• En búsqueda Tratamiento CPAP • oxígeno del Perdido Dormir con una máscara con oxígeno puede parecer una excentricidad para alguien que busca la eterna juventud. Sin embargo, este tratamiento puede hacer una gran diferencia en la calidad de vida en aquellas personas que padecen de apneas obstructivas del sueño: CPAP (sigla en inglés de presión positiva continua en la vía aérea) es la terapia más eficaz y más usada para este trastorno. A pesar de su efectividad, sus usuarios reportan grandes molestias, lo que hace indispensable un constante acompañamiento y educación sobre las maneras de subsanar este problema y así subir las tasas de adherencia al tratamiento. El Sindrome de apnea e hipoapnea obstructiva del sueño (SAHOS) es una enfermedad por un colapso periódico de la vía respiratoria superior durante el sueño. Esto lleva a una obstrucción completa o parcial de la vía respiratoria, provocando apneas, hipoapneas, despertares frecuentes y desaturaciones de oxígeno. Este trastorno provoca somnolencia diurna, trastornos neurocognitivos y depresión. Afecta casi todos los sistemas en el cuerpo, resultando en una mayor incidencia de hipertensión, enfermedad cardiovascular, derrame cerebral, hipertensión pulmonar, arritmias cardiacas, y función inmunológica alterada. También aumenta el riesgo de estar involucrado en accidentes, debido a la somnolencia asociada. El SAHOS implica una carga significativa para la sociedad por la morbilidad y mortalidad de largo plazo que se asocian con esta enfermedad. Por estas razones, esta enfermedad requiere un tratamiento agresivo para mejorar la calidad de vida y prevenir las complicaciones, ya que las investigaciones clínicas recientes han documentado que puede haber secuelas clínicamente significativas incluso por el SAHOS leve. AOS: CICLO FISIOPATOLÓGICO UARS, Síndrome de resistencia de la vía aérea superior fundación científica y tecnológica achs www.fucyt.cl Un cambio de vida El tratamiento más eficaz y usado para esta enfermedad es la CPAP. La terapia con CPAP mejora la función diurna y revierte muchas de las consecuencias adversas del SAHOS. Sin embargo, quienes padecen de SAHOS, en primer lugar tienen que cambiar su estilo de vida, ya que deben modificar los factores de riesgo. Es muy importante que quienes son obesos: bajen de peso, eviten la privación de sueño, y se abstengan del tabaco, el alcohol, y los sedantes. Una reducción de peso crítica debe tener lugar antes de que se vea una reducción significativa del índice de apnea-hipopnea del sueño (cuya sigla en inglés es AHI) La terapia posicional puede usarse con un grupo selecto de pacientes o conjuntamente con CPAP. Esta terapia suele consistir en que los pacientes duerman en posición lateral o con la cabeza apoyada a una inclinación entre los 30° y 60°. Aunque es posible que la terapia postural no afecte la duración o la frecuencia de las apneas durante el sueño REM , típicamente esta terapia reduce la frecuencia total de las apneas mediante la estabilización de la faringe. La estimulación eléctrica de la vía aérea superior, dilatadores nasales y medicamentos como protriptilina y mirtazipina, se han evaluado para el tratamiento del SAHOS, pero han tenido poco éxito reduciendo las apneas de la forma deseada. Es por eso que dichas terapias no se recomiendan para el uso generalizado. Otras modalidades, que incluyen la cirugía y los dispositivos son mejores para los pacientes que padecen del SAHOS leve a moderada y que no pueden ser tratados con CPAP. Molestias asociadas a CPAP y su solución Principales molestias Soluciones Rinorrea Humidificación técnica Esteroides nasales Congestión y sequedad nasal Humidificación técnica Esteroides nasales Intolerancia a la máscara Variadas interfaces (para respiradores bucales y nasales) Abrasiones en la piel / Lesiones cutáneas Interfaces con gel o cojines de aire Claustrofobia Cánulas insertadas en las fosas nasales. Dificultad para exhalar CPAP autoajustable / Uso de la “Rampa” o terapia de presión positiva de dos niveles. Terapia CPAP: el apoyo es vital Hace ya 32 años que la terapia CPAP es el tratamiento más usado para el SAHOS . El CPAP, se presentó por primera vez en 1981 en un estudio de Sullivan, Issa, Berthon-Jones y Eves, trataba las apneas-hipopneas entregando