Centro Virtual de Noticias - CVN. www.mineducacion.gov.co/cvn 1 OTRA MENTE BRILLANTE Sábado, 13 de Enero de 2007 Página 11ªTeoría del juego; Sociedad A sus 68 años, Guillermo Owen es una celebridad en la comunidad mundial de matemáticos y casi un perfecto desconocido para la mayoría de colombianos. Esto a pesar de los méritos que acreditan su genialidad: candidato al Premio Nóbel de Economía en 1989; padre fundador de una rama de las matemáticas, conocida como teoría del juego, decisiva en los últimos 50 años para entender la economía, la política y la guerra en el mundo. Su libro Game Theory ha sido reeditado una y otra vez desde 1968 en casi todos los idiomas. Realiza investigaciones del más alto nivel para el gobierno de Estados Unidos y, como si fuera poco, algunos de sus planteamientos en materia de negociaciones políticas y económicas sirvieron de asiento para la conformación de la Comunidad Económica Europea. Su discreción y sencillez tal vez expliquen parte de este olvido. Ajeno a los protagonismos, Owen ha desarrollado silenciosamente su trabajo en diversas universidades norteamericanas y europeas y sólo ocasionalmente regresa a Colombia. A finales de 2006 volvió a Bogotá por invitación del Ministerio de Educación, que declaró 2006 como el año de las Competencias Matemáticas, para que dictara una conferencia en la Universidad Externado. Pero nuevamente pasó desapercibido, salvo para los asistentes al foro. Cazando terroristas No resulta una tarea fácil entrevistar a Guillermo Owen. El oficio, como a otros matemáticos, tal vez lo acostumbró a respuestas concretas y preguntas exactas. "Hay gente que se esconde y hay gente que busca", contesta Owen cuando le pido un ejemplo de la aplicación actual de sus trabajos en teoría del juego. - ¿A qué se refiere? - "¿Ha escuchado hablar de Osama Ben Laden?". - ¡Ah!, ¿O sea que usted trabaja para el gobierno de Estados Unidos en la búsqueda de terroristas? Prefiere eludir el tema. Dice que no puede hablar sobre eso y cambia el ejemplo talibán por el de las Farc. Explica que, en el caso de Colombia, la teoría del juego aplicada al conflicto tendría mucha relevancia. Por ejemplo, la selva podría, eventualmente, dividirse en cuadrículas y analizar meticulosamente las probabilidades de dónde es más fácil y dónde más difícil atrapar a un jefe guerrillero dependiendo de diferentes variables. Esa es una de las tareas como matemático experto en teoría del juego: policías y ladrones en su versión más sofisticada. Teoría del juego La teoría del juego fue, en las primera décadas del siglo XX, nada más que un pasatiempo para algunos matemáticos. Centro Virtual de Noticias - CVN. www.mineducacion.gov.co/cvn 2 Entre ellos, el célebre John von Neumann, el genio húngaro-estadounidense, de ascendencia judía, que participó en el Proyecto Manhattan, que creó la arquitectura informática que hoy prácticamente funciona en todos los computadores (una CPU que opera sobre los datos que hay que manipular y una memoria donde están guardados eso datos) y que es considerado casi por unanimidad el matemático más importante del siglo XX. Von Neumann, enfrentado por su relevancia intelectual a los grandes problemas políticos y económicos de su época, junto con Oskar Morgenstern, escribió el libro Teoría de juegos y comportamiento económico. Allí sentó las bases de una ciencia que resultaría esclarecedora para problemas tan disímiles como los de la biología, la ética o la guerra. Los juegos, cualquiera de ellos, se convirtieron para los matemáticos como Von Neumann en una representación de situaciones sociales más complejas y de los que podrían extraer información útil. En los juegos como en la vida real existen "jugadores" sometidos a "unas reglas de juego" y que en busca de "recompensas" deben trazarse la mejor estrategia. La teoría del juego intenta encontrar las mejores estrategias para obtener los mejores beneficios. Un objetivo que resultó provocador por igual a corredores de bolsa, generales de ejércitos, filósofos y estadistas. Uno de los juegos clásicos para estos