Dictamen de la Procuración General: La Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial de Morón -Sala I- revocó la sentencia de primera instancia al rechazar la demanda por indemnización de daños y perjuicios iniciada por Pablo Eugenio Diaz Vasallo contra Vicenty y Gomara S.R.L. y Pedro Marcelino Vicenty (fs. 611/615). Contra actora este mediante pronunciamiento los recursos se alza la parte extraordinarios de inaplicabilidad de ley y nulidad de fs. 618/633 y 634/642, respectivamente. El de nulidad -único por el que debo intervenirlo funda en la violación del art. 168 de la Constitución Provincial al existir omisiones de cuestiones esenciales (fs. 634). Considera que la sentencia en crisis “1) Omitió decidir si el recurso era desierto. 2) Omitió decidir sobre el primer informe de la DNA fs. 551, 552 donde se declara incompetente. 3) Omitió decidir sobre la veracidad puesta en duda del segundo informe fs. 574/579. 4) Omitió decidir sobre la competencia del único organismo que decide técnicamente las causas del accidente que es la JIAAC. 5) Omitió decidir porqué contestó dos veces el mismo oficio. el mismo organismo 6) Omitió decidir sobre la falta de prueba con respecto de las razones esgrimidas por el demandado. 7) Omitió decidir sobre la incompetencia de la DNA para contestar dicho oficio”. (fs. 641 vta.). El recurso no puede prosperar. En efecto. La primera cuestión que se dice omitida -suficiencia técnica del recurso de apelación- ha sido resuelta en forma implícita por parte del “a quo” al atender los agravios de la parte demandada (conf. S.C.B.A., Ac.54.818, sent. del 5-7-96). Y, las restantes cuestiones en tanto se refieren a aspectos probatorios, todos relacionados -directa o indirectamente- con los informes de entidades vinculadas a la actividad aeronáutica utilizados para demostrar los extremos fácticos que formaron parte de la litis -tal como lo viene sosteniendo desde hace mucho tiempo esa Cortecarecen de la nota de esencialidad requerida a los fines recursivos intentados (conf. S.C.B.A., Ac.59.680, sent. del 28-4-98, entre otros). Por lo brevemente dicho, requiero de V.E. el rechazo de este recurso extraordinario de nulidad (conf. art. 298 del Código Procesal Civil y Comercial). Así lo dictamino. La Plata, 5 de septiembre de 2000 - Juan Angel De Oliveira A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 1 de abril de 2004, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores de Lázzari, Negri, Pettigiani, Hitters, Salas, Roncoroni, Soria, Genoud, Kogan, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa Ac. 77.654, “Díaz Vasallo, Pablo Eugenio contra Vincenty y Gomara S.R.L. y otro. Daños y perjuicios”. A N T E C E D E N T E S La Sala I de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial del sentencia apelada, entablada, Departamento con Judicial rechazando costas de en ambas de Morón revocó consecuencia instancias la a la acción la parte actora. Se interpusieron, por el accionante, recursos extraordinarios de nulidad e inaplicabilidad de ley. Oído el señor Subprocurador General, dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de dictar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar las siguientes C U E S T I O N E S 1a. ¿Constituyen cuestión esencial los reparos opuestos por la parte apelada a la suficiencia de la extraordinario de expresión de agravios? En su caso: 2a. ¿Es fundado el recurso nulidad? Caso negativo: 3a. ¿Lo es el de inaplicabilidad de ley? V O T A C I O N A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: La exigencia de resolver las cuestiones esenciales planteadas por las partes, cuyo incumplimiento depara la nulidad en los términos de los arts. 168 y 161 inc. 3º, ap. b) de la Constitución de la Provincia, se vincula inescindiblemente con el principio de congruencia. Se trata del análisis y resolución de aquellos puntos que constituyen conforman la el estructura esquema de la traba jurídico de que la la litis y sentencia necesariamente debe atender para la solución del litigio (esta Corte, “D.J.B.A.”, 111-57, 116-118, 117-217, 119-631, entre muchos otros precedentes y mi opinión en causas Ac. 65.394 y Ac. 69.978, ambas sents. del 29-IX-1998 en “D.J.B.A.”, 155-389 y 411 y Ac. 68.219, sent. del 23-II2000 en “D.J.B.A.”, 158-103). Las cuestiones esenciales, por tanto, son aquéllas que litis. Como han determinado expresan ontológicamente