baja presión de aire positiva mediante una máscara nasal o facial, creando así una férula neumática en la faringe que evita el colapso de la vía aérea faríngea. Jenkinson demostró que los pacientes con SAHOS que estaban recibiendo tratamiento con CPAP mostraron claras reducciones en los puntajes de somnolencia de Epworth, y mejoraron sus puntajes en el test de mantenimiento de la vigilia y sus puntajes de energía-vitalidad en el SF-36 (cuestionario que ofrece una perspectiva general del estado de salud de la persona). Dado que este tratamiento trae consigo varias incomodidades, tales como la congestión o sequedad nasal, molestias ocasionadas por la máscara o claustrofobia, es muy importante educar a los pacientes sobre esta terapia y prestar todo el apoyo necesario para subsanar estas molestias y lograr una buena adherencia al tratamiento (cuando partió, sólo el 46% lograba continuar con el tratamiento ). Gracias a los nuevos adelantos, en la actualidad las tasas de cumplimiento son entre 65% y el 90%. Como es de esperar, quieres sufrían somnolencia diurna y ven una mejora, son quienes tienen mayor adhesión en el tratamiento. Sin embargo, no hay subestimar el apoyo de sus pares y familia; así como la educación: Pepin y su equipo detectaron que un 80% de los pacientes que fue acompañado en este proceso se adaptó al CPAP. fundación científica y tecnológica achs www.fucyt.cl Mejorar la calidad de vida Los principales efectos secundarios reportados del CPAP son rinorrea, congestión y sequedad nasal, molestias ocasionadas por la máscara, conjuntivitis por la filtración de aire, abrasiones en la piel, claustrofobia, molestia por el ruido del dispositivo, dificultad para exhalar, aerofagia, incomodidad en el pecho, y la intolerancia del compañero de cama (debemos recordar que el AOS, y por consecuencia la terapia CPAP, afecta también a quienes comparten cama o habitación con el paciente). La congestión nasal y la intolerancia a la máscara son las quejas más comunes que reducen el cumplimiento del CPAP. Hoy en día existen varios tipos de interfaces de máscaras disponibles: desde máscaras de cara completa para las personas que respiran preferentemente por la boca hasta cánulas insertadas en las fosas nasales que reducen la claustrofobia. Las interfaces con gel o cojines de aire que existen en muchas máscaras nasales evitan las abrasiones y las lesiones cutáneas. Para los síntomas nasales frecuentemente se incorpora la humidificación térmica y la administración de esteroides nasales. Éstos son ampliamente usados para reducir la congestión nasal, ya que según estudios se mejoró tanto este síntoma como la calidad subjetiva del sueño. Y si tomamos en cuenta las observaciones previas de McNicholas, de que los pacientes roncadores con rinitis estacional son más propensos de padecer de SAHOS durante la temporada de polen, parece que la terapia con estos medicamentos puede ser útil en algunos pacientes con SAHOS. Por último, los pacientes que no toleran el CPAP por la incomodidad de exhalar contra la presión de aire, pueden ser tratados con la incorporación de una “rampa” de presión o la terapia de presión positiva de dos niveles. También en la última década se ha introducido el APAP , que se basa en la idea de que al ajustar continuamente la presión para cumplir con las necesidades variables de los pacientes, la presión media total en las vías aéreas se reduce. Se espera que esto permita una mejor tolerancia y por lo tanto mejor cumplimiento. Sin embargo, hacen falta más investigaciones para demostrar los costos y los beneficios sobre si esta aproximación mejora los resultados, antes de que se pueda recomendar su uso generalizado. Todos estos avances son un gran apoyo para ir cada vez aumentando el porcentaje de adhesión a esta terapia, y de esta forma disminuir las graves consecuencias de una noche sin oxígeno: para que los sueños se hagan realidad, hay que estar durante el día realmente despierto. Y con el CPAP, es posible. Fuente: Sección de Medicina del Sueño, Departamento de Medicina, Centro Judío Nacional para la Medicina e Investigaciones, Universidad de Colorado, Centro de Ciencias de la Salud, Universidad de Colorado. Recibido para publicación 14 de agosto, 2003; aceptado para publicación 19 de agosto, 2003.