INMIGRACIONES EN LA UNIÓN EUROPEA DESDE UNA PERSPECTIVA GLOBAL Y SUS IMPACTOS: UNA EVALUACIÓN Manuel AHIJADO QUINTILLÁN, Armando DE LUCAS, Juan MARTÍNEZ y Susana CORTÉS UNED-IVE, Universidad Complutense y Universidad Politécnica de Barcelona 1 I. INTRODUCCIÓN. II. ¿AYUDAN MUCHO LAS CONSIDERACIONES HISTÓRICAS Y TEÓRICAS A LA COMPRENSIÓN DE LAS MIGRACIONES ACTUALES: Teorías, modelos y otras herramientas menores. III. CUATRO NOTAS SOBRE INMIGRACIÓN A LA UNIÓN EUROPEA POR REGIONES GEOGRÁFICAS: i. El Magreb como fuente. ii. Latinoamérica como oferente reciente. iii. El impacto de las migraciones del este y del sur de Europa, los mercados de trabajo y la UE como área monetaria óptima. IV. CUESTIONES EN LA AGENDA O PRINCIPALES PROBLEMAS: i. Envejecimiento de las poblaciones occidentales y temas relacionados. ii. Emigración y mercado de trabajo: impacto sobre los salarios y el paro en países receptores. iii. Cargas o ganancias netas sobre los Estados del Bienestar. iv. Políticas y consecuencias políticas. V. Conclusiones y posgusto. BIBLIOGRAFÍA. APÉNDICE. Matizando el mito de la no migración intraeuropea. I. INTRODUCCIÓN Decir hoy que la inmigración en general y a la UE en particular es un tema importante no es exagerar: está en los medios de comunicación, en todas las agendas institucionales por doquier y en la conversación diaria; más aún, ha captado la imaginación de la gente. Existen preocupaciones al respecto en todos los países, tanto en los receptoras como en los fuentes o emisores, por razones diversas, y el tema forma parte ya de las preguntas más frecuentes. En esta nota survey o panorama corto, se trata de entender las migraciones en general y las que se refieren a Europa en concreto, poniendo el énfasis en los aspectos analíticos de diverso tipo implicados en la cuestión. Para ello, en la segunda sección tras esta introducción, además de aclarar los objetivos estableceremos algunas distinciones metodológicas y plantearemos la cuestión del contexto, tanto desde un punto de vista histórico como teórico, lo que nos sirve de soporte en el manejo de la información estadística y econométrica. En las secciones terce a y cuarta, el núcleo de la nota, nos centraremos en tres regiones fuente de flujos migratorios para la UE en la actualidad: en orden creciente de interés y complejidad analítica, que no política, el Magreb, Latinoamérica y los países del este y el sur de la propia Europa, donde desglosaremos el caso especial y emergente de algún modo de Turquía, aunque el último se ha convertido en razón de un efecto estadístico en un movimiento interno a la UE; y lo haremos chequeando las diversas 1 Una versión ligeramente distinta de esta fue el Working Paper 2004.4 de Instituto Virtual Europeo (www.european-virtual-institute.org'). Agradecemos a Enrique LINDE (UNED) sus estímulos y comentarios a este papel, aunque las limitaciones o errores que puedan subsistir son sólo de nuestra exclusiva responsabilidad. 1 hipótesis teóricas disponibles a la vez que plantearemos y responderemos a los principales problemas en la agenda (demografía, mercados de trabajo, pensiones, retos a las políticas, sostenibilidad: cargas fiscales, etc.). En la quinta y última sección trataremos de alcanzar algunas conclusiones significativas. Un apéndice se ocupa de la cuestión de la ausencia o no de emigración intra europea. Pero es preciso antes de continuar aclarar dos grupos de cuestiones previas. La primera se refiere a la presencia de perspectivas múltiples: económicas. jurídicas, demográficas, sociales. de fronteras, seguridad, interior, convivencia, integración, exclusión, límites, identidad e identidades (europea, española, las de los países de origen de las migraciones), criminalidad, tráfico de seres humanos, remesas, etc., por citar sólo algunas. Cuando ello es así, es imposible un tratamiento metodológico unificador y tenemos que conformarnos con un sumatorio de enfoques parciales y poco más, donde cabe esperar que el conjunto sea más que la suma de las partes. Aquí lo haremos sobre todo -pero no sólo, por cuanto el tema se ha hecho multidisciplinar- desde un punto de vista demográfico y económico, que por otro lado parece ser el causante principal y continuador de todos los demás y por tanto, el núcleo del escenario. La segunda está conectada con la necesidad de establecer desde el principio además de la habitual advertencia sobre la escasez relativa de datos (al menos con relación al tema específico tratado), la de su calidad y fiabilidad; también la heterogeneidad de la información, es decir, Ja de los datos disponibles. Particularmente inadecuada es dicha heterogeneidad, pues es como si el mundo en el caso del tema en cuestión fuese un esquema de equilibrio general, en el sentido de un todo único con partes interrelacionadas, de modo que los desajustes en una de ellas se trasladan como en vasos comunicantes a los demás con cierta rapidez. De ahí que fuentes de datos dispares, que además suelen ser poco consistentes en términos relativos, implican lagunas que dificultan el análisis, especialmente el de tipo comparativo. La utilización de criterios de cómputo distintos en las estadísticas, por las administraciones de los países implicados, origen y destino (ciudadania, permisos de residencia o trabajo, etc.) crea también heterogeneidades crea también varias y dificulta el cruce y la coherencia de los datos.? 2 Pero la cuestión se complica además, como veremos, por el tipo de técnicas y herramientas analíticas utilizadas por la literatura, que generalmente se basan en la descripción pura, y en muchas ocasiones en modelos matemáticos de corte demográfico y estadístico-econométrico, lo que crea el habitual trade-ojf (grado de sustitución) por el cual se da una relación inversa ente relevancia y rigor. Lo anterior apunta a que tenemos que tomar todo, estadísticas, observaciones, teorías, modelos y predicciones, con bastantes cautelas y los resultados con un sentimiento de sólo aproximación. Queda mucho trabajo para la siguiente generación. II. ¿AYUDAN MUCHO LAS CONSIDERACIONES HISTÓRICAS Y TEÓRICAS A LA COMPRENSIÓN DE LAS MIGRACIONES ACTUALES? Podríamos preguntarnos para comenzar si son de gran ayuda los análisis históricos y las teorías y modelos existentes en el catálogo científico actual, para la comprensión de los problemas que preocupan hoy. Y ello no tanto por la teoría en cuanto teoría. o historia en cuanto tal, sino porque acaso de ellas pueden derivarse proposiciones acerca de cóino evolucionará eventualmente la cuestión migratoria, sobre todo en ausencia de trabajo empírico. Aunque se puede decir que movimientos migratorios han habido siempre en la historia de la humanidad -incluso antes- lo cierto es que presumiblemente los factores que estaban detrás de los muy remotos fueron de naturaleza tan distinta -o al menos lo fue su contexto- respecto a las más recientes, como para que los dejemos fuera de nuestra consideración detenida ahora. Con 2 En Europa se usa habitualmente el de ciudadanía (nacionalidad) lo que impide contar a los que regresan (return immigrants) o los que se nacionalizan, que desaparecen de las estadísticas, ha ciéndose invisibles. En EE.UU. y Latinoarnérica se utiliza el de país de origen. En otros países el de los permisos de residencia. 2 seguridad unos y otros desde al menos el Neolítico 3 , respondieron básicamente a reajustes en las condiciones económicas y acaso demográficas subyacentes definidas en sentido amplio -que al final son las mismas 4 , que propenden al reequilibrio 5 tan pronto como éste es perturbado. Ejemplos existen muchos y cada intérprete presenta los suyos, que son de lo más variopinto 6 . Los nuestros se refieren más a Europa -nuestro obvio interés principal- que a otras áreas, aunque están interrelacionados al menos con otros tres continentes con carácter general, cuando menos en lo que hace a los movimientos masivos. Así, son bien conocidos los grandes desplazamientos de los siglos IV y VI que entre otras cosas significaron el asentamiento de los eslavos en el este de Europa y los relativos a la Ostwebegung, o Drang nach Osten alemana de entre los años 850-1300, calificados de carriers of culture, ciencia y técnica, en tres olas que crearon islas de lenguaje germano en suelo eslavo y que tienen gran incidencia incluso hoy en la implantación alemana en la zona, al modo de círculo completo. Pero aunque no carecen de interés para el caso que nos ocupa aquí, son laterales a nuestras preocupaciones actuales. El Descubrimiento del Nuevo Mundo y el completado de la geografía europea por el este en tiempos de la Ilustración (aunque arrancando en el siglo XVI) son dos ejemplos más de entre otras muchas instancias posibles que adicional-mente ilustran el hecho observado de que los movimientos migratorios se dieron en las tres direcciones prácticamente siempre como ya hemos señalado: de Europa a América, de Europa a África (e incluso Asia), de África a América (forzada), y las direcciones de vuelta en ocasiones varias, como tendremos ocasión de observar en otras secciones. De modo que algunas de las mismas las diferimos a la siguiente sección donde acaso sean más útiles. Parece intuitivo, por otro lado, que desde el ángulo que nos interesa aquí, el corte fiistóricoanalítico que crea el mundo moderno, desde el punto de vista económico, es la Revolución Industrial, el punto de inflexión, lo que en la práctica nos coloca en el siglo XIX, y con ello en los flujos de cierta entidad de Europa a América, del norte, sur y centro, y hacia la África colonial, a veces siguiendo las olas de globalización que se registraron al principio de los dos siglos, que tendrán o están teniendo su imagen de espejo en la dirección opuesta aproximadamente desde 1945 -con episodios intermedios en las dos direcciones- pero sobre todo en los últimos años. Un ejemplo relevante también de algunas complejidades que surgen en el análisis histórico cuando se profundiza algo, es el del mercado de trabajo estadounidense en torno a la guerra civil (1865), en el que de los dos submercados, el industrial del norte y el agrícola del sur con fuerza de trabajo esclava, incluso tras la abolición de la última, permanecieron relativamente aislados entre sí, estando el primero más integrado con el mercado europeo a través de los flujos migratorios entonces abiertos que con su vecino más meridional (Eichengreen, 1991). Lo que demuestra las barreras y dificultades prácticas de movimiento así como las posibilidades varias de abastecimiento o engrosamiento de la oferta de trabajo. Pero la cuestión, desde una óptica histórica, sin que carezca de interés, se nos antoja limitada -o con poco rendimiento intelectual e interpretativo- sino se completa con algún tipo de consideraciones teórico-analíticas, lo que podríamos llamar -la literatura llama- causas, o si se prefiere origen de los hechos estilizados. Eso sí, la historia, nos aporta en resumen: (1) un 3 Desde la Revolución Agrícola. Aquí caben hipótesis acerca de las causas de la originación de la misma y el cambio de cultura consiguiente; entre ellas las de los costes de captura y los precios relativos implícitos. 4 La interacción de la demografía al menos históricamente era clara a través del mecanismo di námico de los salarios reales (o su equivalente) y la subsistencia. 5 Los episodios de invasión paro, se dejan a un lado, además de que detrás de casi todos ellos penneaban muchas veces también causas económicas últimas. Los de exploración, navegación, comercio, asentamiento y colonización son semejantes. 6 En EE.UU, por ejemplo, una nación, relativamente joven, es chic entre los autores prestigiados disponer de una abuela francesa que emigró en su día. Pero en la vieja Europa también casi todo el mundo tiene un pariente cercano o un amigo que no hace demasiado tiempo fue emigrante, si es que no lo fue él mismo. 3 sentimiento de relatividad y/o inseguridad a largo plazo sobre la dirección de los movimientos o flujos; y, (2) algo de trasfondo, así como un sentido de permanencia histórica y actual, y por ello, por qué no, futura. TEORÍAS, MODELOS Y OTRAS HERRAMIENTAS MENORES En el debate académico siempre renovado, parece surgir un paradigma práctico de corte ecléctico 7 , en el que habría que distinguir entre las teorías que explican el inicio o arranque de las migraciones y su continuación o no en el tiempo, porque unas y otras pueden implicar determinantes distintos. 1. Quizá la primera tradición explicativa provenga de la vetusta pero comparativamente útil teoría económica neoclásica 8 -en sus versiones tanto micro como macroeconómica-, que basa el análisis de la movilidad en las diferencias salariales como variable explicativa principal de las emigraciones internacionales que seguirían a los desajustes entre las ofertas y demandas de bienes y sus correlativas de factores de producción y en este caso especialmente del trabajo. Las diferencias entre dos áreas en productividad del trabajo, grado de organización del mismo, la escasez de trabajo respecto al capital y sus reflejos en los salarios de equilibrio, estarían entre los elementos más importantes que dispararían los movimientos de personas, los individuos o economías domésticas de los países con menores rentas -por especificar- estructural y/o coyunturalmente, que actuarían de oferta de trabajo adicional en los países receptores. En suma, las economías de origen y destino con sus dotaciones de recursos, preferencias y tecnología, y en presencia de libertad de movimientos de factores, irían a una igualación de las relaciones capital-trabajo, de precios, de salarios y rentas. En ese caso la emigración cesaría, presumiblemente con menores salarios medios. Aquí modernamente encontramos los trabajos de BORJAS (1994); MASSEY et al. (1999) o BAUER y ZIMMERMANN (1995) entre otros, algunos expositivos, otros críticos. Pero los argumentos del Liberalismo económico que permean detrás de la teoría anterior, representan sin duda los intereses de los negocios, del factor empresarial (y otros usuarios de la inmigración), que muchas veces mide los beneficios a corto plazo y no computa muchos costes implicados en el proceso migratorio y desde luego no evalúa los beneficios sociales netos, ni distingue entre costes privados y sociales (los ingresos son a corto pero los costes son a lo largo de la vida del inmigrante). Si se computasen y cobrasen dichos costes, los agentes citados con seguridad estarían mucho menos interesados en el fenómeno (entre otras cosas porque se reducirían los beneficios netos). Adicionalmente y como una paradoja aparente, las posiciones de los economistas menos centrados (más a la derecha del espectro político) por otras razones defienden en la actualidad la posición contraria, de cierre hermético de fronteras a la inmigración. Pero si lo anterior es Teoría Económica elemental, lo cierto es que la más avanzada no va más lejos, sólo lo hace formal-matemáticamente, pero no conceptualmente. Una condición suficiente, o de segundo orden de la teoría anterior, podría ser la ausencia de despegue económico, la atonía e incluso crecimiento positivo pero inestable y volátil en el área emisora. El proceso sería autosostenido mientras persistiesen las diferencias citadas, y en el mismo las secciones menos favorecidas de la población (locales) y emigrantes de olas anteriores sufrirían las consecuencias. Pero las diferenciales de salarios pueden persistir y de hecho persisten durante décadas por lo que no sólo podrían iniciar sino mantener los flujos durante largos periodos. Ese parece ser además el caso en la actualidad y en el próximo futuro respecto de varias áreas emisoras. Con todo, aunque esta explicación es básicamente correcta explicativamente como una de las causas, en el mejor de los casos parece insuficiente para entender todos los hechos estilizados en migraciones en las últimas décadas. Sería una teoría exclusivamente de push factors (factores empuje) o de oferta. No obstante, también es cierto que como tal, la teoría se ocupa de los factores nucleares sólo y menos de los adicionales o más accesorios. 