ESTUDIO SOBRE LA PRIMERA EPÍSTOLA DE SAN PEDRO Por DANIEL CABARCOS 15ª PARTE: VERSÍCULOS 3:16 - 3:18 1 Pedro 3:16.“teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.” Dice el texto teniendo una buena conciencia = SUNEIDESIS. Esta conciencia significa un conocimiento con uno mismo, ser sabedor, consciente de sí, la capacidad de relacionarse con uno mismo, capacidad que creo está relacionada con “ser creados a imagen y semejanza de Dios” (Ro.2:14-15). Este conocimiento “básico” del bien y del mal se desarrolla mucho más al morar el Espíritu Santo en nosotros. Esta inclinación moral interna, puede acusarnos (Jn.8:89) o no hacerlo. Esto es lo que demanda aquí en Pedro: el conocimiento interno de hacer lo correcto, lo adecuado a la voluntad de Dios, el corroborar internamente la armonía entre fe y vida. El servicio adecuado a Dios queda atestiguado por esta buena conciencia. Su ausencia, puede afectar seriamente a la fe.- 1 Ti.1:19.- “manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuando a la fe algunos”. El DESECHAS = APÔTHEÔ significa echar, arrojar fuera. El rechazar, el no tener presente, el no cultivar la buena conciencia, puede hacer NAUFRAGAR la fe. NAVAGEÔ significa literalmente “romper la nave”. Fe y buena conciencia van de la mano. En Hebreos 13:18 se habla de confiar, de estar persuadido de una buena conciencia. Por tanto, el significado en estos textos viene a explicar que la buena conciencia es tener la convicción interna, producto de la reflexión y el auto examen, de obrar conforme a la voluntad de Dios. El tener esta buena conciencia permite salir airoso de las CALUMNIAS = KATALALEÔ, palabra que literalmente significa “hablar en contra”. Esta convicción de buena conciencia hace al que la posee inmune a la calumnia. El tiempo pone a cada uno en su lugar y al que obra con buena conciencia, al que más, puesto que la conducta que conlleva una buena conciencia, al estar basada en una convicción profunda y seria, es tenaz y acaba AVERGONZANDO = KATAIS CHUNÔ (define el sentimiento de vergüenza ante algo que se ha hecho). El comportamiento basado en la propia conciencia, es un testimonio tan aplastante que los propios que calumnian y hablan en contra con falsedad, que es lo que denota el verbo EPÊREAZÔ (difamar), estos mismos se avergüenzan ante su injusta conducta. La forma de vivir o conducirse en la vida, basada en esta buena conciencia, acaba avergonzando a los que acusan y calumnian. Un ejemplo de esto, donde Pedro es protagonista, lo encontramos en Hechos 2:13 y 37. Otro ejemplo lo encontramos en la vida de Jesús en Lucas 13:10-17. La buena conducta o conciencia de Jesús llevó a sus adversarios a darse cuenta de lo injusto de sus acusaciones y a avergonzarse de su actitud. 1 Pe.3:17.“Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.” Este texto aclara el anterior de forma contundente. Se utiliza el adjetivo MEJOR = KREITTÔN que procede de una raíz KRATOS que significa fuerte, denotando poder en la actividad y en el efecto, y es indicativo de aquello que es ventajoso, útil, aquello que es más excelente. El justo que padece por hacer el bien es en sí un mensaje poderoso y ventajoso para los demás, por el testimonio que reciben, como vimos en el versículo anterior y veremos también en el siguiente, pero también es ventajoso para el que padece (1 Pe.2:20). En el padecer por hacer el bien, hay un grado mayor de excelencia, puesto que imitamos así la caligrafía de Cristo (1 Pe.2:21). Es esa conciencia innata que vemos en Romanos 2:14-15, la que motiva estas actitudes, incluso en el hombre natural. Fijémonos en lo que dice el texto del libro de un científico muy importante en el campo de la etología: “Tienen que serles dadas normas por las que pueden regular su comportamiento. Estas normas son parte de un equipamiento (filogenética), de filon =raza y generación. Tales normas determinan qué experimenta el hombre como bueno o malo y se hallan en la base de los conflictos de mala conciencia.” Por lo tanto, el primer beneficiado por un buen comportamiento es uno mismo, porque aunque sufra por ello, en el fondo es gratificado. Esta tendencia está grabada en nuestros genes