LOS ESQUELETOS ENJOYADOS de los MÁRTIRES CRISTIANOS “Las mejores obras de arte en hueso humano que jamás se hayan hecho” © Paul Koudounaris Helena R. Olmo © Paul Koudounaris Le llaman «Indiana Bones» y no es para menos. Paul Koudounaris es un historiador fascinado por las momias y los esqueletos antiguos, lo que muchos llamarían arte macabro. Ha fotografiado miles de osamentas, recuerdos de un extraño pasado. En España su arte es poco –o nada– conocido, pero en Europa ya va por su segundo libro. Ha concedido esta entrevista a El Octavo Sabio, donde nos habla en primicia de su fascinante trabajo. Los ricos esqueletos son los restos de los primeros mártires cristianos Por pirmera vez estos esqueletos son fotografiados y publicados www.eloctavosabio.com P aul Koudounaris es un claro ejemplo de rara avis. Ha compaginado su trabajo como profesor de Historia de Arte Barroco, en Los Ángeles, con su afán por rebuscar en los mercadillos de pulgas de todo el mundo, hasta reunir un excéntrico repertorio de pinturas bizarras, animales disecados y reliquias. © Paul Koudounaris 4 Durante sus viajes, Koudounaris ha descubierto lugares que ni siquiera habríamos imaginado. En 2011 dio a conocer algunos de ellos en «Empire of Death» («El Imperio de la Muerte»), un impresionante libro de fotografías e historias sobre los osarios y capillas decorados con huesos en Europa y América del Sur. En esta ocasión trae una obra aún más chocante, «Heavenly Bodies» («Cuerpos Celestiales»), donde es posible admirar una sublime colección de 400 fotografías de los esqueletos de los primeros mártires cristianos, que visten trajes de fantasía y fueron enjoyados hasta el exceso. Pero esta performance no es acto de Koudounaris, él simplemente ha tenido la fortuna de toparse con ellos. En realidad fueron obra de muchas monjas piadosas que en el siglo XVI se afanaron en decorar minuciosamente miles y miles de esqueletos. De mártir a santo Fue en el año 1578 cuando descubrieron en la Via Salaria de Roma el acceso a un laberinto de tumbas subterráneas que contenía los restos de los primeros mártires cristianos. Tras la ola de iconoclasia de la Reforma Protestante, el Vaticano vio en estos esqueletos una excelente oportunidad para reponer el orden sagrado La colección de esqueletos, de 400 años de edad, ha sido descubierta en las iglesias de toda Europa San Pancracio. en las expoliadas iglesias. Ordenó desenterrar infinidad de esqueletos para enviarlos en calidad de reliquias e iconos religiosos a los templos católicos que habían sido ultrajados por toda Europa. Luego, las osamentas fueron reensambladas por las manos artesanas de las monjas que, con incrustaciones de oro y las más exquisitas piedras preciosas, hacían de los esqueletos El Vaticano vio en estos esqueletos una excelente oportunidad para reponer el orden sagrado en las expoliadas iglesias durante la Reforma Los mártires se convirtieron en un símbolo del renacido poder de la Iglesia Católica © Mark Berry Helena R. Olmo Paul Koudounaris. meticulosas obras de arte a las que dedicaban rezos y varios años de trabajo. Los mártires se convirtieron así en un símbolo del renacido poder de la Iglesia Católica y fueron exhibidos en los santuarios públicos como recordatorio de los tesoros espirituales que aguardaban a los creyentes tras la muerte. Hasta el siglo XIX estos esqueletos fueron admirados y venerados como hacedores de milagros y protectores de sus comunidades. Pero de pronto cayeron en desgracia. Cambió la mentalidad de la Iglesia y se convirtieron en una vergonzosa expresión para el catolicismo. La gran mayoría de ellos fueron expropiados de sus riquezas y despojados de todo el glamour; otros, los más afortunados, fueron nuevamente ocultados en los corredores subterráneos de las hermandades religiosas más herméticas del mundo. Un encuentro iunesperado Paul Koudounaris estaba trabajando en otro libro cuando casualmente descubrió los esqueletos. Se quedó atónito y «entonces tuve la sensación