Descargar

Anuncio
Confesiones teñidas de sangre
Versión para imprimir
Page 1 of 2
Imprimir
Confesiones teñidas de sangre
Un informe de la fiscalía colombiana revela las atrocidades que los paramilitares
desmovilizados han reconocido haber cometido con sus más de 40.000 víctimas
PILAR LOZANO - Bogotá - 25/07/2009
Sin inmutarse, como si nada, Manuel Córdoba, 120 o cara cortada, como se le conocía en el mundo
paramilitar, afirmó ante un fiscal: "Mi gente pudo haber matado unas 15.000 personas". Es sólo una
de las espeluznantes confesiones que han hecho los paramilitares desmovilizados en el marco de la
Ley de Justicia y Paz que cumple ya cuatro años.
La suma de crímenes pasa de 27.000 y las víctimas ascienden a 40.000. La confesión ha llevado a la
ubicación de 1.997 fosas donde se han encontrado restos de 2.439 personas, según las cifras que
presentó el fiscal general, Mario Iguarán, el jueves.
Ha salido a la luz que estos hombres -se desmovilizaron más de 30.000- recibían entrenamiento con
métodos sofisticados: descuartizaron, jugaron al fútbol con las cabezas de sus víctimas, utilizaron
hornos crematorios para borrar el rastro de sus crímenes incinerando los cadáveres y utilizaron
serpientes para matar. "Nadie creía que lo que ha pasado fuera de tal magnitud y hubiera llegado a tal
grado de barbarie", confesó a EL PAÍS Luis González, el fiscal que tiene en sus manos este complejo y
polémico proceso.
A cambio de confesar su responsabilidad, entregar sus bienes y la reparación, la ley les condena a
penas de un máximo de 8 años. "Parece poco, pero en definitiva es un acto mínimo de justicia", aceptó
Iguarán. Casi 3.000 paramilitares se han acogido a la ley para obtener los beneficios. De ellos, 600 se
han presentado ante los fiscales voluntariamente y 1.200 están perdidos ya que se inscribieron en los
resgitros pero nadie sabe dónde están.
La confesión ha servido para alimentar la parapolítica ?así se bautizó el escándalo por el maridaje de
estos sanguinarios grupos con la clase dirigente?, que ha involucrado a 209 políticos, entre ellos 120
alcaldes, y a 140 militares, la mayoría de alto rango. Se les acusa de haber ayudado a coordinar las
matanzas.
Gustavo Gallón miembro de la ONG Comisión Colombiana de Juristas coloca en la lista de aciertos de
la ley de víctimas el haber destapado esta "olla podrida", pero a la vez critica que no se haya actuado
decididamente a partir de esas confesiones. "Mientras no se llegue al fondo sobre la responsabilidad
de estas personas, muchos encumbrados en altas posiciones de la sociedad y el Estado, el futuro es
incierto", afirmó. Para él, el país sigue sentado "sobre un polvorín". Durante 20 años los paras, con la
disculpa de enfrentarse a la guerrilla, mataron a sindicalistas, líderes sociales y campesinos.
Las víctimas, silenciadas mediante el temor durante años, han perdido el miedo a hablar y han
contado su historia. Más de 20.000 han asistido a las versiones libres. María, de 21 años, fue varias
veces a escuchar a Don Berna, uno de los nueve jefes paramilitares extraditados el año pasado a
Estados Unidos. Un día, por fin, pudo dialogar con él. Salió temblorosa, con las manos heladas.
Obtuvo la respuesta a la pregunta que le carcomía desde que tenía 12 años. ¿Por qué mataron a su
padre? Supo que lo confundieron con un guerrillero, la misma disculpa que han dado a muchas
muertes. No todas han tenido esa suerte. O los paramilitares dicen haber confundido en la memoria
hechos y datos, o, como le ocurrió a Gloria, la respuesta quedó en el aire con la extradición de Don
Berna. Él le había prometido que la siguiente vez le contaría donde estaba enterrado Carlos Emilio, el
hijo desaparecido.
Para Gallón las extradiciones son un "ultraje a las víctimas, la negación de uno de sus derechos
fundamentales: el acceso a la verdad". El fiscal González reconoce que resulta difícil articular la
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Confesiones/tenidas/sangre/elpepuint/20... 26.07.2009
Confesiones teñidas de sangre
Page 2 of 2
coordinación para adelantar las diligencias con los que hoy están en cárceles estadounidenses. Sólo se
ha dictado una sentencia, y la inmensa mayoría de los desmovilizados quedaron libres, sin mediar una
investigación judicial.
© EDICIONES EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Confesiones/tenidas/sangre/elpepuint/20... 26.07.2009
Descargar