Oficio 340-034079 del 26 de mayo de 2003 SI EL VALOR DE MERCADO O EL VALOR COMERCIAL DE LA PROPIEDAD, PLANTA Y EQUIPO CUMPLE CON LOS PARÁMETROS ESTABLECIDOS EN EL ARTÍCULO 64 DEL DECRETO 2649 DE 1993, ESTA SUPERINTENDENCIA NO ENCUENTRA OBJECIÓN PARA QUE SE RECONOZCAN LAS VALORIZACIONES Y/O PROVISIONES Es necesario traer a colación algunas definiciones sobre AVALÚO, JUSTIPRECIO, AVALÚO TÉCNICO, VALOR JUSTO Y VALOR DE MERCADO, que definen los Diccionarios de Derecho Usual de GUILLERMO CABANELLAS, Diccionario de Términos Contables para Colombia, el Diccionario para Contadores de Kohler, y el Diccionario de Economía y Negocios de ARTHUR ANDERSEN. AVALÚO: Acción y efecto de Valuar, esto es, de fijar la estimación de una cosa, su justiprecio ponerle precio. JUSTIPRECIO: Se determina por peritos siempre que haya disputa entre las partes sobre el verdadero valor de una cosa en litigio. AVALÚO TÉCNICO: El procedimiento aplicado por un especialista o perito para determinar el valor comercial o de reposición de un activo. VALOR JUSTO (o RAZONABLE): El valor presente determinado en un avalúo: un término empleado principalmente en las valuaciones de partidas de activo fijo. VALOR DE MERCADO: Valor que se obtendría por un determinado producto en un momento dado si este fuera puesto a la venta, suponiendo unas condiciones normales e información perfecta en el mercado. Las normas de contabilidad generalmente aceptadas en Colombia, contenidas en el Decreto 2649 de 1993, señalan lo pertinente en los artículos 10 y 64, así: 1. Valuación o medición. Tanto los recursos como los hechos económicos que los afecten deben ser apropiadamente cuantificados en términos de la unidad de medida. Con sujeción a las normas técnicas, son criterios de medición aceptados el valor histórico, el valor actual, el valor de realización y el valor presente. Valor o costo histórico es el que representa el importe original consumido u obtenido en efectivo, o en su equivalente, en el momento de realización de un hecho económico. Con arreglo a lo previsto en este decreto, dicho importe debe ser reexpresado para reconocer el efecto ocasionado por las variaciones en el poder adquisitivo de la moneda. Valor actual o de reposición es el que representa el importe en efectivo, o en su equivalente, que se consumiría para reponer un activo o se requeriría para liquidar una obligación, en el momento actual. Valor de realización o de mercado es el que representa el importe en efectivo, o en su equivalente, en que se espera sea convertido un activo o liquidado un pasivo, en el curso normal de los negocios. Se entiende por valor neto de realización el que resulta de deducir del valor de mercado los gastos directamente imputables a la conversión del activo o a la liquidación del pasivo, tales como comisiones, impuestos, transporte y empaque. Valor presente o descontado es el que representa el importe actual de las entradas o salidas netas en efectivo, o en su equivalente, que generaría un activo o un pasivo, una vez hecho el descuento de su valor futuro a la tasa pactada o, a falta de esta, a la tasa efectiva promedio de captación de los bancos y corporaciones financieras para la expedición de certificados de depósito a término con un plazo de 90 días (DTF), la cual es certificada periódicamente por el Banco de la República. 2. Los incisos 8 y 9 del artículo 64 ya citado expresan que al cierre del período, el valor neto de estos activos reexpresado como consecuencia de la inflación, debe ajustarse a su valor de realización o a su valor actual o a su valor presente, el más apropiado según las circunstancias. Igualmente señala que, el valor de realización, actual o presente de estos activos debe determinarse al cierre del período en el cual se hubieren adquirido o formado y al menos cada tres años, mediante avalúos practicados por personas naturales vinculadas o no laboralmente al ente económico, o por personas jurídicas, de comprobada idoneidad profesional, solvencia moral, experiencia e independencia. 3. Si bien legalmente no existe una metodología especial, el artículo 64 del Decreto 2649 de 1993, señala unas reglas generales que se deben tener en cuenta en la preparación de un estudio técnico, base para determinar la valorización, las cuales son: a. Presentar el monto discriminado por unidades o por grupos homogéneos. b. Tratar de manera coherente los bienes de una misma clase y características c. Tener en cuenta los criterios utilizados por el ente económico para registrar adiciones, mejoras y reparaciones. d. Indicar la vida útil remanente que se espera tenga el activo en condiciones normales de operación. e. Segregar los bienes muebles reputados como inmuebles, mostrando su valor por separado. Por último cabe anotar la posición de esta Superintendencia, en el sentido que los entes económicos deben designar para la realización de loa avalúos técnicos a aquellas personas naturales o jurídicas de reconocida especialidad e independencia que reúna por lo menos las calidades y cualidades indicadas en el artículo 64 del decreto citado, en especial en cuento tiene que ver con la materia objeto de estudio, sean éstos miembros o no de la Lonja de Propiedad Raíz o de cualquier otra agremiación con registro de avaluador, que pueda certificar su dictamen y disponga de todos los elementos de juicio necesarios para asignar los valores que le otorgue a cada uno de loas activos por él avaluados. Por consiguiente y si para determinar el valor justo de mercado o el valor comercial de la Propiedad, planta y equipo, cumplen como mínimo con los parámetros establecidos en el artículo 64 del Decreto 2649 de 1993, así como, con los señalado en la doctrina de la Entidad, este Despacho no encuentra objeción para que con dicha información se reconozcan las valorizaciones y/o provisiones.