7 Ello no es elegante desde el punto de vista metodológico. 8 Una de las primeras formulaciones, sino la primera de todas, se debe a John HICKS en su Theory ofWages. 4 2. Una teoría en principio competitiva con la anterior pero de hecho a veces complementaria (para los defensores del paradigma ecléctico), es otra con bastante tradición pero aplicada en un contexto distinto, la dual del mercado de trabajo asociada originalmente a los nombres de TODARO y HARRIS que si bien se aplicó inicialmente en escenarios de migraciones internas y luego de subdesarro-11o, se puede extrapolar a los mercados desarrollados tan pronto se repara en que dichos mercados son desagregados, segmentados, y de facto también duales. Específicamente en el contexto de la emigración internacional habría también, a veces, pulí factors o factores tirón o tirones de demanda en los países desarrollados receptores de las migraciones en diversos momentos que iniciarían o continuarían la migración; las necesidades de trabajo de los países desarrollados por razones varias continuamente desde los años cincuenta y sesenta, no dejarían de producir vacantes y solicitar reclutamientos. De hecho, los segmentos y la fragmentación en uno o más mercados de trabajo primarios y secundarios, los primeros más intensivos en capital y con altas cualificaciones de la fuerza de trabajo y empleo y los segundos más intensivos en trabajo respectivamente (métodos de producción) explicarían que las migraciones internacionales surgieran de las demandas de trabajo por parte de los sectores primario, secundario y terciario de las sociedades avanzadas, aunque de manera localizada y distribuida espacial-mente. Las versiones de PIORE (1979) y el survey de MASSEY et al. (1999), por ejemplo, darían cuenta de esta visión 9 . Pero al igual que la anterior esta es una explicación parcial. Los mercados segmentados ofrecerían una vía de escape y una variante; trabajos que no quieren o no pueden hacer los trabajadores locales serían realizados por emigrantes. Pero a la inversa, si los que emplean pueden pagar salarios de inmigrantes (no salarios locales), el proceso continuaría indefinidamente (incluido el ilegal). Sin embargo, no hay evidencia empírica robusta favorable a los mercados segmentados y la migración (a su funcionamiento prescrito). Donde la hay, tienden a funcionar con salarios muy bajos, capitalización insuficiente (sustitución de trabajo por capital) y a veces excesiva protección en el sector regular junto con trabajo ilegal. Ética y políticamente implica una subpoblacion de segunda categoría, lo que va en contra del principio de igualdad de oportunidades y va a favor de la discriminación (Coleman, 2001b). En el contexto europeo la segunda teoría (pulí) se ajustaría -como variable dominantemejor a las migraciones sur-norte en la propia Europa de los años sesenta, mientras que la primera (push) acaso explicase como condición necesaria adicional, mejor las de los años noventa, provenientes de Latinoamérica, el Magreb y el este. Sin embargo, hoy parecen estar en actuación ambas simultáneamente -con predominancia de la primera, la pulí-, incluso más, en conjunción subsidiaria con otras variables que entran en el marco. 3. Las dos anteriores sugerencias se pueden orlar con elementos de la corriente llamada New economics of labour migration, según la cual el análisis no se haría microeconómicamente (individualmente) sino en forma de entidades sociales más amplias, como las economías domésticas o las familias, no los individuos, que siendo como son en general adversas al riesgo y para reducir el mismo y optimizar los flujos intertemporales de renta, llevarían a cabo un pool de las mismas, incluso con diversificación de fuentes (regiones). En esta dirección encontramos a STARK y TAYLOR (1991) así como las aportaciones de STARK y BLOOM (1985). Se trata de un tratamiento de corte más cercano al sociológico, pero no sólo, que se completaría con consideraciones sobre sentimientos de privación, especialmente en sociedades con grandes desigualdades en la distribución de la renta y la riqueza. 10 También la necesidad de explicar mejor los hechos observados lleva a considerar la sostenibilidad en el tiempo, la existencia de networks o redes (familiares o/y de nacionalidad), y 9 Muy citado, parece sin embargo, muy hinchado en su valoración por la literatura. Sin embargo, es bastante completo expositivamente. 10 Más sociológica aún es la llamada World System Theory que utiliza una perspectiva global de interacción entre sociedades, en el contexto del comercio internacional {injusto y desequilibrado) con economías fuertes y débiles (estancadas). Véase, por ejemplo, WALLERSTEIN (1983), AMANKWAA (1995). Y para un survey Jenninsen (2000). 5 linkages (enlaces) interpersonales varios entre poblaciones de origen y destino, que ayudan a la inmigración potencial (misma etnia, familia, religión, etc.) en financiación (remesas), primera vivienda, etc. Las remesas (véase también más abajo para un análisis estadístico y económico) dan lugar a mayor emigración (en parte financiación de la misma en ciertos casos) llevando de forma natural a lo que se llama overlapping generations (superposición de generaciones)1111 . Incluso más, cuando la inmigración es en gran escala suele estar permeada por organizaciones ilegales, dando lugar al problema de las entradas legales e ilegales, etc., cuestiones de las que no nos ocuparemos aquí. Al tener en cuenta la superposición de generaciones entran en juego también periodos de análisis más largos, debiendo considerar aspectos de crecimiento económico (tendencial), fluctuaciones cíclicas, elementos de ciclo vital y desigualdad en la distribución de la renta. Incluso se sugiere que las familias y los individuos invierten en capital humano y luego tratan de capitalizar la inversión en la emigración que crea un contexto para ello. Aunque la emigración cualificada es una parte relativamente pequeña de la total, puede tener implicaciones importantes de brain drain o fuga de cerebros en las sociedades de origen (VIDAL, 199.8; MOUNTFORD, 1997) en el corto plazo, así como brain gains en el medio y largo plazo (como resaltan indirectamente las teorías del crecimiento endógeno). CAJA 1. Una nota sobre la evidencia empírica Como diferente de la información meramente estadística y estructural de la siguiente sección, el trabajo econométrico se puede tomar como ejercicios de test de las anteriores teorías y como proveedor de otras informaciones relevantes (cuantitativas) sobre la cuestión. Naturalmente la misma a su vez presenta las limitaciones metodológicas usuales, de especificación de los modelos teóricos y más en concreto econométricos, y las concretas derivadas de la calidad de los datos, la interpretación de las implicaciones, o la especificación espacio-temporal, las ecuaciones reducidas, etc. En todo caso aportan una visión complementaria y acaso más potente que otras alternativas, sin que por ello haya que verlas como exclusivas. La teoría neoclásica establece regresiones entre la emigración internacional y la diferencia esperada de salarios, y no la diferencia absoluta, entre los países fuente y destino. Naturalmente las especificaciones son muy diversas y no se trata de una formulación general, sino que se lleva a cabo para espacios concretos: Irlanda-Gran Bretaña, Gran Bretaña-Caribe, etc., para diversas series temporales. Otras veces se aproximan las rentas por los PIB respectivos. La evidencia aunque en general favorable, no es muy robusta en cambio. La teoría de los mercados segmentados es difícil de especificar y verificar directamente, por su naturaleza (la clasificación sectorial es arbitraria), y normalmente re-gresiona las consecuencias, es decir, las tendencias seculares de la migración internacional y las condiciones cambiantes de los mercados. Así, por ejemplo, si se incluyen las condiciones de empleo y los salarios en las ecuaciones relevantes que predicen los movimientos entre, digamos, Alemania y Turquía, Francia y Marruecos, etc., los indicadores alemanes o franceses deben tener mayor capacidad predicti-va que sus contrapartidas. La New Economics ofLabour Migration testa la migración con relación a la presencia o ausencia de imperfecciones de mercado, riesgo, seguros, capital, y otras variables; muchas veces las regresiones incluyen las remesas. La World System Theory, que también predice la concentración en grandes ciudades, siempre más difusa, en su formulación al final se concreta regresionando los flujos de trabajo con los de capital. Se puede concluir que si bien los trabajos empíricos son más potentes que la des-criptividad pura, sus resultados en general, no son muy concluyentes (un resumen se encuentra en MASSEY et al. (1999). 4. Deslizándose hacia la política pura, que no a la ciencia política, en el espectro arco iris de 11 MASSEY et al. (1999) exponen toda una panoplia de teorías adicionales, la causación acumulativa, las ciudades globales, etc. Pero todas ellas no son sino elementos complementarios para explicar de manera marginal algunos hechos observados no explicados por las corrientes principales. 6 las proposiciones, encontramos de un lado que las posturas de la izquierda política en general defienden posiciones de fronteras abiertas, en base a consideraciones de solidaridad y humanidad, donde dichos argumentos estarían por encima de los aspectos económicos y de otro tipo implicados en la situación. Incluso se hallan versiones aún más críticas con la corriente principal, incluida la mayoritaria de izquierda política (GENT 2002; PASTORE 2003) pero su contenido lo diferimos a la sección IV, donde se discuten algunas acciones de política migratoria. Todo lo anterior parece apuntar a una cierta casuística aparente, pero segundos pensamientos indican que las diversas propuestas no sólo no son incompatibles entre sí, sino que varias de ellas se ajustan simultáneamente mejor a los hechos observados que las versiones parciales, aunque no necesariamente a las diversas conclusiones y propuestas. Aunque, repetimos, parece predominar -en nuestro análisis al menos, véanse las siguientes secciones- las teorías pulí o tirón como más explicativas y por tanto mejores, por lo menos menos en el caso europeo. CAJA 2. Otros factores que matizan lo anterior La demografía per se no explica bien el proceso migratorio, ya que no dispara la emigración, aunque en las últimos cinco últimas décadas la ha catalizado. El tamaño de la población cuenta (ZLOTNIK 1998): los países pequeños parecen tener más propensión a la emigración que los grandes. Quizá, porque cuando las cosas van mal, disponen de menos recursos en sentido amplio y menos diversificados, para hacer frente a las crisis. Históricamente las grandes migraciones parecen coincidir con los proceso de globa-lización (SASSEN 1988) (también movimientos de capital) (ejemplificadas en las glo-balizaciones de principios del siglo XIX, del XX y la actual). Los diferenciales de renta (salarios) no explican sin más; es preciso un cierto nivel de desarrollo (rnímino) para que se dé la migración internacional. Modernamente sobre todo, pero no sólo, la presencia o no de colaboración entre Estados, por ejemplo, en la UE en la última época, tratado de capturar mercados y trabajadores, abre diálogos, etc., lo que ayuda, a la situación. Obviamente la violencia, la inestabilidad política, el autoritarismo, etc., cuando se dan, coadyuvan al estímulo migratorio. Es difícil de estimar y evaluar la emigración ilegal (pero se hace, véase más abajo), y el tráfico y explotación de personas. CAJA 3. Sobre las remesas En el desayuno, es decir, en los años sesenta este componente era equilibrador de la economía española; nuestros emigrantes, junto al turismo aportaban divisas financiado-ras -en parte o compensatoriamente- a las importaciones de bienes de capital necesarios entonces. En el 2000, la cena, y en una primera consideración, sugieren cuestiones de práctica bancaria, giros y clientela, etc., pero más analíticamente, comparándola con las Inversiones Extranjeras Directas (IDE) aportan otra dimensión más teórica. Si bien IDE son capital, en cambio las remesas implican en principio y en general una fuerte propensión al gasto -corriente, sin embargo liberan otras fuentes de renta -además del abastecimiento de divisas convertibles que significan- del país para la inversión. Y a través del ahorro (como fracción) se redirigen a la inversión también mediante el mecanismo del crédito. Claro que las inversiones (IDE) son pequeñas en el Magreb, y acaso en cierto modo en Latinoamérica, por razones obvias de inestabilidad y riesgo, pero habría que recordar aquí el papel que están jugando en el este de Europa al menos desde 1990, significando en media un 4 por cien del PBB de la zona y acumulativamente, jugando un papel importante en la renovación del aparato productivo, las infraestrucmras, etc. Los porcentajes del cuadro siguiente son significativos y autoevidentes. En otros casos las remesas explican un porcentaje significativo de la inversión total. 