TEORÍA GRAMATICAL I Profs. Carmen Acquarone – Alicia Gil UNIDAD 5 LECTURA 4 Leonardo Gómez Torrego: VALORES GRAMATICALES DE “SE” Arco/Libros, Madrid, 1998 1. SE PRONOMBRE PERSONAL […] Podemos decir que esta forma SE es en el sistema del castellano actual una variante complementaria de le(s) […]. Aparece la forma SE en vez de le(s) siempre que vaya seguida de un c. directo lo, la, los, las. Por tanto, una regla de nuestra gramática es: le(s) > + lo, la, los, las ⇒ se + lo, la, los, las Ej.: «Di un premio a María» ⇒ «Le di un premio» Æ «se lo di». Según lo dicho hasta ahora, este SE siempre desempeña en castellano la función de c. indirecto. Sin embargo, sólo hay un caso en que parece ser una variante de lo, es decir un c. indirecto. Sucede esto cuando tenemos construcciones con el verbo «llamar» y un predicativo. Veamos: Llaman tonto a Juan. Lo predicat. c. dir. c. dir. llaman tonto predicativo […] Todos los demás SE proceden históricamente de SE reflexivo latino. Pero hay que distinguir dos tipos claros: un SE con carácter pronominal (reflexivo o recíproco, con función nominal o desfuncionalizado) y un SE con carácter no pronominal, pues no participa de ningún paradigma pronominal ni tampoco desempeña función nominal alguna. Son los casos de impersonalidad sintáctica y de pasiva refleja que comentaremos en su momento. Pasamos, pues, a comentar estos dos tipos de SE con sus variantes correspondientes, haciendo antes una clasificación de estas: 2. SE REFLEXIVO a) ESQUEMA 1. Pronombre reflexivo con función nominal 1.1. C. directo 1.1.1. Con sujeto-agente: Juan se lavó. 1.1.2. Con sujeto-causa: Juan se afeitó en la barbería 1.1.3. Con atributo o predicativo: Juan se considera culpable. Juan se cree simpático. 1.1.4. Con sujeto-paciente o experimentador con rasgo de [ – voluntariedad]: Juan se golpeó en la cabeza al salir del coche. 1.2. C. indirecto 1.2.1. Con sujeto- agente: Juan se lavó la cara. Juan se muerde las uñas. 1.2.2. Con sujeto-causa: Juan se cortó el pelo en la peluquería. 1.2.3. Con sujeto-paciente o experimentador con el rasgo de [ – voluntariedad]: Juan se hizo una herida al salir por la puerta. 1.3. Dativo 1.3.1. Con el pronombre como elemento expletivo (no necesario): Juan se comió todo el pastel Juan no se cree todo lo que has dicho Juan se olvidó la cartera en clase Juan se lo jugó todo a la lotería Juan no se sabe bien la lección 1.3.2. Con el pronombre como elemento necesario: Juan se gana la vida como puede Los toreros se juegan la vida delante del toro Juan se saltó un semáforo Juan se llevó (se trajo) el dinero Él se lo pierde Juan se las arregla como puede Debe apañárselas como pueda 2. Pronombre recíproco con función nominal 2.1. C. directo: Juan y Pedro se odian. 2.2. C. indirecto: Juan y Pedro se pegaron [una paliza]. 2.3. C. indirecto o ¿suplemento?: Juan y Pedro no se hablan. Juan y Pedro no se tratan. 3. Pronombre reflexivo sin función nominal (desfuncionalizado): componente o morfema de un verbo pronominal: 3.1. Con verbos transitivos intransitivados con SE 3.1.1. Con sujeto animado y experimentador o agente: Juan se durmió en la conferencia (compárese con «Juan durmió al niño»). Juan se levantó de la mesa (compárese con «Juan levantó a su hijo de la mesa»). Juan se separó un poco (compárese con «Juan separó a su hijo un poco»). Juan se puso nervioso (compárese con «Juan puso nervioso al profesor»). Juan se asusta de las tormentas (compárese con«A Juan lo asustan las tormentas»). Juan se examinó ayer (compárese con «A Juan lo examinaron ayer»). Este chico se llama Juan (compárese con «A este chico lo llaman Juan»). 