Sistema Integral de Medición y Avance de la Productividad (SIMAPRO) Trabajo Decente, mejora de la productividad y de las condiciones de trabajo (material elaborado por OIT/Cinterfor como apoyo en la Formación sobre SIMAPRO, Turín 2011) La productividad del trabajo es uno de los principales componentes de la mano de obra y el determinante principal de las condiciones de trabajo. Diversos estudios han mostrado que el bajo nivel de productividad observado en varias economías de la región se explica no sólo por problemas de acumulación de recursos productivos, sino también por un crecimiento insuficiente de la productividad total de los factores, lo cual indica que existen fuertes restricciones en los planos mesoeconómico y microeconómico. Otra importante dificultad es que la mayoría de las economías de la región presenta una elevada heterogeneidad productiva según los sectores, el tamaño de las empresas, etc.1 Uno de los desafíos que debe enfrentar la OIT y sus miembros en la región es el desarrollo de prácticas productivas tendientes a lograr condiciones de trabajo decentes. En 2008, por un acuerdo tripartito entre los trabajadores, los empleadores y los gobiernos, la Conferencia Internacional del Trabajo adoptó conclusiones que proporcionaron un marco para fortalecer los vínculos entre calificaciones, productividad, empleo, desarrollo y trabajo decente.2 En el informe sobre estas conclusiones, se plantea que para lograr el objetivo de Trabajo Decente para todos, se requieren factores como el desarrollo de calificaciones, las políticas promotoras de empleo y la productividad, para incidir en la demanda del mercado de trabajo, el respeto de los derechos de los trabajadores, la equidad de género y las normas sobre seguridad y salud, las relaciones de trabajo sanas y el diálogo social, así como la protección social eficaz. En este marco, se expresa que la mejora de la productividad no es un fin en sí mismo, sino un medio para mejorar la vida de los trabajadores, la sostenibilidad de las empresas, la cohesión social y el desarrollo económico. La mejora continua de la productividad también es una condición para la competitividad y el crecimiento económico. El incremento de la productividad puede contribuir a aumentar los ingresos y reducir la pobreza, generando así un círculo virtuoso. En el caso de las empresas, se formula que “es importante que tanto las propias empresas como los trabajadores se beneficien de las mejoras de la productividad. El aumento de la productividad puede capacitar a las empresas para realizar nuevas inversiones y estimular las innovaciones, la diversificación y la expansión hacia nuevos mercados, indispensables para el crecimiento futuro. La elevación de la productividad puede redundar en el aumento del ingreso de los trabajadores, en mejores condiciones laborales y prestaciones, y en la reducción de los horarios de trabajo, todo lo cual puede contribuir a aumentar la satisfacción en el trabajo y la motivación de la fuerza laboral”. 3 A partir de este marco de referencia, el Sistema Integral de Medición y Avance de la Productividad (SIMAPRO), en la senda hacia un trabajo decente, plantea un doble propósito: la mejora de la productividad y de las condiciones de trabajo. Constituye una herramienta basada en la articulación entre procesos técnicos y humanos, basadas en la relación unívoca para avanzar hacia el trabajo decente y la mejora en productividad y competitividad laboral. SIMAPRO impulsa una cultura de medición y avance de la productividad, con la finalidad de orientar y acelerar el aprendizaje permanente e incluyente hacia una mejora de la competitividad, sustentada en condiciones decentes de trabajo. 1 OIT. Trabajo Decente en las Américas: una agenda hemisférica, 2006-2015. Informe del Director General. XVI Reunión Regional Americana. Brasilia, mayo de 2006 2 OIT. Conferencia Internacional del Trabajo, 2008. Conclusiones sobre las calificaciones para la mejora de la productividad, el crecimiento del empleo y el desarrollo. Ginebra, OIT, 2008. 