FRIEDRICH VON HAYEK Los liberales deben ser agitadores

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M o nt e s I nc . P ro p e r t y ©
FRIEDRICH VON HAYEK
Los liberales deben ser agitadores
C I E N C I A S P O LÍ T IC A S Y E C ON OM I C A S 2 0 1 2
F R I E D R I C H VO N H AY E K
U N E C O N O M I S TA Y F I L Ó S O F O
CONTENIDO:
Biografía
1
Camino a la
servidumbre
1
La superioridad del orden
espontáneo
2
Una democracia particular
3
La demarquia, una utopía
4
La demarquia, una propuesta
4
Chomsky dice que ....
• En nuestras sociedades
occidentales estamos
habituados a que los partidarios del desarrollo
natural se sitúen a la derecha, y los defensores de
la cultura aprendida, a la
izquierda. Desde el siglo
XIX, son de derecha
quienes privilegian lo
innato, y de izquierda
aquellos para quienes no
hay mas que lo adquirido.
• El progresismo considera
que el hombre es el producto del medio ambiente
y de la historia más que
de su patrimonio biológico.
E
ste pensador económico y filosófico nace
en Friburgo en 1899
y muere en Alemania
en 1992. Fue paradójicamente un economista británico
aunque de origen austriaco, y fue británico
porque allí trabajo largamente. En el London
School of Economics.
Fue considerado el mas
destacado pensador
económico tras considerar y sustentar sobre la
liberalización de los mercados como premisa
básica de la eficiencia
distributiva.
Su obra
política más celebre fue
“camino a la servidumbre”, en donde argumento que las premisas básicas del edificio teórico
marxista contenían la
semilla del totalitarismo.
FRIEDRICH VON HAYEK
fue Economista y filósofo, celebre en el mundo
entero aunque irrumpe
en la escena intelectual
hasta 1983 de manera
contundente, en un mo-
mento en que la derecha se
esforzaba por hallar un programa y una coherencia intelectual frente a socialismo en
países como Francia..
Sus obras cobraron importan-
cia después de 1975 cuando
el desempleo y la inflación
acabaran con la influencia de
su eterno rival, Keynes, y con
las políticas de intervención
que este había preconizado.
La mayor parte de los temas
cuya huella encontramos en
los liberales franceses, así
como en el reaganismo ó en
el thatcherismo, tienen su
origen en la obra de Hayek.
La superioridad de la economía de mercado, la privatización, la libertad de elección
de escuela y de sistema de
protección social. ◙
• “Hacer creer que lo
innato es reaccionario
es sólo una perversión
de los “comisarios”
intelectuales o de políticos en busca de poder”
CAMINO A LA SERVIDUMBRE
E
n su obra “EL camino
de La servidumbre” él
acusa a los gobiernos
británico y americano
de volcarse hacia el socialismo:
porque so pretexto de ganar la
guerra concentran todos los medios económicos en las manos
del Estado lo que es en teoría el
inicio de un sistema totalitarista
pues los regímenes totalitaristas
anteriores como el Nazismo, el
Estalinismo y el Fascismo utilizaron este poder económico para
llevar a cabo su plan político..
Dicha estatización no es necesaria, dice Hayek, y es en si perversa, ya que acerca por ejemplo el
régimen político de los aliados al
modelo nazi al que combatían.
Hayek se convierte así en el mas
celebre y mas intransigente de
los economistas liberales; y lo
seguirá siendo. Es tan discutido
que deberá aguardar hasta la
edad de 75 años para recibir el
premio Nobel; paradójicamente
todos sus discípulos lo habían
recibido antes que él. ◙
P á g i n a 2 M on te s In c . ©
“EL
SOCIALISMO
ES TODO UNA
NOSTALGIA DE
L A S O C I E DA D
ARCAICA, DE
LA
S O L I DA R I DA D
TRIBAL”
L A S U P E R I O R I DA D D E L O R D E N
ESPONTÁNEO
E
l liberalismo es la
única filosofía política
verdaderamente
moderna,
y la única
compatible
con
las ciencias exactas; converge con
las teorías
físicas,
químicas
y biológicas mas
recientes, en particular con la
ciencia del caos formalizada
L
ra-T
e
d
i
L
“Eres de la
Derecha o de la
Izquierda?”
a superioridad del
liberalismo sobre el
socialismo no es una
cuestión de sensibilidad ó de preferencias personales, sino un constante objetivo
verificado por toda la historia
de la humanidad. Allí don de la
iniciativa individual es libre, el
progreso económico, social,
cultural y político es siempre
superior a los resultados obtenidos por las sociedades planificadas y centralizadas.