a los la plataforma misma Azpelicueta-Tessone, elementos de la de la “remiten pretensión y oposición” (“La alzada, Poderes y deberes”, Ed. Platense, p. 205). En esas condiciones, la omisión en que incurriese la Cámara sobre el planteo de insuficiencia del memorial de agravios, no participa de aquella condición por vincularse a una temática que no concierne a la base constitutiva del proceso. Es cierto que la eventual admisión del planteo podría sellar la suerte del juicio en la medida que la deserción del recurso depararía firmeza al fallo de primera instancia. Pero esa influencia no es distinta de la que posee, en general, desenlace del la inocultable juicio poseen incidencia diversas que en el alternativas procesales vinculadas con la noción de carga. Voto por la negativa. A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: La resolución sobre la suficiencia de la expresión de agravios puede gravitar decisivamente en el resultado final del litigio, por lo que corresponde considerarla esencial en los términos del art. 168 del la Constitución provincial otras) sin ello (mi perjuicio voto de en que Ac. pueda 46.691, recibir entre una consideración implícita por parte del tribunal de apelación. Voto por la afirmativa. A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: Considero que, como se sostuviera por esta Corte en Ac. 25.792 publicada en impugnaciones (sentencia “Acuerdos de del y la 19 de febrero Sentencias”, parte apelada de 1980, 1980-I-62), respecto las de la suficiencia de la expresión de agravios de la contraria, constituyen cuestiones esenciales en los términos del art. 168 de la Constitución provincial, entendiéndose por tales las que, según las necesarias para encuentran constituidas decisión la modalidades depende pronunciamiento correcta por que solución puntos directamente y del por el su o caso, del pleito, capítulos sentido y resultan de se cuya alcance naturaleza del influyen directamente en el mismo (causas Ac. 32.953, sent. del 12VI-1984; Ac. 42.311, sent. del 31-X-1989 en “Acuerdos y Sentencias”, 1989-IV-15; Ac. 43.836, sent. del 20-XI-1991; Ac. 45.992, sent. del 19-X-1993 en “D.J.B.A.”, 145-249, “La Ley”, 1994-C-107; Ac. 50.762, sent. del 7-III-1995 en “D.J.B.A.”, 148-223, “El Derecho”, 164-400, “Jurisprudencia Argentina”, 1995-III-638; Ac. 57.889, sent. del 17-II-1998; entre otras), carácter que reviste la objeción formulada relativa a la insatisfacción en el libelo de expresión de agravios de las exigencias procesales previstas por el art. 260 del Código Procesal Civil y Comercial, pues a la decisión de tal planteo, en uno u otro sentido, se supedita el resultado del fallo a dictar por la alzada. Por ello, voto por la afirmativa. A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: Recordé al votar la causa Ac. 46.691 que el tema sub examine fue abordado con diversos resultados por esta Corte, por lo que puede decirse que su jurisprudencia ha sido oscilante. En efecto, antes del 19 de febrero de 1980, había considerado infundados los reclamos basados en esas omisiones, partiendo de la base que la referida preterición no debía ser entendida como cuestión esencial (“Acuerdos y Sentencias”: 1961-III-287; IV-618; 1966-III-953; 1970-II581; 1973-I-456; Ac. 22.938; sent. del 3-V-1977; Ac. 25.991, sent. del 3-X-1978). Empero, a principios de la pasada década este cuerpo descalificó ciertos decisorios que pasaron inadvertida la crítica efectuada por el vencedor, respecto de la expresión de agravios del perdidoso (Ac. 25.792 del 19-II-1980; ídem Ac. 28.554 del 15-IV-1980, etc.), entendiendo que de ese modo el juzgador había omitido una cuestión esencial por no referirse expresamente a la suficiencia de la fundamentación hecha por el impugnante. En la citada causa Ac. 25.792 -como ya se dijose cambió la postura tradicional de este Tribunal y quedó consagrada como doctrina legal, que las objeciones de la parte apelada acierto, son sobre esta “cuestiones temática, cualquiera esenciales” que sea deben su ser abordadas explícitamente por la alzada (conf. Ac. 28.554 cit.). Calificados doctrinarios criticaron tal postura de la Corte, entendiendo que si la Cámara se ocupaba del recurso, era porque tácitamente había descartado el déficit técnico del escrito de agravios, por lo que en ese caso no había ninguna omisión (Martocci, José M. y Millán, Gustavo M., “El recurso extraordinario