DISCURSO EN ELECGAS 2006 Superintendenta Patricia Chotzen G. Buenos días, Debido a las complejas situaciones que hemos vivido en materia energética, en el último tiempo, el principal desafío que enfrenta nuestro país es el de garantizar y diversificar sus fuentes de energía. Existe consenso al respecto, asumiendo que para las próximas dos décadas el mayor esfuerzo estará orientado a expandir la capacidad de generación eléctrica. Pero la misión central de crear las condiciones para poner en marcha los proyectos necesarios para abastecer de manera satisfactoria el progresivo aumento en la demanda energética, no puede enfrentarse sin tener en cuenta la necesidad de dar un fuerte impulso al desarrollo de fuentes alternativas de energía y potenciar avances en materia de eficiencia energética. La misma Presidenta Bachelet ha dicho que es clave avanzar en el desarrollo de estas fuentes de energía no tradicionales, que con precios razonables ayuden a minimizar el impacto del encarecimiento de la electricidad y los combustibles en el bienestar de los ciudadanos y, por extensión, en la actividad económica del país. Su propuesta es concreta: para el Bicentenario, la Presidenta quiere que al menos el 15% del aumento que se logre en generación eléctrica esté basado en energías renovables no convencionales. Este es el momento de estructurar las bases necesarias para cumplir con el desafío de diseñar y empezar a aplicar un plan de seguridad energética que sea fiable en el largo y corto plazo en que esté clara la responsabilidad de cada uno de los actores y agentes que se desenvuelven en el sector. Desde esta perspectiva, me interesa destacar el rol que le corresponde a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles y la forma es que lo vamos a llevar a cabo. El Plan de Seguridad Energética, el marco regulatorio para el desarrollo de nuevas fuentes de generación, la agilización en los tiempos de tramitación de las concesiones, así como las modificaciones a las leyes reglamentos y normas eléctricas y de gas que se requieran, entre otros, son materias complejas en las que debemos intervenir para despejar el camino de este proceso del que formamos parte. Estas y otras tareas a las cuales estamos abocados no sólo nos obligan a realizar un trabajo eficiente, sino también abierto a los distintos actores que dependen de nuestras decisiones. Al interior de la Superintendencia he enfatizado no sólo la transparencia de nuestro proceder, sino lo clave que resulta transparentar la información hacia el mercado, de manera de facilitar el flujo de datos con los distintos agentes, tanto existentes como potenciales entrantes, para que tomen mejores decisiones. En este punto, me parece que, dadas las situaciones complejas a las que estamos enfrentados, es imprescindible que se distinga claramente entre el manejo estratégico de información y la especulación temeraria. Es cierto que los agentes deben tomar decisiones que les permitan maximizar sus utilidades, pero es fundamental que exista conciencia de la responsabilidad ante las decisiones que se adopten: no sólo por el riesgo para cada usuario en particular –pequeño o gran cliente-, sino por el riesgo que un mal manejo de la información puede acarrear al país. Por lo mismo, entendemos como de vital importancia el rol de la autoridad para permitir crear los espacios para que los agentes puedan administrar la información disponible y adoptar las decisiones más constructivas. Ello supone permitir, sin limitaciones, el acceso a los entes fiscalizadores, pero muy especialmente, fomentar las instancias de coordinación entre los distintos agentes del mercado. Junto con la transparencia, también pretendemos que nuestro proceder no sólo se caracterice por la disponibilidad para considerar por igual la opinión de todas y cada una de las partes interesadas en algún caso, sino de promover la participación de los ciudadanos en los diversos procesos. Estamos convencidos que la participación informada y responsable de los diversos estamentos de la sociedad contribuye a tomar mejores decisiones que a la larga se traducen en beneficios mayores y más transversales. Es por eso que, por ejemplo, las últimas modificaciones reglamentarias han sido realizadas con la participación de los actores involucrados, en consultas públicas. Lo que se transformará en una regla al momento de resolver este tipo de temas. La reciente tramitación de la solicitud por parte de Endesa de una concesión provisional en las cuencas de los ríos Pascua y Baker, en la región de Aysén, fue un proceso de relevancia pública que constituye una demostración de transparencia. En todo momento entregamos la información disponible a los afectados que lo solicitaran y fuimos celosos de que todo procedimiento u oficio por parte nuestra fuera conocido. Si bien la aprobación de la concesión provisional todavía está a la espera de la toma de razón en Contraloría, quienes después