PUBLICADO EN EL CLARÍN 11/10/07 EL EXTRANJERO Clive Owen: La posta del galán maduro El inglés de 43 años es el protagonista de "Matar o morir", que se estrena el jueves próximo. Elegido siempre entre los hombres más sexies del mundo, cuenta con una infancia trist Por: Guillermo Zaccagnini La revista Elle dice que Clive Owen es el quinto hombre más sexy. Durex, una marca de preservativos, dice que en realidad es el segundo hombre más sexy. La revista GQ dice que es el tipo mejor vestido. Puede ser, sí, pero la Details es más atinada: "es el mejor fumador que podés ver en la pantalla grande". En tiempos donde los sex symbols masculinos se depilan, Owen, con 43 años, toma la posta de George Clooney en el terreno de los galanes maduros, pero con barba de días, pucho en la boca y cara de pocos amigos. En esa misma revista lo pintan bien: "Vos no ves fotos de él como las de sus contemporáneos Clooney o Pitt, paseando su chancho, caminando en gigantescos shorts de básquet o empujando un cochecito en el parque. Lo ves siempre con el mismo traje negro y remera blanca. Su pelo no cambia. Su barba no cambia. Y su expresión raramente cambia". Lo empezamos a conocer en Rey Arturo (2004) y terminamos de acordarnos de su rostro gracias a Sin City (2005) —en el medio hizo Closer (2005) y se llevó un Golden Globe y una nominación a los Oscar—, pero el hombre actúa desde los 13. Comenzó a estudiar teatro casi por casualidad al no poder conseguir trabajo. Fastidiado, se dio cuenta de que era lo único que podía hacer más o menos bien. Su madre y su padrastro se opusieron. "No vas a ganar un mango con eso". Pero Clivito era un duro. Papá cantante country lo abandonó cuando tenía tres años, así que se hizo a los golpes, con una infancia no del todo feliz. No le iban a decir lo que tenía que hacer, no. Las pocas pulgas que este inglés arrastra desde pequeño lo condujeron a una serie de papeles a lo largo de su carrera que lo terminaron por encasillar. El año pasado le dijo a la agencia de noticias del espectáculo Bang: "Creo que si sonriera todo el tiempo desorientaría a la gente. Sería terrorífico". Y bromeó: "creo que desde ahora le voy a decir a mi agente que me envíe solamente guiones con personajes que sonrian de oreja a oreja". Bueno, muy buenas bromas no hace. "Hago un montón de películas adultas que no son del todo espumosas, pero me gusta. Tienen claroscuros y toques de humor, pero de una forma diferente. Me gustan interpretar personajes que tengan algún tipo de conflicto". OK, algo de humor hay que lo que hace, como en la película Matar o morir que... mejor vean el recuadro. Hasta acá estábamos hablando de un rústico. Pero si a Clive no le gustan los encasillamientos, vamos a correrlo de lugar. En esas biografías wikipedias dice que conoció Sarah-Jane Fenton, su esposa, mientras él interpretaba a Romeo y ella a Julieta en un teatro londinense. Ay. Es un rústicoromántico. En la revista Details confesó que cuando filma fuma cigarrilos herbales (no, porros no) porque no quiere pestes. "Fumé desde que tenía 14 años. Siempre solía decirme que iba a morirme de cáncer de pulmón. Cuando Sarah-Jane estaba embarazada (tiene dos hijas con ella) no podía pensar en nada más que en la imagen mía tirándole el humo en la cara a un bebé. Pensá en eso yendo a parar a sus pulmoncitos. Cuando nació Hannah, dejé". Ay. Es un rústico-romántico-sano y preocupado. Y resulta que en enero de este año firmó un contrato con la marca de cosméticos LancÉme para ser su imagen en su línea de cremitas antiage y perfumitos para hombres. Ay. Es un rústico... Bueno, no tanto.