en la Provincia de Buenos Aires”, pág. 344, nota 42, entre otros). Pocos meses después, quizás escuchada esa y otras prédicas, este Tribunal, en la causa Ac. 29.372 (del 25-XI1980), volvió sobre sus pasos, y decidió que si la alzada había entrado a considerar los planteos del quejoso, es porque partió de la base que los agravios del apelante fueron aptos para sostener el recurso. Este decisorio si bien retorna a la tesis tradicional, no es igual, porque aquí no se dice que no sea una “cuestión esencial”; sólo se sostiene que el tratamiento por la Cámara de las demás cuestiones, implica que tácitamente ha abordado el de la suficiencia. Es esta la doctrina que podríamos denominar de la suficiencia tácita. Sin que pasara siquiera un mes, esta Corte, en la causa Ac. 29.018 (fallada el 2-XII-1980) arribó a una conclusión similar -aunque estimo, con variados basamentos, porque aquí se señaló que la falta de pronunciamiento sobre la constituye suficiencia cuestión de la esencial expresión y que al de agravios adentrarse en no su tratamiento, implícitamente había decidido la cuestión. En tal pronunciamiento el argumento principal fue, a mi modo de ver, que no se trataba de una cuestión esencial, y el argumento secundario, el de la suficiencia tácita. En las causas Ac. 30.267 (sent. del 2-VIII-1983) y Ac. 30.677 (sent. 30-VIII-1983) se mantuvo esta última tesitura. Sin embargo, el 29 de setiembre de 1987, esta Corte volvió a dejar de lado la tesis tradicional y consideró -por mayoría- que constituye cuestión esencial el reparo opuesto por la apelada a la suficiencia de la expresión de agravios de la contraria (Ac. 34.412, “Garro, Víctor G. y otro...” volviendo a la postura que tuviera vida el 19 de febrero de 1980 a través del Ac. 25.292, ya citado). Tal corriente se ha mantenido hasta el presente. Hecho este desarrollo, paso a ocuparme de esta primera cuestión, considerando que los temas atinentes a la suficiencia de la expresión de agravios son cuestiones esenciales, habida cuenta que, según la modalidad del caso, resultan necesarias para la correcta solución del pleito, y están constituidas por puntos o capítulos de cuya decisión depende el sentido y alcance del pronunciamiento, que por su naturaleza influye directamente en el fallo (causas Ac. 26.628; Ac. 29.864; Ac. 34.412). En tanto la decisión sobre la suficiencia de la expresión de agravios pudiera influir definitivamente en el resultado final del pleito, corresponde considerarla esencial en los términos del art. 168 de la Constitución provincial (reformada en 1994) (mi opinión en Ac. 65.394 y Ac. 69.978, ambas sents. del 29-IX-1998 en “D.J.B.A.” 155389 y 411 y Ac. 72.097, sent. del 10-V-2000). Voto por la afirmativa. A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Salas dijo: Expreso mi adhesión a la opinión del colega doctor de Lázzari y en consecuencia voto por la negativa. El señor Juez doctor Roncoroni, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votó la primera cuestión también por la afirmativa. A la primera cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: ` I. Adhiero al voto del doctor de Lázzari, con las siguientes consideraciones complementarias. II. La falta de tratamiento expreso por parte del a quo al planteo de insuficiencia de los agravios formulado a fs. 595/596 por el recurrente, no puede ser considerada cuestión esencial en los términos del art. 168 de la Constitución provincial. Es que, la denunciada deficiencia de la alzada -de haberse configurado-, no se relaciona con los elementos que han estructurado la litis, sino que trasunta un aparente defecto en el examen de admisibilidad del recurso impetrado por la aquí demandada a fs. 588/592. Tal examen, incumben a al los no exceder jueces de las la facultades causa es, propias que por regla, los mismos irrevisable en la instancia extraordinaria. Por ello, voto por la negativa. El fundamentos señor del Juez señor doctor Juez Genoud, doctor de por Lázzari, votó la primera cuestión también por la negativa. La señora Jueza doctora Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Soria, votó la primera cuestión también por la negativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: Interpone el actor recurso extraordinario de nulidad en el que denuncia violación a los arts. 168 de la Constitución provincial y 296 del Código Procesal Civil y Comercial. A fs. 641 vta. plantea la omisión de diversas cuestiones: 1. La de decidir acerca de la deserción del recurso de apelación. 