La inquisición Institución creada por el papa Inocencio III (1198−1216), para acabar con la herejía de los albigenses. Con este fin se envió a las ciudades del Languedoc comisarios encargados de llevar a cabo una pesquisa (inquisitio) y facultados para prender y castigar a los sospechosos. Pero la Inquisición no ejecutaba los castigos por si misma, sino que confiaba su cumplimiento al brazo secular. Este tribunal pasó de Francia a Italia, Alemania y España. Se dio el caso curioso de que los primeros inquisidores en Francia, Italia y España se llamaron los tres Pedro y todos fueron mártires, venerados hoy como santos. Aquí, los Reyes Católicos decidieron su establecimiento porque sucedieron casos que hicieron necesario el instaurar un tribunal que entendiera en los delitos de diversas herejías y en los llamados crímenes rituales, consistentes en la reproducción de la pasión y muerte de Jesús. Una vez ya establecido el Tribunal de la Fe o Santo Oficio en Sevilla de modo anormal, causó algunos conflictos. Entonces, el papa Sixto IV concedió a los Reyes Católicos, por una bula de 1480, facultad de elegir dos o tres prelados que inquirieran y procedieran contra jerejes y apóstoles. Estos prelados fueron los dominicos PP. Morillo y San Martin, pero el papa designó inquisidor de Castilla a Fray Tomas de Torquemada. La inquisición tenia su carcel propia. Las penas usuales en Derechocivil y canónico, eran la reconciliación púbilca o secreta; sumisión a penitencias o a vigilancia; uso temporal de la túnica amarilla con cruz roja; prisión y muerte en la hoguera. El dinero de las multas impuestas a los reos y el producto de la confiscación parcial o total de sus bienes pertenecían al Rey, pero se destinaban al pago de funcionarios de la Inquisición. En dias solemnes se celebraban los autos de fe: se leían en una plaza pública, las sentgencias y se hacían las abjuraciones y reconciliaciones públicas. Naturalmente recelosa, la Inquisición persiguó a cuantos profesaban ideas análogas a las del Luteranismo. Entre los perseguidos se contaron grandes escritores y personas virtuosas como Fray Luís de León. Se ha dicho que la Inquisición no hizo mas que poner trabas al pensamiento español, pero Menéndez Pelayo ha rebatido victoriosamente esta tesis, demostrando que precisamente en los siglos XVI y XVII, fueron los de mayor florecimiento Literario y Artístico, en conjunto llamado el siglo de oro. No puede negarse que gracias a esta fuerte unidad religiosa, España se salvó de las fuertes guerras de carácter religioso que ensangrentaron Francia, Alemania y Suiza. En el siglo XVII se inicia una decadencia de la Inquisició, Que se profundiza en el XVIII, durande el cual el más ruidoso procesofue el del peruano Pablo de Olavide. El gobierno intruso de José Bonaparte decretó la supresión de la Inquisición, restablecida al regreso de Fernando VII bajo el nombre de Juntas de Fe. El último auo de fe fue el del Maestro de Ruzafa, Cayetano Ripoll. Un decreto de 15 de Julio de 1834 abolió definitivamente la Inquisición. Esta se hallaba regida por un Inquisidor General, con el llamado Consejo de la Suprema. De ellos dependían tribunales provinciales, con sus inquisidores, oficiales, procurador fiscal y familiares, que constituían una especie de policía inquisitorial a la que pertenecían personas relevantes (como Lope de Vega, por ejemplo). FUENTE:GRAN ENCICLOPEDIA DEL MUNDO 1