F O R M A C I Ó N D E L S I S T E M A S O L A R Hacia 1630 Descartes redactaba su Tratado del Mundo en el que expone la primera génesis científica del sistema solar a partir de su teoría de los torbellinos, que no fue publicada hasta el 1664, catorce años después de la muerte de su autor, por temor a las reacciones de la Iglesia. Desde luego la teoría de Descartes tiene el inconveniente de haber sido concebida algunos decenios antes que la teoría de la gravitación universal de Newton pero, al formular el problema con precisión, Descartes estableció las bases de las cosmologías llamadas evolucionistas. Postuló que el estado presente del mundo conserva las trazas de su origen y de su desarrollo y que por lo tanto se debe poder reconstruir su historia sometiendo su caos original a algunas leyes simples, y haciéndolo evolucionar sin hacer intervenir ningún tipo de catástrofes ni un milagro permanente. Siguiendo a Descartes se elaboró, a partir del siglo XVIII, la teoría estándar de formación del sistema solar que propone la formación de todo el sistema solar a la vez a partir de una nebulosa primitiva propuesta por Kant en 1755 y Laplace en 1796. Según esta teoría, una nube protosolar de gas, en rotación lenta, se contrajo por su propia gravedad mientras progresivamente aceleraba su rotación debido al principio de conservación del momento angular. A partir de cierto valor de la velocidad de rotación se desacoplaron anillos de materia que producirían planetas (y éstos sus satélites, por un procedimiento similar). Todos los planetas serían rocosos (telúricos, como la Tierra) en principio, formándose por agregación de granos de polvo. De este tipo son Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, además de Plutón que, sin embargo, parece que se originó de otra forma. Más allá de la órbita de Marte, la temperatura era suficientemente baja para que se formasen granos sólidos de agua, metano y amoniaco, por lo que los planetas en formación aumentaron su masa rápidamente. El incipiente Sol, que se estaba formando en el centro de la nebulosa, emitía un potente viento de partículas que empujaban hidrógeno y helio hacia el exterior del sistema solar, siendo captados por los planetas externos cuyo núcleo rocoso había crecido enormemente, por encima de 10 masas terrestres. Así nacieron los planetas gigantes, de atmósfera gaseosa, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Nebulosa de Orión (NASA) Formación de un sistema planetario. Imagen artística de Gary Torge http://perso.wanadoo.es/antoni.salva/planeta_cas.html