“EXTERNALIDAD NEGATIVA AMBIENTAL: EL CONTROVERSIAL CASO DE LA CONTAMINACIÓN EN LA AMAZONÍA ECUATORIANA POR PARTE DE LA EMPRESA PETROLERA ESTADOUNIDENSE CHEVRON-TEXACO” Imaginemos que, de repente, un día llegamos a nuestra casa y se encuentra sucia y desordenada. Pero no es producto por nuestra pereza, sino que es a causa de que vino alguien a destruirnos nuestro hogar, aquel que hemos cuidado y que es tan importante para nosotros. Imaginemos, por un momento, que nuestra casa es inhabitable por los desastres que esos agentes externos realizaron. Lo peor, es que no lo hicieron personas desconocidas, sino personas que creíamos conocer y terminaron haciéndonos daño. Esto es, precisamente, lo que le ocurrió a los pobladores que viven en la región Amazónica del Ecuador al noreste del país, gracias a la gran empresa trasnacional petrolera estadounidense Chevron-Texaco, responsable de derramar alrededor de 71 millones de litros de residuos de petróleo y 64 millones de petróleo bruto en más de dos millones de hectáreas de la Amazonía Ecuatoriana (Embajada del Ecuador, s.f.). Debemos especificar que el caso que nos encontramos estudiando en el presente ensayo, es un perfecto ejemplo de una externalidad ambiental negativa, y he allí el porqué de nuestro título. Una externalidad son aquellos efectos secundarios no previstos en el crecimiento de una economía, que pueden ser positivos o negativos (Wagner, 2010). La explotación petrolera en el Ecuador por parte de la empresa estadounidense quizás trajo algunas pequeñas ganancias al Ecuador, pero no se comparan con el increíble beneficio económico que obtuvo la empresa estadounidense ni con el daño ambiental producido. En suma, es importante dejar claro que estamos frente a una situación de externalidad ambiental negativa: el gobierno del Ecuador no preveía en su totalidad esta serie de consecuencias que trajo la extracción de petróleo por parte de la multinacional. 1 Todo inició en 1964, cuando la empresa que aquel entonces era únicamente Texaco (pues en 2001, esta última fue adquirida por Chevron, formando la actual Chevron Corporation), empezó a explotar los campos petroleros en la selva amazónica ecuatoriana. Esta concesión duró desde ese año hasta 1992, cuando la empresa estadounidense cede la exploración y extracción del campo petrolero únicamente a la empresa ecuatoriana Petroecuador. Texaco produjo cerca de 1,7 billones de barriles de petróleo durante el tiempo que duró su concesión (Feige, 2008). El problema surgió porque la multinacional no trató el agua que provino del interior del yacimiento petrolífero, la cual es sumamente tóxica y debe ser desechada mediante procedimientos adecuados (como la reinyección de esa agua en el pozo); Texaco, lo que hizo, fue acumularla al aire libre, lo cual fue fatal para el ecosistema ecuatoriano. La empresa estadounidense alega que los responsables de la contaminación no fueron ellos, sino Petroecuador, lo cual es insólito pese a todas las pruebas empíricas que se han realizado en la zona afectada, como muy bien lo relata el Informe Yana Curi (2004) y las consecuencias que trajo la mala praxis de la empresa. Las alarmantes e impresionantes cifras ya mencionadas, son solo la punta del iceberg del problema ambiental en el Amazonas Ecuatoriano; estamos, sin duda, frente a uno de los casos más graves en el ámbito ambiental de los últimos años. Por mencionar algunos de los efectos colaterales, se ha confirmado que el agua de la zona está contaminada por los químicos provenientes de la extracción del petróleo, por lo que es inutilizable para el consumo humano (Amnesty International, s.f.); miles de indígenas y pobladores de la zona no tienen acceso al agua potable gracias a la contaminación del Lago Agrio, lugar donde se encuentran los yacimientos petrolíferos que perforó la multinacional ubicado en la provincia de Sucumbíos. Asimismo, por la naturaleza del