extracto de artículo en edición mayo 2014 Han pasado un poco más de dos años desde que Rodrigo Soto llegó a Veramonte tras su paso por Benziger en California, donde comprendió que para obtener mayor calidad era fundamental enfocarse en el viñedo. “Para mí la mejor práctica agrícola, es la biodinámica”, reconoce Soto. “(...) aquí hay palabras mayores. Hay experiencia. La de Rodrigo Soto, quien hace dos años llegó a la viña para plasmar en ella esa filosofía que aprendió con uno de los padres de la agricultura biodinámica moderna. ¿El resultado? Una transformación que trajo vinos con real sentido de origen.” las 700 hectáreas de viñedos que la viña tiene principalmente en Casablanca, además de otros viñedos más pequeños en Marchigüe y Apalta, eliminaron todos los herbicidas y productos químicos y los reemplazaron por otros de origen natural. También introdujeron cultivos entre las hileras y comenzaron a usar compost elaborado a base de los orujos y escobajos desechados por la misma bodega, junto con pastos y guano de animales de la zona. “En biodinámica siempre se habla que las plantas son un fiel reflejo del ambiente en donde viven. Si tienes campos bien trabajados, quiebres de hábitat cada cierto tiempo, cultivas bien la tierra, tienes una fertilidad natural, compostas y cultivas entre hileras, tus plantas inmediatamente lo van a www.veramonte.cl expresar y reflejar en su descendencia: la uva”, explica el enólogo. Desde entonces, tanto sus variedades blancas como tintas, comenzaron a tornarse mucho más expresivas, y el cambio se hizo evidente a partir de su cosecha 2013. “Con la línea Veramonte queremos sensibilizar los vinos hacia quien los consume. Es decir, que sean bastante amistosos, fáciles de tomar y con matices que los hagan tremendamente atractivos”, cuenta Soto. La filosofía biodinámica también llegó hasta la bodega y las fermentaciones se realizan con levaduras nativas provenientes de sus propios viñedos. Hacer los vinos de esta manera les permitió ir revelando las verdaderas características del lugar y así hablar con propiedad del sentido de origen, al mismo tiempo que estas fermentaciones menos agresivas les permitieron ser consecuentes a la hora de buscar vinos más suaves, integrados y con menores astringencias. Sin duda que para una viña de grandes proporciones como Veramonte, se trata de un salto. Y uno bien alto.