LA IMPORTANCIA DEL CAPITAL INTELECTUAL COMO

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LA IMPORTANCIA DEL CAPITAL INTELECTUAL
COMO FACTOR CLAVE EN EL DESARROLLO DE
LAS EMPRESAS DE LA NUEVA ECONOMÍA
María de la O Barroso González - barroso@uhu.es
Irene Correa Tierra - irene@ole.uhu.es
Juan Miguel Simarro García
Universidad de Huelva
Reservados todos los derechos.
Este documento ha sido extraído del CD Rom “Anales de Economía Aplicada. XIV Reunión ASEPELT-España. Oviedo,
22 y 23 de Junio de 2000”.
ISBN: 84-699-2357-9
LA IMPORTANCIA DEL CAPITAL INTELECTUAL COMO FACTOR CLAVE EN EL
DESARROLLO DE LAS EMPRESAS DE LA NUEVA ECONOMÍA
Área F2. Economía y Empresa. Estrategias empresariales y de mercado.
María de la O Barroso González
Irene Correa Tierra
Juan Miguel Simarro García
Departamento de Economía e Historia de las Instituciones Económicas
Universidad de Huelva
Nos hallamos inmersos en un periodo de cambios revolucionarios que están determinando
una nueva sociedad, un nuevo espacio para las relaciones que, en consecuencia, está dando
lugar a lo que muchos llaman ya la “Nueva Economía”.
La terciarización de la economía es un hecho que se está produciendo desde hace algunas
décadas en los países más industrializados; por otro lado, el aprovechamiento por parte de las
empresas de las habilidades y conocimientos del individuo cualificado supone cada vez en
mayor medida un elemento básico en la lucha por la consecución del éxito en los negocios.
De la mano de las nuevas tecnologías de la información, nuevas compañías dinámicas e
intensivas en su empleo del conocimiento compiten en términos de igualdad con las grandes
corporaciones tradicionales. El secreto de estas empresas de la era de Internet se halla en la
gestión de los intangibles, en el impulso prestado a lo que muchos autores han denominado
“Capital Intelectual”; el desarrollo de estas nuevas compañías en el mercado global está
condicionado en gran medida por la potenciación de este factor. Ello propiciará la creatividad, el
espíritu pionero, la necesaria flexibilidad, la innovación tecnológica y, en definitiva, la
supervivencia a medio plazo de las empresas en este nuevo y complejo entorno.
Palabras clave: Cambio, Nueva Economía, Capital Intelectual.
2
1. Introducción.
El modo en que se gestiona una organización empresarial está influido básicamente
por las variaciones que operan en el medio; a las dificultades relativas a la
incertidumbre que el entorno provoca hemos de añadir las inherentes a todo aquello que
tenga que ver con la esfera humana, compleja en sí misma.
En el pasado se llegó a considerar que existía un modo de dirigir científicamente la
empresa (recordemos las prácticas de Taylor o Ford) creando unas pautas contrastadas
empíricamente que inmutablemente se podrían aplicar en cualquier medio para obtener
el mayor rendimiento de los recursos - especialmente de los recursos humanos -.
El modelo organizativo triunfante hasta hace bien poco se estructuraba de acuerdo
con formas eminentemente burocráticas (en el sentido apuntado por Weber). Se habían
de formalizar todas las interrelaciones que se generan en el seno de la empresa: el
triunfo de este tipo de estructuras burocráticas daba lugar a la jerarquía y a la
normalización.
El problema básico estribaba en producir lo máximo posible dados unos recursos
limitados. El potencial inmenso del mercado y la escasa competencia impulsaba a
modos de producción que se basaban en la aplicación de economías de escala, en la
estandarización para lograr el abaratamiento de costes en definitiva. El individuo se
valoraba por su trabajo en un aspecto eminentemente físico: su fuerza era un recurso
importante al tiempo que virtualmente ilimitado por la abundancia demográfica y las
bajas cualificaciones en el terreno de la formación que precisaban atesorar.
Pero el entorno cambiará drásticamente: llega el enfoque en el cliente, que ya no se
limita a “comprar cualquier cosa”. Esto está motivado por la aún más intensa
competencia internacional y la complejidad comienza a favorecer el crecimiento de
empresas que fomentan la implicación de sus recursos humanos en los objetivos
generales marcados por una dirección estratégica que surgirá porque ya no hay nada
estable, porque es necesario adaptarse.
La búsqueda de la estrategia competitiva adecuada, de los factores que contribuyen
a la excelencia empresarial, la dirección participativa, los círculos de calidad total, el
fomento de los grupos de trabajo... aparecen en el escenario de la teoría y práctica
empresarial. Los japoneses enseñan al resto de Occidente cómo hacer las cosas y ol s
3
americanos tratan de buscar los factores adecuados que contribuyan a recobrar la
perdida supremacía de sus empresas en los mercados internacionales.
