, una estructura de esos espacios para toda la ciudad y para su entorno. Puesta en crisis las corrientes funcionalistas, se buscarán nuevas alternativas que apuesten por espacios libres más definidos, tanto a nivel vecinal como de barrio (Ermitagaña, Mendebaldea). En el caso de Pamplona, fue precisamente la propia participación ciudadana la que rechazó los resultados del Moderno para apostar por recuperar los espacios libres de la ciudad tradicional, actuando, fundamentalmente en las áreas consolidadas (Planes de reforma interior del Casco Antiguo o de San Jorge) La exaltación de los espacios libres, basados exclusivamente en los trazados tradicionales, será superada cuando la ciudad, en la búsqueda de una estructura de ciudad y una nueva imagen, que ponga en valor su patrimonio cultural y natural, y logre calidad ambiental para la escena urbana. Como ejemplos, la plaza de Mendebaldea, que permitió la creación de un nuevo centro en la zona suroeste de la ciudad, y todas las actuaciones junto al parque fluvial del Arga y de las murallas – Rochapea -). El Plan Municipal vigente, busca la reestructuración de la ciudad, pero dentro del entendimiento comarcal de la especialización funcional, en el que Pamplona es la ciudad central, en cuya periferia se concentra la residencia y en su centro histórico y ensanches, los negocios y la cultura. En este nuevo siglo, se ha producido un cambio de tendencia basado las nuevas teorías de sostenibilidad y movilidad, y en el interés por las estructuras de conjunto. La sociedad y la economía del nuevo siglo reclaman el cambio a un modelo urbano basado en la regeneración urbana integral, que está motivando que los últimos asentamientos residenciales vuelvan a vincularse a criterios de continuo urbano, densidad edificatoria y calidad de espacios públicos. Esto se ha reflejado en el planteamiento de un nuevo modelo de ordenación territorial y urbana del Área Metropolitana, que conlleva la búsqueda de la expansión del continuo urbano de Pamplona a la periferia, sin considerar los límites municipales. Un ejemplo es como Pamplona y su Área Metropolitana ha apostado por los espacios libres públicos basados en los elementos naturales de su territorio: el parque fluvial y el monte San Cristóbal. Ciertamente, son este tipo de espacios públicos los que pueden ser capaces de estructurar el territorio en un momento como el actual, en el que el paisaje es protagonista y el diseño de los espacios libres no debe guiarse por los límites administrativos