3 Ibid. 1 Mejora de la productividad En América Latina y el Caribe, “el bajo crecimiento y las resultantes brechas de ingreso no pueden atribuirse principalmente a bajas tasas de inversión en capital físico y humano, o al lento crecimiento de la fuerza laboral, sino a un déficit crónico de crecimiento de la productividad. Los países latinoamericanos, simplemente, no usan sus recursos productivos eficientemente. Ninguna empresa puede ser exitosa sin poner atención a su productividad. Detectar las causas de la falta de productividad y encontrarles soluciones está en la esencia del manejo de cualquier empresa. Lo mismo debería ocurrir con los países, pero rara vez es así.”4 El concepto tradicional de productividad se asocia a la relación entre la producción y los insumos utilizados para obtenerla. Productividad = Producto / Insumo En SIMAPRO, productividad es sinónimo de efectividad. Efectividad es el logro de los objetivos en una organización, y comprende eficiencia y eficacia. Eficacia es la capacidad de lograr los objetivos, con los recursos disponibles, en un plazo de tiempo determinado. Eficiencia es el uso racional de los recursos con que se cuenta para alcanzar un objetivo. La propuesta de SIMAPRO en torno a la productividad permite clarificar algunos mitos. Concepto de productividad Mitos frecuentes Productividad es sinónimo de eficiencia. Propuesta de SIMAPRO Productividad es sinónimo de efectividad, orientada al logro de objetivos de una organización, que requiere la articulación entre eficiencia y eficacia. La eficiencia es condición necesaria pero no suficiente. La productividad se basa en la utilización eficiente y eficaz de todos los recursos; en SIMAPRO, esta combinación se resume en el concepto de efectividad. El concepto de productividad es independiente del concepto de calidad. El concepto de productividad está directamente asociado a la calidad. La calidad, entendida en un sentido amplio, se aplica en procesos, productos, insumos, e incluye la calidad de vida de las personas trabajadoras, asociada fundamentalmente a las condiciones de trabajo. Medición y análisis de la productividad Mitos frecuentes La medición de la productividad se realiza a través del producto Propuesta de SIMAPRO La medición de la productividad es un proceso integral, que incluye aspectos técnicos y sociales. El producto puede aumentar sin un incremento de la productividad (por ejemplo, frente a una variación de los costos) En el análisis de la productividad, el factor determinante es el avance tecnológico. El análisis de la productividad depende de un conjunto de múltiples factores, tanto internos como externos a las organizaciones. Dentro de los factores internos, no sólo las variables duras son las que requieren un proceso de análisis, sino también las variables blandas o cualitativas, referidas fundamentalmente a la gestión humana en las organizaciones y la orientación hacia el aprendizaje permanente e incluyente. Esta concepción parte de la premisa de que el desarrollo de la organización no depende únicamente del desarrollo de las capacidades tecnológicas, sino también de la capacidad de crear nuevos conocimientos en su interior, involucrando y motivando a todo el personal, reconociendo y movilizando sus capacidades. 4 BID. La era de la productividad. IDEA. Ideas para el desarrollo en las Américas. Washington, BID. v.21, ene.-abr. 2010. 2 Cómo lograr la mejora de la productividad Mitos frecuentes La mejora de la productividad se obtiene a través de la reducción de costos. La mejora de la productividad se obtiene con una mayor intensidad del trabajo. La mejora de la productividad requiere un proceso integral; incluye propuestas de mejora a nivel estratégico y operativo simultáneamente, que permitan abarcar el conjunto de objetivos de una organización o parte de ella. La mejora de la productividad se obtiene trabajando de manera más eficiente y eficaz, no intensificando el trabajo. La intensidad significa un exceso de esfuerzo, es sólo un incremento del trabajo. Un trabajo más duro, en sí mismo, puede generar muy poco o ningún aumento de la productividad. Aplicación de metodologías de mejora de la productividad Mitos frecuentes La productividad se aplica sólo a organizaciones relacionadas con la producción. La productividad, dentro de una organización, se aplica a los departamentos y procesos vinculados directamente con la producción. Propuesta de SIMAPRO La reducción de costos por sí sola puede empeorar una situación si se realiza en forma aislada o descontextualizada de la perspectiva estratégica. Propuesta de SIMAPRO El concepto de productividad se aplica a cualquier tipo de organización, incluyendo aquellas referidas a gestión de servicios y de información. La productividad es concebida desde una perspectiva integral, que incluye no sólo los procesos productivos sino también las condiciones de trabajo. Beneficios de la mejora de la productividad Mitos frecuentes El único beneficio de la mejora de la productividad es la rentabilidad para la empresa. Propuesta de SIMAPRO La mejora de la productividad, desde una concepción amplia, genera múltiples beneficios para la empresa