Reseñas de libros 685 el poder económico y el poder político, son determinantes para dar luz a las claves que han conformado el desarrollo histórico de esta región, y en gran medida de la Argentina contemporánea. Gori ofrece unas bases para este conocimiento, esbozadas pero sentidas, en un trabajo que va más allá del puro rigor. Óscar Álvarez Gila Michel CATALA: Les rélations franco-espagnoles pendant la deuxieme Guerre Mondiale. Rapprochement nécessaire, réconciliatiofl impossible. 1939-1944. Éditions L'Harmattan. Paris, 1997. A pesar de la importancia de Francia en la historia española y particularmente en el ámbito de las relaciones diplomáticas e internacionales, con tantos puntos comunes y tantas rivalidades y enfrentamientos, los estudios consagrados a esta temática no han sido, hasta hace poco, muy abundantes en lo que se refiere a este periodo de la historia contemporánea si exceptuamos los trabajos de Duroselle y Seguelá 1• Para Francia España era una potencia secundaria y su interés era por lo tanto escaso. Además la neutralidad española durante la I Guerra y su mantenimiento al margen de la gran política europea incidieron en esta consideración. Sólo en momentos puntuales, como la guerra del Rif contra Abdel-Krim, ambos países mantuvieron relaciones más estrechas pero siempre de una manera lateral. La guerra civil mostró las contradicciones de la política francesa y de su debilidad. Su dependencia de la política británica y su temor a Alemania paralizaron lo que podría haber sido una actitud más clara no sólo por las afinidades ideológicas con el Frente Popular francés sino por el grave peligro que para la seguridad francesa constituía la amenazante presencia de nazis y fascistas en España. A partir de aquí la debilidad francesa iría en aumento pasando por diferentes fases a lo largo del periodo analizado por el autor que es. básicamente, el que va de 1939. con la finalización de la guerra civil y el reconocimiento del Gobierno franquista hasta 1944 con la instauración del Gobierno gaullista. la liberación de gran parte de Francia y la eliminación del régimen de Vichy y la consiguiente desaparición de la embajada francesa petainista en Madrid. Dos hechos fundamentales configuran y enmarcan el conjunto de las relaciones diplomáticas entre Francia y España en este periodo de la segunda guerra mundial estudiado por el autor: la existencia de una larga frontera común en los Pirineos y de otra no menos larga en lo que entonces se denomina el «Imperio», es decir fundamentalmente Marruecos. Ambas llevan implícitos una serie de problemas 1 DUROSELLE: «Le General De Gaulle et ['Espagne (1940-1944»), en Espaíioles yfranceses en la primera mirad del siglo xx. CSJc. Madrid, 1986. Matthieu SEGUELA: Pétain-Franco. Les secrets d'une alliance, Albin Michel. Paris, 1992. 686 Reseñas de libros y planteamientos que configuran el contenido de las relaciones entre ambos países contemplados en un marco político que varía en un período corto de tiempo haciendo cambiar considerablemente su contexto, contenido y perspectivas. En este sentido es evidente que, nada más terminar la guerra civil, el temor a una alianza operativa entre la España franquista y lo que será poco después el Eje, hace que Francia desarrolle una activa política de acercamiento al dictador español. Para ello debe hacer olvidar algunas de sus actuaciones anteriores y vencer la inquina anti-francesa de los nuevos detentadores del poder en España. Francia era considerada como parte implicada en la guerra civil, hostil a la nueva España,· ya que representaba todo lo que el franquismo aborrecía: espíritu crítico y liberal, herencia republicana y laica de la revolución, libertad de costumbres en la vida cotidiana, etc. No es pues de extrañar que se calificase a la nación vecina como la «degenerada» Francia, subrayando el peso de los partidos laicos, de una sólida tradición anti-c1erical y la influencia de la ideología humanista de la masonería. Por ello el autor analiza detalladamente esta primera fase de las relaciones franco españolas