endémicas, de determinados grupos de montañas. No obstante, las grandes cordilleras han jugado un papel preponderante en la distribución de las Hepáticas, bien oponiéndose a la emigración de especies empujadas hacia los trópicos por el glaciarismo, e impidiendo en los períodos interglaciares el avance hacia el Norte de especies meridionales (como los Alpes y cordilleras del Sur de Asia), o bien, por el contrario, favoreciendo por su orientación este lento flujo y reflujo secular (como la cadena de montañas de América Central) ( 1 ) . En análogo sentido, pero siempre como barreras infranqueables, han obrado los mares y desiertos, y a esto se debe probablemente que en Europa sean tan escasos los géneros y especies tropicales, mucho más abundantes en América del Norte. Al viento no se le concede importancia en el transporte a largas distancias de gérmenes de Hepáticas : viven estas plantas en lugares resguardados de los vientos, tienen sus esporogonios a poca altura del suelo, y no parece que las esporas tengan tampoco una gran resistencia, y menor aún es la de los propágulos y otros modos de reproducción asexual. S e observa con mucha frecuencia que una especie se limita a vivir en un barranco y no invade otro relativamente cercano si no se la transporta artificialmente. Otro factor que siempre se tiene en cuenta para la distribución geográfica de las plantas es el transporte de gérmenes por el hombre y los animales. No hay dato ninguno positivo en este sentido; pero es probable que la aparición reciente de Riellas en las también recientes lagunas del S E . de Francia, no lejos del litoral, sea debido al tráfico constante entre esta costa y la de Argelia (en donde viven la mayoría de las Riellas conocidas). Me parece más verosímil esta hipótesis que la generalmente aceptada del transporte por las gaviotas. En las Hepáticas, como en las criptógamas inferiores, no hay pequeñas regiones botánicas; el área de dispersión es en ellas muy grande; y cuando, excepcionalmente, no es así para una especie o un grupo (siempre exiguo) de especies, es que se trata de plantae relictae. La zona intertropical separa las Hepáticas del Norte de las del Sur del Globo : no llegan a media docena las especies que, como la Targionia hypophylla y Reboulia hemisphaerica, se encuentran en ambos hemisferios; en cambio, en las dos zonas templadas s e (i) K . MÜLLER, Die Lebermoose II.