7 REMESAS, PAÍSES SELECCIONADOS, COMO PORCENTAJE DE LAS EXPORTACIONES DE BIENES Y SERVICIOS. 1998 Marruecos Turquía Honduras Túnez Perú México Rep. Dominicana Jamaica 20,2 9,8 9,2 8,5 5,3 4,4 17,7 19,5 Se observan que son muy elevadas -dos dígitos- en los casos de Marruecos, la República Dominicana y Jamaica (en torno al 20 por cien) y cercanas al 10 por cien, para Turquía, Honduras y Túnez. Más importante, y no señalado por la literatura, son los elementos de escala: los excedentes derivados de la productividad moderna en las sociedades receptoras, respecto a las necesidades de subsistencia ejercen de reservas financieras cómodas para el apoyo a los flujos de emigración, tanto privados como públicos. Quizá este sí que sea un elemento nuevo en el escenario (por definición1212 , es decir, porque es relativamente reciente en muchos países). La colaboración más o menos estrecha entre los gobiernos (políticas de las sociedades receptoras y emisoras, especialmente cuando están coordinadas) y las usuales barreras (altas o bajas) idiomáticas y culturales, son elementos del contexto (a veces positivos otras negativos), al modo de condiciones suficientes, frente a las más importantes y necesarias, anteriormente listadas. Sin embargo, como reflexión provisional final de esta sección, aunque interesantes, los elementos teóricos esbozados, son en el mejor de los casos, limitados, lo que invita al análisis empírico, por lo que estas explicaciones serán ampliadas y profundizadas en las siguientes secciones. III. CUATRO NOTAS SOBRE INMIGRACIÓN A LA UNIÓN EUROPEA POR REGIONES GEOGRÁFICAS Trataremos de señalar teniendo en cuenta todo lo anterior algunos hechos, comparativamente estilizados, enfatizando de nuevo si se ajustan o no y a cuáles más o mejor, a las variables explicativas de los epígrafes o secciones anteriores. Ellos aportan una suerte de evidencia estadística previa, que no económica ni econométrica, diferente de las analizadas en la siguiente sección. Cuatro regiones como decíamos captan la imaginación del ciudadano medio europeo y de los responsables políticos: los procedentes del norte de África y específicamente del Magreb occidental, que se puede decir son históricamente anteriores al resto, desde 1960 a la actualidad; los procedentes de Latinoamérica y los que llegan desde los nuevos países miembros de la UE-25, así como Turquía1313 . Adicionalmente, quizá como muestra de la preocupación y del esfuerzo intelectual -es decir, una suerte de preferencia revelada en relación a los medios dedicados- mientras el estudio de los dos primeros se suele hacer desde una óptica 12 13 En particular en algunos de los países receptores (ej., España). La explicación quizá sea clara: mientras nalizados, el tercero después de los siete años ses EU-15, podrían ser eventualmente una de plazo. Aunque, como se apreciará, ello es en contrastado con la realidad. que los dos primeros están todavía menos institucio de demora aplicados en muchos de los antiguos paí las principales oferentes de emigrantes en el medio realidad fuertemente conjetural en la práctica y poco 8 descriptiva, los dos últimos lo son desde una más econométrica. En-fatizaremos las diferencias entre stocks y flujos, por otro lado íntimamente relacionados. Algunos datos descriptivos -sin demasiado interés analítico- arrojan sin embargo alguna luz, con perfiles previsibles, además de apuntar a la casuística general mentada. Pero aunque nuestro interés principal es la UE, quizá convenga, aunque sea al pasar, observar un área más amplia, dadas interrelaciones dinámicas, como lo es la OCDE. Así, vemos (Cuadros 9 y 4) que EE.UU. sigue siendo el principal receptor mundial de migraciones dentro de la OCDE, aunque en los últimos años la tasa de variación es la mitad de la media histórica. La mayor parte de los países europeos (especialmente occidentales pero no sólo ellos) se han convertido en receptores en los años ochenta y noventa, especialmente Alemania, pero también Reino Unido, Holanda y los países nórdicos. Japón casi no contaba hasta finales de los años noventa, desde cuando recibe 250.000 inmigrantes anuales (y es cuarto tras EE.UU., Alemania y el Reino Unido). Pero si medimos los flujos por 1000 habitantes, lo que quizá sea un índice de esfuerzo, el primer país que aparece es Suiza, y le siguen Alemania, Noruega, Canadá, Bélgica, Reino Unido (séptimo), y en orden continúan, Austria, Suecia y Dinamarca. EEUU es sólo el 12° tras Italia, Japón el 13°, y Francia el 14°, está con tasas cercanas a Finlandia y Hungría (Cuadro 1). Se observa también que el número de países fuente ha aumentado en las últimas décadas. Cruzando varias fuentes y para los últimos años disponibles sobre una base comparativa la cifras totales aportan un ángulo de interés. Así, en stocks y todavía en la OCDE, de 13 millones en 1988 se pasó en sólo diez años a 57 (1998) es decir, se multiplicó por cuatro, representando un 7 por cien de la población total. Europa recibió el 5 por cien del mismo en 1998 (flujo) (EE.UU., un 10 por cien). Según la ONU (UN, 2004) en el año 2000 significaba en el mundo 175 millones de emigrantes. Además están cambiando algunas pautas respecto a las tradicionales. Sólo en la OCDE la mitad de las llegadas lo hacen con estudios secundarios bajos, claro que como consecuencia de las llegadas tradicionales de los ochenta y noventa, está ahora cambiando la composición (Cuadro 2) aunque obviamente la población de acogida también mejora al respecto.1414 Si bien las llegadas de los llamados irregulares o ilegales son difíciles de evaluar y varían algo, las estimaciones existentes señalan que en EE.UU. en 1996 anualmente entraron 300.000 -y suele ser así año a año-, un tercio de la legal, mientras que en Europa fueron 500.000, más que las llegadas legales. En Japón 270.000, una cifra similar a las controladas. En general se estima que el orden de magnitud de estas cifras sigue siendo válido hoy. Volviendo al esfuerzo relativo, pero ahora sobre una base más desagregada, las cifras absolutas de inmigración se relativizan tan pronto tenemos en cuenta los ratios a las poblaciones totales. Dejando a un lado los casos especiales de Australia y Suiza (Cuadro 1), uno por grande y otro por pequeño, en la UE la que mayor esfuerzo hace es Austria cuyo porcentaje se ha duplicado en diez años; Alemania ha crecido también, pero menos; y la media total se ha elevado de 5,7 a 6, 9. 14 La definición de lo que se entiende por cualificados normalmente va asociada a los estudios secundarios y en todo caso no parece una medición muy precisa. 9 CUADRO 1. Porcentaje de la población inmigrante sobre la total. OCDE Austria Bélgica Dinamarca Francia Alemania Irlanda Italia Holanda Portugal España Suecia Reino Unido Media UE Noruega Suiza Australia Canadá Japón EE.UU. Media 1988 1998 4,5 8,8 2,8 6,8 7,3 2,4 1,1 4,2 1,0 0,9 5,0 3,2 3,8 3,2 15,2 22,3 16,1 0,8 7,9 5,7 9,1 8,7 4,8 6,3 8,9 3,0 2,1 4,4 1,8 1,5 5,6 3,8 4,8 3,7 19,0 21,1 17,4 1,2 9,8 6,9 Fuente: OCDE Como una muestra de las nuevas pautas respecto a las más tradicionales, tenemos (Cuadro 2) los grados de cualificación relativa de las poblaciones nativas y extranjeras, donde, por ejemplo, en Italia (y lo mismo en Canadá), y en el tercer nivel (universitario) la segunda supera a la primera. Pero es que además en el caso de Estados Unidos están casi igualadas para el nivel mencionado. En cambio, esta hipótesis es discutida aún por la literatura. CUADRO 2. Población nativa y extranjera por niveles de cualifícación. 1995-1998. Porcentaje Secundarios Ext 48,5 Alemania 63,3 Francia 47,1 Italia 65,1 Reino 30,8 Suecia 35,0 EE.UU. 22,2 Canadá Bajos Secundarios Nat Ext 13,2 37,0 33,4 22,9 56,3 38,3 43,9 14,7 20,4 41,5 15,7 24,1 23,1 54,9 Altos Nat 62,2 45,4 34,3 32,5 50,3 35,0 60,3 Tercer Ext 14,4 13,8 14,6 20,2 27,7 40,9 22,9 Nivel Nat 24,6 21,1 9,3 23,7 29,3 49,3 16,6 Fuentes: Eurostat; US Bureau of Census; Statistics Canadá. La hipótesis de las diferencias de renta -ignorando consideraciones de distribución de la renta, aunque de tomarlas en cuenta seguramente sería peor aún-parece venir resaltada (pero parcialmente) por el Cuadro 3. En efecto, el mismo ilustra en parte la tesis de la versión teórica 10 llamada push factors 15 Nótese que EE.UU. presenta la cifra más baja. CUADRO 3. Ratio del PIB per capita de los países emisores de Migraciones al país receptor. 1998 Bélgica Dinamarca Finlandia Francia Alemania Italia Holanda Suecia Reino Unido Australia Canadá Japón Noruega Suiza EE.UU 77,7 70,4 43,4 28,3 47,1 40,8 73,4 90,1 71,5 60,7 44,0 43,2 71,8 76,3 22,0 Fuente: OCDE. Claro que la información es muy agregada todavía y no se distinguen los ratios respecto a distintas regiones emisoras u oferente, por lo que no resulta muy útil en la práctica. Pasando al caso que más nos interesa aquí, la UE, una mirada simple a los datos agregados por regiones de origen permiten poner de manifiesto en el Cuadro 4, de un lado el volumen de magnitud global y los de las diversas áreas. Pero al desagregar, apreciamos inmediatamente que Rusia sola explica casi tanto como todo el Magreb. Los PECOBS por su parte no sólo muestran las cifras más bajas de todas (las áreas emisoras) en volumen, sino que son un tercio de las rasas. CUADRO 4. Migraciones a la UE, circa 1997 Magreb-EU6** LAC (2000) (EU-12) Rusia-EU8*** PECOBS-EU8 Resto del Mundo***** Totales sectoriales LAC 2.262.200 1.121.261 1.799.474 642.105 4.783.554 10.608.594 = Latinoamérica y el Caribe *EU5 ** EU6 = Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Holanda = EU5 + España *** EU8 = Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Alemania, Unido ***EU12 =(12- Luxemburgo + Noruega) * *EU 11 = EU12(-Luxemburgo) ***** = Incluye Turquía Suecia, Debe notarse que en ocasiones las cifras no cuadran, porque aparte del problema de las diversas procedencias de las fuentes ya mencionado y la ligera variación en los años de referencia, pudiera haber, en otros, un efecto estadístico en algunas rúbricas y conceptos (p.e, 15 Al estar el PIB del país que envía emigrantes en el numerador, el ratio se lee de modo que cuanto más baja es la cifra mayor es la diferencia en renta. 11 turcos nacionalizados u otras). En el caso de la UE probablemente aparecen algunas sorpresas inesperadas, otras no tanto. En el caso del Magreb (Cuadro 5), Francia explica 1.347.500 de 2.262.200 totales (stocks), algo más de la mitad. Si bien Rusia aporta 3 veces más que los PECOBS, dentro de estos Polonia 250.217 y Rumania 270.668, juntas, casi lo hacen del 100 por cien de los 642.105 emigrantes de esa zona (Cuadro 10). Alemania acoge 585.417 de 642.105 de los PECOBS, 3.6661.167 del Resto del Mundo y 1.739.571 rusos. Además de presentar un stock de más de tres millones de turcos (incluidos en la rúbrica Resto del Mundo). Variación cíclica de la inmigración a la UE. Se ha dicho muchas veces que en los últimas décadas (antes de la incorporación de los PECOBS) que los europeos no migran ya, o con más rigor, no son móviles ni siquiera dentro de las fronteras europeas (o incluso dentro del propio país) -salvo británicos e irlandeses- y desde luego mucho menos móviles que los estadounidenses, lo que dificulta el ajuste económico cuando es necesario. También se ha añadido que en la década de los noventa la emigración europea la hacían en realidad los turcos (hacia Alemania pero en las dos direcciones) y los magrebiés (a Francia) a lo largo del ciclo económico europeo, alemán y francés realmente, al explicar estos dos países las mayores fracciones del total y al no haber sincronía cíclica entre las diversas economías europeas (lo que sugeriría implícitamente de nuevo la predominancia de los pullfactors). En algún sentido ello es así, como se aprecia en la Figura 1, pero con varios matices. El primer punto se deja para el Apéndice, pero los otros dos se observan en la figura citada. En efecto, esta tiene picos en 1962, 1970, 1980 y 1992 sobre todo los dos primeros (1.000 y 1.300, en miles) y suelos en 1968, 1974-1976, 1992-1998, estando estos últimos en torno a cero, correlacionados con el ciclo citado. Los peores en 1970 (-400.000) y 1982 (-100.000). Naturalmente la senda dinámica del gráfico implica tanto entradas como salidas, y posiciones netas en los diversos momentos reflejados; pero en todo caso aleja la impresión de un movimiento exponencial, continuo y como en una avenida de una sola dirección, aunque los stocks sí suelen serlo; véase Apéndice). Se observa de paso que el perfil del ciclo japonés es plano entre 1960 y 1990 y en torno a cero; y el de Estados Unidos ligeramente (tendencialmente) creciente, con poca oscilación cíclica y entre paralelas de 250 y 750 (miles), entre 1960 y 1990. FIGURA 1. FLUJOS NETOS A LA UE (MILES) 1600 • —— Unión Europea - - - Estados Unidos ------------------------------------------------------ Japón 1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 Fuente: OCDE 12 Se aprecian con claridad las recesiones de 1992 y de 1997 (menos marcada) lo que queda constatado en las cifras de flujos (véase también Apéndice). Francia (que no se presenta en el gráfico) tiene un perfil más plano y además menos contracíclico (depende más de consideraciones políticas; véase Apéndice). Cabe ahora chequear los movimientos más concretos que están detrás de estos grandes números, presumiblemente de las cuatro fuentes de emigración mencionadas arriba. i. EL MAGREB COMO FUENTE Ceteris paribus, es decir, todo lo demás constante (las causas principales), sobre todo la proximidad geográfica e histórica, las relaciones comerciales y económicas actuales y en general su carácter de socio natural de Europa, explican que la UE actúe como imán de la migración magrebí. En cuanto a la historia de la migración misma se observan tres fases 16 : antes de 1914 el periodo colonial central, en el que cerca de 300.000 franceses y 150.000 españoles se instalaron en la región; las épocas en torno a las dos guerras mundiales alrededor de 1914 y 1940, en las que la zona aportó soldados a los frentes europeos; quizá la más interesante, la que los alemanes llaman la gastarbeiterphase, alrededor de 1950, en la que el crecimiento económico europeo necesitaba mano de obra (de nuevo pulí factors); y la cercana a 1962, el episodio pied noirs en Argelia y Francia (una situación de una vez por todas) 17 , esta sí, de oferta. Cabe hacer notar en línea con los factores empuje (push-factors) que la renta per cápita media de los principales receptores (Holanda, Alemania, Bélgica, Francia, Italia, España) respecto a los países del Magreb es de 12 veces en el caso francés o sólo 8 veces en el español. Pero si los mínimos son bajos en el país origen, que sean ocho veces o doce poca diferencia introduce. CUADRO 5. Stocks de emigrantes procedentes del Magreb occidental en los principales países europeos receptores. Miles. Bélgica Alemani Francia Italia Holanda España Totales 1980 10,9 5,1 805,0 1,5 0,5 0,6 823,6 Argelia 1991 11,0 9,1 619,0 4,0 0,7 2,2 646,0 1997 171,1 17,5 614,2 6,3 1,0 5,8 815,9 1980 110,2 39,4 431,0 2,6 93,1 3,6 679,9 Marruecos 1991 1997 145,6 132,8 75,1 83,9 585,0 527,7 90,6 117,5 163,7 135,7 49,5 111,1 1.109,5 1.163,7 1980 6,1 24,1 190,0 4,4 2,6 0,1 227,0 Túnez 1991 6,44,7 27,1 207,0 47,6 2,6 0,3 291,0 1997 25,4 206,3 44,2 1,5 0,5 282,6 Fuente: OCDE, Eurostat. Tres rasgos parecen dominar (Cuadro 5): 1) que Marruecos representa una vez y media el volumen de emigrantes argelinos; 2) que en los casos de Marruecos y Túnez los flujos netos parecen básicamente estabilizados (los stocks apenas se mueven); y, 3) que en el caso marroquí Francia predomina como destino, donde no sólo parece estabilizado el flujo sino que incluso da impresión de descender algo, pero sobre todo explicando casi la mitad del total. 