3.1.2. Con sujeto no animado y afectado por la acción del verbo: La piedra se movió (comp.: «alguien / algo movió la piedra»). La puerta se abrió (comp.: «alguien / algo abrió la puerta»). Se ha roto el cristal (comp.: «alguien / algo ha roto el cristal»). Se ha llenado el estadio (comp.: «alguien [la gente] ha llenado el estadio»). El cielo se ha cubierto de nubes (comp.: «las nubes han cubierto el cielo»). 3.1.3. Con verbo seguido de un infinitivo: Se echó a llorar. Se decidió a salir. Se negó a abrir la boca. 3.2. Con verbos intransitivos que se corresponden con los mismos verbos no pronominales 3.2.1. Con sujeto animado: Juan se marchó de casa (comp.: «Juan marchó al campo»). La gente se salía del estadio (comp.: «La gente salía del estadio»). Juan se murió de infarto (comp.: «Juan murió de infarto»). Juan se preocupa de sus hijos (comp.: «A Juan le preocupan sus hijos»). Juan se alegra de tus triunfos (comp.: «A Juan le alegran tus triunfos»). 3.2.2. Con sujeto no animado: El agua se sale del vaso / El vaso se sale. 3.3. Con verbos intransitivos sin correspondencia con otros del mismo lexema no pronominales (no existen): Juan se queja de todo / *Juan queja… Pedro se atragantó / *Pedro atragantó... Nunca se entera de nada / *Nunca entera… ………………………………………………………………………………………………………… 3. Pronombre reflexivo sin función nominal, componente de verbo pronominal En los casos de 3. la forma SE sigue siendo pronombre pues comparte el paradigma de pronombres átonos, pero está desfuncionalizada al ser un mero morfema o componente verbal. Dicho de otra manera, son los casos que corresponden a los auténticos verbos pronominales, pues para significar lo que significan y tener el régimen sintáctico que tienen es imprescindible que SE (o me, te, nos, os) se una al verbo formando con él una unidad, si no morfológica, sí sintáctica, indivisible. La diferencia de todos los casos de 3. con los de 1.3.2. es que en 3. los verbos o son intransitivos (3.2., 3.3.), o han pasado a ser intransitivos con SE (3.1.). Así pues, en 3.1. los verbos son todos ellos transitivos que se han intransitivado por la inclusión del pronombre, y o bien han pasado a significar algo distinto del verbo no pronominal (3.1.1.) , o bien muestran un comportamiento sintáctico peculiar. En efecto, si tomamos como referencia los casos de 3.1.1. es evidente que los verbos «dormir», «levantar», «separar» no significan lo mismo con el pronombre que sin él. Así, en Juan durmió al niño hay un significado factitivo parecido al de «Juan hizo que el niño durmiera». No es éste el significado de «Juan se durmió», pues no es desglosable en *«Juan hizo que Juan se durmiera» o en *«Juan se hizo dormir». Eso quiere decir que una posible estructura profunda de «Juan se durmió» nunca podría ser la de «Juan durmió a Juan»; por tanto, difícilmente podríamos considerar a SE (al pronombre) con función nominal de c. directo, pues no es equivalente a lo, ya que en «Juan lo durmió» aparece el primer significado de «dormir». Una vez más el significado como control es necesario para valorar los resultados de una conmutación. La conclusión parece clara: en nuestra lengua hay un verbo «dormir» y un verbo «dormirse»; un verbo «levantar» y un verbo «levantarse»; un verbo «separar» y un verbo «separarse», etc. Y en los diccionarios deberían aparecer como entradas diferentes. Es evidente también que los distintos significados de «dormir» y «dormirse», etc., actúan sobre la significación del sujeto, que es agente con los verbos no pronominales, y experimentador en muchos de los pronominales. Existen otros verbos pronominales cuyos significados están aun mucho más lejos de los que presentan los mismos verbos no pronominales. Piénsese, por ejemplo, en «acordarse» y «acordar»; o en «negarse» y «negar», etc. En 3.1.1. hemos incluido también ejemplos cuyo verbo pronominal adquiere un valor copulativo o semicopulativo («Juan se puso nervioso», «Juan se encuentra triste», «Este chico se llama Juan»). Los