9. La España de la posguerra, 1939-1959: Aspectos sociales, políticos y económicos. La posguerra inmediata: Exaltación y represión Tras el fin de la Guerra Civil se produce una concentración del poder en la figura de Franco, en la cual se apoya el ejército y se produce una identificación con la filosofía de la falange (fascistas). Franco se convierte en generalísimo de los tres ejércitos y tiene el control absoluto sobre los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales; para ello se llevó a cabo una propaganda laudatoria debido a la necesidad de evitar cualquier cuestionamiento de su poder absoluto. Encontró respaldo en la España más tradicional, fundamentando el régimen en una política de terror que llevó al exilio de muchas personas. El nuevo régimen adquirió las características de un Estado policial militarizado, restaurando la pena de muerte y depurando a los funcionarios que fueron considerados opuestos a los fines del régimen. Los años azules del franquismo Con la llegada de los años azules del franquismo (denominados así por el color de los uniformes) el régimen adopta una ideología falangista, creando varias familias políticas: El ejército y el nacionalpatriotismo: Visión tradicional y unitarista de España. La falange y el nacionalsindicalismo: Las bases de este sistema se inspiraban en las teorías del fascismo italiano. Se crearon varias asociaciones que atendían a sectores específicos, como las mujeres, la juventud o la infancia. La iglesia y el nacionalcatolicismo: Franco controlaba la jerarquía eclesiástica a través del derecho de presentación de obispos al Vaticano; para ello se declaró en Estado confesional, haciendo desaparecer las posibilidades del matrimonio civil, el divorcio y el aborto, además, la enseñanza también era controlada por la iglesia. En cuanto a la institucionalización del Estado, se crearon las Cortes (en 1942) elegidas por Franco y por sufragio indirecto de las corporaciones (sindicatos, familias y municipios), denominándose democracia orgánica. Se creó el Fuero de los Españoles, una especie de constitución que, junto con la Ley de Referéndum Nacional dio una cierta apariencia de democracia al Estado. Francisco Febles Quintero Página |1 9. La España de la posguerra, 1939-1959 Historia Otra ley que se promulgó fue la de Sucesión a la Jefatura del Estado, que disponía el gobierno vitalicio de Franco y le permitía nombrar a su sucesor, cosa que no se realizó hasta varios años después. La segunda guerra mundial (1939-1945) Con la llegada de la Segunda Guerra mundial, España adoptó una postura neutral, aunque siguió colaborando con las potencias fascistas; adoptando una política de no beligerancia con la que mantenía abierta la posibilidad de intervenir a favor de Alemania, con la esperanza de beneficiarse una vez que hubiera ganado, llegando al punto de enviar al frente a un grupo de voluntarios al que se le llamó “División Azul”. No obstante, una vez que se hizo patente la derrota de Alemania, Franco decidió adoptar de nuevo una posición neutral, retirando del frente a la División Azul. Internacionalmente existía un claro rechazo hacia la dictadura franquista, hubo un aislamiento internacional y, por sugerencia de la ONU, se retiraron a los embajadores. En 1950 se iniciaron las conversaciones para establecer un tratado bilateral con los Estados Unidos, firmándose un acuerdo que permitía establecer bases militares norteamericanas en suelo español. Esto propició que España fuera admitida en diversos foros internacionales. No obstante, se le siguió denegando la entrada en la Comunidad Económica Europea. Recesión económica Durante los años cuarenta hubo una recesión económica provocada por: El impacto de la guerra civil: La guerra civil provocó un impacto demográfico negativo; no obstante, los daños materiales no fueron tan graves. La política económica: El estado franquista quiso controlar los aspectos fundamentales de la vida económica, persiguiendo la autosuficiencia del país, como camino hacia la independencia política. Se limitaron las inversiones extranjeras y se creó el Instituto Nacional de Industria (INI), esto vino acompañado de otras medidas, como el racionamiento, lo que provocó la aparición del estraperlo o mercado negro, el cual acaparaba gran parte de los productos y agravó los problemas de abastecimiento de la población urbana. El agotamiento del modelo autárquico En 1950 resultaba evidente el fracaso de la política económica autárquica, por lo que aparecieron los primeros reajustes y el fin del racionamiento. Esto coincidió con la llegada de las primeras ayudas procedentes de Estados Unidos. Todas estas medidas provocaron un ligero auge en la economía, no obstante, los problemas continuaron y no era posible equilibrar la balanza comercial. Francisco Febles Quintero Página |2 9. La España de la posguerra, 1939-1959 Historia Los primeros opositores al régimen El desarrollo de la Segunda Guerra Mundial y la dureza de las condiciones de vida, favorecieron la aparición de los primeros opositores al régimen. En el interior, se limitó a la acción de grupos guerrilleros, denominados maquis, que eran excombatientes del ejército republicano. Exteriormente, Juan de Borbón publicó un manifiesto en el que proponía la monarquía como alternativa a la dictadura franquista. Envió a su hijo (Juan Carlos) a España, donde acabaría su formación bajo la tutela de Franco, como vía de restablecimiento de la monarquía. Crisis y oposición en los años cincuenta. Durante los años cincuenta, las tensiones provocadas por los problemas económicos se sumaron a las revueltas estudiantiles. Como medida para normalizar la situación universitaria se permitió (entre otras medidas) que regresaran los profesores exiliados, esto desencadenó en varias revueltas y el ministro de educación fue obligado a dimitir. Otro de los problemas surgió cuando Francia tomó la decisión de conceder la independencia a su zona en Marruecos, España se vio obligada a tomar la misma decisión. A parte de todo esto, la oposición interna a la dictadura fue ganando protagonismo, sobre todo desde el lado obrero, universitarios y los partidos políticos. Francisco Febles Quintero Página |3