dedicando especial atención a la actuación de Pétain. El desencadenamiento de la guerra en Europa y el temor francés a un ataque por la espalda desde la España franquista -como ocurrirá con Italia- conduce a un precipitado reconocimiento del régimen de Franco con la firma de los acuerdos Bérard-Jordana a finales de febrero de 1939, en los que quedarán algunos asuntos importantes sin definir, como el de los más de 300.000 refugiados republicanos. Días después Pétain marcha como embajador a Madrid con el objetivo de «apaciguar» al "Generalísimo». Pero los dirigentes franceses deben tener siempre en cuenta, sobre todo antes de la ocupación alemana, las necesidades de la seguridad y defensa nacionales ante una amenaza que les puede venir del Sur en un momento en que el principal enemigo, Alemania, atrae todos sus recursos y atenciones y en el que la amenaza italiana adquiere cada vez más consistencia. Por ello, la neutralidad de España será no sólo algo deseable sino una verdadera necesidad. Necesidad que viene aumentada por las consecuencias que pueden derivarse de cualquier enfrentamiento en el imperio del norte de África donde los dos países son vecinos y fronterizos. y es aquí donde encontramos uno de los puntos más importantes de las relaciones entre Francia y España por lo menos durante el periodo de 1940 a 1942, es decir antes del desembarco aliado en África del Norte que Michel Catala trata con detenimiento. Con la derrota frente a los alemanes Francia quedará reducida al rango de una potencia secundaria que no puede ya imponerse ni siquiera frente a una España franquista debilitada y empobrecida pero que cuenta con las simpatías del Eje. Ante las dudas de los dirigentes franceses será Pétain el que luchará activamente y logrará finalmente imponer su política de «apaciguamiento» de Franco cediendo en muchos de los puntos conflictivos. Frente a la debilidad se recurrirá a medios políticos y diplomáticos. Daladier y Bonnet dejarán de reclamar la estricta neutralidad franquista y la devolución de los refugiados republicanos -arma utilizada por la diplomacia franquista para presionar a Francia- cediendo igualmente en la devolución de los bienes llevados a Francia por los republicanos es- Reseñas de libros 687 pañales en su huida. Pétain y Baudouin llegarán incluso a contemplar la posibilidad de rectificar las fronteras interzonales de Marruecos. Pero una constante se mantiene en esta época: cualquiera que sea el régimen que se dé en Francia su política exterior busca, aunque no siempre por las mismas razones, un acercamiento a la España franquista, algo convenientemente subrayado por el autor. En ocasiones este acercamiento se desarrolla en condiciones muy desfavorables como cuando Pétain debe hacer frente a las exigencias españolas con un Franco envalentonado que se cree sus propias fantasías respecto a un hipotético apoyo de Hitler a sus reivindicaciones africanistas. Franco ansía apoderarse del imperio francés y su convencimiento de la victoria nazi le hace apresurarse y perder la compostura en su intento de convencer a Hitler para que le ceda el Magreb francés a cambio de su hipotética entrada en la guerra ... cuando ésta esté ya definitivamente ganada y el imperio británico quede postrado a los pies del Führer. Pedir todo a cambio de nada, como diría el dictador alemán refiriéndose a Franco, es algo que sólo la ingenuidad aliada a la estulticia podía hacer pensar como algo real o posible. Hitler tenía antes que apaciguar los deseos no menos ansiosos de su socio Mussolini, por no hablar de sus propias apetencias. Pero, sobre todo, antes de conseguir la victoria total no podía hacer nada -es decir amputar el imperio francés- que pudiese empujar a los franceses de Vichy del lado de los Aliados. Paradójicamente será la presencia alemana la que servirá de protección ante cualquier desmán español que podía haberse producido tras los preliminares de la ocupación de Tánger. Otros factores, secundarios pero relevantes, ocuparán un papel en esta época del Gobierno de Vichy. Se trata de los problemas