Los derechos de los menores extranjeros y las políticas de integración en la Unión europea: La escuela como factor de integración. La situación en España. Ilustre Colegio de Abogados de las Islas Baleares. Palma de Mallorca. 24 de marzo de 2006 Gaspar Rul·lan Losada Director general de l’Oficina de Defensa dels Drets del Menor. Conselleria de Presidència i Esports. Govern de les Illes Balears. Introducción Exponer una situación que afecta a un determinado colectivo de menores y sus derechos implica referirse a un marco normativo de referencia y en este caso, al hablar de los derechos de los menores extranjeros, creo que es obligado referirse a la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1989 y ratificada por España en 1990. Como es sabido, la CDN está incorporada en nuestro ordenamiento jurídico, en particular a partir de la Ley Orgánica 1/96 de protección jurídica del menor, de la que se puede destacar lo expresado en los artículos 3, 9, 10.3 y 13.2. Además, cabe citar expresamente la propia Constitución Española en su artículo 39.4 Los artículos más significativos de la CDN sobre la educación son el art. 28 (derecho a la educación) y el art. 29 (objetivos de la educación). La integración escolar de los alumnos extranjeros De acuerdo con los datos del Ministerio de Educación y Ciencia, actualmente las Illes Balears ocupan el primer lugar entre las Comunidades Autónomas en el porcentaje de alumnado extranjero (11,1%), casi el doble de la media en España (6,5%). La llegada de alumnos extranjeros con características propias de idioma, cultura, religión,… obliga a un esfuerzo significativo del mundo de la educación para dar respuestas adecuadas a las necesidades de este colectivo. La integración significa aceptar la existencia de otras culturas en la sociedad y en la propia escuela y las respuestas deberán ser estables, sólidas y resolutivas frente a esta situación. La acogida e integración de los alumnos extranjeros es una tarea básica, fundamental, ante una exigencia educativa y social que comparten todos los países que forman parte de la Europa del bienestar. Es necesario que la escuela disponga de estrategias pedagógicas destinadas a las necesidades específicas de los alumnos con riesgo de marginación social. Es preciso que la escuela convierta este reto en una oportunidad de mejora de todo el sistema, que respete la diversidad y que sea garante de la igualdad. Este modelo es el que permite avanzar hacia una sociedad cohesionada y basada en los valores democráticos. Es evidente que esta respuesta deberá llegar no solo desde la escuela sino desde el conjunto de la sociedad a través de acciones coordinadas entre los diferentes agentes y los servicios educativos. Para una adecuada acogida e integración de los menores extranjeros en el sistema educativo es necesario valorar la edad de incorporación de estos menores al sistema, la lengua de origen, el conocimiento o no de una de las dos lenguas oficiales, el bagaje escolar con el que llegan, si se encuentran o no en una situación de riesgo social,…sin olvidar que la escuela se convierte se convierte en el primer ámbito de convivencia e integración, marcando y reafirmando las pautas y bases de la convivencia social futura. La aplicación del concepto de Educación intercultural exige una revisión crítica de los planteamientos pedagógicos y de los proyectos educativos de los centros. Por ello, hay que aceptar la diversidad cultural como un fenómeno creciente en la sociedad y que se tiene que considerar como enriquecedor del proceso educativo. Medidas para la integración escolar de los menores inmigrantes a nivel europeo. 1.Medidas de orientación. - Información escrita sobre el sistema escolar - Servicio de intérpretes. - Disponibilidad de personas/comités de recursos adicionales. - Reuniones específicas para las familias inmigrantes. - Información sobre las actividades de pre-primaria 2.Establecimiento del nivel de estudios adecuado. 3.Modelos de integración. 4.Medidas de apoyo en el ámbito escolar. 5.Personal encargado de poner en marcha las medidas de apoyo. Medidas de atención al alumnado inmigrante. (Servei d’Innovació. Direcció General d’Ordenació, Innovació i Formació del Professorat. Conselleria d’Educació i Cultura). 1.En los centros 1.1Dotación de profesorado de Atención a la Diversidad 1.1.1.Dotación de recursos a los centros públicos 1.1.2.Dotación de recursos a los centros concertados. 