CUESTIONARIO 1) ¿Es la primera vez que deja a su hijo con una persona extraña?( Si su respuesta es SI, VAYA DIRECTAMENTE A LAS PREGUNTAS NÚMERO: 6, 7, 8, 9 y 10) 2) ¿Qué edad tenía su hijo cuando le dejó por primera vez en compañía de una niñera o de alguien que no era usted ( abuelos, tíos, amigos..) 3) ¿Cuál fue su reacción? 4) ¿Cómo reacciona ahora? 5) ¿Han cambiado las personas que se ocupan de él? En tal caso, ¿Cómo ha reaccionado ante el cambio? 6) ¿Cómo reacciona su hijo ante personas que no conoce, tanto en casa como fuera? 7) ¿En qué manera cree usted que le afectará empezar el colegio y separarse de usted? 8) ¿Cómo se siente usted cuando tiene que dejarle al cuidado de otra persona? 9) ¿Crees que la actitud que muestran los padres influye en la del hijo? ¿De que forma? 10) ¿Qué cosas puede hacer para ayudar a que su hijo se adapte? PERÍODO DE ADAPTACIÓN 1. ESCUELA Y PERÍODO DE ADAPTACIÓN La entrada a la escuela infantil supone para el niño y la niña un importante cambio, pues implica la salida de un mundo, el familiar, donde se siente aceptado, protegido y querido y en el que se mueve en un espacio seguro, conocido y previsible. . No es raro que los pequeños se deshagan en lágrimas y pasen un mal rato al iniciar la etapa. Y no sólo ocurre con los que empiezan de nuevas, sino también con los que ya son veteranos de la escuela, porque el verano a estas edades, supone una eternidad en la que olvidan por completo las rutinas del curso pasado. La Escuela Infantil no es un sustitutivo de la familia, sino el complemento adecuado para el desarrollo completo del niño en estos primeros años de su vida. Algunos de los beneficios que proporciona: Facilita al niño la posibilidad de establecer nuevas relaciones, dentro de un universo rico en estímulos, que benefician tanto su desarrollo psicológico como su proceso de socialización. Ofrece al niño la posibilidad de relacionarse con otros de su misma edad (y de edades diferentes) y con adultos que no son sus propios padres, lo cual fomenta su capacidad de integración social. Se potencia su autonomía futura y su socialización Adquisición de nuevos aprendizajes y destrezas Alejarse de casa durante unas horas al día puede ser vivido como un abandono y por eso es ABSOLUTAMENTE NORMAL que algunos críos tarden días, semanas o meses en adaptarse. Aunque también es cierto que otros lo lleven con gran entereza y otros sientan auténtica alegría por ir a la escuela. Los niños adaptados pronto empezarán a intercambiar experiencias, expresar sentimientos, explorar el entorno, serán más independientes, aprenderán más rápido, etc. En cambio los niños que no se adaptan, no se mueven por el espacio, se muestran más tristes, introvertidos, no se relacionan con el grupo, rechazan a ala educadora, se aislan… 1.1 Incorporación de los niños a la escuela La entrada debe ser progresiva, es necesario que le niño se vaya haciendo poco a poco a la nueva situación. Por eso previamente se ha tendido que decidir cómo se va a llevar a cabo. Cabe señalar que no existe un tiempo determinado en el cuál tiene que realizarse el período de adaptación, cada niño lleva su ritmo. En cada situación, será la educadora la que, a través de la observación podrá determinar cuando el niño ha superado (o va superando esta etapa). En ese momento el niño podrá permanecer tiempos más amplios en la escuela para que poco a poco se vaya introduciendo el horario normal. Por último, es muy importante que los padres entiendan el beneficio de hacer este proceso de forma escalonada, para garantizar que el niño se vaya sintiendo cada vez más a gusto con la educadora, su grupo, el espacio, etc. Del mismo modo, aquellos padres que no puedan colaborar con los horarios no han de sentirse culpabilizados, puesto que es un aspecto importante pero no imprescindible. 