últimos tres ejemplos de 3.1.1., por su parte, son peculiares, pues se corresponden, sin cambios semánticos notables, con estructuras sin verbo pronominal, en las que el sujeto pasa a c. directo: Juan se asusta de las tormentas Æ las tormentas asustan a Juan Juan se examinó ayer Æ Ayer examinaron a Juan Este chico se llama Juan Æ A este chico lo llaman Juan. Los verbos «entrenar(se)» y «calentar(se)» constituyen casos especiales por cuanto parecen actuar como sinónimos y con valor sintáctico idéntico en Hugo se entrena todos los días a las ocho / Hugo entrena... Hugo se calienta en la banda / Hugo calienta... Es decir, los verbos «entrenar» y «calentar» actúan como intransitivos aun sin la forma pronominal. No obstante, son usos que los normativistas condenan por considerar que su uso normal es el de transitivos: «entrenar a alguien»; «calentar algo». Actualmente son muchos los verbos que siguen esta línea desviada. Y así, los locutores deportivos nos bombardean con frases como «El Madrid y el Barcelona enfrentan esta tarde»; «sólo clasifican dos para la final», etc.; y fuera del mundo deportivo hemos oído «Mi hijo licencia el próximo mes»; «este chico no controla bien» (por «no se controla»); «Juan alucina cuando ve esta casa» (por «... se alucina…»). En 3.1.2. el verbo pronominal se ha formado también a través de un verbo transitivo intransitivado por el pronombre, pero con sujeto no animado y afectado por la acción del verbo: «la piedra», «la puerta», «el cristal», «el estadio», «el cielo» han sufrido un cambio. En este sentido se trata de los verdaderos casos de voz media junto a aquellos otros en que el sujeto es humano pero no agente, del tipo «Juan se accidentó con el coche». Por otro lado, existe una clara relación entre las oraciones de este tipo con verbo pronominal, con otras en que el sujeto pasa a ser objeto: el verbo deja de ser pronominal y se hace obligada la presencia de un sujeto-agente o sujeto-causa: La piedra se movió Æ alguien (algo) movió la piedra La puerta se abrió Æ alguien (algo) abrió la puerta Se ha roto el cristal Æ alguien (algo) ha roto el cristal Se h(a llenado el estadio Æ La gente ha llenado el estadio El cielo se ha cubierto de nubes Æ Las nubes han cubierto el cielo. Existe, por tanto, entre ambos tipos de oraciones una relación factitiva, y las estructuras intransitivas se acercan a las pasivas reflejas. Los casos de 3.1.3. tienen de particular que se trata de construcciones de infinitivo con verbos pronominales (auxiliares o no) seguidos de la preposición a. Estos verbos, cuando no son pronominales, son transitivos, pero no rigen infinitivo: *Lo puso a llover / Lo puso encima *Lo decidió a salir / Lo decidió en poco tiempo *Lo negó a abrir la boca / Lo negó siempre. En estos casos, no cabe duda del valor pronominal de SE al formar parte del paradigma pronominal átono (me puse a, me decidí a, te negaste a ...). Hay que advertir que en una misma frase pueden aparecer dos verbos pronominales seguidos: el principal y el subordinado en infinitivo, o el auxiliar y el auxiliado también en infinitivo: Se decidió a sentarse Se puso a quejarse Se negó a quedarse. En 3.2. se recogen aquellos verbos pronominales intransitivos que, de alguna forma, mantienen alguna diferencia sintáctica, semántica o estilística con los mismos verbos no pronominales, pero también intransitivos. Son muchas las parejas de este tipo como «ir/irse » , «morir/morirse» , «marchar/marcharse»; «reír/ reírse», «salir/salirse» … Dado el carácter eminentemente sintáctico de este trabajo no entramos aquí en las diferencias semánticas y/o estilísticas que se dan entre los componentes de estas oposiciones, pero sí conviene señalar que, si bien en ciertos contextos se neutralizan (se puede optar por una u otra forma), en otros se