de abastecimientos de las colonias norteafricanas de Francia, deudoras en gran parte de las relaciones con España. El autor incluye también aquí. el mantenimiento y defensa de los intereses franceses en España, que pasarán por diversos avatares tratando de vencer una resistencia antifrancesa muy arraigada en el bando franquista y particularmente entre los falangistas. A partir de noviembre de 1942, con la ocupación de toda Francia por las tropas nazis y el desembarco aliado en el Norte de África donde ocupan en poco tiempo las principales colonias francesas, es decir Marruecos y Argelia, entrando en combate contra los alemanes en una larga campaña militar en Túnez. la situación cambia sustancialmente. El susto que se lleva Franco le impulsa hacia una actitud prudente y temerosa. Mientras, Vichy desaparece prácticamente y la autoridad francesa pasa por un periodo de interregno donde la compleja situación política del campo aliado dificulta en gran manera su consolidación. Es el periodo del Comité de Argel promocionado por los norteamericanos, con Giraud al frente como alternativa a De Gaulle a quien se oponen por su independencia política y, sobre todo, por su objetivo de restaurar a Francia, incluido su imperio, en la situación anterior a la guerra. Una vez terminada la campaña de África y después de conseguir deshacerse de su rival Giraud -periodo que el autor analiza en toda su complejidad, incluyendo las repercusiones en España de esta pugna entre los dos generales- yobligar a los norteamericanos a aceptar su liderazgo. tanto en el exterior como en el 688 Reseñas de libros interior de Francia donde cuenta con el apoyo de la Resistencia, De Gaulle se ve obligado a adoptar una política de aproximación respecto a la España franquista por la que, a diferencia de Giraud, no tenía ninguna predisposición favorable. Pero las necesidades del momento le llevan a buscar un acercamiento a Franco con unos objetivos precisos. En primer lugar conseguir la benevolencia española para lograr asistir y evacuar a los miles de refugiados franceses que hasta agosto de 1944 llegan a la España franquista, entre los que se encuentran gran número de militares y técnicos necesarios para el esfuerzo de guerra francés. La «Base Espagne» constituye un punto esencial en los contactos de la resistencia interior con la Francia Combatiente y en particular para los servicios secretos franceses. La previsible retirada de los nazis, tras el desembarco, de la zona pirenaica hace también muy conveniente el mantenimiento de buenas relaciones con las autoridades españolas. Será Massigli, el responsable de la política exterior gaullista desde Argel y el embajador oficioso de la Francia Combatiente en Madrid, Truelle, los que harán grandes esfuerzos en este sentido definiendo y defendiendo la política de «apaciguamiento» con el régimen franquista. Las ineludibles necesidades del abastecimiento de las colonias norteafricanas así como de la propia Francia a partir del verano del 44 hacen igualmente necesario un entendimiento. Francia poco puede ofrecer a Franco, a cambio. Un factor de importancia serán los fosfatos africanos de los que tan necesitada está la agricultura española y que Massigli y Truelle utilizarán como un arma política. Pero otro factor no menos importante será la seguridad de que el Gobierno frenará a los exiliados republicanos en sus objetivos de lucha contra el régimen franquista ofreciendo garantías de su no-intervención, algo que resulta fundamental para Franco. De Gaulle actuará en este sentido aunque la política interior francesa, con el peso de la izquierda y la actitud antifranquista de la mayoría de los franceses tras la liberación, crearán dificultades a las autoridades francesas e impedirán que las relaciones se desenvuelvan sin contratiempos. Este libro que constituye indudablemente un nuevo aporte al conocimiento de las relaciones franco-españolas en este periodo tan complejo de la guerra mundial es un resumen de la tesis doctoral de historia contemporánea presentada por el autor en la Universidad