por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios para hacer el bien y cuando nos comportamos de acuerdo a eso, se siente uno gratificado. Por el contrario, el desacuerdo con esas tendencias, comporta desazón. No obstante, una de las experiencias más gratificantes, testificada por todo tipo de personas y por la ciencia médica es el darse a servir a los demás. En mi opinión, estas experiencias son tan gratificantes porque en ellas el hombre cumple el ideal divino, cumple aquello para lo que fue creado y de lo que lo alejó el pecado. Esta fue la actitud de Jesús, el postrer Adán, el primer hombre conforme al ideal divino (Mr.10:45). Cuanto más no nos gratificaremos nosotros cuando el DESEO = THELÔ y el propósito = THELEMA de Dios es que suframos por hacer el bien, lo cual nos hace partícipes de la gloria de Cristo (1 Pe.4:12-13). 1 Pe. 3:18.“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu.” En este versículo se nos muestra un ejemplo práctico de sufrir por hacer el bien: el sacrificio de Cristo por nuestros pecados. Se utiliza una expresión: PERI HAMARTIÔN, donde la partícula PERI significa ‘acerca de’, ‘alrededor de’, formula empleada también en los LXX en Lev.5:7 y 6:30, donde se nos habla de las ofrendas por el pecado; y también en Heb. 5:3, donde se habla de la ofrenda por los pecados del sumo sacerdote y por los de todo el pueblo en el día del “Yom Kipur” (el día de la expiación). Al ser el sacrificio de Cristo impecable es por ello definitivo, por lo que el texto dice una sola vez = APAX.- Esta palabra se utiliza para denominar las palabras que aparecen una sola vez en la Biblia y es por eso una sola vez porque tiene validez perpetua, no precisando repetirse (Heb.9:28). Al contrario del sacrificio del AT que realizaba el sumo sacerdote todos los años el día del Yom Kipur, el día más importante del calendario hebreo. Vemos en estos textos el tremendo valor que tiene para Dios el sufrimiento del justo como forma de contrarrestar el mal y el pecado. Cristo el único justo con su sacrificio en base a su justicia absoluta, logra de una vez para siempre lo que la Ley no lograba mas que posponer año tras año (o parchear) (Heb.10:5-10). Esta muerte del justo por los injustos, logró traernos a Dios de una forma definitiva, así como el precio pagado, el sacrificio era definitivo. El verbo usado PROSAGÔ, significa ‘traer a’, ‘traer hacia’: Col.1:21-22 lo explica muy bien.Se emplea aquí una expresión: “ESTÁBAIS ALEJADOS” = APALLOTRIOÔ, que significa ‘ser hecho extraño’, alejado, alienado a la ciudadanía de Israel (Efe.2:12). El sacrificio de Cristo nos ha acercado a Dios. Y también se habla de ánimo hostil, literalmente ‘enemigos en la mente’.- ECHTHROS TÊ DIANOIA, expresión que denota alguien aborrecido, odioso, hostil enemigo, adversario; este mismo adjetivo se usa en Mt.13:39 para hablar del Diablo. En el versículo 22 de Colosenses 1 vemos como el cuerpo de carne de Jesús nos reconcilió con Dios: APOKATALLASSÔ. Este verbo significa ‘reconciliar completamente’, ‘cambiar de una condición a otra’, de modo que se elimina toda enemistad y hostilidad, no quedando así impedimento para la amistad, la unidad y la paz (Ro.5:1). Esto fue lo que consiguió el sufrimiento de Cristo, quien murió en la carne pero fue vivificado en espíritu (1 Co.15:45), por eso el sufrimiento del Justo tiene tanta importancia para Dios. RESUMEN DE LA 15ª PARTE (1 Pedro 3: 16-18) Hemos visto la importancia de tener una buena conciencia, la cual corrobora la armonía entre fe y vida. Hemos visto el peligro de rechazar, de no oír esa conciencia. Puede hacer naufragar nuestra vida cristiana. Esta conciencia buena proviene de la convicción íntima producto de la reflexión y autoexámen de obrar conforme a la Voluntad de Dios. La forma de vivir basada en esta buena conciencia es un testimonio muy poderoso. Pero también es ventajoso para el que sufre por esta buena conciencia, porque nos identifica con Cristo, con su caligrafía. Y por último, hemos visto el ejemplo de Cristo, quien cultivó esta buena conciencia y sufrió por ello, pero su sufrimiento obtuvo unos logros enormes: nuestra salvación. Por eso el sufrimiento del justo tiene tanto valor para Dios.