oponen claramente. Piénsese, por ejemplo, en las diferencias entre: Juan salió a la pizarra / *Juan se salió a la pizarra Juan se fue de casa / *Juan fue de casa Los dos últimos ejemplos de 3.2.1 son especiales, pues existe una clara correspondencia con verbos bipersonales no pronominales que comportan el mismo lexema que los pronominales correspondientes, siempre y cuando el sujeto de las construcciones con verbo pronominal se convierta en c. indirecto en las otras construcciones, y el suplemento en sujeto: Juan se preocupa de sus hijos / A Juan le preocupan sus hijos sujeto suplemento c. indirecto sujeto Juan se alegró de nuestra visita / A Juan le alegró nuestra visita sujeto suplemento c. indirecto sujeto Juan se cansa de su novia / A Juan le cansa su novia sujeto suplemento c. indirecto sujeto Todos los verbos pronominales deben tener entrada propia en los diccionarios, separados de los correspondientes no pronominales. En 3.2.2. tenemos un caso muy peculiar donde actúa el fenómeno de la metonimia. En efecto, frases como: Este cubo se sale Este vaso se desborda proceden por metonimia de El agua se sale de este cubo El agua se desborda de este vaso. En cualquier caso, se trata siempre de los verbos pronominales salirse y desbordarse. En las oraciones de 3.3. tenemos verbos intransitivos pronominales, que no entran en oposición con otros no pronominales con el mismo lexema porque estos no existen. Es decir, no hay en castellano los verbos «quejar», «arrepentir», «atragantar», «enterar», y sí «quejarse», «arrepentirse», etc. Es con esta forma SE como debieran entrar en los diccionarios, pues una entrada como «quejar» no responde a la realidad lingüística de la lengua española por mucho que luego se diga Ú. c. prnl. («úsase como pronominal»). 3. SE NO PRONOMINAL a) ESQUEMA 1. Componente o morfema verbal 1.1. Con verbos doblemente pronominales y bipersonales: Se me antojó un pastel No se me ocurre nada. 1.2. Con sujeto no animado y no afectado por la acción del verbo. Valor «cuasi-pasivo»: Se produjo una enorme explosión Se originó un enorme revuelo Se desencadenó una discusión acalorada. 2. Componente o morfema oracional sin valor pronominal ni funcional 2.1. En oraciones de pasiva refleja 2.1.1. Con sujeto no oracional: Se solicitó permiso a la Autoridad Se venden pisos Estos libros no se venden Se eligieron nuevos representantes 2.1.2. Con sujeto oracional: Se dice que va a haber guerra No se sabe cuántos alumnos han aprobado No se sabe quiénes han aprobado. 2.2. En oraciones impersonales 2.2.1. Con verbos transitivos y c. directo con a o sin a: Se recibió a los turistas Se aplaudió a los jugadores Se habla idiomas. 2.2.2. Con verbos intransitivos: Se vive bien en Madrid Se trabaja mucho en esta casa. 2.2.3. Con verbos copulativos o semicopulativos: Se está sano cuando se sabe comer Se es feliz siempre que uno quiere A veces se llega cansado a casa. b) DESARROLLO 1. SE componente verbal En este apartado 3 recogemos todos aquellos casos en que SE ya no es pronombre desde el momento en que no entra a formar parte del paradigma pronominal átono; es decir, en su lugar no caben las formas me, te, nos, os. Distinguimos dos subgrupos claramente diferenciados. En el primero (1 [1.1. y 1.2.]) la forma SE sigue siendo un mero componente del verbo. Por tanto, sigue tratándose de verbos pronominales, aunque, como hemos dicho, solo cabe en ellos la forma SE y no las otras. En el segundo (2 [2.1. y 2.2.]), la forma SE es ya un componente oracional, es decir, recubre a toda la oración haciendo que esta pueda ser clasificada como pasiva refleja o impersonal. En este caso, pues, no es posible hablar ya de verbos pronominales. * En 1.1. los verbos pronominales son doblemente pronominales , pues además de la forma SE necesitan de otro pronombre