BUENAS NOCHES OUMA. Fernando León de Aranoa

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BUENAS NOCHES OUMA.
Fernando León de Aranoa
Buenas noches, Ouma ha llevado a
Fernando León de Aranoa hasta el norte
de Uganda. Un país que lleva 20 años en
guerra. Ha recogido los testimonios más
representativos de varios de los miles de
niños que recorren cada noche varios
kilómetros para encontrar lugares de
refugio y así protegerse de los secuestros
llevados a cabo mayoritariamente por los
soldados del Lord’s Resistance Army
(LRA), un movimiento rebelde
ultrafanático. A los pequeños
protagonistas de la historia se les conoce
como los “night commuters”.
NIÑOS Y NIÑAS SOLDADO EN EL MUNDO
Reclutar niños y niñas soldado es una práctica habitual en el seno de
muchos conflictos en todo el mundo. En algunos, años y años de guerra han
agotado a los adultos en edad de combatir: sólo quedan niños.
En otros casos, la guerra y la violencia se tornan una situación normal, la
única que muchos niños y niñas han conocido. Los niños soldado garantizan
la "protección" a muchas familias si los entregan a los ejércitos. Algunas
bandas armadas reclutan niños simplemente para que no sean reclutados
por el enemigo.
Pero, lamentablemente, los niños y niñas aportan "ventajas adicionales" a
las bandas armadas, ya que son mejores soldados, con más vigor,
obedecen sin rebelarse ni organizarse, son fácilmente reemplazables,
además de fanáticos en su adhesión al grupo. Realizan labores
especialmente peligrosas como desminar, espiar o misiones suicidas. Y por
supuesto, cumplen una función de objeto sexual para los adultos.
Estos niños y niñas han sido secuestrados en la calle o sacados de las aulas,
campos de refugiados o campos de desplazados internos. Otros muchos son
forzados a salir de sus casas a punta de pistola, mientras unos padres
angustiados los ven partir sin poder hacer nada. Otros son reclutados
mientras juegan cerca de casa o caminan por la carretera.
Se sabe que algunos niños se han unido a las fuerzas del ejército o la milicia
de forma "voluntaria" ante la desintegración de las familias a causa del
conflicto, las condiciones de pobreza y el desplome de servicios sociales
básicos, como los centros educativos y de salud.
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El reclutamiento y la utilización de menores de 18 años en los conflictos
armados constituyen crímenes de guerra y, por consiguiente, son crímenes
cometidos contra toda la comunidad internacional.
Los reclutadores suelen enviar a estos niños a campos de entrenamiento
junto a los adultos para que reciban formación y adoctrinamiento militar.
Reciben un trato violento y, en algunos campos, han muerto debido a las
deplorables condiciones en que vivían. Tras varias semanas de
entrenamiento, son utilizados en primera línea de fuego, como carne de
cañón.
Son obligados a servir como señuelos, detectores de la posición enemiga,
guardaespaldas de sus comandantes o esclavos sexuales. A menudo,
también se utiliza a niños y niñas como porteadores de la munición, el agua
o los alimentos y como cocineros.
En las líneas de combate, los reclutadores obligan a los niños
reiteradamente a cometer abusos, violaciones y asesinatos, contra civiles y
soldados enemigos. Incluso se les llega a forzar a matar a miembros de su
propia familia. A menudo se les administran drogas y alcohol para hacerlos
insensibles a las emociones cuando cometen estos crímenes.
Algunos ex niños soldados a los que se había desmovilizado dijeron a
Amnistía Internacional que temían volver a sus comunidades porque sus
vecinos habían presenciado su participación en los crímenes.
El coste personal que deben pagar los niños y las niñas soldado es muy
elevado: insensibilizados y profundamente traumatizados por la experiencia
vivida, a muchos les siguen asediando los recuerdos de los abusos que
presenciaron o que les obligaron a cometer.
En el caso de las niñas soldado, además de la brutalidad y el trauma
derivados de las violaciones en sí, estas agresiones sexuales pueden
producirles lesiones físicas graves y embarazos forzados, así como contagio
de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual.
No se conoce el número real de menores movilizados. La cifra oficial lo
sitúa en torno a 300.000. Hay que tener en cuenta que en muchos de los
países donde hay más menores reclutados no hay registros de nacimiento ni
identificaciones que permita cuantificarlo.
Cuando termina el conflicto no cuentan como bajas, no se sabe dónde están
y no se les puede reeducar. Los niños capturados por el ejército contrario,
mueren, son torturados o reeducados para trabajar para el nuevo ejército.
Fuente: Amnistía Internacional
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Estadísticas de los niños secuestrados en Uganda
Han sido testigos de un asesinato
78%
Han sido atados o encerrados
68%
Han recibido una severa paliza
63%
Forzados a robar o a destruir propiedades
58%
Forzados a abusar de cadáveres
23%
Forzados a atacar a un desconocido
22%
Forzados a matar a un desconocido
20%
Forzados a matar a un soldado enemigo en batalla 15%
Forzados a atacar a un familiar o amigo
14%
Forzados a matar a un familiar o amigo
8%
Fuente: Informe realizado a partir de la vigilancia de 750 jóvenes en Kitgum y Pader.
TRABAJO EN EL AULA
¿Qué os llama más la atención de lo que habéis conocido sobre la
situación de estos niños/as a través del corto y de la información
adicional?
¿Qué escenas/testimonios del corto os han impactado más y por qué?
Consulta la lista de los Derechos Humanos (Documento “Derechos
Humanos”). En el caso de estos/as niños/as, ¿Qué Derechos
Humanos fundamentales son vulnerados?
¿Creéis que estamos anestesiados ante las frecuentes violaciones de
los Derechos Humanos?
Con este corto, ¿qué habéis aprendido?
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