de Nantes en diciembre de 1995. Con ella obtuvo el premio «Jean-Baptiste Duroselle» del año 1996, concedido por el Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas presidido por el historiador francés André Kaspi. Michel Catala, enseña la historia contemporánea en la Universidad de Nantes estando adscrito al Centre de Recherches sur l'Histoire du Monde Atlantique. Es autor de numerosos artículos sobre la política exterior de Francia en el siglo xx tratando en uno de los más recientes el tema de «La France Libre et l'Espagne, 1940-1944» (Rélations Internationales, n.o 93,1998). Finalmente cabría señalar, para matizar algo lo dicho al comienzo de estas notas que, un año después de la publicación de este trabajo de Catala salió a la luz igualmente en Francia un libro que, en gran parte, viene a completar algunos de los aspectos tratados por este autor ya que se refiere al mismo periodo aquí estudiado. Se trata de la obra de Robert Belot: Auxfrontieres de la liberté. Vichy-Madrid-Alger-Londres. S'evader de France sous l'Occupation. Preface de Serge Reseñas de libros 689 Berstein. FAYARD. Paris, 1998, que. aunque sin incidir tan extensamente en el ámbito diplomático trata fundamentalmente del problema de los evadidos franceses a través de España, analizando su origen, situación, avatares y cuestiones de diversos órdenes - políticos, materiales, diplomáticos, asistenciales, etc. - que su presencia origina. A ellos deberán hacer frente, desde diferentes perspectivas y en distintos momentos de la guerra. tanto las cambiantes representaciones francesas como las de los Aliados -Gran Bretaña y Estados Unidos fundamentalmente- en el complejo transfondo político más arriba señalado. Juan Carlos Jiménez de Aberasturi EJ. ALONSO OLEA, Mutua Vizcaya Industrial, 1900-2000. Un siglo de protección social en Vizcaya, Bilbao, 2000, 277 pp. Hay muchos motivos por los que se puede elogiar este libro del profesor Eduardo Alonso Olea que, pese a su juventud, es autor ya de una extensa obra que se caracteriza por su rigor metodológico y por su esforzada consulta de inédito material documental. Tenemos aquí una nueva muestra de la producción historiográfica de este investigador en el volumen que reseñamos y que conmemora el centenario del nacimiento de la empresa Mutua Vizcaya Industrial, surgida, hace ya 100 años, como respuesta a la conocidísima Ley de Accidentes de Trabajo promovida por Eduardo Dato. El autor no sólo ha cumplido con los objetivos que se expresan en el título, esto es, estudiar la historia ya secular de una mutua, sino que ha hecho mucho más. Había varias opciones ante el reto. no pequeño, que suponía la elaboración de este libro; una de ellas -descartada, claro está, por el autor- pasaba por realizar un análisis prolijo y detallista del material documental conservado en la empresa, escudriñando de modo exhaustivo hasta los papeles más anodinos que quedasen en sus archivos, lo que inevitablemente habría producido un trabajo de interés sólo para un número muy límitado de expertos en esta cuestión. Otra opción para escribir el libro es la que. con notable buen criterio, ha seguido el profesor Alonso Olea: ha partido del contexto histórico donde se sitúa la trayectoria de la Mutua Vi¡;cava Industrial y para ello ha elaborado una meritoria síntesis de la evolución económica de Vizcaya en el siglo xx, a fin de insertar luego en ella una historia explicativa de la evolución más sustancial de la empresa que se trataba de estudiar. Sin duda, como llevamos dicho, esta es la alternativa que resulta más atractiva para los variados lectores a los que se supone destinatarios de este libro, de manera que éste interesa tanto a historiadores especialistas en el tema como también a un público más amplio, dentro de un esfuerzo divulgativo que debe ser elogiado en su justa medida. Como resultado de lo anterior. se trata de un libro que tiene varios niveles de lectura. Tenemos aquí, como ya va expresado, una panorámica de la historia económica de Vizcaya a lo largo del siglo xx, lo que tiene un mérito no pequeño,