átono para poder funcionar. Este último siempre es átono y desempeña la función de c. indirecto. Así, pues, no hay en castellano un verbo «antojar» ni un verbo «antojarse», sino un verbo «antojársele» (lo mismo cabe decir de «ocurrírsele», etc.), y así deberían entrar en los diccionarios. […] En 1.2. se recogen unas construcciones con verbos pronominales de valor «cuasi-pasivo». Están muy cerca de las construcciones de pasiva refleja, si bien no son aún equivalentes a las pasivas normales con «ser». En, por ejemplo, Se originó una catástrofe Se produjo una gran explosión, no podemos establecer la equivalencia con *Fue originada una catástrofe *Fue producida una explosión. Mientras que sí lo podemos hacer con Se anunciaron las noticias (= Fueron anunciadas las noticias) (pasiva refleja) Se trata, por tanto, de construcciones a caballo entre las pasivas reflejas y las de verbos pronominales. Es posible que en estos casos podamos seguir hablando de los verbos «originarse», «producirse» o «desencadenarse». 2. SE componente oracional Los ejemplos de 2. constituyen oraciones en que SE ni es ya sincrónicamente un pronombre ni desempeña función nominal alguna. Se limita a marcar las oraciones de 2.1. como pasivas reflejas y las de 2.2. como impersonales. no podemos hablar ya de verbos pronominales («elegirse», «solicitarse», «venderse», «decirse»…) porque SE va más allá del verbo: es un componente oracional. Otra diferencia importante de este SE con todos los anteriores es que apunta a una categoría semántica (no sintáctica) de actor o experimentador indeterminado y humano. En efecto, cuando decimos «se eligieron» o «se venden» o «se vive bien», etc., es que alguien «elige», «vende» o «vive». En todos los casos anteriores, SE siempre se refería al sujeto gramatical, aunque de manera más borrosa en los casos de 1.1. y 1.2. de 3. Queremos decir que en «Juan se durmió», «Juan se lavó» o «la piedra se movió», el SE es, respectivamente, «Juan» y la «piedra»; mientras que en «se venden libros», por ejemplo, SE no se relaciona con el sujeto «libros», sino con un actor indeterminado o impersonalizado. * Aunque sincrónicamente SE ya no es un pronombre, sí lo es históricamente. Por eso podemos seguir hablando de verbos pronominales y doblemente pronominales. La diferencia entre 2.1. y 2.2. en este apartado 3 es clara: en 2.1. siempre hay un nombre o SN que no solo coincide con el verbo sino que concuerda con él en número y persona. Este es un rasgo formal suficiente para considerar a estos nombres o SSNN como sujetos de sus respectivos predicados. Por otro lado, muchas de estas oraciones se construyen sin agente, por lo que habrá que considerarlas semánticamente impersonales, pero no sintácticamente, pues son portadoras de un sujeto gramatical. Sin embargo, sobre todo en el lenguaje jurídico administrativo y, a veces, en el periodístico, estas oraciones dejan de ser semánticamente impersonales al construirse con un agente: Se solicitó permiso por los sindicatos para… Se convocó por la Autoridad competente una reunión… La diferencia entre los casos de 2.1.1. con los de 2.1.2 es que en estos el sujeto gramatical está desempeñado por una proposición. Si sabemos que esta es sujeto se debe a que admite la conmutación por un SN o un pronombre donde el rasgo formal de la concordancia hace su aparición: Se dice que va a llover / Se dice eso / Se dicen esas cosas sujeto sujeto sujeto No se sabe cuántos alumnos hay / no se sabe eso / no se saben esas cosas sujeto sujeto sujeto La no distinción entre impersonalidad semántica e impersonalidad sintáctica ha llevado a muchos gramáticos a considerar gramaticalmente iguales las oraciones de 2.1. y de 2.2. Sin embargo, las de 2.1. responden al mismo esquema sintáctico que el de las pasivas normales con «ser»; lo