parte central, vulg. conocida: cast., cebolla albarrma, id. ma

parte central, vulg. conocida: cast., cebolla albarrma, id. marina, esquila, escila, id. roja, id. mayor, ascJiil, alaschil, alhonsol; bal., ceba marina; cat., ceba ó seba marina, cilla; y port.,
cebóla albarraa, que se puede multiplicar en los huertos plantando los bulbos.
La CEBOLLA, ALBARRANA é impropiamente RAÍZ DE ESCILA
[Scylla Farm.; Squilla Farm.; radix salla-, bulbus sáll® officinalis) es el bulbo de la Ur. Scilla, que siendo generalmente del
grueso de una naranja, adquiere á veces el tamaño de la cabeza
humana, tunicado, con las túnicas exteriores delgadas, secas,
traslucientes y rojas ; las túnicas intermedias (que son las útiles
para los usos médicos) son carnosas, blancas con tinte rojizo,
carecen de olor, y el sabor al principio mucilag-inoso, es acreamargo y urente; las túnicas del centro son blancas, poco sápidas ; al cortarlas se eleva un principio volátil que irrita los
ojos y pituitaria, y ocasionan vejigas en los dedos si se las maneja mucho tiempo. Como es difícil ó muy tardía la desecación
espontánea ó al sol de tales escamas, durante la cual en la base
suelen desarrollar yemas, es útil cortarlas en tiras y, ensartadas
en bramantes, colocarlas en el desecador ó estufa, reponiéndolas
luego en vasos herméticamente tapados ó en sitios muy secos por
ser algo higrométricas. »
En Farmacia sirve para obtener el polvo, tintura vinosa y alcohólica, vinagre escilítico-, etc., y forma parte de varios medicamentos, como la triaca, el oximiel escilítico, las pildoras escilíticas, etc., debiendo principalmente su acción fisiológica ó virtud
medicinal á un principio particular llamado escilitina (Vogel).
Citó ya este bulbo Dioscórides, en cuyo tiempo lo empleaban cocido, y según Teofrasto servia como medio de purificación á los
griegos, habiendo causado graves accidentes y aun la muerte á
las personas que han comido sin precaución sus túnicas; pero
propinado de una manera conveniente y en corta dosis, es un excelente medicamento cuya introducción en la terapéutica se atribuye á Epimenidas; afirmó Plinio que Pitágoras escribió un tratado sobre sus propiedades, y recomiendan su uso Hipócrates y
Galeno. Se ha considerado emenagogo, anti-escorbútico, etc.
(Caspari), pero es un buen espectorante, recomendado en los ca-