Pero llegan los años noventa, y éstos suponen definitivamente una nueva revolución,
esta vez de la mano de las tecnologías de la información. Las empresas de software, las
que se dedican al comercio electrónico o a la prestación de servicios en la red operan en
un medio muy distinto al anterior. La generación del valor toma dimensiones
desconocidas hasta ahora: se pasa de la anterior orientación al cliente a una
personalización total del servicio.
Las nuevas empresas emplean la información útil, el conocimiento, para prosperar y
anticiparse a los cambios que se suceden vertiginosamente. Una destacada corriente
dentro de la teoría del management, de la mano de estas nuevas necesidades y a la luz
de las prácticas que favorecen el éxito, comienza a hablar de dirección del conocimiento
y de potenciación del Capital Intelectual.
En estas páginas vamos a tratar, en primer lugar, de aclarar algo en qué consiste este
entorno en el que aparecen estas flexibles, dinámicas e innovadoras empresas con gran
éxito. Después nos aproximaremos al concepto de capital intelectual para finalmente
reflexionar acerca de la necesaria relación que -a nuestro juicio- ha de establecerse entre
estas nuevas organizaciones y la aceptación y fomento como elemento esencial para la
creación y pervivencia de las mismas del Capital Intelectual.
2. La Nueva Sociedad: El triunfo del cambio continuo.
Desde hace años venimos asistiendo a cambios en el medio económico que
configuran nuevas relaciones en los mercados. Muy lejos quedan ya las revoluciones
industriales que acabaron en Occidente con la hegemonía de las estructuras agrarias.
Más allá de esto, hemos superado también la era industrial consumando la terciarización
(predominio del sector servicios) de las economías desarrolladas.
En el nuevo entorno, una vez desaparecida la alternativa socialista de la escena
mundial a finales de los años ochenta, se potencia como nunca la vía de la desregulación
en las relaciones económicas: se pretende liberalizar el comercio mundial favoreciendo
la eliminación de trabas a los intercambios; se apuesta de forma decidida por la
no-intervención de los poderes estatales en el desenvolvimiento del libre juego
económico. Por otro lado, las personas pueden desplazarse de un punto geográfico a
4
otro con grandes facilidades gracias al espectacular desarrollo de las infraestructuras
creadas para el transporte... Pero será un elemento el que se muestra como definitivo: el
intercambio inmediato de información.
En las sociedades más desarrolladas las nuevas tecnologías prestan al hombre el
conocimiento necesario en el momento preciso. Por otro lado, toda información de
interés reporta al individuo que sabe emplearla en su beneficio una gran utilidad; ésta
adquiere un valor en el mercado que restringe su difusión y otorga el poder al que
disfruta de ella.
La Nueva Economía prima el acceso a la información en las mejores condiciones.
La empresa -cualquier empresa- para poder vender sus productos precisa conocer
aspectos concretos de los clientes, de la situación económica general, de la
competencia... Los usuarios de bienes y servicios, por su parte, satisfacen sus
necesidades tras un más o menos elaborado proceso de elección racional que tiene en
cuenta multitud de variables y opciones a tomar en consideración.
3. Internet y el Comercio Electrónico.
Sin lugar a dudas, si hubiéramos de caracterizar la última década del siglo XX de
algún modo no podríamos dejar de referirnos a ella como el decenio en el que todos
conocimos INTERNET, la red de redes. Este fenómeno de amplias repercusiones en
todos los ámbitos de las relaciones humanas tiene en el terreno económico una especial
trascendencia.
Desde hace años venimos asistiendo a cambios en el medio económico que
configuran nuevas relaciones en los mercados (en los intercambios y en el propio
mercado laboral). En este sentido, las empresas conocimiento-intensivas –las que
emplean un 40% o más de trabajo intelectual- empleaban en el primer lustro de los años
noventa al 28% de los estadounidenses y generaban el 43% de los nuevos empleos1 .
Pero más allá de estas consideraciones INTERNET supone un paso adelante. Toda
la información está (en principio) disponible y se suministraba en sus orígenes
desinteresadamente. Se trata de un gran foro en el que todos tienen un lugar: no existen
las distancias y la presencia en un mismo lugar geográfico de las personas que están a
ambos lados del intercambio no es necesaria.
1
STEWART,T. (1998).
5
Esta concepción de la red (primariamente altruista) está dando paso a un nuevo
modelo en el que entran a formar parte las denominadas compañías integrantes del
“eBusiness” (comercio electrónico) y de la Nueva Economía en general (software, alta
tecnología o plataformas de investigación); se trata de empresas que se basan en un
empleo inteligente de la de tecnología, flexibles y adaptables como ninguna otra
estructura organizacional lo fue en el pasado. Dominan los mercados financieros con
capitalizaciones bursátiles billonarias y su estructura económico-financiera suele revelar
una incomprensible reducida masa de patrimonio inmovilizado en activos tangibles.
La red constituye un mercado aún por muchos inexplorado en el que las
oportunidades de negocio parecen ilimitadas. El nuevo marco se muestra idóneo para el
intercambio y han acudido a él los emprendedores dotados de una serie cualidades entre
las que destacan innovación y creatividad. Por otra parte han de estar dotados de una
capacidad de liderazgo notable (para motivar, integrar equipos humanos...).