se interesen en leer las más de 100 páginas de la resolución podrán advertir que ésta procesa y sopesa cada uno de los alrededor de 120 reclamos que presentaron personas y sociedades que se oponen al proyecto. Es decir, para esta Superintendencia, como corresponde que ocurra, cada documento o reclamo que se presentó tuvo el mismo valor y el mismo tratamiento. Entre paréntesis, hay que precisar que en los últimos años se ha producido un aumento en la presentación de solicitudes de concesión en nuestra Superintendencia, y creemos que seguirá habiéndolo, fruto de las modificaciones legales que han dado un impulso a los proyectos de generación de electricidad. Por este motivo, en la SEC estamos impulsando un proceso de sistematización del trámite de concesiones, buscando la estandarización de los procedimientos, precisando los deberes y derechos de los interesados y buscando la incorporación de tecnologías de información que agilicen el intercambio, administración y fiscalización de la información; con lo que se logrará una mayor certeza de las etapas y la reducción de sus tiempos de tramitación, inspirados además, en la idea de fomentar prioritariamente la participación ciudadana. En este contexto, el Gobierno Electrónico es para esta Superintendencia un enfoque de carácter estratégico, que persigue los objetivos de optimizar recursos, hacer más eficientes los procesos de SEC y generar una mayor transparencia de su quehacer. Es en este sentido que este Superintendencia viene trabajando en el último año en una plataforma Internet para que los diferentes trámites que realizan tanto instaladores, empresas y certificadoras ante SEC, se puedan realizar 100% vía Internet. Esta nueva modalidad de declaración permitirá reducir costos y tiempos de manera drástica. Invitamos a los diferentes actores a participar activamente de esta modalidad de trámites, la cual empezará a operar en septiembre próximo. Un tema que me interesa destacar especialmente en este espacio es la forma en que la SEC entiende su rol esencial, que es el organismo fiscalizador: más allá de la facultad de imponer sanciones cuando se detectan incumplimientos a la reglamentación que rige el sector, es fundamental destacar que no es lo mismo fiscalizar que multar. Nosotros entendemos el rol fiscalizador como parte de una función que consiste en asegurarse que la correcta aplicación de la legislación constituya un incentivo para el desarrollo saludable de las actividades del sector. Desde esta perspectiva la fiscalización es eficaz cuando como consecuencia de ella se adoptan conductas deseadas o se corrigen las desviaciones. Se trata de un instrumento para generar cambios en el comportamiento de los agentes, siempre con el norte de la prevención, la calidad y la seguridad. La idea es que, mediante la normativa existente y la fiscalización que realizamos, los agentes tengan los incentivos correctos para cumplir la normativa; o para dejar de no cumplirla. Como Superintendencia hemos actuado de tal manera que cada agente responsable en un caso sea adecuadamente sancionado, preocupándonos especialmente que la responsabilidad de cada agente esté clara de manera que éste tenga en sus manos el adoptar las conductas correctivas que amerite el caso. Es posible que los agentes no siempre entiendan (o a veces no quieran entender) cual es su responsabilidad y no les parezca claro cuáles son las conductas correctas que se espera de ellos. Para evitar eufemismos, quiero señalar derechamente que estoy hablando de casos de sanciones por black out, en que los criterios y las conductas han sido expresadas por la SEC, pero aparentemente subsisten dudas sobre el particular. Creo que la dictación de nuevos reglamentos y normas de distinto carácter vino de alguna manera despejar algunas dudas, no obstante, y dadas las particularidades y complejidad de el sector, creemos que hay otras maneras de despejar las incertidumbres y queremos invitar a los agentes a usarlas. La más importante es a través de la actitud proactiva de los agentes para proponer soluciones o aclarar incertidumbres. En este aspecto las conductas preventivas y transparentes serán siempre consideradas valiosas y bienvenidas. La idea es que cada uno haga aquellos a que está obligado o a lo que se ha comprometido, y en casos que los escenarios no sean claros, que se adopten en forma anticipada los resguardos para mitigar los efectos de los posibles atrasos. Para ello valga un ejemplo: si existe un reglamento que exige el cumplimiento de determinadas condiciones en un tiempo también determinado, si los obligados advierten dificultades, deben representarlas oportunamente para evaluar si se justifica alguna revisión a la exigencia. En el peor de los casos, si ello no es factible, siempre quedará abierta la posibilidad de revelar una forma alternativa de cumplir, la que en caso de respetarse, será considerada al momento de determinar la procedencia de