En la sociedad liberal, los individuos son más libres, mas iguales, mas prósperos que en la
sociedad planificada.
Existe
quizá una solución intermedia,
de tipo social-demócrata?
Hayek responde que entre la
verdad y el error no hay vía
intermedia. El liberalismo es,
por tanto, científicamente superior al socialismo, y sobre todo
al marxismo al que Hayek califica de superstición; pues para
este economista los intelectuales son constructivistas o socialistas pues imaginan saber mas
de lo que en realidad conocen.
por Ilya Prigoguin. En la economía de mercado, así como
en la naturaleza, el
orden nace del
caos: la armonización espontanea de
millones de decisiones e informaciones conduce no al
desorden, sino a un
orden
superior.
Adam Smith fue el
su libro “La riqueza
de Las naciones”,
publicado hace dos
siglos.
Según Hayek, nadie
puede saber como
planificar el crecimiento económico, porque no
Ser constructivista, es creer
que se puede rehacer el mundo
a partir de un proyecto de sociedad teórica. Este es el gran
error de los socialistas ó mas
bien, el Socialismo es un error
de los intelectuales. Un error
que se remonta a Descartes!
Por ello Francia tiene una responsabilidad particular en esta
mentalidad geométrica aplicada a la realidad.
Lo que Hayek discute no son,
pues, las intenciones o la moralidad de los socialistas, sino sus
errores científicos y su «vanidad
fatal» ... The Fatal Conceit es el
titulo de la ultima obra que
publicara Hayek en 1989. La
superioridad histórica y científica del liberalismo, en una formula típicamente «hayekiana»,
se llama «la superioridad del
orden espontaneo sobre el
conocemos verdaderamente
sus mecanismos; el mercado
pone en juego decisiones tan
numerosas que ningún ordenador, por potente que sea, puede registrarlas. En consecuencia, creer que el poder político
es capaz de sustituir al mercado es un absurdo. En lo que
Hayek llama la «gran sociedad»
-es decir, la sociedad moderna
y compleja- es preciso, pues,
recurrir al mercado, a la iniciativa individual. A la inversa, el
dirigismo solo puede funcionar
en una sociedad minúscula
donde todas las informaciones
son directamente controlables.
orden decretado». Ejemplos
concretos de dicha superioridad son : las grandes instituciones que marchan bien, explica
no han si inventadas por nadie.
La familia o la economía de
mercado son productos de
orden espontaneo. Ningún
intelectual decidió crear un día
una organización que debería
llamarse capitalismo o economía de mercado. Estas grandes instituciones de la sociedad moderna se basan en una
moral. Una moral que no es
«natural», sino el producto de
una evolución casi biológica
pero que afecta a las organizaciones sociales más que a los
organismos vivos. Esta moral
no es natural, porque por ejemplo el hombre no tiende espontáneamente a respetar a
propiedad privada o los contratos. Es la selección la que,
actuando sobre el comportamiento moral, deja claro que,
en el curso de los siglos, los
pueblos que respetan los contratos y la propiedad se tornan
mas prósperos. He aquí el motivo por el que según Hayek, la
sociedad occidental se volvió
moral, y sin esta moralidad
fundamental, el capitalismo no
podría existir. ◙
FRIEDRICH VON HAYEK
P á g i n a 3 M on te s In c . ©
P R O P I E D A D D E L O S I N T E R E S E S PA R T I C U L A R E S
U
na de las obras menos
conocida de Hayek y
mas embarazosas es
“El orden político de un
pueblo libre” en el que critica
severamente a la democracia.
Para este pensador la democracia, se ha convertido en un fetiche: el ultimo tabú sobre el que
esta prohibido cuestionarse.
Ahora bien, es a causa del mal
funcionamiento de la democracia
que los Estados modernos invaden la intimidad individual. Los
liberales son demasiado a menudo incoherentes, pues se
quejan de la estatización sin
interrogarse por los mecanismos que conducen a ella.