Las empresas ya establecidas de los sectores tradicionales siguen la estela de estos
emprendedores, advirtiendo en este terreno grandes posibilidades de crecimiento en el
corto plazo. Saben que éste será el escenario universal para los intercambios en el futuro
inmediato.
Ventajas que la red presenta para el intercambio comercial2 :
-
Información: Sobre productos y servicios de interés para el cliente en el momento
que éste desee acceder a la misma.
-
Selección: Se ofrece la mayor variedad para poder comparar y elegir.
-
Comodidad: Medio siempre preparado para el negocio.
-
Servicio “a la medida”: Es posible servir productos personalizados al gusto del
consumidor.
-
Ahorro: En casi todos los escalones de la cadena de creación de valor del producto.
-
Comunidad: El medio es un punto de encuentro para millones de usuarios.
-
Ocio: Cierto aspecto “lúdico” está estrechamente relacionado con el nuevo medio.
-
Confianza: Toda una tecnología de la seguridad informática y de las transacciones
lo convierte en un medio confiable, rápido y muy superior a los tradicionales.
6
Reticencias y concepciones erróneas que el comercio electrónico e INTERNET
suscitan3 :
-
Nadie parece obtener un beneficio suficiente derivado de sus actividades en la red.
Esto se debe a que estas empresas precisan invertir en conocimiento y alcanzar una
posición en el mercado que derive del volumen de operaciones un beneficio
suficiente.
-
“No estaría mal esperar a ver qué pasa para entrar luego en el mercado” - piensan
muchas compañías que prefieren desempeñar el papel de seguidores en el mercado.
Los pioneros asumen el riesgo, pero obtendrán las mejores posiciones de cara a la
competencia.
-
Hacer negocios en la red resulta caro. Pero en realidad los beneficios, una vez
alcanzada la dimensión apropiada, serán importantes y los costes descenderán
relativamente en gran medida.
-
Los clientes de INTERNET son vulnerables al robo. La red es un lugar “seguro”
para las transacciones, y cada vez en mayor medida.
-
Las páginas WEB hacen que sea la empresa más vulnerable a los competidores. En
realidad, bases de datos y sistemas no pueden ser “limpiados” por los competidores.
-
INTERNET, hoy por hoy, no es lo suficientemente grande en cuanto a número de
usuarios. Pero el número de internautas, (más de cien millones visitantes asiduos
en la actualidad) crecerá de manera exponencial en los próximos años.
Así, al tiempo que la red deja un tanto a un lado el inicial espíritu altruista por todos
conocido en que tuvo su origen, estas empresas que utilizan de manera intensiva los
intangibles pasan a dominar la economía: la era de Internet constituye una nueva
revolución económica y social en el tercer milenio.
4. La continua adaptación de las empresas y sus estructuras al entorno.
La variable fundamental a tener en cuenta a la hora de diseñar una estructura
organizacional es la capacidad para adaptarse a los cambios que se den en el complejo
entorno en el cual se enmarcan las relaciones económicas en la actualidad. La gerencia
de la empresa ha de gestionar esta sucesión de novedades ágilmente.
2
Elaboración propia a partir de ROSEONER,ARMSTRONG Y GATES (2000).
7
En el nuevo contexto el cambio se produce de manera continua dándose de forma
superpuesta4 : pasamos más tiempo superando periodos de cambio que en equilibrio.
Hace falta una planificación sofisticada y un esfuerzo sustancial.
Por otro lado podemos afirmar que las principales implicaciones del cambio
industrial sobre la organización interna de una empresa tienen su origen en5 : una
demanda de calidad y flexibilidad en los productos; una respuesta competitiva a través
de la innovación; una demanda de adaptación al entorno, imponiéndose estructuras más
planas y menos rígidas, descentralizar y utilizar de manera óptima los recursos
humanos.
El medio en que se desenvuelven las empresas ha variado sustancialmente en las
últimas décadas6 :
Entorno 1950-1973
Entorno Posterior
Competencia
Creciente
Factor de primer orden
Perspectiva
Nacional, a veces internacional.
Global
Producción hegemónica
Bienes de consumo
Servicios
Regulación mercados
Intervención del mercado
Desregulación
Modos de producción
Producción a gran escala
Economías gracias a la tecnología
Fabricación estandarizada
Fabricación a la medida
En cuanto a la ya referida organización de la empresa, podemos destacar las
siguientes variaciones en una serie de factores que determinan de modo significativo la
misma7 :
3
Elaboración propia a partir de ROSEONER,ARMSTRONG Y GATES (Op.cit.).
CONNER, D. (2000).
5
EMASESA (2000).
6
Elaboración propia. Adaptado de VROOM, V. y JAGO, A (1990).
7
DOMNICHELLI.
