Neoliberalismo Base de apuntes tomados en conferencia de Pablo Gentilli. El neoliberalismo, como discurso teórico y filosófico nació en una región de Europa y América del Norte, donde imperaba el capitalismo, a mitad del siglo XX. Uno de los textos principales es: “Camino de servidumbre” de Friedrich Hayek –1944-, en el cual se plantea un ataque contra las limitaciones al mercado por parte del Estado. El origen como configuración teórica reconoce la crítica al conservadurismo, a la socialdemocracia y al socialismo; apartir de sostener que la planificación y la previsión es el fermento del totalitarismo, ya que cuestiona por esencia la libertad del hombre. Hay que construir las bases de una sociedad “libre”, el estado de bienestar es un “fraude”. La construcción de la realidad se apoya en actos de voluntad. Este discurso se consolida en grupos de intelectuales y da sentido al proyecto político que se convierte en dominante, a mediados de los ’70, en su carácter de reacción teórica y política contra el Estado Interventor o Estado de Bienestar . Daremos una breve caracterización de los conceptos centrales que configuran los discursos neoliberales, que legitiman, que dan sentido al proyecto político. IDEA DE SOCIEDAD En rigor, para ellos la sociedad no existe. Sería en todo caso un orden extenso de cooperación humana”, formas de agrupamientos. Lo que existe es el intercambio entre individuos, a través de vínculos que funcionan agrupados en un mismo espacio. La sociedad es una abstracción que representa individuos que se relacionan para satisfacer necesidades. Es un concepto que erróneamente se ha identificado con una realidad, y así se piensa que hay necesidades sociales, cuando en realidad lo que hay son necesidades individuales. La sociedad es una red de cooperación –no solidaridad-, dónde sólo se acepta que no puedo solo. En un orden de cooperación humana no se realizan los sueños de todos, sino que se crean las condiciones para que todos ensayen. Son espacios de “experimentación”. El lugar de las interacciones es el Mercado. El mercado es el producto de los intercambios. Es un orden que funciona de forma espontánea –la planificación choca con esto- y se da en todos los aspectos de la vida (p.e. la amistad). Cualquier negación de la imprevisibilidad es negar la vida, el hombre tiene que tener libertad de hacer. Si le imprimimos previsión al mercado, una meta, encorsetamos a los individuos. Para imponer esa idea, tengo que tener poder y se limita la libertad. Hay más de un mercado (cultural, económico) y cada uno tiene sus reglas. Inclusive el mercado educativo: la mayoría de los neoliberales están en contra de la escuela obligatoria, ya que esto coarta la libertad individual. INDIVIDUO El individuo es la base de la sociedad libre. Es el individuo de mercado, el individuo con necesidades, el que pretende satisfacer su necesidad. Pero no todos los individuos son individuos de mercado, sólo los que pueden actuar en él (no p.e. un parapléjico o un niño). Sin acción no hay interacción. Porque puede actuar se transforma en agente. El mercado es la articulación de los agentes en movimiento. Son los que racionalizan su acción, la programan y asumen las consecuencias. Un subordinado no es un agente, tiene que valerse por sus propios medios. La diferencia se crea al accionar,-esto es lo que impide prever el mercado-. El agente usa su razón para satisfacer sus necesidades. La sociedad libre es la que permite el ejercicio libre de la racionalidad a los individuos. Las estrategias se vinculan con la competencia: debemos competir porque distintos individuos podemos querer la misma cosa en el mismo momento. Pero no hay para todos, hay escasez. La competencia es el motor. No se piensa en su producto ya que cualquier previsión es totalitaria. Resultará una sociedad de diferencias, de desigualdades. (el mercado desiguala, diferencia, jerarquiza). Esto no es malo, es el resultado del mercado. Hoy puedo fracasar y mañana triunfar. La sociedad de hombres libres no puede pretender la igualdad. La acción individual está guiada por un interés egoísta. El egoísmo dinamiza la vida social. MORALIDAD Los valores que conforman esta ética son el individualismo y la competencia. Es una moral calculadora, el individuo racionaliza según costo-beneficio. La desigualdad es un valor moral, que porta un valor positivo. El único valor de igualdad que acepta el mercado es el de propietario: el individuo es agente de acumulación –bienes, distinciones,etc.