El malestar de las sociedades
democráticas viene de que las
palabras han perdido su sentido. Originalmente, en la democracia, los poderes del Estado,
contrariamente a lo que pasa en
la monarquía, estaban limitados
por la por la Constitución y la
costumbre. Pero nos hemos ido
deslizando cada vez más hacia
una democracia ilimitada: un
gobierno puede hoy hacerlo todo
so pretexto de que es mayoritario.
La mayoría ha reemplazado a la
Ley. La Ley en si misma ha perdido su sentido; principio universal
al comienzo, hoy ya no es más
que una regIa cambiante destinada a servir a intereses particulares... ¡en nombre de la justicia
social!
Pues bien, la justicia social, prosi-
gue Hayek, es una ficción, una
varita mágica. ! Nadie sabe en
qué consiste! Gracias a ese término vago, cada grupo se cree en el
derecho de exigir al gobierno
ventajas particulares. En realidad, detrás de la «justicia social»
esta, simplemente expectativa
sembrada en la mente de los
electores por la generosidad de
los legisladores hacia ciertos
grupos. Los gobiernos se han
convertido en instituciones de
beneficencia expuestas al chantaje de intereses organizados.
Los políticos ceden tanto más
gustosamente cuanto que la
distribución de beneficios permite
«comprar» partidarios. Esta distribución beneficia a grupos aislados mientras que sus costes son
repartidos entre el conjunto de
los contribuyentes; así, cada uno
tiene la impresión de que se trata
de gastar el dinero de los demás.
Esta asimetría entre beneficios
visibles y costes invisibles crea el
engranaje que lanza a los gobiernos a gastar cada vez más para
conservar la mayoría política. En
este sistema que se insiste en
llamar «democracia», el político ya
no es el representante del interés
general. Se ha convertido, dice
Hayek, en el administrador de un
fondo comercial. La opinión
pública es un mercado en el que
los partidos buscan «maximizar»
sus voces mediante la distribución de favores.
Por otra parte, señala Hayek, que
los partidos modernos se definen
hoy por las ventajas particulares
que prometen, y no por los principios que defienden. Prueba de
ello es que, en las cuestiones
esenciales -como la pena de
muerte, el aborto o la eutanasia, los miembros de los partidos
no quedan por lo general sometidos a la disciplina de voto. Esto
quiere decir que la democracia
se ha tornado inmoral, es injusta y tiende a hacerse
«totalitaria». Los ciudadanos, en
las sociedades occidentales,
han dejado de ser autónomos.
Están como drogados, dependientes de los dones del Estado.
Hayek piensa que esta perversión
de la democracia conduce en
última instancia al empobrecimiento general y al desempleo,
ya que los recursos disponibles
para la producción de riquezas se
agotan indefectiblemente. Hayek
se pregunta ¿Es necesario, pues,
abandonar la democracia? Y si es
así con que la reemplazamos. ◙
LA DEMARQUIA, UTOPÍA DE RECAMBIO
L
a democracia se ha
pervertido, afirma Hayek,
.porque hemos confundido, como temía ya el
filosofo Tocqueville, el ideal democrático con la tiranía de la
mayoría. Porque creemos en los
ideales básicos de la democracia
-sufragio universal, supremacía
del derecho-, nos sentimos obligados a defender instituciones
particulares que pasan por ser,
erróneamente, su única expresión concreta. Es para recuperar
el ideal democrático que hoy
debemos imaginar según Hayekuna organización nueva que
limite el poder del gobierno. Es lo
que Hayek llama “La Demarquía”.
Del griego demos, pueblo, y archein, autoridad. Este nombre
permitirá preservar el ideal sin
emplear un término mancillado
por el abuso prolongado.
“Los ciudadanos, en
las sociedades
occidentales, han
dejado de ser
autónomos. Están
como drogados,
dependientes de los
dones del Estado”
“Algunos intelectuales y
educadores se oponen al
determinismo biológico,
no porque sean los
dueños de la vedad; sino
porque son sus managers
ideológicos, son
propagadores de
doctrinas”
! La verdadera enfermedad de
América latina, no es la
herencia colonial; sino el
retraso en la Reflexión
Política, Económica y Social!