matemáticos fue el conocido como "dilema de los prisioneros": la policía arresta a dos sospechosos; no hay pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el mismo trato: "Si confiesas y tu cómplice continúa sin hablar, él será condenado a la pena total, 10 años, y tú serás liberado. Si él confiesa y tú callas, tú recibirás esa pena y será él el que salga libre. Si ambos permanecen callados, todo lo que podremos hacer será encerrarlos 6 meses por un cargo menor. Si ambos confiesan, ambos serán condenados a 6 años". Lo que inició como un pasatiempo para muchos matemáticos adquirió, con el tiempo, toda la seriedad de una ciencia y quienes se dedicaron a esta tarea se convirtieron en protagonistas de la historia del siglo XX. Transcurrirían, sin embargo, cincuenta años antes de que alguien recibiera un premio Nobel por aportes desde la teoría del juego a la economía. En 1994, John Nash (que inspiró la película Una mente brillante), John Harsanyi y Reinhard Selten recibieron el Nobel de Economía por desarrollos en teoría del juego. En 2005, Robert Aumann y Thomas Schelling conquistaron otro Nobel para esta área de las matemáticas. Pero antes de ellos, en 1989, Owen estuvo muy cerca de ser el primero en recibir el galardón. Según Luis Jorge Ferro, profesor de matemáticas de la Universidad Externado y la Universidad de los Andes, "los trabajos de Guillermo Owen en teoría del juego son tan importantes como los de John Nash". Hijo de un poeta Owen, hijo del poeta mexicano Gilberto Owen, que aterrizó en Colombia a principios del siglo pasado luego de algunos inconvenientes diplomáticos en Perú, y de Margarita Estrada #hija de un general de la República#, viajó a Estados Unidos antes de los 20 años para graduarse como matemático de Fordham University. Luego pasó a Princeton buscando su doctorado. Von Neumann acababa de morir, pero Princeton era el lugar favorito para los interesados en teoría del juego. También Nash se formó allí. "Owen llegó a Princeton cuando la teoría del juego tenia cierto empuje y se creía Centro Virtual de Noticias - CVN. www.mineducacion.gov.co/cvn 3 que sería la panacea en estrategia militar y economía", explica Jorge Luis Ferro. Al terminar el doctorado se vinculó como profesor, primero a Fordham University, luego a Rice University y, entre 1978 y 1982, la Universidad de los Andes lo convenció de enseñar en Colombia. "Owen es un genio", dice Gabriel Turbay, hijo del ex presidente Turbay y actualmente vinculado a la Universidad del Rosario. Turbay fue discípulo de Owen en Fordham: "Él rumiaba las ideas en la mente y de pronto se sentaba frente a la secretaria y le dictaba un artículo entero listo para publicar". En 1982, Owen regresó a Estados Unidos donde vive desde entonces con su familia y trabaja para la Escuela Naval de Postgrados de Monterrey en California. "Los matemáticos, por lo general, no entran en problemas reales", comenta Owen, antes de explicar que en su caso la teoría del juego lo ha arrastrado de las matemáticas más abstractas a problemas tan concretos cómo las elecciones, las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, la formación de grupos clandestinos o las coaliciones políticas parlamentarias. "Owen es importante en aplicaciones de teoría del juego a las ciencias políticas", explica Ferro quien desarrolla algunas investigaciones con este matemático colombiano y añade: "Para Colombia sería muy interesante que Guillermo se radicara acá y creara una escuela de teoría de juegos". Una propuesta que Owen no descarta, pero le parece un poco lejana. La pregunta sobre cuál sería la suerte del país si algunos de sus mejores cerebros no se hubieran fugado regresa cuando se escuchan historias como la de Guillermo Owen. La fuga de cerebros en Colombia parecía un problema serio hasta hace unos años, pero cuando las remesas #1.875 millones de dólares, que representan 2,7 veces las exportaciones de café y 1,4 las de carbón# que envían los colombianos saltaron al segundo reglón de las exportaciones del país hicieron ver las cosas de otra manera. Menos dramáticas.