16 Para un detalle regionalizado e histórico, véase, por ejemplo, STACHER Y DEMEL (2000). 17 Estos fenómenos, por su naturaleza puntual, como el del Mariel en Florida (1982), o el retor no portugués de 1974, no parecen tener gran impacto sobre las tendencias migratorias, ni sobre los mercados de trabajo en su momento. 13 CUADRO 6. Stock de población extranjera por nacionalidad, como porcentaje del total extranjeros (nacidos fuera) Bélgica % 1980 Marruecos 15 Argelia 1 Túnez 1 Egipto Turquía 9 Polonia Otros 75 N. África 17 Total Miles 847 1998 14 1 1 8 1 76 16 905 Francia Alemania 1982 1990 1985 12 16 22 17 5 6 3 6 32 2 1 2 56 54 66 39 39 3.714 3.597 4.397 1999 29 4 67 7.320 Italia 1985 1 1 2 1998 12 4 2 97 3 423 2 80 18 1.250 Holanda 1985 1998 21 19 1 0 28 15 50 22 553 65 20 662 Fuente: OCDE El Cuadro 6 (para flujos véase Apéndice) resalta que: a) En volúmenes absolutos Alemania duplica el stock francés (que repetimos, está básicamente estabilizado según estas cifras1818 ) habiendo crecido mucho el germano en las últimas décadas, reflejando quizá su mayor capacidad de absorción relativa -de sus economíasen las últimos años. b) El stock de Italia creció mucho entre 1985 y 1999; y Holanda y Bélgica siendo importantes en términos relativos, parecen estabilizadas. c) Destaca el porcentaje de marroquíes y turcos en Holanda (en torno a un 20 por 100) y de marroquíes y argelinos en Bélgica. d) Aunque pudiera haber descensos de turcos en Alemania y Holanda (retornos netos) -como en algunas otras rúbricas anteriores- pudiese haber en todo ello un cierto componente anticíclico y de ajuste coyuntural (véase también más abajo, sobre este elemento cíclico para toda Europa). A falta de trabajo econométrico sobre proyecciones y/o predicciones de cómo pueden evolucionar los flujos migratorios desde el área en el medio-largo plazo1919 , se pueden establecer algunos escenarios sencillos. Así, aceptando las hipótesis teóricas de la primera sección podría parecer intuitivo que en un horizonte temporal de digamos diez o quince años (quizá más) no es previsible que se acorten los diferenciales de renta de forma sustancial, ni las restantes circunstancias mencionadas como catalizadores, que cortasen los flujos migratorios, por lo que estos, como condiciones de oferta, seguirán produciéndose al menos a tasas aproximadamente iguales a las registradas en la pasada década y en años recientes. Como quiera que los factores de tirón (pulí) continuarán en la UE para mantener los niveles de población y especialmente los de población activa, así como el resto de las condiciones secundarias desgranadas en la citada sección, puede pensarse que los flujos continúen a las tasas relativamente elevadas actuales o incluso aumenten 20 ' 21 . Quizá quepa esperar que los destinos se diversifiquen algo más aún, con Francia aparentemente cerca de sus límites de absorción, tal 18 Es este, al igual que en los demás casos, convendría disponer de cifras para años más recien tes. Por lo que habrá que seguir monitorizando el tema. 19 El muy largo que cae del lado demográfico en realidad es muy conjetural, y desde el punto de vista económico es poco útil. 20 Después de 2020, ceteris paribus, quizá incluso se aceleren por razones demográficas en Europa. 21 También, porque como se ha afirmado antes, la inmigración atrae más inmigración. 14 como por otro lado se viene observando ya. Pero es que además este comentario de sostenibilidad de los flujos se aplica mutatis mutandi, al caso de la siguiente área analizada: Latinoamérica. ii. LATINOAMÉRICA COMO OFERENTE RECIENTE La inmigración a la UE desde Latinoamérica ha crecido mucho en las últimas décadas, y especialmente en los años más recientes, dirigiéndose la mayor parte de los flujos al sur de Europa, España, Italia y Portugal, como otro ejemplo más, histórico, notorio e ilustrativo, de inversión de la dirección de los mismos a la que aludimos al principio de esta nota. Más aún rompiendo con ello de algún modo la idea de los sistemas migratorios o bloques económicos defendida por algunas teorías 22 . Sin embargo, cabe señalar que la emigración a los EE.UU. de los ciudadanos del sur del continente americano ha superado y supera hoy en volumen a la dirigida a Europa 23 de modo que el carácter masivo del fenómeno le otorga una dimensión de diáspora. 24 Además del número, otros rasgos de la ola actual -quizás previsiblemente- presentan características de modernidad: la mayoría son jóvenes, con tasas relativamente elevadas de participación en la población activa, comparativamente altos niveles educativos25 , una considerable actividad en remesas y estar altamente femeneizado 26 (PELLEGRINO 2004). Más todavía; se espera que estos flujos incluso aumenten con la mejora y con el volumen de las remesas 27 y con las citadas condiciones demográficas. Es cierto que también -como en otras áreas de origen- hay tráfico de personas y explotación sexual (incluso infantil). Sin embargo, todo ello es relativamente reciente, porque hasta hace pocas décadas la inmigración suramericana era de élite y poco más. Claro que el crecimiento europeo tras 1945 y las escaseces de fuerza de trabajo {pulí), llevaron a una emigración interna en Europa especialmente de los países del sur a los del norte, a lo que al poco se unieron los flujos que provenían de los procesos de descolonización en Asia, África y el Caribe, con retornos de ciertos flujos a los antiguos territorios metropolitanos. Pero en los años setenta, especialmente con las crisis del petróleo, comenzaron las políticas de puertas cerradas (desaparición de los pulí) aunque algunos países europeos permanecieron muy sensibles a la recepción de refugiados políticos especialmente a los del Cono Sur, en los contextos inestabilidad política en Sur y Centro América e incluso violencia en los años setenta y ochenta (con las siguientes décadas perdidas en sentido económico). Sobre todo en estos últimos pero de manera más intensa en los últimos noventa (especialmente hacia España) como es bien conocido, los flujos se incrementaron considerablemente, también como imagen de espejo de cierta convergencia en renta de los países del sur de la UE con la media comunitaria y todo lo que ello conlleva, lo que actuaba como atractor. En España y en el año 2003, fecha relativamente reciente, había oficialmente 514.485 latinoamericanos. Ecuador y Colombia son los países que más aportan a la inmigración hacia España (sólo por detrás de Marruecos) con 174.289 y 107.459 emigrantes respectivamente; además, han aumentado muy rápidamente en la última década (1995-2004). El tercer país suramericano es Argentina, cuyos emigrantes a España se doblaron tras la última crisis (de en torno a 50.000 pasaron a 100.000). No obstante, España es un caso de estudio por dos razones: 22 MASSEY et al. (1999) es un paradigma de ello. 23 Aunque desde el 11 de septiembre de 2001 con más restricciones. 24 Es cierto que también se califica así la emigración desde el Magreb y en otras áreas. 25 En EE.UU la National Science Foundation, mantiene una base de datos que no existe en Europa. 26 Más de la mitad son mujeres, lo que es más que el 50 por cien respecto a las pautas tradicionales. 27 Que, en cambio, son mayores que las que tienen su origen en los EE.UU. 15 una obvia, cual es la proximidad histórica y cultural; y otra, porque se ha convertido en años recientes en el primer receptor respecto a la zona estudiada. Pero es que además Italia -un importante país receptor en general en los últimos añosrecibió en el año 2000, 114.697 inmigrantes de Latinoamérica, el 8 por cien del total inmigrantes a ese país, que contaban 1.388.153. Curiosamente los peruanos (explicado por el efecto redes o networks) ocupan el primer lugar con 29.806 y los brasileños el segundo puesto (19.277). Claro que estas cifras no incluyen a los return immigrants, o los oriundos, unos y otros invisibles en las estadísticas muchas veces, donde debe estar la bolsa oculta de argentinos (la mayoría de este país). También entran un cierto número de venezolanos y uruguayos. La mayor parte mujeres, como en el caso de España. En Portugal, como en España, el fenómeno es relativamente reciente, ya que antes su inmigración provenía del proceso de descolonización portugués y por otro lado la diáspora portuguesa a su vez se estima en 4 millones, cuando la población total es de en torno a 10 millones. En el Reino Unido los emigrantes representan el 4 por cien de la población total, 2,6 millones, el tercer país más receptor tras Alemania y Francia. Pero la mayor parte provienen del Caribe y sobre todo Jamaica. Aunque debe repararse en que estamos hablando de americanos, no de otras antiguas colonias en África y Asia. En Suiza pasaron de 6.000 a 21.000 entre 1990 y 2000 y la inmigración está concentrada en Zurich y Ginebra además de que son, sobre todo, jóvenes (PELLE-GRINO 2004). En Suecia aunque algunos emigrantes han retornado a América, otros muchos se han consolidado én ese país, especialmente los provenientes del Cono Sur. La República Dominicana, Colombia y menos Ecuador, y en general el Cono Sur, son sociedades emisoras (PELLEGRINO 2004). Nuevas pautas. Los latinoamericanos (en España, pero ello es extrapolable a otros países) aparecen con relativamente altas tasas de calificación, al menos respecto a la tendencia histórica; en torno a un 45 por cien posee estudios secundarios y cerca del 20 por 100 de universitarios entre los colombianos. Hasta 1990 había habido entre los que llegaban bastantes white collars: técnicos y profesionales, 26-46 por cien; administrativos 13-16 por cien; comercio 10-15 por cien. Pero en el año 2001 el 85 por cien de los latinoamericanos con permiso de trabajo lo hace en el sector servicios. Sin embargo, su inmigración es menos diversificada en ese sentido que la marroquí, que participa también de forma importante en la agricultura y la construcción. En realidad, los americanos se insertan en los extremos, es decir, muy cualificados y poco cualificados (SASSEN 1988; MARTIN 1999; PELLEGRINO 2004) 28 La senda suramericana en Europa es similar a la de la emigración latinoamericana a los EE.UU. Como allí también antes provenía de áreas rurales, ahora más de las ciudades. Las peticiones de asilo por otro lado, han ido bajando considerablemente, aunque Colombia y Cuba todavía envían efectivos, por razones obvias. CUADRO 7. Latinoamericanos y caribeños en Europa y otros países, circa 2000. País Alemania Austria Bélgica Dinamarca Total 87.614 2.308 4.962 865 28 Ello es extrapolable, por supuesto, al resto de las zonas analizadas, particularmente a partir de la instrumentalización de políticas de emigración selectiva. 16 España Francia Holanda Italia Noruega Portugal Reino Unido Suecia Total Europa Australia Canadá Israel Japón EE.UU. 149.571 41.714 157.745 116.084 14.937 25.531 500.000 19.930 H 74.649 553.220 78.259 284.691 8.370.802 Fuente: Pellegrino (2004) CUADRO 8. Población latinoamericana y caribeña en los principales países europeos receptores. Miles Italia 1986 Perú 1991 6,4 Portugal 1996 21,7 2001 29,6 1989 Brasil Venezuela Totales 1991 10,5 4,9 1996 12,7 5,1 España 2001 20,0 4,2 - 23,5 3,5 27,0 1986 Ecuador Perú Rep. Dominicana Colombia Cuba Argentina Totales 1991 1996 6,5 6,6 5,3 2,7 20,0 Suecia 2001 2,9 18,0 17,8 7,9 7,8 18,2 - 84,7 33,8 29,3 48,7 21,5 20,4 238,4 1986 Chile 1991 1996 19,1 Reino Unido 2001 12,4 9,9 1996 - 2001 50,0 Jamaica Total Suramérica y Caribe 2,2 1,7 3,4 5,5 1991 - 50,0 354,9 Fuente: SOPEMI (2003) y OCDE (2004) 17 Interesante resulta que aunque los valores absolutos crecen, incluso se doblan en la década de los noventa (y en la de los ochenta), pero las tasas de crecimiento desde 1970 son sistemáticamente decrecientes (Cuadro 9), lo mismo que los porcentajes, para las tres subáreas (Suramérica, Centroamérica y el Caribe). Lo que sugiere -junto con otras informaciones- el desplazamiento hacia destinos alternativos -por ejemplo, Europa, pero también Asia- como preferencia o necesidad. No registra, por las fechas, las restricciones posteriores al 11 septiembre 2001. CUADRO 9. Volumen acumulado de emigrantes de América Latina y el Caribe, censados en otros países de la región y en EE.UU. y Canadá y tasas de crecimiento. 