4
8
FACTORES
EMPRESA
EMPRESA NUEVA
TRADICIONAL
Estructura
Jerarquía
Interconectada
Alcance
Interna/Cerrada
Externa/Abierta
Recurso principal
Capital
Personas, información
Entorno
Estable
Dinámico
Persona
Directivos
Profesionales
Motivadores/Claves
Premio, castigo
Compromiso
Dirección
Controles Administrativos
Autoadministración
Bases de acción
Control
Autorización para actuar
Motivación individual
Satisfacer superiores
Lograr objetivos en equipo
Aprendizaje
De trabajos específicos
De muchas capacidades
Bases para lograr
Posición en la jerarquía
Compromiso, nivel de
compensación
competencia
Base de relación
Competitividad
Cooperativa
Actitud del empleado
Indiferencia
Identificación
Exigencias principales
Administración dominante
Liderazgo
Siguiendo a Mintzberg8 , la caracterización del entorno y su influencia en la
estructura corporativa no sería muy difícil de determinar en las organizaciones
empresariales de la Nueva Economía.
Podemos deducir la existencia de un factor crítico: la exigencia de innovaciones
continuas para satisfacer las demandas de nuestros cada vez más exigentes clientes (ya
que la acusada competencia hace que las disponibilidades en el mercado registren gran
volumen y variedad). Esto supone una necesidad de flexibilidad enorme que hace que
pierda sentido una excesiva planificación ya que no trabajamos en un panorama estable.
En todo caso tendría sentido la simulación de la actividad desplegada por la empresa en
distintos escenarios a fin de validar las alternativas planteadas.
Las estructuras muy orgánicas son el único remedio posible. La descentralización
es la otra solución, pero en este caso con salvedades; si bien la complejidad invita a la
descentralización, la hostilidad precisa una cohesión más allá de lo esencial entre los
miembros de la organización. En el entorno cambiante ese conflicto entre centralización
8
MINTZBERG, H. (1991).
9
y descentralización ha de dirimirse a favor de una solución de compromiso que pasa por
ubicar en distintos emplazamientos las decisiones relativas a esta disyuntiva, es decir,
hay que centralizar y descentralizar a la vez cuando complejidad y hostilidad son una
característica del entorno por igual relevantes.
Hay que tratar de crear estructuras centralizadas al nivel de la dirección que es
desde donde se debe de tratar de implementar las grandes líneas estratégicas de la
organización. Pero si se pretende fomentar la creatividad y la innovación se ha de
descentralizar en los puestos críticos relacionados con la investigación y el desarrollo, la
promoción...
El objetivo es llegar al equilibrio en el seno de la empresa; factor indispensable para
ello es fomentar una cultura corporativa decididamente participativa que apueste, al
mismo tiempo, por el liderazgo entendido como filosofía que impulse la voluntad del
individuo de identificarse con un proyecto en el que cree y por el que esté dispuesto a
tomar decisiones críticas, presidiendo sus acciones un sentimiento de responsabilidad
para con el grupo.
Tras esto ni que decir tiene que la línea de mando en el sentido tradicional, la
comunicación formal unidireccional y la estructuración burocrática y jerárquica de la
empresa son factores que necesariamente han de pertenecer al pasado.
La nueva configuración de la producción en los servicios se manifiesta en la
personalización en el trato, en el servicio a la medida. Esto va a abocar a la desaparición
de los stocks en gran número de actividades (venta de libros, discos...). Está quedando
cada vez más claro que la transmisión de datos a alta velocidad reemplazará al stock
físico de mercancías9 .
El valor de cualquier bien producido incorpora una mayor porción de conocimiento
aplicado a su consecución. La innovación es el componente que subyace, el que
determina que el bien satisfaga a la perfección las necesidades expresadas por el cliente
o surgidas a la empresa a la hora de posicionarlo en el mercado.
9
Ver STEWART (Op. cit.).
10
Stewart10 discrimina en dos tipos las empresas de la nueva era: las que poseen
bienes y las que los alquilan. Este factor termina por caracterizar cuál de ellas es una
empresa en la que predomina el uso intensivo de un capital del tipo intelectual.
5. El factor crítico para la generación de riqueza: el conocimiento.
Ya nos hemos referido con anterioridad a la realidad de gran número de empresas
(del denominado eBusiness –comercio electrónico- o del mundo del software) que en la
actualidad registran la mayor parte de su valor no tanto debido a sus activos sino a la
existencia de una serie de activos intangibles que son explotados con una gran visión de
futuro.
Estos activos hacen que el mercado sitúe en estas corporaciones unas expectativas
de crecimiento y desarrollo sin precedentes.
Un consultor de eBusiness expresa este
hecho referido a su objeto de estudio con las siguientes palabras11 : “Estamos asistiendo
a la creación de (...) un modelo de Nueva Economía donde las empresas que abanderan
el liderazgo de la transformación están revolucionando los criterios de generación de
valor, al atribuirles el mercado las expectativas de un rol privilegiado y catalizador en la
articulación de las nuevas estructuras de competitividad”.
Es en este contexto donde irrumpe el Capital Intelectual. No quiere esto decir que
no existiera con carácter previo a esta última revolución a la que asistimos, pero es
ahora cuando una importante corriente del management ha decidido mostrarlo como la
base de la implementación de estructuras favorecedoras del éxito empresarial en la
actualidad.