que no ocurre con las de 2.2.: Se solicitó permiso / Fue solicitado permiso. sujeto sujeto Se vendieron diez pisos / Fueron vendidos diez pisos. sujeto sujeto Si a veces la pasiva con «ser» resulta forzada, se debe al poco uso que hoy se hace de esta construcción y a ciertas restricciones gramaticales aún no bien explicadas. […] Los sujetos gramaticales de las oraciones de 2.1.1. son, salvo en el último ejemplo, inanimados. De ser animados, estas oraciones podrían ser ambiguas tal y como ocurrió en el castellano antiguo. Por ello, lo normal es que en estos casos tal sujeto haya pasado a la función de c. directo precedido por a y, por tanto, el esquema oracional es ya sintácticamente impersonal. En efecto, una posible oración como: a) Se aplaudieron los jugadores, podría significar que «los jugadores se aplaudieron unos a otros» (valor recíproco) o que «alguien aplaudió a los jugadores». De ahí que hoy, al referirnos a esta segunda posibilidad, digamos b) Se aplaudió a los jugadores. No obstante, aún quedan casos como a) no exentos de ambigüedad: Se elegirán mañana los nuevos representantes / Se elegirá mañana a los nuevos representantes Ya se conocen los nuevos ministros / Ya se conoce a los nuevos ministros, etc. Los casos de 2.2. son sintácticamente (no solo semánticamente) impersonales, pues su sujeto gramatical es cero. Algunos gramáticos piensan que en tales oraciones la función de sujeto la desempeña SE (parecido a lo que ocurre en francés con on y en alemán con man). No obstante, existen argumentos poderosos en contra de esta hipótesis: a) La negación siempre precede a SE. Esto no ocurre delante de los sujetos normales: No se vive bien aquí / *Se no vive bien aquí Juan no vive bien aquí / *No Juan vive bien aquí. b) Si SE fuera sujeto, los atributos con ser, estar o parecer serían conmutables por lo. Ello no es posible: Juan es listo / Juan lo es Se es (está) listo / *Se lo es (está) c) Los elementos átonos nunca desempeñan función de sujeto en castellano. Una cosa es que SE se refiera a seres animados indeterminados y otra muy distinta que desempeñe la función nominal de sujeto. La impersonalidad de los dos primeros ejemplos de 2.2.1. dan lugar a veces a incorrecciones gramaticales consistentes en una concordancia indebida del verbo con el SN introducido por a: *Se recibieron a los embajadores *Se condujeron a los asesinos a la cárcel *Se tuvieron que conducir al autobús a los jugadores. El tercer ejemplo de 2.2.1. («se habla idiomas») es considerado por algunos gramáticos como una construcción incorrecta o desviada. Lo correcto –según ellos– sería la pasiva refleja: Se hablan idiomas Sin embargo, existe un argumento a favor de la gramaticalidad o no desvío de tales construcciones y es la posibilidad discutible de conmutación del SN c. directo por lo: Se los habla (?). De la misma manera: Se vende pisos Æ Se los vende (?). La conclusión parece clara: en el sistema de la lengua española existen dos variantes libres de una misma estructura interna: la pasiva refleja (con sujeto: «se venden pisos») y la impersonal (sujeto cero y c. directo: «Se vende pisos»). En singular, ambas construcciones se neutralizan y el SN correspondiente puede analizarse como sujeto o como c. directo: «Se vende un piso». De todas formas, hay que reconocer que estas impersonales son esporádicas en el castellano actual y son vistas con reparos por muchos informantes, de manera especial cuando el SN posee en el contexto el rasgo de [+ determinado]: Se vende esos pisos (??). Además, no admiten la anteposición del c. directo, mientras que las pasivas reflejas sí admiten la del sujeto cuando está indeterminado: *Pisos se (los) vende (impersonal agramatical) Las noticias se dieron ayer (pasiva refleja gramatical) …………………………………………………………………………………………………………