1960-1990 1960 1970 Emigrantes 1.468.472 3.091.632 Hacia 820.423 1.7725.408 EE.UU. Mexicanos hacia EEUU 575.902 759.711 1980 1990 6.538.914 11.030.846 6.538.914 11.030.846 2.199.221 4.298.014 28,1 112,1 69,3 Excluidos mexicanos 965697 2.032.698 3.922.209 147,2 77,3 67,9 82.685 323.415 523.880 146,1 49,4 1.283.539 1.983.580 2.286.743 44,5 14,3 244.521 Hacia Canadá Hacia otros países de América y el Caribe 648.049 196077,3 77,2 70,7 1970- 1980-90 77,8 53,7 93,9 68,6 Fuente. Pellegrino (2003) Sin embargo, aún los valores absolutos implican un stock siete veces mayor en EE.UU. en relación a Europa (digamos en el año 2000, 8.370.802 frente a 1.121.261 en 2000). Nótese que Canadá y el Reino Unido triplican las cifras españolas (Cuadro 7), el último caso con caribeños nativos (quizá incluida la segunda generación y subsiguientes). Incluso Japón las dobla. Acaso reflejando las tasas de crecimiento económico relativas y el tamaño relativo en las últimas décadas. Europa'sólo refleja la mitad aproximadamente del total. Destaca el volumen de recepción holandesa dada su población; y la del Reino Unido, proveniente del Caribe. Ciertamente, en principio se le aplican a Latinoamérica las proposiciones explicativas de la sección I, quizá incluso más, los factores adicionales que matizan las teorías (Caja 1) y las cuasi predicciones de la subsección anterior, en lo que se refiere a la continuidad de los flujos. III.3. EL IMPACTO DE LAS MIGRACIONES DEL ESTE Y DEL SUR DE EUROPA, LOS MERCADOS DE TRABAJO Y LA UE COMO ÁREA MONETARIA ÓPTIMA Bastante se ha afirmado y especulado sobre los movimientos de personas que se producirá tras (y antes, es decir, la integración privada) la adhesión de los nuevos socios y la que ya se ha producido en la zona desde 1989. 18 CUADRO 10. Población de los PECOBS en países UE-11.1996 Bélgica Alemania Dinamarca España Finlandia Grecia Estonia Checosl* Polonia Eslovenia Hungría Bulgaria Letonia Lituania Rumania Pobl tota (millones) %Pecobs total 2.509 706 5.371 _ 895 635 4.624 4.800 1.964 10,1 0,09 129 59.112 276.753 17.328 55.706 38.847 156 161 109.256 81,8 0,7 Italia Holanda Portugal Suecia R.Unido 11 418 5.216 12 332 270 25 30 1.126 5,2 8.446 265 1.946 37 221 931 98 83 1.208 39,2 22 149 716 6 419 309 33 71 374 5,1 55 1.013 4.875 20 551 5.241 107 127 5.132 10,5 3.227 12.812 1.3262.153 2.882 . 11.801 57,3 1 555 5.910 _ 1.133 550 3 1.466 15,5 938 81 186 3 84 269 282 227 99 9,9 0,15 0,01 0,21 0,16 0,06 0,06 0,01 1.448 5.000 15.988 27.000 418 3.046 2.000 1.874 2.000 _ 4.186 8,8 3.000 58,7 0,32 0,07 CUADRO 11. Migración acumulativa neta de los PECOBS sobre EU-(1900-1997) Bélgica Dinamarca Finlandia Alemania Luxemburgo Holanda Suecia Bulgaria 191 347 279 25.743 154 1.130 2.067 Cheeoslov. 399 190 76 30.077 77 1.222 686 Chechenia* 57 -37 -844 40 405 36 Eslovaquia" 40 7 3.634 37 302 95 Estonia 477 9.358 4.689 37 92 1.178 Hungría 399 363 188 17.736 285 1.180 1.154 Letonia 481 256 6.893 3 228 581 Lituania 588 107 6.629 5 255 344 Polonia 2.886 2.287 321 234.285 379 7.396 8.178 Rumania 350 1.062 344 260.445 272 2.800 4.480 Eslovaquia 23 2 -1.80 12 107 55 Total 4.225 5.918 10.931 585.417 1.224 144.410 18.723 Mundo 130.164 109.441 49.553 3.661.167 31.202 403.486 186.107 URSS 2.375 3.299 29.524 1.739.571 467 9.781 11.413 R.Unido -58 8.476 -702 8.544 -3.104 -300 943 -5.615 915 Total 29.853 41.203 -1.045 12.659 15.831 8.201 8.142 8.871 250.217 270.668 1.257 642.105 212.434 4.783.554 3.044 1.799.474 *Desde 1993 Fuente: Eurostat, Consejo de Europa. Lo primero que se observa (Cuadros 10 y 11) es que Alemania actúa como shock absorver (colchón de choques) con 3.500.000 del resto del mundo de los cuales 3.000.000 son turcos; 500.000 de los PECOBS y 1.739.571 rusos. Lo segundo que Polonia es la otra válvula de ajuste porque es la que aporta las mayores cifras de la zona tras Rusia. CAJA 4. Principales aportaciones a los stocks de Alemania y Francia por nacionalidades Otras fuentes permiten chequear algunas afirmaciones anteriores: Alemania Francia Stocks % Stocks % Polonia 3,8 Argelia 16,4 Yugoslavia 9,8 Marruecos 16,9 Turquía 28,6 Turquía 5,2 Italia 8,3 China 0,3 Fed. Rusa 2,3 Túnez 6,3 Se confirman las hipótesis turco-alemana y magrebí-francesa. 19 Se supone que hay bolsas potenciales de emigración en el este debido a las reestructuraciones necesarias y los ajustes para acomodarse a economías competitivas y más o menos homogéneas con las de la UE-15. Más en concreto las diferencias en las poblaciones activas en la agricultura y las diferencias de productividad en ese sector respecto a sus vecinos del oeste, implican contingentes potenciales de emigración hacia la antigua UE (AHIJADO et al., 2004). Es cierto que muchos de los que dejan la agricultura por la adaptación a las nuevas condiciones, pasan al retiro y se espera que esta sea la vía o una de las válvulas de escape. 29 Por otro lado, ya a priori, y con la información disponible, existen fuertes variaciones regionales y nacionales (e. j, el este y el oeste de Polonia). Se espera que muchos de los que pasen al paro lo serán por baja cualificación. Asimismo, en general se puede adelantar que el efecto combinado, es decir, conjunto, será bajo en promedio. Ya en 1998, al caer el muro, había en la UE 800.000 personas de los PE-COBS, es decir 0,2 de la población de la primera, de los cuales sólo 300.000 era trabajadora (también 0,2 del empleo total). Pero entre 1990 y 1997 sólo el 12 por cien de los inmigrantes en la UE procedía de estos países (incluyendo rusos y otros países al este) (9 por cien trabajadores). Un cuarto del 12 por cien, es decir, 3 por cien eran rusos. Además si en 1990 en un año se movieron 300.000 personas, entre 1991 y 1993 sólo lo hicieron 200.000. Después la cifra bajó mucho e incluso ha habido regresos significativos (según la Eurostat). Es cierto que algunas notas estilizadas previsibles son (European Commis-sion2001): Que con el acceso y los subsidios se reducirá el flujo de trabajadores dejando la agricultura. En parte saldrán de este sector, pero muchos pasarán a otros sectores donde se supone que habrá oportunidades de empleo. 30 1. Según algunas estimaciones en la década 2000-2010 el movimiento será acumulativamente de 800.000 a 1.700.000 (nótese que la horquilla es muy amplia) lo que está muy lejos en principio de las necesidades a largo plazo de Europa (véase más abajo). 2. Se sabe que los más cualificados no migran sino que se pasan a otros sectores. Aunque una parte más dinámica sí lo hace. 3. Como quiera que la productividad irá mejorando en el este (ya ha mejorado) con la llegada de capital y tecnología, management, etc., reduciendo el gap o los gaps que impulsan al flujo de trabajadores 31 , el fenómeno migratorio se amortiguará algo. 4. Pero, como contratendencia, la liberalización de precios, la técnica y el recorte de subsidios, bajará la demanda de trabajo, siendo sustituida por otros in-puts, lo que llevará al aumento del paro (el comentado exceso de empleo agrícola) y a las migraciones. 32 Es verdad que todo ello es muy conjetural además de que son meras estimaciones, especialmente por la opción abierta a los Estados nacionales de un lapso de en torno a siete años de periodo transitorio. 6. Suponiendo que no haya restricciones (lo que es un gran si, es decir, muy condicional)33 según las estimaciones para la Comisión Europea: (a) se moverá un 29 Para la República Checa según las estimaciones: 50 por cien al retiro, 45 por cien a otros ; tores, 5 por cien al paro. 30 Cuando las adhesiones de las adhesiones de España y Portugal el flujo de reducción de acti vos en la agricultura fue de un 2 por cien anual. En el caso de la unificación alemana -algo peculiar y no comparable- fue mucho más en la antigua RDA, un 12 por cien. 31 Ahora es bastante inferior. El valor añadido bruto (VAB) en la agricultura de los PECOB es en promedio de tan sólo el 15 por cien del de la EU-15. Debido quizá a que es muy trabajo-intensiva (46 por cien de la tierra de la EU-15 y más del 100 por cien del empleo de ésta). 32 Se ha rebajado la tasa de reducción del empleo en la agricultura en el este: siendo menor en tre 1994-1998 que entre 1989-1994 (sólo aumentó un poco en Polonia) no en los PECOB-8 o en los PECOBS-10. Siguió aumentando en Rumania. 33 Alemania y Austria ya los han anunciado; Gran Bretaña del mismo modo. 20 2,5 por cien de la población activa de los PECOB-10 (e (b) los flujos serán crecientes en los primeros tres o cuatro efecto aprendizaje ya algo descontado y luego declinarán, tros de sensibilidad a la migración (tamaño, expectativas diferenciales de renta, etc.) se moverán en la dirección de escenario, las tasas anuales a la que lo harán serán en torno a35 igual para PECOB-8)34 y, años tras el acceso, por el debido a que los paráme de los sectores agrícolas, reducción del gap. En ese Años Desplazamientos 2005 ..................................................30.000 2006 ...................................................150.000 2007 ....................................................200.000 2008 ................................................200.000 2009 ................................................ 180.000 Total ................................................960.000 7. Por otro lado, la bolsa potencial de inmigrantes estará fundamentalmente concentrada con destino en los países fronterizos: 8 por cien de ellos en Alemania y Austria (250.000 en Alemania, en la agricultura y en la construcción). Debe notarse que en estas cifras no se incluyen los ilegales (estimados en otro 0,2 por cien). 8. Los Europe Agreements, la no discriminación a los ya residentes (salvo autoempleo) y que las decisiones se dejan a los gobiernos nacionales sobre periodo de transición (algunos ya han anunciado que no los aplicarán o serán más cortos del máximo) podrían suavizar la serie aún más. Pero todo lo anterior tiene una lectura también para la UE como un área monetaria (y económica) óptima. Si el marketmg político de la ampliación pidió ser creativos para hacerla vendible a los electorados de la UE-15, los resultados para el funcionamiento general de la Unión no son, en cambio, tan halagüeños: no funcionaría ese mecanismo de ajuste para la absorción de choques (y la misma ampliación lo es, un notable choque bastante asimétrico). Claro que no lo era la UE-15 tampoco, y lo será algo menos con la UE-25 por esa vía. CAJA 5. Turquía, un caso de estudio En el caso de Turquía, incluso con libertad de movimientos del factor trabajo res-., tringida o matizada (como en el caso del acceso de los PECOBS) bien en condiciones, bien en tiempo, o ambos, incluida la emigración adelantada que se produce siempre vía meras expectativas de acceso, el muy elevado grado de población activa ocupada en el sector agrícola turco respecto a los estándares medios europeos, podrían implicar junto con el tamaño absoluto de la población y los diferenciales de renta y otros factores de estímulo mencionados, amplias bolsas potenciales de ajuste, parte de las cuales se canalizarían a la emigración internacional (en ese caso ya considerada interna a la UE). La renta media de Turquía en relación a la de la UE actual de tan sólo un 25 por cien y el sector agrícola turco ocupa el 34,9 por cien del empleo total. TV. CUESTIONES EN LA AGENDA O PRINCIPALES PROBLEMAS El análisis de diversos temas puntuales o concretos que preocupan a los electorados de las sociedades receptoras y quizá también emisoras, aportan diversos ángulos de visión, completando algo más el tratamiento de la cuestión migratoria tal como se enfoca en esta nota 34 Las encuestas y otros estudios de intención ofrecen cifras muy dispares y el método es muy poco seguro (véase para un resumen de varios de ellos, por ejemplo, Herzog 2003). 35 Las estimaciones más recientes, como actualizaciones, de por ejemplo, Drinkwater (2003) y DIW (2003) parecen confirmarlas aproximadamente. 21 (véase por ejemplo el survey oficioso de la OCDE por Coppel, Dumont, Visco, 2001 o el reciente informe de la ONU citado (UN, 2004). iii. ENVEJECIMIENTO DE LAS POBLACIONES OCCIDENTALES Y TEMAS RELACIONADOS Es bien sabido desde hace años, especialmente entre los demógrafos, que el envejecimiento de las poblaciones en el mundo occidental es inevitable por el momento porque los parámetros demográficos actuales que tienen gran estabilidad así lo predicen; de hecho las pautas poblacionales actuales aún provienen del XIX. Pero a final del siglo XXI cuando ya los países en desarrollo hayan realizado su (segunda) transición demográfica, incluso ellos estarán cortos de efectivos, al menos para ser suministradores de emigración. Con las proyecciones de la ONU 36 basadas en algunos escenarios sobre el crecimiento demográfico, en EU y Japón se espera que las poblaciones decrezcan en un 12 por cien y un 17 por cien respectivamente entre 2000 y 2050. En EE.UU., crecerá pero con un gran envejecimiento (por tanto, lo mismo con algo de retraso) debido a consideraciones demográficas, ya que la fertilidad cae y la población cada vez vive más (todo ello encapsulado en la frase fewer babies lon-ger Uves); si el retiro o jubilación se adelanta (respecto de, digamos, la edad de 65 años) se exacerba más aún el problema e inversamente. Por otro lado, en Europa entre el paro existente y la jubilación estándar, menos de la mitad de la población de entre 55 y 64 está empleada. Por lo que todo ello se reflejará en los estándares de vida y en las presiones financieras públicas en el medio y largo plazo, en todo caso y respecto a la extrapolación de lo que sería con niveles de productividad actuales 37 . Porque además algunas implicaciones son punzantes, y es urgente su consideración. Por ejemplo, los dependency ratios o ratios de dependencia potencial (conocidos como ASR), definidos como población de más de 65 años sobre la de entre 15 y 64, multiplicado por 100 o su inversa si se prefiere (llamados PSR o potential support ratios) es de 4 a 1 en la UE (se supone que los volúmenes de migración serían conservadoras, es decir, como las actuales). Para mantenerlos en Europa serían necesarios cerca de 13 millones de inmigrantes anuales hasta el 2050 (desde 2025), lo que llevaría a una población de 1.200 millones ese año (cercana a las de India o China actuales) y el doble en 2100. Incluso si la tasa de fertilidad subiera al 2,1 el PSR solo lo haría a 3 a 1. Es decir, que el tema demográfico podría desembocar en el nivel de emigración requerido y en particular con la llamada inmigración de reemplazamiento (en cierto modo así ha sido en las últimas décadas pero a tasas bajas). Por tanto y una vez más, la Economía es una ciencia triste, en el doble sentido de la palabra; primero, porque sus predicciones son lúgubres; y, segundo, porque normalmente han estado equivocadas. Las pirámides de población nacionales-extranjeros 38 ilustran desde otro ángulo la situación. En general se observa que el envejecimiento de la población extranjera -previsiblemente- es similar al de las naciones de acogida. Es interesante observar que en Alemania en el tramo de 114 años es mayor la población extranjera (22 por cien) que la nacional (16 por cien). Lo mismo en el de 15 a 24 (porcentajes 18 y 15). Pero más interesante aún es que en el de 25 a 54 años las cifras son 50 por 42, por lo que en veinte años los más bajos tendrán 45, pero los más altos 74. Obviamente los emigrantes y desde luego los instalados, que son los que impactarán más, 36 Un Informe del año 2000 que suscitó un vivido debate aún no cerrado. Una crítica fundada se encuentra entre otros en Coleman (2001a; 2001b) quien de hecho se adelantó una década al proble ma (Coleman 1992); también en Saczuk (2003) y la bibliografía allí citada. 