de que era mi deber contar su fascinante historia», confesaba al diario digital Huffington Post. Paul, en «Empire of Death» has fotografiado momias y osarios. En «Heavenly Bodies» incluyes imágenes de más de setenta esqueletos enjoyados. ¿Tienes alguna momia o esqueleto favorito? Paul Koudonaris: He fotografiado tantos… Y muchos de ellos son maravillosos, sería difícil señalar un favorito en particular. Algunos de los que más me gustan están en el último libro. Por ejemplo, me encanta San Pancracio, es un esquele- 5 www.eloctavosabio.com © Paul Koudounaris 6 to que hallé en la ciudad de Wil (Suiza), porque lleva la armadura más hermosa que he visto en mi vida. También está Konrad II de Mondsee, en Austria, creo que puede presumir de lucir la más perfecta decoración realizada con piedras preciosas de todos. Constantemente estoy descubriendo nuevas momias o esqueletos que me impactan de alguna manera más profunda. Ahora estoy trabajando en un nuevo proyecto y recientemente he fotografiado el esqueleto de una madre que sostiene en brazos la osamenta de su hijo. Están en un pequeño pueblo de Sicilia, y conforman una imagen muy sugerente y conmovedora. cial. Pero no fue por el aspecto que tenía, sino por quién era… Empecé a hacer algunas investigaciones sobre aquellas momias y resultó que una era el tatarabuelo de una amiga muy cercana que vive en Los Ángeles, pero cuya familia procedía de Sicilia. Esta momia tenía el mismo apellido que mi amiga y yo en broma sugerí que tal vez ambas estaban emparentadas. Cuando le dije a mi amiga el nombre completo de la momia, su rostro palideció y se cayó al suelo. No hacía mucho había revisado algunos archivos de la familia y sí, efectivamente, era cierto, ¡resultó que esta momia era uno de sus antepasados! ¿Te comunicas con ellos? ¿Cuál dirías que es el hallazgo que más te ha impactado? PK: Había una momia en las catacumbas de Palermo que me sorprendió de manera espe- PK: No es de ninguna manera consciente o verbal, yo no soy un médium. Pero cuando los estoy fotografiando siento cierto tipo de apego hacia ellos. Esto es especialmente cierto en el 7 © Paul Koudounaris Helena R. Olmo caso de muchos de los esqueletos enjoyados. Una vez, cuando estaba fotografiando uno en una iglesia en Suiza, el hombre que me había dejado entrar me preguntó: “¿por qué hablas con él?” Yo le miré extrañado y dije: “¿qué quieres decir?”, porque, sinceramente, no tenía ni idea de a qué se estaba refiriendo. Y él contestó: “usted está hablando con el esqueleto, como los fotógrafos hablan con un modelo de moda”. ¡Y era verdad, pero ni siquiera me había dado cuenta! ¿Nos explicas tu relación con la muerte? PK: No estoy seguro de cómo abordar esta cuestión. Tengo una cierta relación con los muertos porque trabajo con ellos, los estudio; pero no considero tener ninguna relación con la muerte. La muerte y los muertos son dos cosas diferentes para mí: los muertos son los que han fallecido, pero la muerte es una línea divi- soria que separa dos estados diferentes. Yo no pienso que tenga una relación con ella, que no sea entendida como la que con el tiempo, inevitablemente, va a sujetarme a la misma. ¿Pero cómo defines la muerte en sí misma? PK: La gente ha contemplado esta cuestión durante miles y miles de años sin ser capaz de contestar a ella. La respuesta es completamente enigmática y difícil de alcanzar. En mi libro anterior, «Empire of Death», comenzaba explicando cómo, a menudo, en la cultura moderna percibimos la muerte como un límite inflexible, o impasible, mientras que cultural e históricamente ha sido considerada como algo más parecido a una transición. Y cuando se la supone como una especie de diálogo (a veces en términos reales, a veces simbólicos) es posible interactuar más allá de ella. Yo me inclino por esta última opinión. 