agua, del ecosistema y de acuerdo al Informe Yana Curi (2004), la contaminación de la zona hace que los pobladores que allí residen sean más propensos a sufrir de cáncer e incluso abortos espontáneos, así como el deterioro general de la salud de los pobladores, 2 manifestando síntomas como la aparición de hongos en la piel y cansancio, irritación en la piel y ojos, dolor de cabeza, de garganta, de oído, gastritis y diarrea. Por otro lado, se han documentado alrededor de 500 muertes en la Amazonia Ecuatoriana producto de esta contaminación (San Sebastián, Tanguila, & Santi, 2004). El ecosistema también está perjudicado, pues se produce incluso lluvia ácida, producto de la quema de 50 millones de m3 de gas sin control ambiental (Del Cal, 2008). A pesar de los esfuerzos magníficamente realizados por el abogado Pablo Fajardo, la empresa se lavó las manos trasladando la demanda de Nueva York a Ecuador y sigue sin hacerse responsable del caso. Resulta increíble hasta dónde puede llegar el poder de coacción de una empresa, su poder monetario e influencia internacional. Muy bien lo manifestó el presidente Rafael Correa: “En este orden mundial tan injusto el capital tiene más derechos que los seres humanos” (La Información, 2013). El caso de la empresa multinacional Chevron-Texaco es uno de los casos más lamentables y controversiales de nuestro mundo actual y no es el primero que ocurre en manos de una empresa petrolera extranjera (ya le ocurrió a México, con la empresa petrolera BP, por ejemplo); la negligencia de las empresas petroleras está contaminando nuestro medio ambiente. Texaco conocía la forma adecuada de deshacerse del agua proveniente del yacimiento, pero no lo hizo, pues se ahorró alrededor de $3 por barril producido mediante dicha mala praxis (Defensora de DD.HH.: problema de fondo en el caso Chevron son los ecuatorianos afectados, 2013). Pese a las pruebas y las numerosas demandas realizadas por el gobierno del Ecuador (la primera realizada ya hace 20 años), la multinacional sigue lavándose las manos sobre la problemática, alegando que ellos ya limpiaron lo que les correspondía y que la contaminación actual en la Región Amazónica del Ecuador no es producto de ellos, sino de la empresa ecuatoriana petrolera que los sustituyó luego de 1992 (Petroecuador). Incluso, Chevron tildó de mediática la fotografía del presidente del Ecuador, Rafael Correa, con sus manos llenas de los residuos petroleros que se encuentran en la Región Amazónica ecuatoriana (BBC Mundo, 3 2013), así como calificaron la demanda hecha por el gobierno ecuatoriano como “extorsión a la empresa estadounidense” (Gabino, 2011). Esta insólita posición no es más que un vil intento por desvirtuar el verdadero significado de sensibilidad que quiso -y logró transmitir- el presidente Correa al mundo y al mismo pueblo ecuatoriano sobre el daño ambiental. Es increíble que se acuse al gobierno ecuatoriano de extorsión y de interesas netamente económicos cuando todo demuestra que no hay ninguna limpieza, que el presidente Correa tiene sucias sus manos producto de una negligencia estadounidense y que, en efecto, los pobladores de la región Amazónica ya no pueden vivir allí. Los indígenas de nuestro continente han sido amenazados por la creciente globalización actual y por los intereses de las potencias. Como venezolana, estoy consciente de lo ignorados que se encuentran los pobladores nativos suramericanos en la actualidad, donde se pretende perder la cultura y la identidad nacional; no obstante, ha habido una creciente preocupación por nuestros indígenas con los nuevos gobiernos progresistas de Suramérica, pero pareciera no importarle a las empresas multinacionales que contaminan tierras que no son suyas y no prestan atención a los nativos de la zona ni a su hogar. Tal como las manos del presidente Rafael Correa y el nombre del caso, “Las Manos Negras de Chevron-Texaco”, las