Realmente imprevisto Belén Zubillaga

Realmente imprevisto
Belén Zubillaga
Frente al acontecimiento imprevisto que significó la inundación sufrida por gran parte de la
comunidad platense hace menos de un mes, el Centro de Atención Psicoanalítico de Acción
Lacaniana no hizo más que ponerse al servivio de la comunidad como hace ya casi 10 años.
Advertidos que no por ser una tragedia o una catástrofe, tiene ese estatuto para todos los afectados.
Cada uno lo vivió de un modo único y afectó o no el correr de su vida. Para algunos las pérdidas
son irreparables por más que el préstamo o el subsidio le permita comprarse lo que tenía y más o
mejor. No se trata de eso. Escuchamos sujetos desvastados, que afirman haber perdido su historia,
su pasado, que no saben quién son. Otros no pueden dormir solos, ni soportan que llueva.
Seguramente algunas de esas conclusiones se conmuevan con el tiempo, no sabemos. Lo que si es
un hecho que algo cambió en todos después de ese suceso. Ciertas garantías (las había) dejaron de
ser tales. Volver de viaje hasta la terminal luego de un fin de semana de descanso, subir o bajar a la
autopista, esperar que pare de llover para subir al auto, y tantas otras cotidianeidades se perturbaron.
Algunos lo comparan con un terremoto otros con un tsunami, la necesidad de comprender y dar
sentido a lo real
se impone inevitablemente. Y algo de eso es necesario. Por eso con la espera
prudente y respetando los plazos de cada uno, el C.A.P señala su presencia. Los que crean
convenveniente de aquí en más tratar el sufrimiento que este acontecimiento les ha ocasionado,
tienen a donde llamar.
Algunos síntomas comenzarán a aparecer más adelante, no de inmediato. Por eso el psicoanálisis lo
que puede hacer en estos casos es esperar. Esperar el surgimiento de lo imprevisto o de lo
imprevisto de lo imprevisto. Lo urgente, el socorro fue necesario en el mismo momento y es el
Estado quien debe responder y socorrer allí. Luego y todavía, se hace necesaria la recuperación
material, los trámites y el cuidado sanitario. El psicoanálisis como respuesta al trauma viene
despues. Después que el imprevisto se traumatice. Si es que se traumatiza.
Cómo dice Eric Laurent en el Revés del trauma, hoy todo lo que no es programable deviene trauma,
lo que desborda en la cultura de la causalidad programada es llamado “el escándalo del trauma”.
Sabemos que no es así, lo es para la ciencia que todo intenta calcular, programar y predecir. Pero lo
traumático poco tiene que ver con el trauma del sentido común. Algo puede ser traumático sin ser
catastrófico. Y algo catastrófico puede no ser traumático. Pero eso es para otro debate.
El riesgo sin embargo, es caer como el discurso del amo, en lo pre-traumático no ya lo posttraumático. ¡Lo post ya no era suficiente! Ahora hay anticipación al posible trauma, por eso las
cámaras, la hipervigilacia, por nombrar solo una. Lo que podríamos llamar la prevención contra lo
real ¡como si eso fuera posible!
La sociedad platense y sus gobernantes buscan las causas y la respuesta a si podría haberse evitado.
Pero más allá de ello, conviene reflexionar sobre el impacto subjetivo de esta u otra afectación
social. Uno por uno.
Lo importante ahora es restablecer el cuerpo, la vivienda, los objetos de la vida cotidiana, la rutina y
luego lo que quede desacomodado, lo que no vuelva a su lugar y duela o como diría Lacan “haga
penar de más” ahí si, el psicoanálisis es una buena opción.
Belén Zubillaga
Directora Clínica del CAP (Centro de Atención Psicoanalítica de acción Lacaniana)
Sede. Calle 4 e/ 37 y 38 te: 4248222
Anexo. Calle 2 e/ 69 y 70 te: 4897004