1.2. ¿Cómo se hace el período de adaptación en nuestra escuela? Se comenzará acudiendo a la escuela durante dos horas al día para conocer el entorno y a las personas implicadas (educadora, grupo de alumnos). Esto se llevará a cabo durante varios días, según se vayan viendo las necesidades de los pequeños. Si el proceso se realiza adecuadamente, se quedará a comer o tomará el biberón de almuerzo y se marchará a las 13: 00 horas ( hora a los que salen los alumnos que tienen horario escolar) Si tienen jornada completa, poco a poco se irán quedando a dormir la siesta para ser recogidos hacia las 15 horas aproximadamente. El siguiente paso es que el pequeño se quede a merendar Para así llegar al horario completo. Nota aclaratoria: cada niño lleva su ritmo y a veces no es necesario llevar a acabo todo el procedimiento pues el niño se adapta antes de lo previsto. ES MUY IMPORTANTE QUE SIGAN LAS INDICACIONES DE LA EDUCADORA PARA HACERLO DE LA MEJOR FORMA POSIBLE. 2. ¿POR QUÉ EXPLICACIONES 2.1 LO PASAN MAL NUESTROS HIJOS? POSIBLES La conducta de apego Se entiende por conducta de apego aquella conducta afectiva que el niño llega a adquirir durante los primeros meses, en relación con sus cuidadores. Esta vinculación afectiva acontece durante el primer año de vida, y contribuye al proceso de socialización del pequeño (adquisición de valores y normas de comportamiento necesarias para adaptarse al grupo en el que vive). Simultáneamente a este proceso de socialización, y como formando parte de él, comienza a desarrollarse y madurar los procesos mentales y cognitivos que le permitirán conocerse a si mismo, representarse a los demás, establecer relaciones y vínculos con ellos. El niño busca a través del apego un soporte o ayuda en los que apoyarse mejor, cuando más desvalido se siente (por ejemplo cuando empieza a andar y explorar el entorno mira hacia sus padres, como buscando a través de este contacto visual, la aprobación de lo que esta realizando, o ser confirmado en la seguridad de lo que esta haciendo no entraña ningún peligro) El apego infantil se manifiesta a través del deseo que el niño tiene respecto de la proximidad física de su madre, reclamando su atención visual y auditiva y también sus frecuentes contactos táctiles. Este vínculo no se forma de golpe, sino que atraviesa varias fases: PRIMERA FASE: Inicialmente, el niño empieza a atender a las personas, pero sin diferenciar a unas de otras. SEGUNDA FASE: A partir de los tres meses aproximadamente, el niño empieza a producir respuestas diferenciadas hacia las personas y sobre todo hacia una o pocas personas. TERCERA FASE: A partir de los seis, siete meses, el niño no sólo diferencia a las personas, sino que trata de mantenerse en su proximidad o en contacto. El niño es mucho más activo y protesta fuertemente cuando la madre se va. Es en esta etapa cuando puede decirse que existe el apego y dura aproximadamente hasta los tres años. En la CUARTA FASE, la relación entre el niño y la madre está perfectamente establecida, pero el niño concibe la relación desde su propio punto de vista, le queda por concebir a la madre como un ser independiente de él y empezar a entender sus motivaciones, sus deseos, sentimientos, estados de ánimo… Esto ayuda a entender porqué los niños lo pasan mal al separarse de sus padres (especialmente si esta separación se hace a partir de los seis-siete meses). Por supuesto hay diferencias individuales y no todos los niños lo van a vivir de la misma manera. Por ejemplo, si el niño tiene un apego seguro hacia sus padres, estará más confiado, explorará más el medio y se adaptará más rápidamente a la nueva situación. SI EL MENOR NO SE SIENTE PROTEGIDO, ES MUY PROBABLE QUE NO INICIE NINGUNA CONDUCTA EXPLORATORIA. LO MISMO OCURRE SI EL BEBE ESTA EXCESIVAMENTE PROTEGIDO. 