Segunda Parte - El proceso administrativo y contencioso administrativo 395 uniforme, sino solamente las de unificación de jurisprudencia que son dictadas en Sala Plena de la Corporación, en la cual se adopta un criterio uniforme frente a algún asunto sometido al conocimiento de la jurisdicción de lo contencioso administrativo. Es preciso hacer la aclaración, que la Corte Constitucional en la revisión de constitucionalidad del artículo 10 de la Ley 1437 de 2011, determinó la viabilidad de la aplicación uniforme de las sentencias de unificación del Consejo de Estado, pero le dio prelación a las sentencias proferidas por la Corte, ya que es obligación de las autoridades administrativas la aplicación preferente de las sentencias que interpreten las normas constitucionales aplicables a los asuntos sometidos a su decisión, así como de las sentencias que efectúan el control abstracto de constitucionalidad119. Sección Cuarta ETAPAS DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO El procedimiento administrativo, obedece a unas etapas bien marcadas, que permiten analizarlo de manera clara y sistemática, en cuando a que las mismas, hacen que se trate de actuaciones identificables. En esta medida, tenemos que el procedimiento presente una etapa de iniciación, una de desarrollo y otra de culminación del mismo. 1. INICIACIÓN Como su nombre lo indica, la iniciación del procedimiento administrativo, hace referencia a las actuaciones que se deben surtir por la Administración Corte Constitucional, sentencia C-634 de 24 de agosto 2011, expediente D-8413, M.P. Luis Ernesto Varga Silva, valiéndose del criterio de la jerarquía de fuentes, en las cuales se privilegian las normas constitucionales, determino la aplicación preferente de las sentencias de la Corte, en los siguientes términos: “Corresponde a las autoridades administrativas, en la toma de decisiones de su competencia, realizar un proceso de armonización concreta análogo al que se realiza en sede judicial, el cual identifique y aplique los diversos materiales jurídicos relevantes al caso, fundado en una práctica jurídica compatible con la jerarquía del sistema de fuentes, el cual privilegia la vigencia de las normas constitucionales. Se observa según lo expuesto, que no concurre una razón suficiente para que el legislador haya omitido el carácter vinculante de la jurisprudencia constitucional en el caso analizado, comprobándose con ello la tercera condición de las omisiones legislativas relativas. Por lo tanto se está ante una distinción injustificada, la cual se funda en el desconocimiento del papel que cumple dicha jurisprudencia en el sistema de fuentes que prescribe la Carta Política”. 119