Una enseñanza acerca de guerras justas e injustas Pallas Athena, 22 de diciembre de 2015 YO SOY Pallas Athena. Hoy he venido una vez más. Probablemente no me han olvidado y recuerdan que soy un miembro de la Junta Kármica. También soy conocida como la Diosa de la Verdad. Hace mucho tiempo, la gente me adoraba en templos que fueron creados especialmente en mi honor. Fue hace mucho tiempo en mi amado Hellas. Y ahora, deseo recordarles el hecho de que también soy patrona de las guerras justas. Todo en su mundo tiene la característica de dualidad. Por lo tanto, sin importar lo raro que pueda parecerles escuchar esto de Mi, además de guerras injustas, también hay guerras que son justas en esencia. Así, antes de participar en esta u otra guerra, deben entender muy bien los motivos por que los impulsan y la gente que tiene el poder y tomar una decisión acerca de desatar una guerra. Primero que todo, deben entender si defenderán intereses egoístas en el curso de esta guerra, o si defenderán su tierra, sus hogares y sus familias de un enemigo externo que los amenaza y golpea su tierra. El motivo de todo soldado que participa en una guerra es muy importante. Si un hombre va a la guerra con motivos egoístas, entonces su participación en la guerra lo cargará con karma de sus acciones equivocadas. Los motivos egoístas pueden ser el dinero, fama, poder, una posición o rango, así como botines de guerra. La ley del karma es muy complicada en este Universo. Por lo tanto, vamos a considerar como la participación en una guerra injusta afectará el país y su gente que está involucrada en esta guerra. Por supuesto, se aplica la violencia y la gente es asesinada en el curso de cualquier guerra. Por lo tanto, es importante entender cuál será la carga del karma del país que está involucrado en una guerra injusta. Cada participante en una guerra injusta lleva su parte del karma. Sin embargo, todos los participantes tienen madres y parientes. Así, toda la familia y hasta los parientes lejanos y primos de esa persona involucrada en una guerra injusta comparten el karma creado por el asesinato y la destrucción. Así es como toda la familia y su parentela se van haciendo débiles, y puede causar la extinción física de la familia y su degradación mental. Por lo tanto, el karma de una guerra injusta afecta aún a aquellas personas que tienen poco que ver con la participación inmediata en el conflicto militar. Aparte de esto, está el karma del país que toma parte de la guerra injusta. Este karma pesa en toda la población del país y se esparce entre todos los miembros de la sociedad. Como regla, lleva al cese del flujo de energía Divina entregada al país. La falta de energía Divina, se manifiesta en la falta de abundancia, en hambrunas, desórdenes mentales como la esquizofrenia, obsesión, depresión y la propensión al suicidio o la agresión en una parte significativa de la población del país. Por supuesto, la mayor parte del karma de una guerra injusta recae en aquellas personas que toman la decisión de avivar la guerra. Sin embargo, como he mencionado antes, la carga kármica cae sobre cada persona que vive en ese país, porque ninguna de las guerras puede empezar si no hay gente dispuesta a tomar parte de esta guerra en pos del beneficio personal, o para dominar las habilidades de matar usando blancos de piel suave. Una sociedad saludable nunca se permitirá involucrarse en una guerra injusta, ya que está muy consciente de la responsabilidad que recaerá sobre muchas generaciones. Ahora, con respecto a las guerras justas, en el caso de que un guerrero tome parte en la batalla con el objetivo de proteger su país, su tierra o su familia y no por beneficio personal o ganancias, y que el guerrero esté listo para sacrificar su vida desinteresadamente por el bien común y el bienestar de su país, entonces sus acciones serán consideradas correctas; y hasta en el caso de la muerte del guerrero, esto no debilitará a la familia a la que pertenece, sino al contrario, fortalecerá su energía. El auto sacrificio por el bien de sus semejantes puede ser considerado como no - violencia, en el caso en el que el hombre esté listo para ser un escudo humano entre sus seres queridos y aquellos que atacan. El acto de auto sacrificio más grande crea buen karma para toda la familia y el país. El propósito de mi Mensaje hoy fue clarificar el problema de las guerras justas e injustas. Creo que en las condiciones actuales que se formaron en el mundo, mi Enseñanza será de beneficio para ustedes, y serán capaces de ponerla en práctica en sus vidas. YO SOY Pallas Athena La Mensajera es Tatyana N. Mickushina Traducción al español de Gisel Sotelo