sanciones. Esto ilustra la tremenda importancia que la SEC atribuye a la autorregulación de los agentes, de manera que, en la medida que los agentes nos declaren posibles mejoras a eventuales incumplimientos y se comprometan a ejecutarlas en plazos definidos, las posibles sanciones frente a eventuales incumplimientos, tomarán en cuenta estos hechos, dado que dicha conducta revelará la disposición a mejorar y a corregir imperfecciones, logrando así una mejor asignación de recursos al destinarlos a aumentar la calidad y seguridad de servicio, en vez de destinarlos a defenderse de la fiscalización. Sobre nuestro programa de fiscalización, es útil recordar que está basado en una gestión de segundo piso, y se enfoca a los ámbitos de mayor riesgo, poniéndose mayor atención y énfasis en la gravedad y la reincidencia en el incumplimiento. Este programa combina distintos tipos de herramientas , dependiendo de las características de los agentes, siendo una de sus principales características el uso de las herramientas tecnológicas de punta. (STAR, GIS, CIIGE, TIMES). La experiencia con el STAR, Sistema Tecnológico de Apoyo a la Regulación, nos ha arrojado resultados exitosos más allá de lo esperado; los sistemas georeferencia en electricidad y combustibles nos permitirán contar conocimiento cabal generación, combustibles. de todas las instalaciones transmisión y distribución de con un utilizadas por las empresas de eléctricas y transportadoras de En el caso de las distribuidoras eléctricas, si bien reconocemos los esfuerzos de la industria (aunque no todos por igual) para adecuarse a las exigencias de entrega de información para la fiscalización, todavía queda camino por recorrer. En estas materias el rol de la SEC es claro: cuando hay espacios donde existen intereses legítimamente contradictorios, corresponde usar las herramientas de fiscalización disponibles con transparencia y claridad, de manera que no existan dudas respecto de la responsabilidad de cada uno. Pero nuevamente, nuestra orientación siempre está abierta a reconocer mejoras en los sistemas, siempre que las propuestas se presenten en forma oportuna y se cumplan los compromisos adquiridos. La nueva forma de entender la fiscalización como procesos, buscan ejercer una fiscalización más eficiente de forma de lograr una mejor calidad y seguridad de servicio para las personas. Estos procesos de fiscalización se componen primero de la definición de la información que deben entregar los agentes, la fiscalización de la consistencia de la información de forma que esta nos sea útil y por último del uso ésta para generar un conocimiento más profundo del mercado, que permita gestionar la fiscalización, de forma de hacer un uso más eficiente de los recursos. Para los agentes del mercado, esto significa recibir información oportuna para sus procesos, mientras que para los usuarios se materializa en recomendaciones que faciliten sus decisiones como consumidor. Por ejemplo, pretendemos que la comunidad pueda elegir servicios de mayor calidad y seguridad a través de un aumento en la información sobre agentes del mercado como inspectores, instaladores y certificadores, certificación de eficiencia energética, perfeccionamiento y ampliación de los ranking de calidad de servicio, etc.. Finalmente me interesa destacar la redefinición y sistematización de los procesos de revisión y perfeccionamiento de la normativa. Tenemos todavía que ponernos al día con alguna regulación que se está revisando y que ha demorado más de lo previsto, pero también hay nuevos desafíos. Para ellos la idea es instalar procesos transparentes y participativos, donde todos los interesados tengan la oportunidad de hacer valer sus ideas, dentro de un marco claro y conocido. Por lo pronto y en relación con lo anunciado por la Ministra de Energía en la jornada de ayer, hoy estamos mirando la regulación , particularmente en lo que tiene que ver con la seguridad asociada al Gas Natural Licuado (GNL) y los biocombustibles. Es necesario regular estas materias , pero para ello es fundamental conocer e incorporar la visión de la industria respecto a la forma en que debe desarrollarse para lo cual estamos en proceso de estudio de las normativas que se usan internacionalmente para estos emprendimientos. En nuestra Superintendencia existe la confianza de poder estar a la altura de estos requerimientos, sobre la base de los avances normativos que meticulosamente hemos incorporado en la industria. Un buen ejemplo de ello es el nuevo reglamento de certificación de productos. Nuestros esfuerzos están orientados principalmente a transformar el rol fiscalizador en una herramienta moderna, participativa y constructiva para el desarrollo y mejoramiento de los sectores energéticos. Pero para lograr esto, es fundamental la colaboración de todos los agentes: públicos y privados, pequeños y grandes, productores y consumidores. Queda cursada la invitación. Muchas gracias.