En septiembre de 1991, la firma financiera sueca Skandia AFS organizó el primer
departamento corporativo de Capital Intelectual. Esta apuesta de una corporación por
implantar en la estructura formal de su organigrama una sección de estas características
refleja la importancia que en los últimos años toman estos nuevos enfoques con el fin de
potenciar para alcanzar una ventaja competitiva duradera y sostenible en el mercado.
¿Qué es el Capital Intelectual?
Existiendo en la actualidad una abundante literatura al respecto, y dándose un
relativo consenso en cuanto a las bases que sustentan este concepto, no existe una
10
Ver STEWART (Op. cit.).
11
definición única que sintetice y sea comprensiva de la riqueza de matices que la idea
expresa.
En el Informe de Capital Intelectual de la compañía Skandia (1992), el capital
intelectual se define como
"(...) la posesión de conocimientos, experiencia aplicada,
tecnología organizacional, relaciones con clientes y destrezas profesionales que dan a
Skandia una ventaja competitiva en el mercado12 ".
La consultora ICM Group 13 lo define, simplemente como “el conocimiento que
puede ser convertido en beneficio”. Matizando más se puede decir que es “el conjunto
de activos intangibles que comprenden los conocimientos tácitos o explícitos que
generan valor económico para la empresa14 ”.
A.Brooking15 percibe su importancia como elemento “más funcional” cuando lo
define como “la combinación de activos inmateriales que permiten funcionar a la
empresa”.
Por su parte, Stewart16 , uno de los grandes expertos y pioneros en el tema, lo define
como:
“material
intelectual
–conocimientos,
información,
propiedad
intelectual,
experiencia- que se puede aprovechar para crear riqueza”.
Por tanto, podemos a la vista de todo esto extraer una serie de conclusiones que
delimiten perfectamente el concepto:
- Está representado por INTANGIBLES, bienes sin presencia física que en principio
no se pueden valorar económicamente en un sentido clásico.
- El CONOCIMIENTO, entendido en un sentido amplio, es el elemento básico en la
configuración del concepto.
- Es necesario para el FUNCIONAMIENTO de la empresa.
- Puede ser la base de una VENTAJA COMPETITIVA.
- Supondrá BENEFICIOS de emplearse correctamente.
11
José Manuel Rey en ROSEONER, ARMSTRONG Y GATES (Op.cit.).
EDVINSSON y MALONE (1999).
13
ICM GROUP.
14
VIEDMA MARTI.
15
BROOKING, A. (1997).
16
STEWART (Op.cit.).
12
12
Llegados este punto, podríamos definir el capital intelectual en términos generales
como:
“El conjunto de conocimientos identificables como activos intangibles que sirven
de base a la actividad de la empresa. Convenientemente tratados pueden llegar a
convertirse en la ventaja competitiva que proveerá a la organización beneficios en el
futuro”.
CI = CAPITAL DE CONOCIMIENTOS = ACTIVOS NO FINANCIEROS = ACTIVOS
INMATERIALES = ACTIVOS OCULTOS =ACTIVOS INVISIBLES = MEDIOS DE ALCANZAR LA
META = (VALOR DE MERCADO – VALOR EN LIBROS)
Esa diferencia entre el valor de mercado de la empresa y el valor en libros, tratada
por el economista James Tobin, se pone de manifiesto en el caso de nuevas empresas
como Microsoft, que teniendo unos activos mucho menores que los de IBM -por lo que
su valor contable sería varias veces más pequeño- representa en el mercado un valor
bursátil (capitalización) mucho más elevado.
Así
tenemos
que,
por
un
lado,
la
contabilidad
tradicional
no
registra
convenientemente el valor de las empresas puesto que descontadas las perturbaciones
especuladoras en el mercado no se explica por qué una empresa sin apenas
(relativamente) activos tiene tal posición. Por otro lado, y como evidencia puesta de
manifiesto por lo anterior, algún elemento se escapa a la valoración de los contables: ese
elemento es a nuestro juicio el capital intelectual.
Se podría decir que lo que realmente da valor a esas organizaciones es la confianza
que el inversor tiene en la empresa por sus implicaciones en un sector de crecimiento.
Pero, habida cuenta de la cantidad de empresas que acuden a la llamada de nuevas
oportunidades de negocio y desaparecen al poco de iniciar su andadura, lo que las
diferencia es su saber hacer, su know-how, las gentes e ideas que se embarcan en un
proyecto común que pronto se manifiesta viable.
Estructura del capital intelectual
Edvinsson, a la hora de determinar los componentes del capital intelectual,
establece la siguiente “ecuación”:
13
CAPITAL HUMANO + CAPITAL ESTRUCTURAL = CAPITAL INTELECTUAL
K. E.
Sveiby, en su obra “The New Organitational Wealth” 17 elabora lo que
denomina “Monitor de Activos Intangibles”, en el que distingue:
-
Estructura Externa: Incluye marcas, relaciones con los clientes y
proveedores. Se
trata de relaciones. Algunos son protegibles legalmente.
