El deporte paralímpico, visible De nada sirve ser el mejor en algo, si nadie sabe que lo eres. El gran valor de las gestas que protagonizan los deportistas de élite con discapacidad, los deportistas paralímpicos, reside en su función de transmisión de unos conceptos y unos valores a toda la sociedad. Y, obviamente, no hay otro camino para llegar a los ciudadanos en la actualidad que a través de los medios de comunicación. Los Juegos Paralímpicos son el gran escaparate mundial en el que los deportistas con discapacidad, y, por extensión, las personas con discapacidad en general, muestran cada cuatro años la grandeza del ser humano, las posibilidades que tenemos las personas de desarrollar al máximo nuestras capacidades. Nos enseñan que prácticamente no hay límites cuando una persona se propone un objetivo, una meta. Pero para que así sea, es necesario que el mensaje llegue a los receptores. En el caso de los Juegos Paralímpicos no siempre ha sido así, más bien al contrario. La importante repercusión social con la que gozan en la actualidad, ha venido precedida por un lento despertar, desde la primera edición en Roma en 1960. Durante muchos años, los Juegos eran prácticamente un certamen marginal y no fue hasta Seúl 1988 cuando, al unificarse las sedes de celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, el mensaje comenzó a llegar. El punto de inflexión en este sentido fue, sin duda, Barcelona 92, donde los Juegos Paralímpicos adoptaron la dimensión con la que los conocemos ahora. A partir de ahí, los Juegos han ido calando cada vez más en la sociedad, en España y a nivel internacional, hasta llegar a la difusión “razonable” que ha tenido la edición de Pekín 2008, que se analiza en esta obra. Si consideramos como positivo el crecimiento cuantitativo de las informaciones referentes al deporte de personas con discapacidad en los últimos años, y especialmente durante la celebración de los Juegos Paralímpicos, también debemos resaltar la evolución que está desarrollando el tratamiento que le dan los medios a dicha información. Cuando este deporte era más desconocido, las informaciones se centraban en los aspectos más anecdóticos, rayando en lo morboso, centrándose solamente en lo relacionado con la discapacidad y dejando al deporte como algo casi complementario. Afortunadamente, esta situación se ha dado la vuelta y hoy las informaciones sobre deportistas paralímpicos en los medios de comunicación son eminentemente deportivas. Nuestra campeona Teresa Perales suele decir que cuando una persona ve por primera vez una competición paralímpica quizá al principio se queda admirado por las prótesis o las sillas de ruedas, pero que, a los pocos minutos, esa persona olvida todo eso y comienza a ver simplemente deporte, espectáculo deportivo. El papel de los medios de comunicación es vital para nuestro deporte. Sabemos que cuando nuestro mensaje llega a los ciudadanos, cala muy profundamente en ellos. Sólo debemos por tanto salvar el escollo que muchas veces supone hacernos un hueco en los medios. Cuando lo logramos, el éxito está garantizado. El deporte paralímpico es deporte en estado puro. Pero a la vez que reclamamos que los periodistas y los medios nos traten como a cualquier otro deportista, tampoco debemos renunciar a uno de nuestros grandes activos: las historias humanas que existen en cada una de las figuras paralímpicas. Son ejemplos de esfuerzo, de constancia, de trabajo en equipo, de superación de barreras y obstáculos. Los paralímpicos son deportistas con valor añadido. Hay que decir que esta evolución positiva del tratamiento de los medios hacia los deportistas con discapacidad en el campo de los contenidos, viene también acompañada de una utilización cada vez más correcta del lenguaje por parte de los comunicadores en lo que concierne al mundo de la discapacidad. Todo este caldo de cultivo va favoreciendo la creación de “estrellas paralímpicas”. Algunas de ellas, de enorme repercusión mundial, como es el caso del atleta surafricano Oscar Pistorius. En el caso de España, tenemos un buen ramillete de deportistas que son verdaderos ídolos en sus respectivos ámbitos locales. Por citar algunos casos, Teresa Perales en Zaragoza, Xavi Torres en Mallorca, David Casinos en Valencia, Enhamed Enhamed en Gran Canaria o Chano Rodríguez en Vigo. Pero es que además, estamos dando ya el salto a lo nacional y varios de ellos comienzan a ser conocidos en todo el país, y no sólo durante unos meses posteriores a los Juegos Paralímpicos, sino que su imagen social ya va perdurando durante años. En nombre del Comité Paralímpico Español quiero dar la bienvenida a la presente obra porque aborda por primera vez, de manera directa, escrupulosa y decidida, un tema vital para el deporte paralímpico: su relación con los medios de comunicación. Se trata por tanto de un trabajo pionero, que nos hace reflexionar. Pero además, es un trabajo con una característica peculiar: su origen en una investigación universitaria detallada, científica, pionera y profunda. Por ello, aprovecho para hacer un llamamiento a los investigadores para que no olviden estos temas e incorporen a las personas con discapacidad en sus trabajos con valentía y análisis, tanto de forma puntual como en esta ocasión, como de forma transversal. Cualesquiera que sea el estudio que valore comportamientos y actuaciones de los ciudadanos, no duden que será más completo si tiene en cuenta a los cuatro millones de personas con discapacidad que vivimos en España, algunos de ellos, grandes deportistas. Miguel Carballeda Piñeiro Presidente del Comité Paralímpico Español Texto del prólogo del estudio “El tratamiento de los Juegos Paralímpicos de 2008 en los medios españoles”, editado en forma de libro por el CERMI.