2. Sobre el primer informe de la Dirección Nacional Aeronáutica donde se declara incompetente. 3. Sobre la veracidad del segundo informe. 4. Sobre la decisión referida a la competencia de la J.I.A.A.C. 5. Sobre por qué el organismo emitió dos veces el mismo oficio. 6. Sobre la falta de prueba del demandado. 7. Sobre la incompetencia de la D.N.A. para contestar el oficio. 8. Sobre todas las cuestiones planteadas en el escrito de contestación de agravios. Coincido con el dictamen del señor Subprocurador General en que el recurso no tiene andamiento. Como resultado de la votación a la cuestión anterior se ha modificado el criterio mayoritario sostenido por esta Corte que reconocía naturaleza de cuestión esencial a las objeciones formuladas por la apelada a la suficiencia de la expresión de agravios. Por lo que corresponde desestimar el agravio elaborado sobre el punto, toda vez que la eventual omisión a una cuestión no esencial resulta ajena al recurso extraordinario de nulidad. Con relación al resto de los planteos resulta aplicable la doctrina de este Tribunal acerca de que no pueden a través formularse del alegaciones recurso de extraordinario índole probatoria, de nulidad porque su deficiente examen o eventual ausencia de tratamiento no constituyen omisión de “cuestión esencial”, ni revisten tampoco esta última calidad los argumentos traídos por las partes (Ac. 45.174, sent. del 21-V-1991; Ac. 51.583, sent. del 17-X-1995 en “Acuerdos y Sentencias”, 1995-III-818; Ac. 55.359, sent. del 4-III-1997; Ac. 59.680, sent. del 28-IV1998 en “D.J.B.A.”, t. 155-83; Ac. 73.291, sent. del 26-V1999). En concordancia con el dictamen de la Procuración General, doy mi voto por la negativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: En atención a lo decido por la mayoría en la cuestión precedente, adhiero al voto del doctor de Lázzari y doy el mío por la negativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: Habiéndose impuesto una nueva mayoría en esta Corte que niega la naturaleza de cuestión esencial a las objeciones expresión respecto de de agravios, la suficiencia técnica tal circunstancia me de fuerza la a adherir al voto expresado por el doctor de Lázzari. Voto por la negativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: En atención a lo decidido en la primera cuestión, adhiero al voto del doctor de Lázzari. Voto por la negativa. A la segunda cuestión planteada, el señor Juez doctor Salas dijo: Comparto la opinión de lo expresado por el colega doctor de Lázzari y, en consecuencia, voto por la negativa. Los señores jueces doctores Roncoroni, Soria, Genoud y Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votaron la segunda cuestión también por la negativa. A la tercera cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: I. sentencia de Sostuvo la primera Cámara a instancia quo y para rechazar revocar la la acción instaurada los siguientes argumentos: Partiendo de la necesidad de la existencia de relación causal responsabilidad, como a los factor efectos de de atribución señalar el error de del juzgador de origen, hizo hincapié en el informe final de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil en el que surgía que “... la detención del motor de la aeronave se produjo por frenamiento, debido a la falta de lubricación del cojinete delantero del cigüeñal. Que el origen de la falta de lubricación debería ser confirmado por la D.N.A., manguito y las estableciendo arandelas si se continuaron produjo porque colocadas una el vez extraído el radiador (por el taller demandado), o por la escasa cantidad de aceite en el circuito, o por ambas causas...” (v. fs. 612) por lo que concluyó que se limitaba a señalar las causas probables de la falta de lubricación, sometiéndolas a la confirmación de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad. Se refirió luego a los oficios que el Juez de primera instancia, en uso de la facultad deber que le confiere el art. 36 inc. 2º del Código Procesal Civil y Comercial, libró a la J.I.A.A.C. y a la D.N.A., antes del llamamiento de autos para dictar sentencia. Manifestó que la Junta contestó el suyo a fs. 545/547 informando que “... la insuficiente lubricación se produjo por: '1) Una posible cantidad insuficiente (sic) de aceite