37 Se estima que en EE.UU bajarán en un 10 por cien, 18 por cien en la UE y 23 por cien en Ja pón. Ello es mucho, o no, relativamente según se mire, dependiendo de las preferencias. 38 Deben leerse como los porcentajes en cada tramo de edad de las dos poblaciones. Los porcentajes que las poblaciones extranjeras mantienen respecto a las locales se observaron en el Cuadro 2 anterior. 22 también envejecen a su vez, con la implicación de que estos sólo resolverán el problema demográfico (con su conocida mayor tasa de natalidad) y el tema del envejecimiento de la población activa europea, en este caso alemana, de manera parcial y transitoria. Francia Alemania 3 ™ ^ 0 Nac-Ext " 10 50 -tf JC 2S X 40 so Nac-Extr -20 -10 Clave de lectura: De abajo a arriba los tramos de edad son: 1 a 14 anos; 15 a 24; 25-54; 55 a 64, y 65 y más. Italia Reino Unido -« -» -JO o 20 « m EE.UU Clave de lectura: De abajo a arriba los tramos de edad son: 1 a 14 años; 15 a 24; 25-54; 55 a 64, y 65 y más. 23 En Francia la situación es de práctica igualdad entre las poblaciones nacional y extranjera, salvo en el tramo de más de 65 años. En Italia el tramo 25-54 es más desequilibrado aún: 65 por 45 por cien respectivamente. En EE.UU. aunque la población de menor edad es mayor que la extranjera, subsiste como en Europa, la menor tasa de natalidad de la primera. Pero el envejecimiento de las poblaciones per se, no es el principal interés. Son sus implicaciones las que importan más. Más aún, el que la población tenga que ser creciente siempre (o incluso constante) es un juicio de valor político y social, que corresponde a ios ciudadanos decidir, después de un debate bien informado3939 . La media de los emigrantes es de 30 años, la de la población total (receptora) 36. Como la tasa de fertilidad de la primera es normalmente mayor que la de los países receptores, el moderado crecimiento de la población europea en las últimas décadas se ha basado en ello. Pero la pregunta central es cual es el escenario futuro. Según la ONU para estabilizar los ratios de dependencia (PSR), serían necesarios en la UE desde 5.000.000 inmigrantes 40 en el año 2000 (hasta 12.000.000 en 2025 y 15.000.000 en el 2050, pero para ello, las poblaciones totales respectivas serían 400 millones, 550 y 1.200 para la misma área y años. Lo cual parece en el mejor de los casos desmesurado (9 veces la actual tasa de entrada). Naturalmente todo ello -como todo lo anterior- hay que someterlo a ciertas cautela, debidos a los problemas metodológicos sugeridos al principio de esta nota. Además el periodo es muy largo (se proyecta hasta el 2050) para hacer ce-teris paribus (todo lo demás constante) muchas variables, adicionalmente de que aquí las políticas de ajuste fino son muy difíciles. A tasas más realistas, como las actuales, es decir, el millón o millón y medio anual actual (según se incluyan los ilegales o no), menos de lo necesario en Europa (UE) para mantener los ratios de dependencia según la ONU, se nutrirían en las primeras décadas del siglo XXI básicamente de las cuatro áreas mencionadas y aproximadamente a las tasas mencionadas (incluida Turquía) y del resto del mundo, que como se observó implicaba una cifra importante de inmigrantes para la UE, aunque la dejamos fuera de nuestra consideración al ser un área tan vasta y no ser un socio natural de Europa, no porque carezca de interés; aunque cabe esperar, reajustes varios en la composición del colectivo dinámicamente en el tiempo. En efecto, manteniéndose las tasas actuales de inmigración las fuentes serían: 150.000 a 200.000 de los PECOBS, 300.000 a 500.000 rusos, 100.000 magrebiés y 150.000 a 200.000 latinoamericanos, por lo que sería insuficiente, incluso de mantenerse, por lo que el resto ha de provenir del resto del mundo. Si a ello sumamos las cifras de la llamada inmigración ilegal, que casi doblan en promedio las anteriores, se podrían llenar parcialmente las vacantes esperadas. 39 En Francia y EE.UU, proponer otra cosa es un tabú pero, por ejemplo, en Alemania y Holanda el tema no está tan claro. En España ni siquiera se ha suscitado. 40 Expresadas como inmigración neta anual media para cinco años terminando en el de referencia. 24 ., Es preciso distinguir entre: (a) los inmigrantes necesarios para mantener la población constante (o creciente); (b) para mantener la población activa constante (o creciente); y, (c) para mantener los PSR constantes (o crecientes). Pero la emigración necesaria para mantener los PSR es tan elevada que es impensable, por lo que se ha calificado de demografismo y de ejercicios demográficos. Por otro lado, es preciso señalar que (contrariamente a las prescripciones de los factores pulí) el 80 por cien de la inmigración en la UE y el 75 por cien en EE.UU., en las últimas décadas, no fueron trabajadores 41 , en principio (aunque puede que luego algunos o muchos trabajen) pero estas entradas no corresponden -obviamente-a las necesidades de trabajo (demanda de trabajo o ajustada a las vacantes realmente existentes). Su paro dobla al autóctono (40 por cien frente a 10 por cien en media). Más aún, sus tasas de participación en el mercado de trabajo más bajas que las locales, son a veces (es decir, en algunos países) sólo de un 30 por 100 de la misma 42 . Además la inmigración como hemos apreciado antes no resuelve (ayuda poco) a los problemas del tamaño y envejecimiento de la población cuando esta está afectada de subfertilidad, especialmente en el medio y largo plazo (incluso se supone que estas poblaciones se adaptarán a las pautas existentes). Más aún hay asimetrías entre los períodos 2000-2025 y 2025-2050; cada 50.000 inmigrantes tienen un impacto distinto en ambos, y en el segundo es menos de la mitad que en el primero (en su influencia sobre la fertilidad y el envejecimiento). Por todo ello se ha hablado de acudir total o parcialmente a otras medidas, entre ellas: (1) dejar que la población total y sus correlativas (activa y pasiva) decrezca; (2) estimular la fertilidad 43 ; (3) acudir a las reservas existentes en los mercados de trabajo actuales, entre los inactivos, los parados y (los sumergidos de algún modo); (4) liberar o impulsar el cambio estructural y la tecnología; (5) aumentar la productividad; (6) ampliar la edad de retiro a 75 años (ya se está contemplando); (7) reducir las prestaciones; (8) diversificar los tipos de retiro. IV.2. EMIGRACIÓN Y MERCADO DE TRABAJO: IMPACTO SOBRE LOS SALARIOS Y EL PARO EN PAÍSES RECEPTORES 44 Un tema relacionado con lo anterior es el de si el paro es ya de por sí alto en Europa, y persistente, la pregunta es si la inmigración lo aumenta o no y cuál es su impacto, si es que es alguno, y también sobre los precios (salarios). En teoría si los salarios en el país receptor son inflexibles a la baja (como lo son o eran de algún modo) y aumenta la oferta de trabajo en un submercado, aumentará el paro (el mercado quedará racionado). Pero ello es un razonamiento muy agregado; en realidad todo depende de los segmentos de mercado, del grado de cualificación de los que llegan y los excesos de oferta y demanda en los mercados de productos y factores, etc. Si se incluye en el argumento el factor capital, el tema se complica (por las complementariedades y sustituciones en su caso). En todo caso, agregadamente, correlacionando las tasas de paro y el porcentaje de población extranjera sobre la total (para los años disponibles, anteriores, lo que no es una gran guía, dadas las nuevas pautas), es claro que las economías de Alemania y EE.UU. son las más virtuosas porque son capaces de absorber las mayores inmigraciones 45 (o precisamente por ello); Francia mucho menos, y España -al menos hasta hace poco- casi nada. Los pares tasa de paro-porcentaje de población extranjera sobre la total respectivos son: Alemania (10,10); EE.UU. (5, 10); Francia (12,5); y España, hasta hace 41 En las últimas décadas una muy fuerte proporción de las entradas han sido esposas, personas dependientes, parientes, estudiantes, etc., y no emigración económica en sentido estricto. 42 Lo cual es importante para cuantificar los beneficios o los supuestos beneficios (netos) de la inmigración y/o su contribución a las cargas fiscales, a las pensiones, etc., y a los costes privados y sociales mencionados en la segunda sección. El coste-beneficio conjunto del proceso es extremada mente prolijo (un ejercicio interesante en esa dirección es, por ejemplo, Borjas, 1999). 43 En Francia donde se intentó con considerables recursos {allocations), esta política resultó al menos parcialmente, un fracaso relativo. 44 Los beneficios y costes para las sociedades emisoras no se consideran en la presente versión de esta nota. 45 La paradoja es que en teoría la de Estados Unidos es flexible y en cambio la alemana no. 25 poco, (20,2). Pero, para insistir, todo ello es muy agregado. Habría que analizar los volúmenes, las olas, las pautas de establecimiento, y por sexo, regiones, edad, país, status legal, etc. 46 Quizá paradigmáticamente, ceteris paribus, para un paro alto la emigración es baja (sugiriendo de nuevo una conducta pulí). Pero el paro es relativamente alto todavía en Europa, aunque con crecimiento y convergencia en renta y políticas semiabiertas, etc., la cuestión cambia especialmente si existe complementa-riedad, como en el caso latinoamericano en idioma y cultura. Pero además, algunas fuerzas subyacentes en actuación son que la relación puede cambiar en el tiempo a medida que los emigrantes se cualifican y/o adquieren experiencia y conocimiento del mercado de trabajo local (receptor). Por otro lado y respecto a los salarios (la variable dual del empleo y el paro) en general la evidencia empírica disponible, tanto para EE.UU. (SIMÓN 1989; BORJAS 1993) como para Europa (GROS, 1999) parece indicar que no hay una relación negativa significativa entre llegadas y paro autóctono. Dominique GROSS en un interesante pero limitado ejercicio econométrico referido a Francia, halla este resultado tanto en el corto como en el largo plazo. Sobre los salarios sí parece haber efectos, pero pequeños (en EE.UU. un 10 por cien de entradas conlleva tan sólo un 3 por cien de bajada en los salarios 47 (Borjas 1999); para Friedberg y Hunt (1995) un 1 por cien. Se sugiere que muchas veces tanto a corto como a largo se dan beneficios para el país receptor (en términos de flexibilidad, reserva, demanda, activos, demográficos, nuevo talento, etc.). Pero surgen cuestiones de integración y otras de tipo sociológico (que no se discuten aquí). Como quiera que los efectos .negativos fuesen despreciables -según el argumento positivo- cualesquiera efectos positivos implican un neto apreciable. Sin embargo, BORJAS (1999) ha estimado que los beneficios de las reducciones de salarios, además de afectar a los menos cualificados, sólo producen beneficios de 10.000 millones de dólares en EE.UU., y ello sin computar muchos de los costes derivados de la inmigración. CAJA 6. Observatorio 1. Algunos hechos En el caso de los llamados fast trackwork permit, es decir, inmigración muy selectiva estimulada, como en Japón, Francia, Alemania (aquí llamativamente de los 80.000 informáticos esperados solo se han conseguido 5.000, según algunas fuentes) y el Reino Unido, las cosas no han funcionado como se esperaba. Canadá y Australia tienen largas tradiciones de programas selectivos 48 . Se dan pequeñas ganancias en el PIB de los países receptores pero el reparto de las mismas entre ambas poblaciones depende obviamente del grado de cualificación, la estructura salarial, etc., asunto que suele resolver el mercado sobre todo. La cuestión es una de distribución de la renta, como casi son todas, en los que unos ganan y otros pierden. Los turcos y los procedentes del este europeo predominan en Alemania. También italianos y británicos. En EE.UU. predominan los mexicanos. En Australia, de Asia, provienen especialmente Nueva Zelanda y Reino Unido. Los emigrantes chinos empiezan a ser importantes (se les prestará cada vez más atención, como en todo en turismo, consumo de petróleo, etc.). La mayor parte de las últimas llegadas se asocian con la reunificación familiar como consecuencia de las olas previas. En EE.UU. y Francia explican tres cuartos de las llegadas 46 En el agregado pudieran compensarse los beneficios de los que ganan con las pérdidas de los que pierden. Pero ese razonamiento -y similares- no es válido. 47 Los impactos de una vez por todas (como el de los pied noirs y el del MARIEL, etc.), ya se ha señalado antes que apenas tienen efectos. 48 En EE.UU. se da todavía hoy un fuerte debate sobre las cualificaciones. Borjas (1999), por ejemplo, mantiene que son decrecientes con las nuevas olas de inmigración y propone una política basada en estimular la inmigración cualificada, lo que permitiría no sólo optimizar la renta per capi-ta sino que mantendría la posibilidad de una política inmigratoria abierta -aunque selectiva- cosa que en caso contrario podría llevar en poco tiempo a una completamente cerrada. 