Las relaciones obrero-patronales

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Las relaciones obrero-patronales
Frente al poder que pueden tener los sindicatos, en un determinado momento, las empresas han ideado estrategias para contrarrestar la amenaza del paro y la huelga. Todas esas estrategias conforman lo que se conoce como el poder de los empresarios.
Estrategias empresariales para contrarrestar el paro sindical
El poder de los empresarios depende de su capacidad financiera, de las actitudes de sus
acreedores, de las dimensiones de la empresa en relación con la parte en conflicto, de la solidaridad con otras empresas en conflicto y de la capacidad de sustituir a trabajadores por
máquinas.
Los empresarios también pueden realizar amenazas y cumplirlas, al igual que los sindicatos.
Estas amenazas van desde el cierre de la planta en conflicto hasta el despido de los trabajadores.
• Cierre de planta. Supone la pérdida del empleo para los trabajadores. La empresa puede
trasladar el proceso de producción a otra planta.
• Cierre patronal. Se produce cuando los afiliados a un sindicato son despedidos temporalmente hasta que estén dispuestos a aceptar las condiciones de la empresa.
• Despido. Los empresarios recurren con frecuencia a esta amenaza para oponerse a las
subidas salariales, argumentando que si pagan salarios más altos tendrán que reducir la
producción o sustituir el trabajo por capital.
Los empresarios hacen igualmente promesas a cambio de una subida salarial más baja, como
ofrecer extras (primas de productividad, sistemas de participación en beneficios), mejores
condiciones de trabajo, más posibilidades de realizar horas extraordinarias, más vacaciones, entre otras.
La intervención del Estado
En la medida que los sindicatos y confederaciones empresariales aumentaron su influencia
en el mercado de trabajo, el Estado también se vio impulsado a intervenir. Las repercusiones de esta intervención se manifiestan de dos formas:
— Fijando condiciones básicas de trabajo po'
medio de reglas restrictivas a la utilización de
una cierta clase de mano de obra, por ejemplo:
la de los niños, y normas que definen las concciones de higiene y seguridad mínimas necesarias para la realización del trabajo.
— Determinando las condiciones de remuneración del trabajador. La uniformidad de aplicación de una legislación puede constituir mi
factor de rigidez en un campo que precisa ce
una cierta agilidad, pero el deseo de justicia social debe anteponerse a menudo a las exigencias de equilibrio económico del país.
frente al conflicto laboral, el Estado debe fijar políticas que
favorezcan tanto al trabajador como al empresario.
El mercado de trabajo ya no es un mercado dividido
entre oferta de trabajo y demanda. Ningún análisis
de su funcionamiento puede ignorar la política de
las empresas, de los sindicatos y del Estado.
La negociación colectiva
La aparición y el desarrollo de los sindicatos y las organizaciones patronales han tenido como consecuencia el cambio en el modo de orientar la relación entre empresarios y trabajadores, al ser sustituida la
negociación individual de las relaciones laborales por la negociación colectiva, que desemboca en el establecimiento de convenios colectivos.
El convenio colectivo es un acuerdo sobre las condiciones de trabajo y
del nivel de salarios, establecido entre un sindicato obrero y un empresario o grupo de empresarios, y es la base de las relaciones colectivas
de una empresa, industria o profesión.
Sus ventajas son múltiples ya que permite compensar las desigualdades
a la hora de negociar entre trabajadores y empresarios, estabiliza las condiciones de trabajo durante un cierto tiempo, encauza a los sindicatos y
a los empresarios por el camino de la colaboración y favorece la paz social. Facilita, en fin, la racionalización de las condiciones de trabajo y una
organización profesional de las relaciones entre obreros y empresarios.
• La negociación colectiva tiene la ventaja
de compensar las desigualdades, a la hora
de negociar, entre trabajadores y
empresarios.
El convenio colectivo se complementa, a menudo, con un procedimiento de conciliación y arbitraje que ofrezca a las organizaciones patronales y sindicales un medio pacífico para solventar sus diferencias
cuando sean incapaces de lograrlo por sí mismas.
En general, cuando sindicatos y empresarios negocian, ambas partes
pueden salir ganando. Por ejemplo, si se introduce una nueva tecnología que pueda permitir subir los salarios, mejorar las condiciones de trabajo y obtener más beneficios. Pero, normalmente, lo que gana una de
las partes es lo que pierde la otra, porque unos salarios más altos significan unos beneficio menores, y tanto empresarios como trabajadores querrán obtener las mayores ventajas para sí. Se hará necesaria
entonces la negociación. El resultado de las negociaciones dependerá
del poder negociador que tengan las partes, ya que tanto empresarios
como trabajadores pueden recurrir a las amenazas o a las promesas,
que serán eficaces en la medida en que la otra parte las crea.
El convenio colectivo es un
acuerdo sobre las condiciones
de trabajo y del nivel de salarios,
establecido entre un sindicato
obrero y un empresario o grupo
de empresarios.
La jornada laboral
i £1 resultado de las negociaciones dependerá del poder negociador que tengan
las partes.
Una de las conquistas más importantes de la clase obrera sindicalizada
ha sido la reducción de la jornada de
trabajo a ocho horas diarias y máximo
a cuarenta y ocho horas semanales.
Todos los países afiliados a la Organización Internacional del Trabajo de las
Naciones Unidas, OIT, han consagrado, en sus legislaciones, la jornada de
ocho horas.
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