Reutilización de escorias de incineradora para la construcción: una crítica Luigi Ceccaroni 1, Pilar Visa 2 1 Universitat Politècnica de Catalunya UPC (luigic@lsi.upc.es) 2 Universidad de Barcelona UB Abstract In this paper we analyze the impacts of the reuse of incinerator wastes in the construction sector. We focus our attention in particular on application to road construction and cement production in Spain. We conclude that this kind of reuse is a methodology which has a positive environmental impact in the short term because the disposal of toxic wastes is reduced. The development of this methodology, however, is not timely for Spain, where the level of reduction-reuse-recycling of urban wastes is still very low, compared to countries such as the Nederlands and Germany. Moreover, the applications related to this methodology benefit sectors of the economy which are among the less sustainable. Los materiales potencialmente eliminables por incineración1 pueden ser sólidos, pastosos y líquidos. No pueden ser explosivos ni corrosivos y han de tener un poder calorífico elevado ya que generalmente se utiliza el mismo residuo como combustible. La destrucción de los materiales tiene lugar por oxidación a temperaturas elevadas (entre 800 y 1100 °C). La incineración no es un sistema de eliminación total, pues genera cenizas, escorias y gases, pero consigue una reducción significativa en peso y volumen de los residuos (menos del 70 % del peso y entre 80 y 90% del volumen de las basuras). Existen tres tipos principales de incineradoras: las de inyección de líquidos, las de horno rotatorio y las de aire controlado (pirólisis). En las de inyección, el líquido tóxico se atomiza en pequeñas gotas antes de ser quemado. Las de horno rotatorio son adecuadas para sólidos y se caracterizan por disponer de una cámara de postcombustión que debería garantizar una combustión completa del residuo. En la pirólisis, la combustión tiene lugar en dos etapas: en la primera no hay bastante oxígeno para completar la combustión y en la segunda se produce una inyección adicional de aire para acabar de incinerar el residuo. La eficacia de la incineración ha de ser muy elevada (> 99,99%) para que no se emitan sustancias tóxicas a la atmósfera. Es necesario controlar periódicamente el nivel de emisión de los siguientes gases: óxidos de nitrógeno, fluoruro de hidrógeno, dióxido de azufre, metales, dioxinas y furanos. Además, las incineradoras producen escorias (cenizas) y efluentes gaseosos. Las escorias de incineradora son residuos especiales de composición variable sujetos a controles legislativos estrictos2. Para la industria relacionada con la incineración, la mejor manera de cumplir esta legislación es valorizar las escorias y reducir su generación. La valorización se puede conseguir de dos maneras: reutilización y reciclaje de las escorias. Para reducir la producción de escorias se tiene que modificar el proceso de incineración: cambio / reducción de materias primas, mejoras en los 1 Código de actividad A931 del Real Decreto español 833/1988. procedimientos, reformulación de los productos finales. Otra opción es abandonar el proceso de incineración por otro tratamiento más sostenible. La producción limpia es especialmente interesante para conseguir el objetivo de reducción de escorias. Consiste en la adopción de medidas de organización que permitan reducir y reciclar los residuos (las basuras) en su origen. En cambio, una vía que puede contribuir a valorizar las escorias es comercializarlas como subproductos. Para esto es necesaria la autorización de la Junta de Residuos y debe encontrarse otra industria que pueda utilizar las escorias como materia prima. En el caso de que no se puedan valorizar las escorias, estas deben tratarse en instalaciones especiales construidas con esta finalidad, cuya localización es normalmente problemática debido a factores técnicos, económicos, políticos y de opinión pública. En España se está empezando a estudiar cómo aprovechar residuos especiales (procedentes del tratamiento de basura y acero) en la industria de la construcción. Un ejemplo es el Laboratori de Materials de Construcció de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) en Barcelona. Investigadores de este laboratorio del Departament d’Enginyeria de la Construcció están llevando a cabo un proyecto cuyo principal objetivo es estudiar cómo y en qué condiciones se pueden aprovechar como material de construcción los