5o8 BOLETÍN DE LA REAL SOCIEDAD ESPAÑOLA maciones. L a superficie del terreno, delimitada hacia occidente por la línea de costa, se tiende horizontal hacia el interior con escasos accidentes, que en detalle vienen a interrumpir esta continuidad señalada. S o n estos accidentes de dos c l a s e s : unos, negativos, o depresiones, que v a n desde los grandes hundimientos de las formaciones de sebjas, alguna de tan g r a n desarrollo como la estudiada de A r i d a l , de unos 70 kilómetros de longitud, hasta las ligeras zonas deprimidas, a manera de suaves alabeamientos superficiales, en las que, al acumularse la arcilla, permite la presencia de una m a y o r abundancia de vegetación, y a veces, e incidentalmente, del cultivo, formación que entonces recibe el nombre de «grara», pasando por las intermedias, originadas por la acción erosiva de las aguas, principalmente en la superficie misma del borde costero. E l otro tipo de accidente lo constituye las ligeras elevaciones que, superponiéndose a la plataforma horizontal, están constituidas por masas de arenas dunares fosilizadas por posterior calcificación, y que forman las zonas elevadas, conocidas con el nombre de K u d i a s Tel-lia o del N o r te, y Gueblia o del S u r y las del A g u a r - g u e r (lám. X X X , fig. 1 ) . Igualmente queda situada sobre esta superficie costera la cadena de barjanes actuales del D r a a A j e r i t i n , que iniciándose en las playas de C a b o Juby, a v a n z a en la dirección del alíseo con una anchura media de unos 4 a 6 kilómetros, para finalizar, después de un recorrido de unos 300 kilómetros, en las p r o x i m i d a d e s del pozo Yerifia. T a n t o estos barj a n e s recientes, como las formaciones fosilizadas anteriormente indica- das, destacan fuertemente por contraste con la horizontalidad de la superficie que las rodea. N i n g ú n uad de importancia, excepto el reducido del K r a a y los cortos de los bordes de las sebjas, alteran esta superficie. V e r d a d e r a m e n t e interesante, por su significado y desarrollo, son las formaciones acabadas de citar de las ambas K u d i a s y del A g u e r - g u e r . M u y probablemente, corresponde a depósitos dunares, que originados en épocas anteriores, geológicamente recientes, recubrieron g r a n parte de estas zonas de la plataforma costera. S u punto de origen correspondería a la costa baja, p r ó x i m a a C a b o B o j a d o r , y aun h o y se puede observar cómo en su trazado sigue claramente la dirección del aliseo. Porteriormente quedaron inmovilizadas estas masas arenosas por un levantamiento costero, seguido de un proceso de calcificación, que las llevó a alcanz a r los caracteres de areniscas que h o y presentan, en las que no es difícil distinguir la estratificación entrecruzada y, en una palabra, los caracteres todos de los depósitos eólicos. Finalmente, la acción erosiva de las aguas ha disgregado y arrastrado parte de esta formación, dejando de esta manera retazos aislados de la misma. P o r esta razón, es lógico su-