2.2 El propio niño Existen diferencias individuales, cada niño es único y es importante. Como es lógico la llegada a la escuela les supone un cambio en su vida al que deben adaptarse. Cuanto antes lo hagan, antes podrán disfrutar de esta experiencia tan maravillosa y enriquecedora que se les está proporcionando.Percibir que ya no es el centro exclusivo de atención, que tiene que relacionarse con otros, que debe compartir al adulto educador, es un proceso que le enriquece, pero que al mismo tiempo le resulta doloroso. La adaptación a la escuela depende de varios factores; edad, sexo, si ya ha asistido con anterioridad a una escuela infantil, relación con sus padres, grado de autonomía, etc. Pero principalmente la adaptación de un bebé de 3 a 24 meses a una escuela dependerá más de la actitud del personal docente y de los cuidadores que del bebé 2.3. La actitud del personal docente Con independencia de quien sea el profesor o profesora de nuestro hijo, el niño va a necesitar un período de adaptación que variará de unos niños a otros. El personal docente está altamente cualificado y habituados a esta situación, por eso, ellas mejor que nadie saben qué medidas adoptar y qué es lo más conveniente para cada caso. Es muy importante la actitud que toman las profesoras; tienen que mostrase cercanas, amables, agradables, cariñosas (pero no excesivamente) deben ofrecer especial atención en los momentos puntuales de llegada, recogida, aseo… para fortalecer la relación. Y lo más importante, no prestar atención exclusiva a los niños que presenten mayores dificultades de adaptación, pues esto es totalmente contraproducente y puede llegar a generar dependencia emocional. 2.4. La actitud de los padres “Jesús tiene 13 meses y acude por primera vez a una escuela infantil, nunca antes había estado con otras personas ajenas a su familia o su entrono más cercano. El niño va a entrar en horario completo desde el primer día, a pesar de que los padres tienen disponibilidad horaria. Nada más entrar en la clase, el niño extraña situación y comienza a llorar desconsoladamente, se agarra fuertemente a su madre y rechaza por completo a la educadora. La madre comienza a llorar y juntos inician un juego de angustia y ansiedad por la separación. La educadora le dice que es mejor que le deje al niño y que se vaya cuanto antes. La madre lo hace (en la medida de sus posibilidades) pero despidiéndose efusivamente” te quiero” ”no te abandono””vuelvo en seguida” “no llores vida mía que me pones muy triste”…Al final sale de la clase y el niño llora con más intensidad. La madre no quedándose tranquila, mira por la ventana hasta que el niño la ve y extiende los brazos como queriendo agarrarla. La madre no soporta esta situación y vuelve a entrar en el aula para entregarle no se qué a la profesora (un poco con la excusa de volver a ver a su hijo). El niño sigue llorando.. Al recogerle, el niño ha pasado un día duro, está agotado, y la madre cuando le ve rompe en llanto. El niño que hasta el momento estaba muy tranquilo, empieza de nuevo a llorar. Al día siguiente se repite todo el proceso de la misma manera…” Cuestiones: ¿Este niño se adaptará con facilidad? ¿Cómo vivirá cada día que tenga que ir a la escuela? ¿Cómo se comportará después de un período de descanso (fin de semana, puentes, etc)? ¿Qué comportamientos hace la madre que podrían ser mejorados? ¿Crees que la actitud de los padres influye o no influye en la adaptación de los hijos? ¿Qué cosas crees que son adecuadas para facilitar la adaptación del pequeño? Elabora un listado y compártelo con los otros papis. Como es normal, los papis también deben adaptarse a la nueva situación y, es posible, que tengan tantos temores y dudas como su hijo, pero están obligados a transmitir la mayor confianza y seguridad posible. Es normal y necesario que nuestros hijos lloren y demanden nuestra atención de manera desesperada. ES NORMAL, y con tal normalidad debemos afrontarlo. Hable con su hijo de forma positiva sobre las maestras que tendrá y cómo le van a ayudar a aprender. Anime a su niño a que considere a las maestras como personas cercanas y afectuosas a quienes debe escuchar y demostrar respeto. Explíquele lo importante que es ir a la escuela todos los días. Explíquele lo importante y emocionante que va a ser aprender cosas nuevas, conocer nuevos amigos y vivir experiencias interesantes.. SI LOS PADRES VIVEN CON ANGUSTIA ESTE MOMENTO, EL NIÑO LO VIVIRÁ DE IGUAL MANERA. Hablen del momento de empezar la escuela como algo positivo. Demuéstrele al niño su cariño y que puede contar con usted. No deben sentir que se les abandona. Los niños que se sienten queridos tienen mayor confianza en sí mismos. Por eso es muy conveniente que sigan las indicaciones de la profesora y que muestren comprensión, de la importancia del proceso y de la necesidad de su colaboración. 