lubricante y como factor contribuyente: 2) remoción del radiador de aceite mediante una configuración prevista por el fabricante'“ (v. fs. 612 vta.). no Analizó luego la contestación de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad, que se agregó a los autos luego de la sentencia, por lo que no fue considerada por el inferior, asignándole referencia que la fundamental J.I.A.A.C. importancia efectuó, como por ha la quedado dicho, expresando que de acuerdo a la misma “... la falta de lubricación en el motor de la aeronave de autos se debió a la carencia de suficiente cantidad de aceite en el sistema, lo cual fue provocado por una insuficiente carga en el sumidero...” (v. fs. 612 vta.), ello por cuanto el eje del cigüeñal no estaba engranado y se demostró que la conexión denominada “by pass” no era la causa de falta de aceite. Dijo también que dicha conexión era usada durante los ensayos en banco de prueba de motores y que la insuficiente carga en el sumidero originaba una descarga en los botadores hidráulicos en las válvulas de admisión y a ello se debió la detención del motor en vuelo. Con cita de jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la propia Sala, referida a que el proceso no puede ser conducido en términos puramente formales y a la facultad deber del juez de disponer lo necesario para esclarecer los derechos en debate, resolvió evaluar la citada prueba basado en la especial importancia que la misma revestía para el caso. Consideró luego que las demás pruebas producidas, frente a la contundencia de las conclusiones de la Junta y de la Dirección, carecían de la entidad suficiente. En base a ello tuvo por no probado que la extracción del radiador por parte del taller demandado y el consecuente “by pass” realizado “... hayan sido la causa de la falta de lubricación que produjo la detención del motor y posterior accidente del avión Piper PA 11 (matrícula LVYMI)” (fs. 613 vta.). No acreditada para el a quo tal circunstancia, no encontró omisión la del conexión causal demandado y el adecuada daño entre cuyo la acción resarcimiento u se pretendía por lo cual resolvió como lo hizo. II. Frente a dicho pronunciamiento se alza el actor mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley en el que denuncia violación o aplicación errónea de los arts. 375, 384, 394, 421 y 474 del Código Procesal Civil y decreto Comercial; 934/1970 y 185 4.1 del del Código Aeronáutico; reglamento de la 1 del Dirección Nacional de Aeronavegabilidad y absurdo en la apreciación de la prueba. Aduce el recurrente que en virtud de lo reglado en los arts. 185 del Código Aeronáutico, 1 del decreto 934/1970 y punto 4.1 del Reglamento de la D.N.A., el único organismo competente para expedirse es la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación, por lo que yerra la juzgadora de grado al tener en cuenta el informe de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad por ser un órgano incompetente para la evacuación del informe y por basarse en el previo informe de la citada junta, con violación del art. 394 del Código Procesal Civil y Comercia . Considera también violado el art. 473 del mismo cuerpo legal por cuanto el fallo se aparta del informe pericial de fs. 383/390 y cita jurisprudencia al respect . Denuncia asimismo absurdo material debido a que el a quo manifiesta que la J.I.A.A.C. y la D.N.A. llegaron a la misma conclusión, siendo que la primera llegó a la misma conclusión que la del perito de autoy la segunda a ninguna por no ser competente, con transcripción de jurisprudencia. Expresa por último que al determinar que no hay relación de causalidad entre la extracción del radiador y el siniestro, se violan las leyes de la sana crítica, según doctrina de esta Corte que reproduce. III. Considero que no asiste razón al recurrente. Para resolver como lo hizo, la magistrada votante tuvo en cuenta lo expresado en sus conclusiones por la autoridad competente para expedirse, esto es, la Junta de Investigaciones de Accidentes de Aviación, la que en su informe expresa a fs. 345 vta.: “La determinación de cómo debió hacerse la tarea al retirar el radiador, debería ser resuelta por la Autoridad Técnica, la D.N.A., quien podría hacerlo con mayores elementos de juicio que la JIAAC”; a fs. 345 bis lubricación podemos debería leer: ser “El origen confirmado de por la la falta de D.N.A., estableciendo si esa falta de lubricación pudo producirse porque el manguito y las arandelas continuaron colocados al retirarse el radiador de aceite o por escasa cantidad de aceite en el circuito, o por ambas causas” y a fs. 345 bis vta.: “Dar pase de este expediente a la D.N.A. (DAG), para que confirme, en base a la documentación correspondiente, si fue incorrecto el trabajo realizado por el taller que quitara del motor el radiador de aceite...”