LA DEMOCRACIA SE HA CONVERTIDO EN LA
Liberalismo: Doctrina económico, política y hasta filosófica que aboga como premisa principal por el desarrollo
de la libertad personal individual y, a partir de ésta, por el progreso de la sociedad. Hoy Debe distinguirse pues entre
el liberalismo que propugna el cambio social de forma gradual y flexible, y el radicalismo, que considera el cambio
social como algo fundamental que debe realizarse a través de distintos principios de autoridad.
Vo
kabul
ariz
ate
Socialismo: Término que, desde principios del siglo XIX, designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden un sistema económico y político basado en la socialización de los sistemas de producción y en el control estatal
(parcial o completo) de los sectores económicos, lo que se oponía frontalmente a los principios del capitalismo.
Aunque el objetivo final de los socialistas era establecer una sociedad comunista o sin clases, se han centrado cada
vez más en reformas sociales realizadas en el seno del capitalismo.
Capitalismo: Sistema económico en el que los individuos privados y las empresas de negocios llevan a cabo la
producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados. Fue el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la
I Guerra Mundial, tras la cual se estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el
opuesto al capitalista.
! La solución al
subdesarrollo es la
asociación de la
real democracia
política con la
libertad Económica!
Comunismo: Ideología política cuya principal aspiración es la consecución de una sociedad en la que los principales recursos y medios de producción pertenezcan a la comunidad y no a los individuos. En teoría, estas sociedades
permiten el reparto equitativo de todo el trabajo en función de la habilidad, y de todos los beneficios en función de
las necesidades. Propone que no se necesita que haya un gobierno coercitivo y, por lo tanto, la sociedad comunista
no tendría por qué tener legisladores. Sin embargo, hasta alcanzar este último estadio, el comunismo debe luchar,
por medio de la revolución, para lograr la abolición de la propiedad privada; la responsabilidad de satisfacer las
necesidades públicas recae, pues, en el Estado.
Mercado: Cualquier conjunto de transacciones o acuerdos de negocios entre compradores y vendedores. En contraposición con una simple venta, el mercado implica el comercio regular y regulado, donde existe cierta competencia
entre los participantes. El mercado surge desde el momento en que se unen grupos de vendedores y compradores, y
permite que se articule el mecanismo de la oferta y demanda. Los primeros mercados de la historia funcionaban
mediante el trueque.
L A D E M A R Q U I A , U N A P R O P U E S TA
UTOPICA
L
ra-T
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L
a
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u
T
dera
Li
Montes Inc.
Property ©
a demarquía, estará basada en dos tipos de formas: la Ley, que expresa
la conducta permanente
de la sociedad, y las
directrices de gobierno,
que regulan los asuntos corrientes. Estas
dos normas deberán
ser elaboradas por dos
asambleas totalmente
diferentes.
La primera, a asamblea legislativa garantizaría los derechos
fundamentales. Estaría
compuesta por hombres y mujeres elegidos por quince años, a
la edad de cuarenta y
cinco, por los electores
de la misma edad que
votarían así solo una vez en su
vida. La selección de partido sería
sustituida así por una solidaridad
generacional. Esta asamblea
estaría, pues, compuesta de
parlamentarios de cuarenta y
cinco a sesenta años, renovable
cada ano en un quince por ciento,
y totalmente al abrigo de las
pasiones políticas y electorales.
La segunda asamblea, que se
denomina «gubernamental», podría funcionar según el modelo de
los parlamentos actuales. Pero
sería preciso, opina, excluir de
ella a los empleados del gobierno
y a todos aquellos que reciben
ayudas, pues no es muy razonable que unos parlamentarios
sean a la vez juez y parte.
«No pretendo -añade Hayek- que
mi sistema sea el único aplicable,
pero solo formulando utopías de
recambio uno puede hacerse
comprender correctamente. Estas
utopías dan coherencia intelectual y fuerza de convicción a
unos análisis que sin ello
parecerían demasiado teóricos.» De manera más general, Hayek considera indispensable que los «liberales
coherentes» preparen utopías de recambio: «En caso de
catástrofe, estas aparecerán
como las únicas soluciones
realistas y razonables.»
Los intelectuales liberales
de hoy en día, dice Hayek,
deben ser agitadores, para
invertir las corrientes de
opinión hostiles a la economía
capitalista. La población mundial
en tan numerosa que sólo la
economía capitalista conseguirá
alimentarla. Si el capitalismo se
hunde, el tercer mundo se morirá
de hambre; eso es lo que pasa
actualmente en Etiopia. ◙
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