3. PAUTAS A SEGUIR A continuación se señalan algunas orientaciones para que entre todos, hagamos que esta fase resulte más amena y llevadera: Mostrar seguridad y confianza en la escuela. Si los padres viven con angustia ese momento, el niño lo vivirá de igual manera. Cread actitudes positivas respecto a la escuela infantil. Hable con su niño de la escuela, haga comentarios positivos. Evitar comentarios negativos o amenazas con la escuela. Permitir que nuestro hijo lleve un objeto con el que se encuentre realmente apegado o le de seguridad (puede ser una mantita, un muñequito, un trapito, etc). Eso hará que no se sienta tan sólo y entienda que pronto vendrán a recogerle (a él y su objeto). Debemos saber que mediante este proceso de adaptación nuestro hijo empieza a conocer un nuevo entorno y será una gran experiencia muy enriquecedora para su futuro. Motive a su hijo a que juegue con otros niños y a se sienta cómodo con otros adultos que no son sus familiares. No alargar excesivamente las despedidas, es totalmente perjudicial para nuestro pequeño (y para nosotros). Cuando decidamos irnos, no volvemos!!! Es el momento de partir aunque nuestro hijo llore o nos llame con fuerza. Nuestro hijo en ese momento llorará fuertemente, gritará, pateara o hará cualquier cosa para conseguir de nuevo nuestra atención y que volvamos aunque sea a darle un último beso..... es duro este momento pero si queremos facilitar a nuestro hijo este periodo de adaptación debemos ser firmes y constantes. Aunque nos gustaría quedarnos en el aula con nuestro pequeño, debemos pensar que estamos haciendo lo mejor por el. Y si más adelante queremos estar en el aula, la escuela proporciona el servicio de puertas abiertas, una vez que ya se ha hecho el período para que los papis puedan participar. No sentirse culpable por si era el momento de llevarle o si tenían que haber esperado un poco más. Si tenemos dudas y miedos, se lo transmitiremos a nuestro hijo y dificultaremos la adaptación a al escuela. No tener celos de la profe. A veces el niño desarrolla tal cariño y entusiasmo por su educadora que no para de hablar de ella. Algunas madres pueden llegar a sentir celos. Se trata de un grave error; el amor que desempeña por la educadora es señal de que el niño está a gusto en el centro. La actitud inteligente no es rivalizar, sino buscar complicidad con esa persona que nos puede dar estupendos consejos. Compensar el tiempo que el niño no está con nosotros, realizando actividades placenteras con nuestro hijo, aprovechando el momento del cambio para hablarle y estimularle, cantarle canciones. ¡¡Esto no quiere decir que tenemos que darle todo lo que nos pide!! Permita que su niño haga cosas por sí mismo. Tienen que aprender a ser independientes y a desarrollar la confianza en sí mismos. Hacerle ver lo orgullosos que os estáis de él por cada logro que vaya consiguiendo. Reforzarle mucho, diciéndole que “es un campeón” “que a es mayor”, etc. Contribuyendo positivamente al desarrollo de su autoestima. Intercambiar información con la maestra, de forma que se facilite un conocimiento mutuo entre los dos sistemas de desarrollo: casa-escuela. Esto hará que el niño vea los dos entornos como un continuo y no como algo independiente. Es esencial que la asistencia a la escuela sea continuada y siguiendo siempre los mismos horarios. Esto le ayudará a adaptarse mejor. Sonríe como lo harías ante otra situación. Tono de voz pausado y calmado nos ayudará. Paciencia y buen humor harán que todo sea más fácil. PERÍODO DE ADAPTACIÓN 1. ESCUELA Y PERÍODO DE ADAPTACIÓN 1.1 Incorporación de los niños a la escuela 1.2. ¿Cómo se hace el período de adaptación en nuestra escuela? 2. ¿POR QUÉ LO PASAN MAL NUESTROS HIJOS? POSIBLES EXPLICACIONES 2.1 La conducta de apego 2.2 El propio niño 2.3 La actitud del personal docente 2.4 La actitud de los padres 3. PAUTAS A SEGUIR VENTAJAS INCONVENIENTES