8 www.eloctavosabio.com Helena R. Olmo ¿Tienes miedo a morir? PK: Para ser honesto, es otra pregunta difícil de responder. Racionalmente, es muy probable que contestara que no; como he dicho en la pregunta anterior, considero que es una transición. Una transición ¿a qué? No tengo ni idea, pero me parece natural, incluso saludable, en algunas circunstancias, y no la considero racionalmente temible. Al mismo tiempo, soy un ser humano, construido sobre los instintos de los humanos, y lógicamente no me quiero morir. Mi inclinación natural a la supervivencia me provoca rechazo a la muerte en cualquier circunstancia. Así que, repito, es una pregunta difícil de responder. Racionalmente no temo, pero en un nivel emocional probablemente sí lo haga, lo mismo que la mayoría de la gente. ¿Has pensado qué te gustaría que hicieran con tu cuerpo al morir? PK: Nunca he encontrado una respuesta que satisfaga a nadie porque, sinceramente, no me importa en absoluto qué será de mi cuerpo. Supongo que es irónico, ya que yo trabajo con esqueletos muy elaborados y llamativos, pero personalmente no me preocupa lo que hagan conmigo después. Me parece que los esqueletos enjoyados son muy satisfactorios como obras de arte, pero también creo que, en el plano espiritual, la preservación del cuerpo o su osamenta es algo irrelevante. Así que, no me importa de ninguna manera lo que le pasa a mi cuerpo después de la muerte. © Paul Koudounaris Tengo entendido que tu pasión por la muerte podría ser una herencia genética de tu bisabuelo. He leído que era un falsificador de momias y comerciante de “polvo de mummia” en el siglo XIX. ¿Es así? PK: Sí, eso es cierto. Resulta que a finales del siglo XIX y principios del XX se dedicó a robar los cuerpos de los recientemente fallecidos en Egipto. Los cubría con alquitrán y los enterraba en el desierto durante un año, bajo la arena caliente, para que se secaran. Luego los vendía como auténticas momias milenarias egipcias o molía en polvo lo cadáveres deshidratados para obtener el famoso polvo medicinal de “mummia”. Mi abuelo incluso llegó a 9 © Paul Koudounaris 10 www.eloctavosabio.com acompañar a su padre al desierto en un par de ocasiones. ¿Conoces algún rincón “tenebroso” de España que te gustaría explorar? PK: España tiene un par de osarios interesantes, el de Wamba (pequeña localidad próxima a Valladolid), que es el más grande, y el del municipio navarro de Roncesvalles, famoso por la supuesta conexión con Carlomagno. Hay un par más pero son muy pequeños. El vínculo de España con los osarios siempre me ha confundido ya que, en toda la investigación que hice para «Empire of Death» nunca me encontré con uno ricamente decorado. Ni siquiera el de Wamba, donde los huesos simplemente se apilan por montones, pero no están articulados por patrones. Al final, siempre me desconcierta la misma pregunta: ¿por qué no he encontrando osarios de elaborada decoración en España? Los tienen en Portugal (el de Evora es enorme y el de Campo Maior es uno de los más sofisticados diseños de toda Europa). En los siglos XVI y XVII estas sepulturas eran la vanguardia del arte católico macabro en el viejo continente, especialmente las italianas. Pero nunca se impuso la tradición en España, y es extraño porque los españoles siempre han sido muy, muy católicos. En la trastienda de mi cabeza sigo pensando que en algún lugar escondido de España debe haber un osario que sea una obra maestra... Me encantaría encontrarla, pero lamento decir que he hecho un montón de investigaciones y no he hallado absolutamente nada… ¿Tienes previsto publicar tus libros en España? PK: Sí, en este momento estamos preparando la salida de “Empire of Death” para 2014. Aún no puedo decir nada de “Heavenly Bodies”, el tiempo dirá. Estas decisiones no dependen de mí, si lo fueran, los libros habrían estado disponibles en español a la vez que salieron en inglés y en francés. Creo que España sería un gran mercado para este material y creo que habría mucho interés. Sin duda lo habría y encontraría en los españoles un público fiel e incondicional. Mucha suerte con tu último trabajo y con tu debut en España. ¡Estaremos en contacto! ¢