ApologÃ-a de Sócrates, Platón  La ApologÃ-a de Sócrates trata de la defensa que hace Sócrates de sÃ- mismo, luego de ser acusado por diversas causas. El filósofo, estando ante el tribunal que se dispone a juzgarlo, realiza un discurso en el que expone las culpas que se le atribuyen y luego los argumentos con los que él fundamenta su inocencia en dichas acusaciones. Sócrates separa sus acusaciones en dos grupos, unas antiguas y otras nuevas. La primera parte del texto está dedicada a la exposición y refutación de las antiguas. Estas son: que se ocupe de las cosas celestes, que haga más fuerte el argumento más débil, que no crea en los dioses y que engañe a los jóvenes. En cuanto a la primera, ésta se refiere a la ciencia, la fÃ-sica. A Sócrates se le está acusando de preocuparse por cosas de la fÃ-sica, es decir, que intente dar justificaciones cientÃ-ficas a fenómenos naturales, en vez de las explicaciones mÃ-ticas vigentes en esa época. Sócrates se defiende de esta acusación de manera bastante concisa. Simplemente lo niega, dice que él no sabe de esas cosas, que no las entiende, y que quien lo conozca podrá dar fe de ello. Luego, lo segundo que se le imputa, Sócrates lo relaciona con los sofistas, para él son ellos quienes se dedican a hacer fuerte el argumento más débil, es decir, a servirse de la palabra para defender cualquier argumento, incluso si éste no es válido. Dado esto, la defensa de Sócrates es que él no cobra por enseñar, de hecho que ni siquiera enseña. En otras palabras, el silogismo que hace Sócrates es el siguiente: Se dice que soy como los sofistas. Los sofistas cobran. Yo no cobro. Luego yo no soy como los sofistas. Sobre la tercera acusación, la defensa es bastante más extensa. Sócrates cuenta la historia de por qué lleva el tipo de vida que lleva. Todo comienza porque un amigo suyo va al oráculo de Delfos y la Pitia le dice que Sócrates es el hombre más sabio que hay. A partir de esta afirmación, Sócrates dedica su vida a intentar comprender qué quiere decir, pues para él el oráculo no puede mentir, pero a la vez no se considera el hombre más sabio. AsÃ- es como comienza a averiguar cómo es posible que no exista nadie más sabio que él y va de persona en persona haciéndole preguntas para dilucidar el enigma. La conclusión a la que llega Sócrates es que él es el más sabio porque sabe que no sabe, es decir, todos los otros hombres podÃ-an saber en algunos ámbitos más que él, pero siempre creÃ-an saber más de lo que era en realidad, en cambio él sabÃ-a asumir que realmente no sabÃ-a. AsÃ- el culpado demuestra que cree en los dioses tan ciegamente, que dedica su vida a intentar comprender lo que dijo el oráculo. La última acusación, Sócrates la refuta con el argumento de que los jóvenes lo siguen libremente y que él no intenta enseñarle nada a nadie, asÃ- pues, no puede corromperlos. La siguiente parte del texto corresponde a la defensa de las acusaciones nuevas, que son bastante parecidas a las antiguas. Textualmente la acusación es esta: Sócrates delinque corrompiendo a los jóvenes y no creyendo en los dioses en los que la ciudad cree, sino en otras divinidades nuevas. Para defenderse de estas imputaciones, Sócrates comienza un diálogo con Meleto, uno de sus acusadores. La conclusión a la que llega es que es imposible que el haga mal a los jóvenes, pues quien hace mal, luego se ve dañado por esos a quienes hizo mal y que él nunca se harÃ-a daño a sÃ- mismo. Por lo tanto, si está corrompiendo a los jóvenes es involuntariamente y si es involuntariamente no serÃ-a un delito y no se le puede culpar. Lo que sigue de la acusación, Sócrates lo refuta diciendo que si enseña sobre cosas divinas cree en las divinidades, y si cree en las divinidades luego cree en los dioses. Luego de defenderse de cada una de las acusaciones, el culpado prosigue exponiendo una seria de ideas a su favor, de las cuales se deben resaltar algunas: • No le importa si tiene que morir por defender lo que hace, ya que si no conoce lo que hay después de la muerte, no puede tenerle miedo y no le importa llevar hasta el final su defensa; que, incluso si lo 1 dejarán libre, seguirÃ-a haciendo exactamente lo mismo, esto es, intentando de que la gente se preocupe de los bienes del alma, antes que de la riqueza y la fama. • Si lo condenan a él, en realidad se están condenando a ellos mismos, ya que dios lo puso a él con una función entre los hombres, y que ya no habrÃ-a quien cumpliera esa función. • Tiene dentro una voz que siempre le dice lo que no debe hacer, y que es por consejo de esa especie de conciencia que nunca ha querido participar en polÃ-tica. Además, que las veces que lo ha hecho no ha sido una buena experiencia.  La última parte del texto, corresponde al discurso de Sócrates después de que, a pesar de su defensa, se le condena a muerte. De lo último que dice cabe destacar que reitera que los acusadores se están condenando a ellos mismos y que van a recibir un castigo de vuelta por matarlo. Dice también que no se arrepiente de nada de lo que ha hecho y que probablemente las cosas tenÃ-an que ocurrir asÃ-. El texto termina con Sócrates reafirmando la idea de que no le importa morir porque no sabe qué hay después de morir y que tal vez puede que sea algo mejor que la vida. En cuanto a la filosofÃ-a moral que queda planteada, las principales tesis son: los valores primarios corresponden a los del alma, estos son, la virtud, la justicia, la verdad, y se debe intentar siempre actuar conforme a ellos; actuar mal es un acto involuntario y se hace por ignorancia, pues quien conoce el bien actúa necesariamente bien; el conocimiento moral es limitado, nunca podemos llegar a saberlo todo; cada uno es su propio maestro, se debe reflexionar sobre los propios deseos, lo importante es saber cuáles son nuestros fines, más que los medios por los que llegar a ellos; el ser humano siempre quiere lo bueno, el problema es no saber qué es lo bueno. En conclusión, el ser humano busca el conocimiento acerca del bien, es un objetivo constante, pero nunca se podrá llegar a adquirir por completo.   2