CONFERENCIA DEL DR. JOSÉ LUIS CANTINI Hace diez minutos que tendríamos que haber concluido. Son las 12.40 hs.: la Divina Providencia los ha salvado de escucharme a mí. Pero no quiero abusar de este argumento, pues ya venía predispuesto a resumir mi tema en dos palabras. Porque desde el momento mismo en que me encomendaron la tarea, es decir, en que me fijaron el tema, que es nada más y nada menos que "Las Proyecciones Pastorales hacia el Tercer Milenio"... sospeché que me iba a quedar sin libreto, y es lo que realmente ocurrió. Después de lo que escuchamos ayer y hoy, lo único que podría agregar es música de fondo. Todo está dicho: está el documento de las Comisiones pontificias, está el reordenamiento del documento en su parte sustancial, hecho estupendamente por Mons. Bargalló. Lo han escuchado a Mons. Karlic ayer. Y esta mañana lo escuchamos a Mons. Saraiva Martins. ¿Qué más se puede decir sobre Pastoral? Podrían decirme: "Bueno sí, aunque ahora (siguiendo el consejo de De Imaz) hay que bajar a la tierra: no solamente el "para qué", sino también el "cómo". Pero a mi me parece que no tendría sentido que antes de reunirse ustedes en las Comisiones, yo les dijera cómo hay que hacer las cosas. Sino ¿para qué han venido? No solamente para escuchar excelentes lecciones, sino para aportar la propia experiencia, intercambiar experiencias y de allí sacar conclusiones para la acción futura. Con esta aclaración o este agregado: que tampoco se pueden dar muchas orientaciones fuera de las que ya están en los Documentos, a quienes provienen de más de 50 Universidades, y más de 50 diócesis. Porque la bajada a tierra, hay que hacerla sobre la realidad; y la realidad es muy distinta de una ciudad a otra, de una diócesis a otra, de una Universidad a otra. Así que, en ese sentido, creo que ustedes no pierden nada con mi "eclipse". Lo único que quiero subrayar es que el valor de estas Reuniones o de estos Encuentros -como este tan extraordinario al que estamos asistiendo- no está solamente en las lecciones doctrinarias que se pueden recibir, sino también -y yo diría sobre todoen el intercambio entre nosotros mismos. Porque las grandes lecciones también se pueden encontrar en los libros. Pero un encuentro así, cara a cara, un encuentro personal, no se encuentra en los libros. Y este es, como lo dijo también De Imaz, el gran problema nuestro. A propósito les voy a contar, para terminar, tres cosas personales, que he vivido en estos días. La primera es esta: yo me enteré que en mi arquidiócesis de Rosario había una Pastoral Universitaria, a raíz de la convocatoria a este Encuentro. Porque cuando nos invitaron a ir a Buenos Aires para el Acto Preliminar, me encontré allí con el Padre Benítez que es el delegado arquidiocesano de Pastoral Universitaria de Rosario. Y aclaro que el Padre Benítez y yo ¡somos profesores de la misma Facultad!: de la Facultad de Derecho de la UCA en Rosario. Vinimos ayer en ómnibus desde Rosario, y estábamos tratando de adivinar, por las caras, si alguno más venía a Huerta Grande. Y nos pasábamos el dato: "Y yo oí que Fulano va hasta Huerta Grande, así que posiblemente venga al mismo Encuentro". Rosario no es un mundo. Y sin embargo, no nos conocemos. Y otro caso todavía más extraordinario: comentando con una colega, profesora en la Universidad Nacional de Rosario, las inscripciones que ya teníamos para este Encuentro, le mencioné a alguien conocida de ella, y me dice: "¿Va Fulana? ¡Hace mucho que la conozco pero pense que era socialista!" Por supuesto que el socialismo no es una religión... pero de todos modos, los socialistas no son los más asiduos a las misas dominicales. Lo que demuestra que uno puede convivir con otra persona, sin tener siquiera idea de su identidad espiritual. Esto, que es la primera vez que ocurre en la Argentina -según Mons. Saraiva Martins también en el mundo- tiene que servir fundamentalmente para conocernos y se va a dar sobre todo en las reuniones de comisiones, donde ya no recibirán ustedes grandes lecciones doctrinarias, pero donde van a aportar ese capital "invalorable" que es su propia experiencia. Les deseo mucho éxito en esas Comisiones.