-, unos acumulan mucho, otros poco. El problema es que esta acumulación sea legítima. La condición del agente es la de legítimo propietario, sea de mucho o poco. La propiedad privada es un derecho moral, ya que de ello depende ser sujeto. Si me sacan mis cosas me des-humanizan. El costo de la igualdad es mayor que el de la desigualdad. Dice Friedman –otro teórico del neoliberalismo- que debe pensarse la sociedad como un juego de cartas, sólo que en la sociedad no hay un momento en el que se empareja, no se baraja y da de nuevo. El ejercicio de la propiedad es el ejercicio de la justicia: justicia en la adquisición de la propiedad –no obliga-, justicia en las transferencias –a quien quiera y cómo quiera-, justicia en la reparación de las injusticias –cuando el derecho propiedad es violado-. (Nozik) El Estado debe proteger el derecho a la propiedad y castigar a quien no cumple lo convenido. El Estado mínimo es aquel cuya función es defender la propiedad de los individuos. Defiende el ejercicio de la libertad individual como derecho a la propiedad. Este estado abandona algunos campos y se concentra en otros. Debe ser lo suficientemente fuerte como para reestablecer el orden cuando el derecho a la propiedad ha sido violado. El estado protege la educación solo como derecho a la propiedad. DEMOCRACIA La democracia es un modo de elección y delegación. Es un método. La apartan de cualquier fin, no debe tener metas. Para los intercambios los individuos pueden tomar instrumentos que les permitan elegir quién protege su derecho a la propiedad. “La “verdadera” democracia precisa del mercado; mientras que el mercado no precisa inevitablemente de ella”.Si se amplía irresponsablemente los límites de la democracia puede poner en riesgo al propio mercado y de esa forma volverse una amenaza contra la libertad. El límite de la democracia es el normal funcionamiento del mercado. Una democracia que viola el derecho de los individuos a disponer libremente de sus propiedades se transforma en un abuso totalitario. La idea de ciudadanía presupone un fin; la de consumidor es un punto de partida. La función del hombre libre es reconocerse como consumidor. El método democrático es apenas un método de elección. Sin embargo, dice Gentilli : “se trata de un método cuanto menos perversamente limitado: su contenido está predefinido, y si por ventura, cualquier elección se desvía del resultado prefijado, ésta debe ser cancelada hasta la implementación de un nuevo mecanismo electoral donde “se elija lo que se debe elegir”. En este sentido, prosigue el autor, las preferencias de Hayek de las democracias sobre las dictaduras sólo se apoya en que las democracias aseguran de forma pacífica y consensuada los mismos objetivos que los gobiernos autocráticos, al mismo tiempo que ofrecen la posibilidad de volver a ellos en caso que no se hayan cumplido las metas. EDUCACIÓN No se ve a la educación como un problema de igualdad. Lo que unifica es el punto de partida, después, se consume distinto tipo de cosas. Hay que despolitizar la educación, debe pensarse como un problema de propiedad, de consumo individual. Los individuos reconocerán el valor de la educación como la de otros bienes de mercado. La educación es un problema del espacio privado ( a diferencia de cuando se ve como un derecho del ciudadano). Toma fuerza la privatización y la descentralización. Los Ministerios de Educación tienen que crear las condiciones de mercado educativo. Lo hace evaluando y valorando eficiencia y producción. (aunque otros autores dirán que tampoco debe evaluarse, ya que los sujetos irán construyendo sus propios mecanismos). Decir que todos tienen derecho a consumir ofertas educativas, no supone defender el derecho a la educación como derecho de la ciudadanía. Esto libera al Estado de su responsabilidad de garantizar la educación para todos.