XII DISCURSO de sus d u d a s , examinar todos los vegeta­ bles qué se presenten á su vista, determinar si son nuevos , ó ya conocidos de los Es­ critores ; y en una palabra adelantar por sí solo , y sin otro auxilio que el de los li­ bros y de la primera instrucción ya adqui­ rida , hasta llegar á la mayor perfección del aprovechamiento. Este debe graduarse por el mayor número de .plantas conocidas metódicamente, no habiendo Botánico que las conozca todas , ni desmereciendo este título el que conozca pocas, como las co-i nozca bien. Semejante conocimiento ha de preceder indispensablemente á la aplicación de sus propiedades para los usos mas dignos de consideración. De aquí dimana la impor­ tancia del estudio de la Botánica para to­ dos los que se sirven de las plantas 5 pero con mayor especialidad para los Profesores que las prescriben , ó las dispensan con el fin de la curación de nuestras enfermedades. Los primeros , si ignoran esta Ciencia , nun­ ca podrán aspirar á aumentar el corto número de las armas que poseen para com­ batir, los afectos destructores de la salud, nunca podrán descubrir nuevas propieda­ des útiles en otras plantas, cuya existen­ cia se les oculta, ni aun asegurarse de los efectos de las que usan en su práctica sin conocerlas, Los' segundos las equivocarán v