-
Estructura Interna: Es la organización en sí: dirección, estructura legal, sistemas
manuales, aptitudes, I+D, software... Son elementos propiedad de la empresa, siendo
algunos protegibles legalmente.
-
Competencia individual: Incluye la educación y la experiencia. Es el capital
humano.
A.Brooking, por su parte, estructura el capital intelectual de la manera que sigue18 :
-
Activos de mercado: Bienes inmateriales que guardan relación íntima con el
mercado (Marca, clientela, repetibilidad del negocio, reservas de pedidos, canales y
licencias de distribución, franquicias...).
-
Activos centrados en el individuo: Pericia, capacidad creativa, liderazgo.
-
Activos de propiedad intelectual: Know-how, Copyright, patentes, marcas de fábrica
y de servicios...
-
Activos de infraestructura: Tecnologías, metodologías y procesos que hacen posible
el funcionamiento de la organización desde la dimensión que su aplicación práctica
a las necesidades de la empresa ofrece (cultura corporativa, bases de datos sobre el
mercado, estilos directivos, sistemas de comunicación).
Como es posible apreciar a la vista de lo anteriormente expuesto,
el capital
intelectual está conformado por unos elementos que sustancialmente son los mismos
para los autores que lo estudian.
Podemos no obstante volver a la visión que de las partes que integran el capital
intelectual tienen Edvinsson y Malone19 :
17
Citado en VIEDMA MARTI (Op.cit).
BROOKING (Op.cit.).
19
EDVINSSON y MALONE (Op.cit.).
18
14
CAPITAL FINANCIERO
CAPITAL HUMANO
CAPITAL CLIENTELA
CAPITAL INTELECTUAL
CAPITAL
ESTRUCTURAL
CAPITAL
MERCADO
ORGANIZACIONAL
VALOR DE
CAPITAL
INNOVACIÓN
CAPITAL
PROCESO
Dada esta nueva descomposición a la que sometemos al capital intelectual
podemos pasar a esbozar las características principales de cada uno para poder
entenderlos mejor:
Capital Humano: No puede ser propiedad de la empresa.
Incluye:
a) Por parte de los empleados: conocimientos, habilidades, inventiva y capacidad.
b) Por parte de la empresa: valores, cultura y filosofía.
Capital Estructural: Es propiedad de la empresa y es negociable. Incluye equipos,
programas informáticos, bases de datos, estructura organizacional, patentes, marca,
capital clientela... Principalmente, al referirnos a este tipo de capital nos referimos a lo
que los anglosajones denominan network (red de trabajo, infraestructura) y a la
dirección o gestión del conocimiento20 .
En lo que a lo primero se refiere, esta infraestructura sirve para poder compartir
mejor el conocimiento. Sería la parte del capital estructural en donde se almacena el
conocimiento de modo que sea accesible a cualquiera que pueda necesitarlo en la
empresa; más allá de lo que supone una Intranet o una Extranet, de lo que se trata es de
configurar una Intralectualnet.
Por otra parte, la calidad de esa información (teniendo presente qué es lo útil y qué
es redundancia o despreciable) y la forma en que es almacenada debería gestionarse a
20
Sitio www.intellectualcapital.org en INTERNET (2000).
15
fin de optimizar ese conocimiento en orden a reportar a la organización el máximo de
eficiencia.
Este capital estructural se puede desagregar en:
Capital Organizacional: Incluye toda inversión de la empresa en sistemas, herramientas
y filosofía operativa que acelere la corriente de conocimientos. A su vez, este capital
integra Capital Innovación (propiedad intelectual, patentes...) y
Capital Proceso
(conocimiento práctico empleado en la generación de valor: técnicas, programas para
empleados...).
Capital Clientela: también conocido como “relación”. Incluye la generación de valor
para la empresa derivada del contacto con los clientes y proveedores; supone la
confiabilidad que para nuestros clientes tiene el producto, la seguridad que esto provoca
(y, consiguientemente, el valor del fondo de comercio) o la integración de los
proveedores a las exigencias de calidad y servicio que la organización necesita; en las
empresas de la Nueva Economía es una práctica extendida el outsourcing, la
externalización de las funciones necesarias para producir o servir al cliente que en
principio generen menos valor a la empresa (ya nos hemos referido a esto
anteriormente). En este contexto el conocimiento derivado de la integración con los
proveedores goza de una trascendental importancia.
En este sentido se sitúa la afirmación de que los negocios que triunfan en el ebusiness (comercio electrónico) están redefiniendo las tradicionales cadenas de creación
de valor y desarrollando sistemas complejos para compartir conocimiento que conectan
precio, producto e información del diseño con proveedores y clientes.21
Valoración del Capital Intelectual
El capital intelectual ha de ser valorado de modo que ofrezca al inversor, al cliente
y (¿por qué no?) al competidor una idea de la verdadera excelencia de la empresa.