y para las personas trabajadoras. La rentabilidad se puede obtener aún cuando la productividad no se incremente; y una productividad elevada no siempre se traduce en un incremento de la rentabilidad. Desde la perspectiva de la empresa, uno de los beneficios cuantitativos que puede obtenerse es la rentabilidad, sumado a la reducción de costos, incremento de ventas y mayor competitividad. Para la organización, los beneficios se pueden traducir en reducción de tiempo perdido, mejora de calidad, baja de la tasa de accidentabilidad, mayor satisfacción del cliente, disminución de ausentismo. En lo cualitativo, los beneficios se expresan en una mejor comunicación, mayor motivación y compromiso de las personas, mayor confianza entre gerencia y personal, diálogo permanente entre los actores, aprendizaje y mejora continua. Desde la perspectiva de las personas trabajadoras, el mayor beneficio es a nivel social, por la mejora de la calidad de vida de trabajo y las prácticas tendientes a lograr condiciones de trabajo decentes. La mejora de la productividad implica abordar simultáneamente la perspectiva económica y la dimensión social. Incrementar la motivación de las personas trabajadoras tiene como finalidad la mejora de la productividad. La motivación de las personas en una organización genera beneficios para la empresa y para las propias personas. Para una organización, la motivación de las personas es un elemento clave para contribuir al incremento de la productividad. Para las personas trabajadoras, la motivación es un elemento clave para mejorar su calidad de vida en el trabajo, es un aspecto fundamental desde una concepción integral de las condiciones de trabajo, que incluye aspectos psicolaborales. La motivación es un valor agregado para las personas como contribución a su autorrealización. 3 Mejora de las condiciones de trabajo Las condiciones de trabajo decente, que valoran a la persona en todo lo que implica su condición humana, se convierten en el eje de la estrategia de competitividad y productividad. Las condiciones de trabajo decente son la base de la mejora integral de la productividad. Esto lo convierte en el eje unificador de la política de mejora de la productividad laboral. 5 Usualmente se suele entender la mejora en las condiciones de trabajo como un incremento salarial. Sin embargo, desde SIMAPRO se aplica una concepción más amplia, que se puede resumir en la siguiente categorización6: 1) Mejoras en las condiciones contractuales, por ejemplo cambios en: 1.1. el tipo de contrato de trabajo: contratos por tiempo determinado, trabajo a domicilio, teletrabajo, trabajo temporal, subcontratación (cambios que impliquen una mejora ya sea en términos del acceso al empleo, de cantidad de horas y respectivo ingreso o de la flexibilidad de horarios y compatibilidad del trabajo con las tareas del hogar, la familia y el estudio); 1.2. el sistema de gestión de los recursos humanos de la empresa y la cultura empresarial (sistema de remuneración, carrera profesional, sistema de incentivos, normas de sanciones, oportunidades de formación, política de reclutamiento, empleo de mujeres en relación con hombres); 1.3. el monto de los salarios base; 1.4. los incentivos económicos. 2) Mejoras en las condiciones organizativas y psicosociales de trabajo, por ejemplo, cambios en cuanto a: 2.1 el contenido del trabajo: introducción de nuevos desempeños, por enriquecimiento tareas monótonas o insuficientemente especificadas, modernización o agilización procedimientos, reorganización de la distribución de tareas entre las personas de equipo o durante la jornada, cambios en las formas de cooperación entre miembros un mismo equipo de trabajo, introducción o renovación de responsabilidades; de de un de 2.2 la supervisión directa e indirecta: clarificación, adecuación de las pautas o de la frecuencia de supervisión del trabajo. 2.3 la coordinación con otros: mejoras en las instancias, pautas y formas de coordinación con otros equipos de trabajo (de diferentes áreas o bajo diferentes supervisores) 2.4 los medios de trabajo: reparación, adaptación o actualización de herramientas, máquinas, equipos, programas informáticos y otros medios manuales cuyo malfuncionamiento o insuficiente cantidad no constituye riesgos para la salud de los 5 Mertens, L.; Brown, F.; Domínguez, L. La construcción de nuevos eslabones de productividad y competitividad laboral. Condiciones laborales decentes que determinan una mejora en la productividad y competitividad. Caso de la Industria Manufacturera Mexicana. Lima: OIT, 2005, 108 p. 6 Categorización planteada por Luvia Soto en: Soto, L. Trabajo decente y productividad en el sector turismo: perspectivas y buenas prácticas en tiempos de crisis, para combatir la pobreza en América Latina y el Caribe, 2010. Adaptación para América Latina del documento: Bolwell, Dain; Wolfgang Weinz. Reducir la pobreza a través del turismo. Ginebra: OIT, Programa de Actividades Sectoriales, 2009. 