manos de nuestros indígenas hermanos ecuatorianos han sido ensuciadas por una empresa que niega hacerse responsable. Han sido ensuciadas sus casas, sus alimentos, sus tierras fértiles, sus fuentes de agua. El ecosistema amazónico ecuatoriano ha sido ensuciado de negro. No podemos hacer caso omiso a este importantísimo problema ambiental que nos concierne no sólo por ser hermanos suramericanos, sino como ciudadanos del mundo. Nuestro planeta está siendo destruido, y solo nosotros seremos capaces de salvarlo. Debemos sensibilizarnos ante el lamentable caso de Chevron-Texaco en el Ecuador, por destruir uno de los ecosistemas más importantes del mundo y haber perjudicado a miles de familias, que aunque sean diferentes a nuestra cultura, son nuestros aborígenes y debemos respetarlos y cuidarlos. Hablo como 4 venezolana, y como ciudadana del mundo, ¡que nadie deje de saber lo que realmente ocurrió en el Ecuador! 5 Referencias BBC Mundo. (18 de septiembre de 2013). Recuperado el 6 de diciembre de 2013, de Correa llama a boicotear a Chevron mostrando mano manchada de petróleo: http://www.bbc.co.uk/mundo/ultimas_noticias/2013/09/130917_ultnot_ecu ador_chevron_petroleo_mano_lav.shtml Defensora de DD.HH.: problema de fondo en el caso Chevron son los ecuatorianos afectados. (23 de octubre de 2013). Recuperado el 5 de noviembre de 2013, de América Económica: http://www.americaeconomia.com/node/103536 Del Cal, J. C. (1 de junio de 2008). El Mundo. Recuperado el 5 de noviembre de 2013, de Pablo ha arriconado a la gran petrolera del Amazonas: http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2008/453/1211976633.html Embajada de Ecuador. (s.f.). Chevron-Texaco pretende que el pueblo ecuatoriano pague lo que ellos contaminaron. Recuperado el 3 de Noviembre de 2013, de http://www.embajadaecuador.com.ve/chevron-esp.pdf Feige, D. (20 de Abril de 2008). Pursuing the polluters. Recuperado el 6 de noviembre de 2013, de The New York Times: http://articles.latimes.com/2008/apr/20/opinion/op-feige20 Feige, D. (20 de Abril de 2008). The New York Times. Recuperado el 6 de Noviembre de 2013, de http://articles.latimes.com/2008/apr/20/opinion/opfeige20 Gabino, R. (18 de febrero de 2011). BBC Mundo. Recuperado el 6 de diciembre de 2013, de ¿Cómo pagan los ecuatorianos el juicio contra Chevron?: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/02/110218_ecuador_chevron_f inanciamiento_rg.shtml Información, L. (8 de noviembre de 2013). Correa denuncia ante la UNESCO los daños medioambientales causados por Chevron en Ecuador. Recuperado el 8 de noviembre de 2013, de La Información: http://noticias.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/petroleoy-gases-secundarios/correa-denuncia-ante-la-unesco-los-danosmedioambientales-causados-por-chevron-enecuador_RlVOQnTT9TdXAbK9i6A7s5/ San Sebastián, M., Tanguila, A., & Santi, S. (2004). Informe Yana Curi. Impacto de la actividad petrolera en la salud de poblaciones rurales de la Amazonía ecuatoriana. Recuperado el 3 de Noviembre de 2013, de 6 https://repository.unm.edu/bitstream/handle/1928/11778/Informe%20Yana %20curi.pdf?sequence=1 Wagner, L. S. (2010). La Economía Ambiental y la internalización de externalidades ambientales. Las críticas y propuestas desde la Economía Ecológica. Sustentabilidad débil y sustentabilidad fuerte. Recuperado el 5 de noviembre de 2013, de http://www.eumed.net/tesisdoctorales/2011/lsw/Economia%20Ambiental%20y%20la%20internalizaci on%20de%20externalidades%20ambientales.htm Datos personales: Nombre completo: Valentina Isabel Montes Castillo Número celular: 0416-239-64-91 / 0424-210-88-46 Dirección: Avenida Miguel Ángel, Edificio San Carlos, apartamento 16B. Colinas de Bello Monte, Caracas, Venezuela. Código postal: 1050 Correo electrónico: valentinamontesc@hotmail.com Estudiante de 20 años de la Licenciatura en Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela, Caracas. 7