Leif Edvinsson, el Director de Capital Intelectual de Skandia emprendió esa tarea
intentando
que
el
Informe
de
Capital
Intelectual
supusiese
una
información
complementaria a los estados anuales presentados por los financieros de la empresa.
A este respecto el autor tiene en consideración las siguientes afirmaciones al
plantearse esta labor en el año 1992:
21
NEILSON, PASTERNACK, VISCIO (2000).
16
-
El
capital
intelectual
es
información
complementaria
de
la
financiera,
no
subordinada.
-
Es capital no financiero y representa el salto escondido entre valor de mercado y
valor en libros.
-
El capital intelectual es una partida del pasivo, no del activo.
Se planteará los siguientes objetivos:
-
Identificar y realzar la visibilidad y mensurabilidad de los activos intangibles.
-
Captar y sostener la accesibilidad mediante la tecnología del intercambio de
conocimientos.
-
Cultivar el capital intelectual por desarrollo profesional o entretenimiento y
canalizar el intercambio de información de manera computerizada.
-
Capitalizar y fortalecer agregando valor mediante un reciclaje más rápido de los
conocimientos y promoviendo un aumento de la transferencia de destrezas y
experiencia aplicada.
Se ha de valorar el rendimiento generado por este capital en una empresa en tanto en
cuanto pueda crear un valor sostenible mediante la implantación de una visión de
negocio y una estrategia resultante. El enfoque del capital intelectual se centra en el
medio y largo plazo, va más allá de la visión estática y cortoplacista que la
representación ofrecida por los tradicionales estados financieros ofrece; se ha de intentar
maximizar en este enfoque el valor de cuatro áreas para el éxito: Financiera, Clientes,
Proceso, Renovación y desarrollo, además de una quinta que les es común a todas: la
Humana.
La teoría del capital intelectual reconoce:
-
Fuertes y duraderas relaciones de negocios en el seno de sociedades con estructuras
de redes.
-
Lealtad perdurable de los clientes.
-
Papel de los empleados clave: base de los conocimientos y competencia.
-
Compromiso de los empleados y empresa para la renovación y el aprendizaje.
17
-
Carácter y valores de una empresa como determinantes de las orientaciones
estratégicas futuras de la organización.
Con la intención de representar de un modo asimilable el capital intelectual de una
organización, Skandia elabora un sistema de ratios, medidas porcentuales y valores
numéricos relativos a cada una de las partes integrantes para cuantificar la valoración
del mismo. Se reducirán posteriormente los índices mediante la eliminación de
redundancias a los estrictamente necesarios para disponer de la mejor información
posible, y luego se aplicará razones de eficiencia para determinar el aprovechamiento de
los recursos.
Dado que este no es el lugar para profundizar en estos extremos, remitimos a la
obra de Edvinsson al lector si quiere saber más acerca de cómo hacer operativos y
prácticos los conceptos y elementos que hasta aquí hemos formulado.
Esta visión general del Capital Intelectual, sin ser todo lo profunda que debiera y
sin recoger la diversidad de tendencias que –sobre todo en el terreno de la valoración se dan , al menos nos ha mostrado que algo nuevo está irrumpiendo con una fuerza
insólita.
Creemos que tras el descubrimiento de la focalización en las necesidades del cliente
como elemento clave para prosperar, esta filosofía de creación, mantenimiento y
desarrollo del capital intelectual va a suponer un nuevo punto de inflexión en el
management que va a variar sustancialmente la teoría y la práctica de la Dirección de
Empresas.
6. Conclusiones: la necesidad de afrontar el reto tecnológico.
Hemos visto cómo las nuevas compañías que triunfan en la Era de Internet no se
dedican a producir bienes en el sentido tradicional: diseñan y venden software, un
elemento intangible, hacen negocios en la red (un medio “virtual”) y la mayor parte de
su capitalización bursátil (valor de mercado) proviene de las expectativas creadas
respecto a las mismas como eventuales líderes y de la capacidad de innovación que
demuestran.
El hecho de que estas empresas no son como “las de antes” está, a estas alturas,
bien claro. Los mercados financieros reaccionan ante este fenómeno con la creación de
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nuevos mercados como el NASDAQ estadounidense, en el que empresas con fuertes
implicaciones en las nuevas tecnologías cotizan para no distorsionar los tradicionales
puntos de negociación de acciones. En ellos, sociedades recién creadas, sin apenas
inmovilizado, con una planificación económico-financiera que prevé pérdidas en el
horizonte temporal inmediato registran una espectacular cotización en su salida al
parqué y presentan una capitalización superior a la de algunas empresas que eran hasta
ahora la referencia de los mercados.
Entonces, ¿dónde reside el origen de esa creación de valor?. En lo que hemos
apuntado tantas veces: innovación, expectativas, creatividad, posicionamiento en el
mercado como “pionero”... En cualquier caso, nos hemos aproximado a un concepto
que aún es ignorado en el terreno práctico por muchas empresas: el Capital Intelectual.