26 actuales. Hasta hace poco las peticiones de asilo eran el 40 por cien de la inmigración en Sue-cia. Los retornos son escasos (por el momento). En Europa están concentrados en la República Checa, Eslovaquia y Hungría, además de una tradicional turca procedente de Alemania. En EE.UU. los emigrantes se dirigen sobre todo al sector servicios y las industrias competitivas con las importaciones (desde los años cincuenta y setenta cuando había escaseces laborales; pero han aparecido cambios en años recientes. Las nacionalizaciones conseguidas son bajas en promedio; en Europa 80.000 de 614.000 en diez años, en torno al 12 por cien. La evidencia empírica disponible, pese a la literatura abundante y creciente (sólo en la Red existen más de 10 millones de portales) es muy insuficiente respecto a la posibilidad de disponer de conclusiones robustas. Canadá y Australia son aún más virtuosos en la cuestión paro-población inmigrante. Pero son casos especiales en algún sentido. Los EE.UU, pero también Canadá y Australia, son más receptores de inmigración (en número absoluto) que la UE. Ha crecido mucho la proporción de inmigrantes cualificados frente a los que no lo son en los últimos años y en casi todos los lugares (según algunas fuentes): Reino Unido, EE.UU., Suiza, Australia, Canadá. No, en cambio, en Francia. Los turcos en Europa representan el 4 por ciento de toda su población. Lo mismo en los casos de Portugal y Grecia. El Ministerio del Interior español, en 2003 daba como cifra de emigrantes latinoamericanos 514.500, pero el Padrón, y el INE ofrecían cifras muy diferentes. Pudiera haber implicada en la explicación un tema de legalizaciones y/o amnistías. Todo ello -la dispersión de fuentes y criterios- puede generalizarse a otros países europeos. Las reeularizaciones ofrecen pistas de evaluación y aproximación a las cifras de los ilegales. En España las hubo en 1996, 2000 y 2001, con cifras de 21.000, 163.000 y 234.999 respectivamente, de los cuales eran latino americanos 4.000, 30.000 y 90.000. IV.3. CARGAS O GANANCIAS NETAS SOBRE LOS ESTADOS DEL BIENESTAR Se habla de contribución neta positiva o negativa de la inmigración en los presupuestos públicos, pero el tema es complicado porque las estimaciones implican muchos supuestos, periodos, técnicas, etc. Parece que las prestaciones a ambas poblaciones tienden a igualarse mientras que antes no era así. Lo cierto es que la mayor parte de los cálculos son ejercicios contables estáticos, y arrojan resultados negativos para la inmigración, pero también es cierto que suelen ignorar consideraciones dinámicas de ciclo vital, generaciones solapadas y otras. Parece que la evidencia disponible señala que si los emigrantes llegan antes de los 40 años y son cualificados su contribución neta es positiva aunque baja (por lo menos en EE.UU.). Claro que aquí los elementos geográficos y de concentración de la inmigración en ciertas regiones importan para el reparto de costes y beneficios. En todo caso y contrariamente a la leyenda extendida -probablemente de manera interesada- no resolverán en absoluto en Europa el llamado problema mencionado de las pensiones (los PSR), por cuanto la parte menor porcentual-mente y de menor potencia de impacto, difícilmente podría resolver el caso general, la fracción más grande y de mayor cuantía. IV.4. POLÍTICAS Y CONSECUENCIAS POLÍTICAS Todo lo anterior crea importantes desafíos a la política migratoria y a la política económica a ambos lados del Atlántico, y del Mediterráneo, e incluso en el este de Europa. La UE desde la reunión de Tampere en 1999 está tratando de diseñar e implementar una política de emigración y asilo común caracterizada de hospitalidad calculada (acaso también calculadora) en la que las principales herramientas con el exterior son las usuales, Partnerships y Dialogues, pero parecen más que nada la cosmética habitual (muchas palabras, escasos hechos y casi nula financiación). También existen acuerdos con el Magreb; y sobre los nuevos miembros ya se ha comentado. Se intentó reforzar en las Cumbres de Río y Madrid, en lo que se refiere a Latinoamérica y tras la última crisis argentina con sus externalidades a Uruguay y a todo el 27 Mercosur, incluido Brasil. También existen acuerdos bilaterales de los Estados miembros con algunos países de origen de las inmigraciones, como los establecidos por España, Italia y otros países, pero aunque en espera de evaluar, ni unos ni otros parecen muy significativos. Quizá, entre otras cosas, porque se acepta lo inevitable, sobre todo cuando lo inevitable es lo que se estima necesario. Algún control sobre los flujos parece suficiente y necesario. En todos los países hay tensiones, incluso con los return immigrants, con los partidos políticos antiinmigración, y debido también a la percepción de cierto descontrol con los flujos. Una consideración tópica desde hace décadas es que las políticas de desarrollo y de transferencia de tecnología desestimulan la migración. Yendo más lejos se dice que la apertura comercial es la verdadera ayuda al desarrollo. Más aún, para los más críticos (GENT, 2000; PASTORE 2003), -cerrando los círculos de la política, la economía (práctica) y las políticas económicas y no económicas instrumentales- las teorías desgranadas en la sección II serían meras herramientas tecnocráticas al servicio de los intereses, en lo que nos les falta algo de razón, como hemos observado, pero ellos no ofrecen explicaciones alternativas solventes. Más recientemente se ha hablado en la UE en el cursi lenguaje comunitario, del vago concepto francés de co-desarrollo. Normativa y políticamente se habla de invertir las relaciones tradicionales y tomar no tanto el desarrollo para (evitar) la emigración, sino de estimular la emigración para el desarrollo en las regiones de origen. CAJA 7. Observatorio 2: Argumentos generalmente negativos Se dan en el aspecto negativo de la inmigración, en muchas ocasiones, serios conflictos de intereses y de lealtades entre las poblaciones de origen y destino. También . que se han puesto de manifiesto recientemente con crudeza serios problemas de seguridad. Los beneficios totales netos podrían llegar a ser negativos, se argumenta. Para algunos intérpretes lo que ofrece el argumento de las ganancias en diversidad cultural, es una aportación dudosa (que habría que evaluar mejor) en todo caso dando la impresión de que es pequeña. Claro que este tipo de cuestiones son siempre resbaladizas, opinables, y difíciles de solventar (en las dos direcciones). Se resuelven siempre apriorísticamenté y a través de juicios de valor. Al menos es bueno que se expliciten y no se den por descontado. No se debe confundir la-globalización de personas con la de bienes y mercancías, porque ambos procesos son asimétricos. Los bienes no deciden donde quieren ir y no se autoreproducen, no votan, y pueden invertirse fácilmente las direcciones de los flujos. La evidencia empírica sobre los beneficios de la inmigración, en general indica que éstos son bajos. Y no se suelen computar los factores no económicos. Incluso se puede desagregar entre emigrantes occidentales y no occidentales y los segundos computan más costes. Los cualificados aportan un neto positivo, los no cualificados un neto negativo, pero los segundos son muchos más. Incluso en términos demográficos la inmigración no aporta los beneficios esperados; en EE.UU., tan sólo lo hace en un 0,5 al crecimiento de la población. Por otro lado es obvio que la emigración no hace a una economía dinámica sino que una economía dinámica atrae inmigración (como se sabe incluso por consideraciones casuales en España recientemente). Entre los costes y las externalidades negativas de la inmigración es preciso computar la educación, la lengua, las culturales, las de criminalidad, el orden público, la dro-gadicción, la prostitución y el tráfico de personas. Más aún, la inmigración a veces retrasa las reformas a fondo, llevando a cabo sólo parches reformadores. En 2050 en EE.UU., los llamados waps, es decir, white anglosaxon & protestans, serán ya minoría. V. CONCLUSIONES Y POSGUSTO Quizá no cabe esperar demasiados resultados y sobre todo muy robustos, por la naturaleza del problema mismo; como mucho, que sean ilustrativos y produzcan cierto sentimiento de 28 seguridad explicativa y predictiva -o al menos tendencial- de lo que se está moviendo en el mundo y especialmente en Europa al respecto, a las migraciones. Pero por todo lo anterior, las secciones previas, especialmente de la elucidación de los principales problemas, la cuestión desemboca en la necesidad de elegir entre alterativas, económicas, demográficas, sociales y políticas, ya que los problemas analizados tienen importantes implicaciones a corto, medio y largo plazo. Por lo que es más perentorio un doble debate, uno económico y otro político, sobre la elección entre las alternativas abiertas, que han sido esbozadas antes. Un doble debate científico y político democrático, sin déficits de información. Ambos, pero sobre todo el segundo se están hurtando al gran público en muchos lugares. Es cierto que la historia y la teoría no son de gran ayuda (salvo para aportarnos un sentimiento de relatividad a largo plazo sobre la dirección de los flujos y un sentimiento de permanencia de los mismos, y las demandas de trabajo (de inmigración) y que las diferencias de renta entre los países fuente y receptores como causas últimas iniciadoras y continuadoras de los movimientos de población son insuficientemente explicativas. Pero al menos sí que permiten detectar las carencias del debate, y entrever que el problema es uno de distribución de la renta en-el que los que ganan (empresarios de los sectores receptores y usuarios de algunos servicios prestados por la inmigración) son partidarios de una política de fronteras abiertas, sin que tengan que costear los costes sociales varios a corto y largo plazo derivados de la inmigración, en realidad pagados por todos; y que los que pierden, en general los segmentos del mercado de trabajo menos cualificados, directamente afectados, lo son de una política inmigratoria al menos más controlada. Los resultados, descriptivos y empíricos, parecen confirmar la presencia de subsistemas inmigratorios en Europa (aunque el concepto es más clasificatorio que otra cosa): el papel de Alemania como el verdadero colchón de choques (shock absorver), el rol de Alemania y Francia -las dos subáreas monetarias óptimas- en el ajuste anticíclico migratorio, el papel de Rusia como una de las fuentes principales, y la concentración en el sur de la más reciente emigración latinoamericana, pero con pautas distintas y más modernas respecto a las tradicionales (el grado de cualificación de los nuevos inmigrantes, la conducta en remesas, las redes, etc.). Por otro lado las tendencias son bastante previsibles: la continuación de los flujos derivada de una hospitalidad calculada y calculadora, la persistencia de las causas de oferta en los países de origen, escasos retornos y un impacto pequeño al menos en el medio plazo, pero con modificación de las identidades y problemas sociales varios. También la continuación de los factores tirón (pulí) o de demanda por parte de los países de acogida, la condición suficiente. Las cuestiones que están en la agenda como la carga sobre las finanzas y Estados el Bienestar, el impacto sobre los mercados de trabajo y envejecimiento de las pirámides de población en su relación a las ratios de dependencia y cuestiones relacionadas, parecen ser asimilables, pero ello no garantiza la ausencia de problemas especialmente en el medio-largo plazo, porque las anteriores son básicamente paliativas y porque con seguridad surgirán contratendencias y nuevos problemas de ajuste y desajuste económico. Se presentan también algunos matices a las tesis tradicionales respecto a la ausencia de emigración intraeuropea. Si bien el envejecimiento de las poblaciones en el mundo occidental es inevitable y ello pudiera afectar a los niveles de vida, las proyecciones de la ONU son ejercicios demográficos no realistas; su inmigración de reemplazamiento implica 13 millones de inmigrantes anuales en Europa hasta el 2050 lo que es descarta-ble. Por otra parte que la población tenga que ser creciente siempre (o incluso constante) es un juicio de valor político y social, que corresponde a los ciudadanos decidir, después de un debate bien informado. Para mantener la población en la UE constante y del mismo modo la población activa, manteniéndose las tasas actuales de inmigración las fuentes potenciales serían: 150.000 a 200.000 de los PECOBS, 300.000 a 500.000 rusos, 100.000 magrebiés y 150.000 a 200.000 latinoamericanos, por lo que serían insuficiente, incluso de mantenerse el millón o millón y medio de entradas anuales, teniendo que provenir la diferencia del resto del mundo. Pero la inmigración difícilmente resuelve los problemas derivados del envejecimiento en Occidente. Porque su paro dobla al autóctono (40 por cien frente a 10 por cien en media); más aún, sus tasas de participación el mercado de trabajo más bajas que las locales, son en algunos 29 países sólo de un 30 por 100 de la misma. Por todo ello se ha hablado de acudir total o parcialmente a otras medidas, entre ellas: (1) dejar que la población total y sus correlativas (activa y pasiva) decrezca; (2) estimular la fertilidad; (3) acudir a las reservas existentes en los mercados de trabajo actuales, entre los inactivos, los parados y (los sumergidos de algún modo); (4) liberar o impulsar el cambio estructural y la tecnología; (5) aumentar la productividad; (6) ampliar la edad de retiro a 75 años (ya se está contemplando); (7) reducir las prestaciones; (8) diversificar los tipos de retiro. Por otro lado y respecto a los salarios (la variable dual del empleo y el paro) en general la evidencia empírica disponible, tanto para EE.UU. como para Europa parece indicar que no hay una relación negativa significativa entre llegadas y paro autóctono. Sobre los salarios sí parece haber efectos, pero pequeños (en EE.UU. un 10 por cien de entradas conlleva tan sólo un 3 por cien de bajada en los salarios). Se sugiere muchas veces que tanto a corto como a largo se dan beneficios para el país receptor (en términos