residuos inorgánicos de procesos térmicos para evitar que se almacenen en vertederos. El proyecto está financiado principalmente por la Junta de Residus de la Generalitat de Catalunya, la CIRIT y el consorcio de incineradoras ACEVERSU3. Participan también el Grup de Tecnologia d’Estructures de la UPC y el Institut Jaume Almera del Centro Superior de Investigaciones Científicas. Proyectos parecidos están ya implantados en otros países, como Holanda, Alemania, Francia y Japón. Estos proyectos, en el estudio de la aplicación de escorias a la construcción, asumen que éstas están incineradas y procesadas correctamente. Concretamente se está estudiando cómo se pueden aprovechar las escorias como material para sub-bases de carreteras y, de hecho, ya se está planteando realizar pruebas piloto con material recuperado, en tramos experimentales de carreteras. También se está estudiando la posibilidad de utilizar estas escorias como materia prima para producir cemento, como ya se hace en otros países, como Inglaterra y Japón. A continuación se analizarán los impactos positivos y negativos (desde un punto de vista ambiental y de sostenibilidad) de este tipo de proyectos y tecnologías. Impactos positivos: • Se evita que las escorias (o parte de ellas) de las incineradoras se almacenen en los vertederos. • Se consigue que el sector de la construcción, que siempre ha sido generador de residuos (en 1995 produjo 22 millones de toneladas de residuos en España), se convierta en consumidor también de residuos. 2 Código CER 1901 de la lista de residuos peligrosos aprobada por la Decisión 94/904/CE del Consejo Europeo de acuerdo con el apartado 4 del artículo 1 de la Directiva 91/689/CEE. Tipo de residuo 22 del Real Decreto español 833/1988. Categoría Y47 de desechos que requieren una consideración especial del Convenio de Basilea. Categoría 2621 00 de la lista naranja de residuos (18) del Reglamento (CEE) 259/93 del Consejo Europeo. 3 El proyecto también está financiado por otras entidades, como CELSA, las principales empresas del sector del cemento, Servei de Control de Qualitat (SCQ), UBENA, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) i RUBAU. Impactos negativos: • Se apoya de manera indirecta la incineración como sistema de tratamiento de los residuos. La incineración es un sistema de tratamiento poco sostenible porque trata de solucionar el problema de los residuos a posteriori, cuando se podría evitar el problema desde la raíz utilizando técnicas preventivas como la reducción en origen, la reutilización y el reciclaje de las basuras. Además los procesos de incineración raramente alcanzan la muy elevada eficacia necesaria para que no se emitan sustancias tóxicas a la atmósfera. En la mayoría de los casos suponen cierta cantidad de emisiones y vertidos líquidos peligrosos. • El reciclaje de las escorias de incineradora tiene como destinatario un sector, la construcción, que (por lo menos en Europa) es uno de los menos sostenibles y que por lo tanto no necesita este tipo de impulso. No son precisamente nuevas carreteras y nuevos edificios lo que más necesita ahora la Unión Europea, una tierra donde la presión de tráfico y de población ha alcanzado niveles preocupantes. En resumen, se puede concluir que este tipo de reutilización de escorias de incineradoras es una metodología que tiene un impacto ambiental positivo a corto plazo puesto que se reducen los vertidos de residuos tóxicos. La metodología nace pero en España en el momento menos oportuno, cuando el nivel de reducción-reutilizaciónreciclaje de las basuras es todavía muy bajo comparado por ejemplo con países como Holanda y Alemania. Además las aplicaciones relacionadas con esta metodología benefician a sectores de la economía que se encuentran entre los menos sostenibles. Se aconseja entonces posponer proyectos de este tipo hasta que se alcance un nivel de reciclaje del 80%. El tiempo necesario para alcanzar este objetivo dependerá de la evolución cultural, ambiental y política de la población. Mientras tanto se aconseja utilizar las financiaciones, los conocimientos y los recursos humanos en proyectos de reducción-reutilización-reciclaje de basuras. Finalmente, se aconseja que los campos de aplicación no sean los actualmente propuestos, sino otros de más clara sostenibilidad, como por ejemplo, en el mismo sector de la construcción, bases de líneas de ferrocarril, metro y tranvía, o remodelado de elementos urbanos ya existentes como las aceras.