Después de acercarnos a él y de conocer la naturaleza de la empresa líder de la
actualidad no podemos sino percibir claramente la idea intuitiva que en un principio
lanzábamos relativa a la interconexión de ambos fenómenos: las empresas del
eBusiness, de Silicon Valley, de la Nueva Era triunfan porque prestan una especial
atención al Capital Intelectual y, por otro lado, el hecho de que el capital intelectual se
muestre
como
factor
esencial
de
contribución
al
crecimiento
queda
patente
precisamente por la experiencia exitosa de estos negocios.
Podemos, para terminar, volver a señalar a modo de conclusión algunos puntos que
nos parecen del máximo interés:
-
El entorno competitivo se ha transformado hasta alcanzar una dimensión
desconocida hasta ahora, caracterizándose por ser esencialmente global (por el
alcance de los mercados), complejo (por los niveles de exigencia y de innovación
que la presión de clientes y competencia requieren) y ante todo sumamente hostil
(por la conjunción de los factores comentados). Las estrategias antes triunfantes se
han de replantear para poder afrontar la riqueza y diversidad de la nueva situación.
-
Las empresas de la Nueva Economía, en las que predomina de un modo absoluto el
uso de las nuevas tecnologías, representan negocios “estrella” que registran un
espectacular crecimiento y están especialmente valoradas por los mercados.
-
Se ha podido comprobar que en estas empresas predomina el Capital Intelectual
como componente de su estructura. Este capital intelectual está representado por una
serie de valores intangibles (sin presencia física) tales como las relaciones con los
19
clientes y proveedores, las redes internas de información, las bases de datos, las
aplicaciones informáticas diseñadas a medida, el uso apropiado (provechoso,
eficiente) de las oportunidades que las nuevas tecnologías ofrecen, una cultura
organizativa nueva...
En la nueva concepción de lo intangible esos elementos tienen una importancia
básica, más allá de su posible inclusión en las partidas de balance o cuentas de
pérdidas y ganancias de la empresa: son la base del presente y el motor del futuro
del negocio.
-
Pero ante todo es el conocimiento el elemento clave. El valor de los recursos
humanos, preparados y motivados es fundamental; se ha de apostar decididamente
por la creatividad: el mercado es tan complejo que talento, formación, investigación
y desarrollo han de cimentar las bases del éxito competitivo.
- Estas empresas de la Nueva Era inicialmente cuentan con poco más que una
excelente
idea y una visión clara del mercado por parte del líder (o líderes)
emprendedor. El capital del que disponen (en el sentido clásico) es muy limitado y la
única forma de atraer a la organización a los individuos más preparados es
ofreciéndoles un proyecto ilusionante para mentes muy despiertas y un buen paquete
de stocks options a las que vincular la esperanza de remuneraciones muy atractivas
en el futuro que compensen la pérdida en cuanto a salario que tienen que soportar al
abandonar sus anteriores empleos. Así, el tan polémico asunto de las stocks no es
más que una forma de “adquirir” en el mercado los servicios de los individuos que
pueden reportar el “mejor conocimiento” al negocio, conocimiento que la
organización tratará de hacer suyo para incorporarlo a los activos con que cuenta.
- Se muestra como fundamental identificar y valorar el capital intelectual de las
empresas. Creemos que en estas empresas este factor, y no la estructura del activo o
el pasivo, el número de empleados o de delegaciones, es el mejor exponente de lo
que la empresa supone.
Un “inventario” que recoja todos los elementos que lo integran y aplicar normas de
valoración que puedan servir para determinar la magnitud y evolución de este factor
constituye una tarea a nuestro juicio necesaria para toda empresa. Ahí quedan las
experiencias de Edvinsson y otros autores.
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- En conexión con esto último, se ha de planificar el desarrollo de ese capital
intelectual. Su contribución ha de ser la base de la dirección estratégica y se ha de
tener claro que sin su potenciación no es posible el crecimiento: es imprescindible
convertirlo en el elemento central de la política de la empresa.
- El increíble momento que vivimos no ha de confundirnos: la tecnología no es algo
ajeno al hombre; la crea el hombre en su beneficio para disfrutar de una existencia
mejor. Las empresas de la Nueva Era lo han comprendido perfectamente y su éxito el
de aquellos que aceptan el reto de ser “la avanzadilla” del progreso; en esta ocasión
el individuo se muestra como la pieza básica del complejo económico y es una
ocasión que la sociedad no puede desaprovechar.
En la creatividad, flexibilidad, talento y reacción continua ante los cambios de
las empresas de la Nueva Economía están presentes los rasgos que conducen a un
nuevo modelo de relaciones económicas. La Aldea Global no es una utopía, sino el
nuevo medio competitivo y el esfuerzo de los agentes económicos que intervienen en
éste ha de ser el de procurar obtener el mejor uso de las más cualificadas
disponibilidades de conocimiento que puedan abarcar. El capital humano adquiere
por tanto una nueva dimensión, más crucial que nunca en su importancia como factor
económico.
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La dirección exacta en la que se han consultado este y los demás artículos mencionados en el sitio
www.NEVANET.com es www.NEVANET.com/gest-con/ARTÍCULOS/html/
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