de flexibilidad, reserva, demanda, activos, demográficos, nuevo talento, etc.), pero surgen cuestiones de integración y otras de tipo sociológico, que no se discuten aquí. Como quiera que los efectos negativos fuesen despreciables -según el argumento positivocualesquiera efectos positivos implican un neto apreciable. Sin embargo, se ha estimado que los beneficios de las reducciones de salarios, además de afectar a los menos cualificados, sólo producen beneficios de 10.000 millones de dólares anuales en EE.UU., y ello sin computar muchos de los costes derivados de la inmigración. Los hechos estilizados de las inmigraciones a la UE de las últimas décadas en las áreas de referencia citadas, como sociedades emisoras, el Magreb, Latinoamérica y los antiguos países llamados del Este y ahora muchos de ellos nuevos socios de la Unión Europea, parecen ajustarse -incluso de manera casual- a los perfiles teóricos mencionados. En efecto: (1) una condición de segundo orden en el sentido matemático del término (pero muy importante, sine que non) es la emigración como condición de oferta (desigualdades de salarios y rentas entre las regiones más ricas y zonas estructuralmente o coyunturalmente deprimidas, push factors) 49 ; (2) y una condición necesaria o de primer orden, es que la inmigración actual se hace en contextos de puertas abiertas relativas derivadas de escaseces de trabajo en las sociedades receptoras (pulí factors, mercados segmentados, etc.), sin la cual la anterior se vería en el mejor de los casos dificultada o ralentizada, pero si se hace así tanto mejor, si no se hará a través de una emigración ilegal hasta que aparezcan condiciones nuevas más amigables, como las que aparecieron en Europa en torno a 1995 (recuperación europea); (3) naturalmente los umbrales de diferencia (digamos al menos cuatro veces la renta) y las otras condiciones de orla aportadas por otras teorías (netwoks, concentración, linkages, ciudades globales, riskpooling, etc.) importan, pero como subsidiarias; (4) los factores de integración entre las sociedades (por ejemplo, en fases de glo-balización, que son discontinuas) influyen en la facilidad o dificultad relativa; (5) los episodios de inestabilidad política especialmente si van a acompañados de violencia (aparte de los desplazamientos puramente coyunturales en periodos de guerra a territorios limítrofes), disparan otro tipo de flujos y refuerzan los puramente económicos, solapándose. Estos se mantienen mientras persistan las diferencias o los factores desencadenantes, como elementos de orla; (6) los costes de desplazamiento -y transacción en general-, en la actualidad usualmente reducidos en transporte, y la seguridad de los mismos (notables respecto a otras épocas) coadyuvan a la propensión a emigrar; (7) las economías domésticas y las familias siguen una conducta cada vez más sofisticada -con aversión al riesgo y diversificación y superposición de generaciones- ya conocida en parte en épocas y olas de emigración anteriores, por las que se crean redes de apoyo y financiación, así como su optimización temporal (incluida la minimización del riesgo) como otros rasgos en actuación; y, (8) los networks y los linkages, familiares, nacionales, y étnicos, culturales, y las remesas, colaboran a la situación. Pero la literatura, aunque abundante, no es muy robusta. Hay trabajo para la próxima 49 Aunque en las últimas décadas una muy fuerte proporción de las entradas han sido esposas, dependientes, parientes, estudiantes, etc., y no emigración económica en sentido estricto. 30 generación (que ¡será en parte emigrante!). La evidencia empírica, algo glib, es decir, convincente pero poco sincera -en suma, poco creíble- complementaria, relativamente escasa la de calidad, y sobre todo limitada. En el mito relativo pero relativamente cierto (al menos respecto a EE.UU.) de la escasa movilidad intraeuropea se ha dicho muchas veces que en los últimas décadas los europeos no migran ya, o con más rigor, no son móviles ni siquiera dentro de las fronteras europeas (o incluso dentro del propio país) -salvo quizá los anglosajones, británicos e irlandeses- lo que dificulta el ajuste económico cuando es necesario (choques asimétricos). También se dice que en la década de los noventa la emigración europea la hacían en realidad los turcos (hacia Alemania pero en las dos direcciones) y los magrebiés (a Francia) a lo largo del ciclo económico europeo, alemán y francés realmente al no explicar las mayores fracciones del total y al no haber sincronía cíclica entre las economías europeas. En algún sentido ello es así, pero con varios matices. Naturalmente la senda de los flujos implica tanto entradas como salidas, y posiciones netas en los diversos momentos del ciclo económico; pero en todo caso aleja la impresión de un movimiento exponencial, continuo y como en una avenida de una sola dirección. Que la emigración proveniente de los nuevos socios del este -que podría aportar quizá temporalmente las condiciones de flexibilidad esperadas- sea comparativamente baja y se espera que incluso se reduzca, tiene una lectura negativa para UE como un área monetaria (y económica) óptima. Si el marketing político de la ampliación pedía ser creativos para hacerla vendible a los electorados de la UE-15, los resultados para el funcionamiento general de la Unión no son, en cambio, tan satisfatorios: no funciona ese mecanismo de ajuste para la absorción de choques (y la misma ampliación lo es, un notable choque asimétrico). Claro que no lo era la UE-15 tampoco, y lo será algo menos con la UE-25 por esa vía. Si todo lo anterior crea importantes retos a la política migratoria y a la política económica a ambos lados del Atlántico, y del Mediterráneo, e incluso en el este de Europa, los gestos de UE desde la reunión de Tampere en 1999 (una vez más sorprendida por los acontecimientos) en diseño e implementación de una política de emigración y asilo común (hospitalidad calculada y calculadora) en la que apunta a las muchas palabras y escasos hechos (lo que se puede ampliar quizá a los acuerdos bilaterales entre Estados), se puede decir que es too little too late. Una consideración tópica desde hace décadas es que las políticas de desarrollo y de transferencia de tecnología desestimulan la migración, y yendo más lejos se dice que la apertura comercial es la verdadera ayuda al desarrollo. Las más recientes propuestas de codesarrollo parecen poco creíbles. El comercio realmente abierto y las transferencias de tecnología parecen herramientas más potentes, para estimular el desarrollo en las regiones fuente. La cuestión está relacionada también con las de los límites de Europa, si es que hay alguno, y con la definición de la identidad europea. Finalmente queda un cierto mal sabor de boca. Porque más allá de la frialdad académica de las hipótesis, modelos, proyecciones, etc., subsisten en la historia y en la narración de los hechos, como en un pos gusto, los elevados costes sociales, y psicológicos, individuales y familiares, a veces durante generaciones enteras que comporta la migración, y que en muchos textos -incluido este- son sólo una referencia al pasar. 31 BIBLIOGRAFÍA AHIJADO, M. (2004): «Green lights for Turkey-EU negotiations», European Insti-tute of the Mediterranean/Istanbul Policy Centre (University Sabanci)/Euro-pean University Institute, 4th Annual EU-Turkey Conference, 21st June 2004. Barcelona, Session 1, The Infernal Political Changes: Democracy, Political Participation Rights and Civil Society. AHIJADO, M; NAVASCUES, M. (eds.)(1998): Lecturas sobre Unión Económica y Monetaria Europea. Áreas Monetarias Óptimas. Evidencia Empírica en Europa, Pirámide. AHIJADO, M.; LUCAS, A.; CORTÉS, S. 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(1998): «International Migration 1965-96: An Overview», Population and Development Review. 35 APÉNDICE MATIZANDO EL MITO DE LA NO MIGRACIÓN INTRAEUROPEA El análisis de algunas series históricas desagregadas permite reabrir parcialmente algunas proposiciones tradicionales esbozadas en el texto principal. CUADRO A. 1. Francia, flujos de inmigración por nacionaliad. Países seleccionados y totales. Miles. Marruecos Argelia Turquía Túnez China Portugal Japón Fed. Rusa Rumania Otros Total DelaUE Total 1991 18,2 12,9 9,2 4,3 1,5 1,3 62,6 109,9 11,7 - 1992 16,4 12,3 9,2 4,0 15,2 1,3 1,1 57,2 116,6 25,9 - 1993 13,8 13,1 6,8 3,5 7,5 1,2 1,0 46,8 99,2 14,4 - 1994 8,1 9,7 4,7 2,3 1,3 4,6 1,1 0,7 31,3 69,3 10,8 91,5 1995 6,6 8,4 3,6 1,9 0,9 3,0 1,0 0,6 25,2 56,7 7,9 77,0 1996 6,6 7,8 3,4 2,2 0,7 2,7 1,1 0,6 0,5 24,5 55,6 7,1 75,5 1997 10,3 12,2 5,1 3,6 2,8 2,3 1,2 0,7 0,6 37,2 80,9 6,4 102,4 1998 16,1 16,7 6,8 5,3 5,7 2,0 1,1 0,9 0,9 54,9 116,9 6,1 139,5 1999 14,1 11,4 5,7 4,0 1,7 1,6 1,4 1,0 0,9 36,2 86,3 5,6 108,1 2000 16,9 12,4 6,6 5,6 1,8 1,7 1,2 1,1 1,1 37,4 95,2 5,3 119,3 Fuente: OCDE Así, por ejemplo, los flujos migratorios a Francia presentan un perfil cíclico pero más amortiguado que el de la UE como un todo, debido tanto a su menor cuantía relativa, como a la peculiaridad de la política de emigración francesa que incluye más factores políticos de lo habitual en otros países, y por ello menor correspondencia con los techos y suelos el ciclo económico general (si es que se puede hablar de tal en las fechas recogidas). En todo caso, se observan con claridad las caídas (salidas) posteriores a las recesiones de 1992 y 1997. La población inmigrante de la UE en el caso francés no pasa nunca del 10 por cien y más bien se sitúa recientemente en el 5 por cien (es decir, no es un país importante de recepción -y ajustecomunitario, lo que contrasta con el caso alemán). CUADRO A. 2. Alemania, flujos de inmigración por nacionalidad. Países seleccionados y totales. Miles. Fed. Yugoslavia Polonia Turquía Italia Fed. Rusa Rumania Grecia EE.UU Ucrania Francia Hungría Portugal 1990 - 1991 - 1992 - 1993 141,6 1994 63,2 1995 54,1 1996 42,9 1997 31,2 1998 59,9 1999 87,8 200,9 128,4 83,6 81,9 36,9 35,4 78,2 61,4 26,5 28,3 12,7 12,9 15,9 24,9 7,0 10,7 131,7 80,6 30,1 24,6 109,8 23,6 21,3 6,6 13,3 27,9 10,1 75,2 67,8 31,7 29,4 r 81,6 18,3 17,6 12,3 13,0 24,2 12,9 78,6 63,9 38,7 33,4 31,4 18,9 15,8 13,9 13,6 19,3 26,5 87,2 73,6 48,0 33,0 24,8 20,3 16,0 15,4 14,4 18,8 30,5 77,4 73,2 45,8 31,9 17,1 18,8 16,3 13,7 14,9 16,6 32,0 71,2 56,0 39,0 24,8 14,2 16,4 15,1 12,5 14,4 11,2 26,4 66,1 48,0 35,6 21,3 17,0 16,1 17,0 14,1 14,3 13,3 18,8 72,2 47,1 34,9 27,8 18,8 17,6 16,8 15,3 15,3 14,9 14,7 36 Croacia Bosnia H Rep. Checa Otros Total DelaUE 26,0 107,0 11,0 380,8 536,6 727,9 317,2 842,4 920,5 1.207,6 968,9 139,6 147,4 140,8 136,7 16,7 68,3 9,6 262,1 774,0 155,8 14,9 55,2 10,0 272,2 788,3 177,2 12,3 11,1 8,9 275,0 708,0 172,5 10,0 6,9 7,7 258,2 615,3 151,5 10,1 12,6 8,4 10,3 7,7 9,3 237,8 258,5 605,5 673,9 136,0 - Fuente: OCDE En el caso alemán y en el Cuadro A. 2, se aprecia un claro perfil cíclico, prácticamente similar en los puntos extremos (techos, suelos y sus fluctuaciones intermedias) al general de la UE lo que era previsible, al explicar la inmigración a Alemania gran parte del total europeo. Se observan tanto en los totales, como en los principales componentes, es decir, Turquía y Polonia (no en el caso del resto del Mundo), las recesiones de 1992 y 1997, mentadas. CUADRO A. 3. Alemania, stock de población extranjera por nacionalidades. Miles. Turquía Yugoslavia Italia Grecia Polonia Croacia Austria Bosnia H Portugal España Fed. Rusa EE.UU Reino Unido Holanda Francia Otros Total DeEU Total mujeres 1985 1.401 591 531 280 104 172 1990 1.694 662 552 320 242 183 77 152 85 88 108 74 710 4.378 1.539 1.867 85 135 92 96 111 85 1.080 5.342 1.632 2.330 1995 2.014 797 586 359 276 185 184 316 125 132 108 112 113 99 1.763 7.173 1.811 2.459 2000 ZOOO/Mujeres 1.998 915 662 295 619 250 365 164 301 147 216 105 187 85 156 75 133 57 129 61 115 66 113 48 112 46 110 50 110 59 1.962 907 7.296 3.337 1.870 830 3.337 - Fuente: OCDE Pero más importante todavía, en el caso de los stocks, en el Cuadro A.3 se observa que: 1. Alemania es la mayor receptora en Europa y explica un tercio de la cifra total (1/3) de la UE, lo que es elevado, contradiciendo en parte la tesis del no ajuste intraeuropeo50 como un área monetaria óptima. 2. Recibe efectivos de muchos países UE y es muy diversificada. En orden de importancia: Italia, Grecia, (Polonia), (Croacia), Austria, (Bosnia H), Portugal y España; seguidos de (Federación Rusa), (EE.UU.), Reino Unido, Holanda y Francia. Pero mientras que el flujo italiano relativamente está activo, el español no. 3. Turquía ocupa el primer lugar, pero está algo estabilizado y explica casi la totalidad de la rúbrica Otros. 50 Por otro lado difícil de estimar, al haber libertad de movimientos, al menos teórica, y no existir un registro sistemático de ella. 37 CUADRO A.4. Francia, stock de población extranjera por nacionalidades. Miles. Portugal Marruecos Argelia Turquía Italia España Túnez Yugoslavia Camboya Polonia Senegal Vietnam Laos Otros Total DeEU Total mujeres 1982 767 441 805 122 340 327 190 62 37 64 32 33 32 456 3.714 1.594 1.594 1990 649 572 614 197 252 216 206 52 47 47 43 33 31 631 3.596 1.311 1.614 1999 553 504 477 208 201 161 154 1.002 3.263 1.195 1.531 Fuente: OCDE Por último, notamos, Cuadro (A.4), que en el caso del stock francés: 1. La UE representa un tercio del total extranjeros en Francia, pero como sus valores absolutos son 1/6 de los alemanes, en realidad su contribución al ajuste, en varios sentidos, es comparativamente pequeña. 2. Las cifras son ligeramente decrecientes en el tiempo (1982, 1990 y 1999) tanto las totales como las UE. Del mismo modo, casi todas las rúbricas parciales son decrecientes. 3. El primer componente del stock es Portugal, por delante incluso de Ma rruecos, Argelia y Turquía. Italia y España (quizá por su stock histórico ya que no parece reflejarse en los flujos anuales) ocupan los lugares quinto y sexto respectivamente. Naturalmente, y aunque todo lo anterior provenga de un efecto estadístico y la tesis tradicional de ausencia de movilidad europea se avanzara en ausencia del mismo, la incorporación de diez nuevos socios a la UE, y especialmente Polonia, altera ya y alterará más, el concepto de emigración intraeuropea, su ajuste cíclico y con ello el carácter de área monetaria óptima de la UE. 38