. Luego, a fs. 346, en la disposición 03/1995 de la citada Junta, se ordena expreso traslado a la D.N.A. para evacuar los puntos mencionados supra, lo que se concreta el 7 de abril de 1995, lo que surge de la fotocopia de fs. 350. A fs. 541 el juez de origen, con anterioridad al llamado de autos para dictar sentencia, con apoyo en el art. 36 inc. 2º del Código Procesal Civil y Comercial, ordenó librar sendos oficios a la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil y a la Dirección Nacional de Aeronáutica (sic), informando la primera a fs. 546/547 y reiterado el oficio a la segunda, contestó la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad que lo había enviado a la Junta por ser ésta competente, como lo afirma el recurrente. Pero a fs. 553, la misma Junta informa al Juzgado que el oficio a la D.N.A. le fue enviado erróneamente y que lo remite nuevamente “para que proceda a dar la pertinente respuesta”. Más allá de las contingencias que sufriera el trámite de la contestación de dicho oficio (v. fs. 574/580), su contenido fue correcta y debidamente tenido en cuenta por la Cámara a quo, pese a lo pretendido en la contestación de agravios del actor, y ello con apoyo en jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y de la misma Sala, por cuanto resultaba de vital importancia para el esclarecimiento de los hechos, ya que justamente el organismo competente para la evacuación del informe, resultaba expresamente, definitorio como para hemos el visto, meollo de consideró la cuestión que el informe de la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad, lo que echa por tierra los argumentos del recurrente referidos a la competencia de los organismos en juego así como los referidos a la violación de los arts. 384 y 473, máxime cuando el a quo hace expresa referencia a la falta de entidad suficiente del resto de la prueba para demostrar lo contrario, en uso de facultades que le son inherentes, por lo que tampoco se ha demostrado el absurdo denunciado. Tiene dicho este Tribunal que la valoración de la prueba en general, y el análisis de la documental y pericial en especial es una típica cuestión de hecho, no revisable -en principio- en sede extraordinaria (Ac. 47.966, sent. del 4-V-1993; Ac. 54.156, sent. del 5-IV1994; Ac. determinar 51.999, si ha sent. del mediado o 20-II-1996) no relación al igual que de causalidad adecuada y, como tal, sólo puede ser reexaminada en la instancia extraordinaria si se pone en evidencia que la conclusión impugnada es el resultado de un razonamiento viciado por el absurdo (Ac. 55.144, sent. del 12-XI-1996; Ac. 58.043, sent. del 12-VIII-1997; Ac. 70.093, sent. del 23-VI-1998; Ac. 67.992, sent. del 17-XI-1999; Ac. 71.406, sent. del 23-VIII-2000) y en razón de lo antes expuesto no se ha configurado dicho vicio en el presente caso ya que es el error palmario, conclusiones grave y manifiesto contradictorias, que conduce inconciliables a e incongruentes con las constancias objetivas de la causa (Ac. 58.938, sent. del 17-X-1995; Ac. 63.556, sent. del 8X-1996; Ac. 64.347, sent. del 18-II-1997; Ac. 71.327, sent. del 18-V-1999, entre muchas otras). Considero, pues, que debe rechazarse el recurso extraordinario que dejo examinado, por lo que doy mi voto por la negativa. Los señores jueces doctores Negri, Pettigiani, Hitters, Salas, Roncoroni, Soria, Genoud y Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votaron la tercera cuestión también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, de conformidad con lo dictaminado por el señor Subprocurador General recursos con respecto al extraordinarios de nulidad, interpuestos; se con rechazan costas los (arts. 289 y 298, C.P.C.C.). El depósito previo de $ 3609, efectuado a fs. 646, queda perdido para el recurrente (art. 294, C.P.C.C.), debiendo el tribunal dar cumplimiento a lo dispuesto por los arts. 6 y 7 de la Resolución 425/2002 (texto Resol. 870/2002). Notifíquese y devuélvase.