4 trabajadores y, en cambio, sí afectan la calidad del trabajo y sus resultados, así como introducción o mejoramiento del mantenimiento preventivo; 2.5 las materias primas: cambios en materias primas inocuas para la salud, por ejemplo, mayor disponibiliad porque se refuerza el abastecimiento, se las ubica mejor en el espacio o son de mejor calidad; 2.6 la cantidad y ritmo de trabajo: disminución de la cantidad o ritmo de trabajo por aumento del personal, redistribución de tareas para hacer más equitativa la carga general de trabajo, por rotación de grupos de trabajo automatización de los medios u otras medidas organizativas; 2.7 la carga física de trabajo: sustitución de equipos y herramientas con diseño inadecuado, disminución de posiciones estáticas prolongadas (sentada o de pie), de pesos trasladados manualmente, caminatas extensas, trabajo físico acelerado, pequeños esfuerzos musculares repetitivos; 2.8 la carga psicofìsica de trabajo: cambios en horarios, disminución del trabajo nocturno, de la cantidad de horas, ampliación o redistribución de sistemas de pausas, disminución de horas extras por persona, menores cambios de turnos por persona; 2.9 la carga mental: medidas que conllevan disminuciones en los requerimientos de concentración prolongada de la atención, del uso excesivo de la “atención dispersa” (atender varias cosas al mismo tiempo), del esfuerzo mental por exceso de responsabilidades, de la monotonía (actividad mental insuficiente que afecta el estado de alerta de las personas), medidas que disminuyen el efecto del trabajo bajo presión de tiempo; 2.10 la comunicación y relaciones interpersonales, la participación y consulta y el reconocimiento: disminución de la incomunicación en el trabajo individual, de la incomunicación por aislamiento geográfico o por trabajo confinado, medidas que inciden en el valor social atribuido a la tarea, mayor grado de iniciativa requerida o estimulada, posibilidades de comunicación informal espontánea, medidas para facilitar la comunicación necesaria para el desempeño; aumento de la consulta, participación y transparencia en la supervisión e instrucciones; comunicación biunívoca y retroalimentación con los mandos; mayores oportunidades para ejercer autonomía en el desarrollo de las funciones, la toma de decisiones y el cumplimiento de responsabilidades; apertura de mecanismos e instancias de consulta y participación en decisiones que atañen a la calidad de vida laboral, otorgamiento de reconocimientos con valor social (no económicos). 3) Mejoras en las condiciones físico-ambientales de trabajo: 3.1 cambios en la calidad del espacio de trabajo: mejor distribución del espacio, mejoras en la calidad constructiva de las instalaciones, en las dimensiones o características del mobiliario; 3.2 control de riesgos tangibles: eliminación de riesgos en la fuente (sustitución de equipos, reparación de disfunciones, cambio de materiales o tareas que constituyen un peligro); aislamiento de riesgos, cambios en los tiempos de exposición a los riesgos, introducción de mecanismos de protección colectiva; 3.3 atenuación del impacto de riesgos físicos: todo tipo de medidas que optimizan los equipos personales de protección pero que no eliminan ni controlan el riesgo. 5 3.4 higiene y orden del lugar de trabajo y de los servicios básicos a los empleados (agua potable, sanitarios, duchas, camerinos, etc.); 3.5 manejo de basuras y desechos: mejoramiento o introducción de sistemas de recolecta diferenciada y procesamiento de basuras y desechos del proceso. 4) Mejoras en las condiciones de bienestar social: 4.1 en los servicios de prevención de la salud laboral: introducción o reestructuración de modelos de gestión integral de la salud laboral, incluyendo políticas e instrumentos, medidas preventivas, participación de las organizaciones de los trabajadores en la gestión del sistema; 4.2 en los servicios de bienestar y recreación dentro de la empresa (servicios médicos generales, instalaciones deportivas, ayudas para transporte, vivienda, escuela de los hijos, etc.); 4.3 inclusión de equipos, procedimientos, insumos que permiten al trabajador contribuir mediante su actividad laboral, a la conservación del medio ambiente (empleos verdes). 6