1.2Plan de acogida lingüística y cultural 1.2.1Talleres de lengua y cultura 1.2.2Aula de acogida 1.2.3Apoyo lingüístico 2.Programa de Educación intercultural 2.1Talleres interculturales. Programa “Vivim plegats”. 3.Convenios 3.1Mediadores culturales con diferentes Ayuntamientos y/o Mancomunidades. 3.2Programa de actuaciones de interlocución. 4.Colaboración con diferentes Ayuntamientos , Mancomunidades, otras Direcciones Generales y Consejerías, otras Comunidades Autónomas en temas relacionados con la atención a la diversidad. 5.Recogida y difusión de material escolar (diccionarios, fichas de trabajo,…) relacionado con el alumnado inmigrante. Menores extranjeros no acompañados. Desde una perspectiva de derechos de los menores extranjeros es importante destacar la problemática que se deriva de la situación del colectivo que representan los menores extranjeros, o migrantes, no acompañados. Estos menores, a quienes a veces se prefiere denominar como “separados” para subrayar su situación, tienen unas características comunes y suponen un desafío y un esfuerzo a fin de lograr su verdadera integración. No se trata de un fenómeno nuevo, aunque se detecta un aumento progresivo de su número, en especial en los países europeos más industrializados y que se hace más visible a partir de 1990. El número de menores que responden a esta categoría es difícil de precisar, aunque ACNUR estima que podrían ser unos 2.000 en España y unos 100.000 en Europa Occidental Las causas son múltiples: desplazamientos por situaciones de crisis, emigración por motivos económicos, estrategia de mejora de perspectivas sociales y culturales. En España, y en Europa, proceden mayoritariamente de los países del Magreb, Europa del Este y Africa subsahariana. Suelen ser varones de edades entre los 15 y 17 años. Sus expectativas iniciales de acogida chocan fuertemente con las condiciones reales que encuentran. Las carencias de escolarización y de formación laboral son importantes. La aplicación de la normativa nacional y de los Tratados internacionales debería comportar las garantías suficientes a todos los menores residentes en España. Se ha constatado un endurecimiento o un deterioro en las normas de asilo o protección hacia estos menores en algunos países. En definitiva, se observa en ocasiones como los intereses estatales sobre el control migratorio prevalecen sobre los derechos de los menores. Sobre los modelos de atención, se puede afirmar que no existe una uniformidad: en algunos países se les considera como solicitantes de asilo (Suiza, Portugal, Bélgica, Dinamarca o Irlanda. En Italia o España son atendidos por el sistema de protección propio. En Francia se aplica un modelo mixto. La acción socioeducativa con estos menores debe dirigirse a los siguientes objetivos: elaborar un nuevo sentido de pertenencia a la comunidad, conocimiento del idioma, reconstrucción de la identidad, desarrollo de la interacción social en el nuevo contexto. Como paradigma de la acción socioeducativa, se trata de desarrollar la resiliencia personal. Para ello es necesario dar una respuesta desde la multiculturalidad con el mantenimiento de vínculos con la cultura propia, hay que resolver su situación jurídica (Conclusiones relativas a los menores extranjeros. Informe sobre Asistencia jurídica a los extranjeros en España. Defensor del Pueblo. Madrid 2005.) y favorecer el establecimiento de redes sociales de apoyo. Política de la Unión Europea sobre los derechos de los niños. Para finalizar es oportuno referirse, en el contexto de estas Jornadas, al documento elaborado en este año 2006 por la Comisión Europea que plantea, por primera vez, un plan de acción en el campo de los derechos de los niños que afecta a las políticas internas y externas de la Unión Europea con el objetivo de conseguir una mejor eficiencia y coordinación. Se describen en ese documento las necesidades para establecer una estrategia comunitaria consistente no solo en el respeto sino en la promoción de los derechos de los niños y se proponen para ello tres grupos de acciones, con dos fases iniciales (2006-2008) donde se pone el énfasis en la coordinación, implementación de planes de acción ya existentes, evaluación de la situación actual, inventariado de acciones en la UE y propuesta de un “Forum Europeo sobre los derechos de los niños”. Todo ello con el fin de disponer de una estrategia comunitaria a largo plazo a partir de 2009. Parece evidente que el esfuerzo que se plantea puede permitir una relación directa entre estas acciones y el mejor cumplimiento de los derechos de los menores extranjeros.