Colaboración con Pueblos Unidos Dos tardes por semana la H. Brígida Ayuso, de la comunidad de las Hermanas de María Reparadora, Peñagrande, Madrid, colabora como voluntaria en Pueblos Unidos. Este es uno de los centros que surgió en Madrid como respuesta a la realidad cambiante del barrio de la Ventilla con la llegada de gran número de emigrantes. Forma parte de la Fundación San Juan del Castillo, entidad promovida por los Jesuitas, y en la que colaboran un buen número de personas voluntarias y contratadas, laicas y religiosas, españolas y emigrantes, unidas por una misión compartida: la de contribuir a la construcción de una sociedad más acogedora, integrada, plural y unida, una sociedad más acorde con la justicia que brota de la fe cristiana. Entre estos voluntarios se encuentran personas muy cualificadas y preparadas en los distintos campos: abogados, sociólogos, psicólogos, profesores, estudiantes y también personas que aportan su “sabiduría” su calidad de vida, su saber acercarse a las personas desde el amor, la compasión y la gratuidad El centro trata de proporcionar una atención integral a las personas en situación de más fragilidad, personas llegadas de otros países por causa diversas, sin medios económicos, desconociendo la lengua, las costumbres, las leyes, todo lo que contribuye a hacerlas mucho más vulnerables. Esta ayuda la proporciona a través de diversas áreas: Área Psicológica - Área Jurídica Área Social - Programa Socio-Comunitario Programa de Vivienda - Formación y Empleo Comunicación, RSC y Voluntariado Aula educativa: Programa para adultos Programa de adolescencia Programa de infancia Es en este programa de infancia en el que yo colaboro junto con otros voluntarios. Ahí se procura proporcionar a los niños del barrio un lugar de encuentro, de convivencia y conocimiento mutuo. Al finalizar cada sesión nos reunimos los voluntarios para evaluar y compartir como nos ha ido. Ofrecer un apoyo educativo que prevenga el fracaso escolar, que facilite su integración y favorezca el desarrollo del hábito de estudio; brindar un ocio alternativo al que estos niños y niñas encuentran en la calle. El aula educativa incluye para ello actividades recreativas y deportivas, talleres artísticos y de juegos educativos. También un campamento urbano en el verano. En definitiva, desea estimular todas las capacidades de los menores para que puedan ponerlas al servicio de los demás. Es esencial conocer y acompañar a las familias para que sean punto de referencia y ayuda en la educación de sus hijos. Así mismo, los voluntarios tenemos nuestras jornadas de formación, evaluación, que nos ayudan y estimulan, al mismo tiempo que van creando una mayor relación entre nosotros, fomentando un clima de colaboración y amistad. --------------------------------------